EL SEÑOR DE LOS ANILLOS Y SUS SATÉLITES Cuatro siglos después del descubrimiento de Saturno, hemos profundizado en el estudio de este misterioso planeta. Las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), de Europa (ESA) y de Italia (ASI) han diseñado la misión Cassini-Huygens para estudiar Saturno y sus satélites. Saturno era en la mitología romana el padre de Júpiter. Cuenta la leyenda que este dios mataba a todos sus hijos, para evitar ser destronado, pero finalmente fue vencido por Zeus, el dios que representa a Júpiter. Saturno es un planeta gaseoso, el sexto planeta respecto a su distancia al Sol, y el segundo en tamaño y masa, después de Júpiter. Además es el único que tiene un sistema de anillos visible desde nuestro planeta. Los anillos de Saturno fueron observados por primera vez en Julio de 1610 por Galileo Galilei. Son un sistema de cuatro anillos planetarios que están formados por polvo y otras partículas pequeñas, que giran alrededor del planeta. Consideramos que el objetivo adecuado debe ser Saturno y sus satélites, fundamentalmente porque este planeta continúa siendo un gran misterio para la humanidad. Es el planeta más ovalado del Sistema Solar, y el único planeta con una densidad media inferior a la del agua. Además no conocemos con exactitud su período de rotación, debido a que no posee superficie sólida o líquida, y su atmósfera gira con un período distinto según la latitud. Aún resultan más sorprendentes las últimas investigaciones, que indican que el período de rotación puede estar variando con el tiempo a causa de la interacción del campo magnético del planeta con la actividad criovolcánica de su satélite Encélado, que emite gases en forma de géiseres. Consideramos que es muy importante continuar con estos estudios respecto a Saturno. Para ello podríamos utilizar el espectrómetro de plasma de la nave Cassini (CAPS), que nos permitirá conocer con detalle la ionosfera de Saturno, y las variaciones de su campo magnético. Así mismo, podemos utilizar las imágenes obtenidas con el magnetómetro que incorpora la nave. Otro objetivo que nos parece interesante pronunciar es la investigación del satélite Encélado. Su superficie se caracteriza por ser vieja y estar craterizada, si bien otra parte de su superficie puede ser joven y lisa. Se encuentra en el anillo E, y recientemente se ha descubierto que tiene una tenue atmósfera. Parece ser que existe un océano de agua líquida, que actúa como una capa entre el hielo exterior y el núcleo rocoso. Otras de las muchas preguntas que podemos hacernos es el por qué de la existencia de géiseres en la superficie del satélite. Estos fenómenos podrían provenir de océanos efervescentes, situados bajo una corteza de 40 metros de espesor. La nave Cassini ya sobrevoló los géiseres y determinó que estos estaban compuestos por vapor de agua mezclado con algunos hidrocarburos y pequeñas partículas heladas. Actualmente, se podrían centrar aún más en el estudio de estos fenómenos, debido a que el agua caliente podría ser un entorno favorable para la existencia de vida extraterrestre.