La teología es parte esencial del conocimiento científico *

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Editorial
La teología es parte esencial
del conocimiento científico *
La Teología es parte esencial y constitutiva del conocimiento. Esta disciplina
científica es imprescindible en la medida en que todo saber, teórico o práctico, debe
referirse a ella porque, sabedora del carácter irrestricto del cuestionar humano, se
interroga por el sentido último de la vida en referencia a un Ser Trascendente, que
se hizo parte de nuestra historia. En esta forma, la Teología explora genuinos
horizontes de realización y de liberación del ser humano.
De esta manera, el Proyecto Educativo Javeriano, por el cual hemos optado como
el norte de toda nuestra praxis universitaria, coloca en el corazón de nuestra
Comunidad Educativa la disciplina teológica y su Facultad. Esta ubicación no se
entiende como la hegemonía de una ciencia sobre las otras, claro está, sino como
una grave responsabilidad que debe ser ejercida desde el horizonte de la participación
y la interdisciplinariedad científica que nos caracteriza como ente Javeriano.
La misión que nos corresponde en la Facultad de Teología es entonces estimular de
manera especial la construcción de genuinos horizontes de realización y de
liberación del ser humano animada por un hondo sentido de la vida al estilo de Jesús.
Evidentemente, esta tarea es propia de cada una de las unidades académicas
Javerianas, pero es a la ciencia de la fe a la que atañe propiciarla con especial
empeño.
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Texto del discurso pronunciado por Carlos J. Novoa M. S.I., Decano Académico de la
Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana, en la celebración de los 60 años de la
restauración y aprobación Pontificia de la Facultad, el 25 de agosto de 1997.
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La implementación de dicha construcción urge en estos tiempos cuando la
mentalidad dominante en el mundo entero y en Colombia, tiene como absoluto la
acumulación de dinero en pocas manos y el logro de satisfacciones egoístas, e
idoliza lo administrativo financiero en detrimento del humanismo y la espiritualidad.
Esta dinámica, bien sabemos, genera la ola de injusticias, violencias y
discriminaciones propias de nuestra sociedad moderna y que tanto nos agobia.
Nuestro camino liberador, humanista y evangélico implica la convergencia de las
diversas ciencias en un hondo y verdadero diálogo interdisciplinar para que juntos
construyamos una teología que impulse y dé sentido al cambio de las estructuras
socio-económico-políticas imperantes, y una economía no centrada en la ganancia
egoísta de riqueza sino en la producción creativa y participativa de bienes y
servicios para todos, sin exclusiones de ningún tipo. De manera similar sería
posible referirse a otras profesiones y campos del saber. En aras de la brevedad
baste con lo dicho.
Hasta aquí, el horizonte en el que hemos buscado movemos en nuestros últimos
sesenta años de existencia el cual al mismo tiempo se consolida como todo un reto
para nuestro inmediato futuro. Los aires transformadores del Concilio Ecuménico
Vaticano 11 nos han renovado y estimulado de manera especial, seguros de que un
propósito central nuestro es acabar de asumir las propuestas conciliares.
Tengamos muy presentes, con hondos sentimientos de gratitud, a todos los
docentes, estudiantes y colaboradores quienes de múltiples maneras y con meritórios
esfuerzos han hecho posible la restauración y presencia de nuestra Facultad. A
todos ustedes muchas gracias por haber aceptado esta invitación a celebrar juntos
nuestros últimos seis decenios de trabajo que han buscado servir a la universidad
y a Colombia desde la vivencia del evangelio. Que Jesús Nuestro Señor nos ilumine
y anime en la respuesta a los grandes desafíos que la historia nos esta planteando.
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