Manual de las principales enfermedades parasitarias de los perros. a) Descripción del material: El Manual de las principales enfermedades parasitarias de los perros es un documento que aborda las principales afecciones ocasionadas por parásitos en los cánidos. Se describen e ilustran aquellas enfermedades parasitarias más comunes de los perros en México, se enfatiza en su etiología, comportamiento biológico de los parásitos, su epidemiología, cuadro clínico característico. Además se consideran las principales herramientas para su diagnóstico y las opciones disponibles en el país para su tratamiento (etiológico), control y prevención. b) La utilización en la práctica docente: Por medio del Manual de las principales enfermedades parasitarias de los perros se busca enriquecer de manera teórica y gráfica el conocimiento y la comprensión de las principales enfermedades parasitarias de los perros, entendiendo y valorando su impacto en la salud, tomando en cuenta los fundamentos básicos de la parasitología veterinaria con la finalidad de unificar el lenguaje y enmarcar la descripción de las enfermedades parasitarias de los perros. Para cada una de las enfermedades seleccionadas para el manual, se describirán los aspectos referentes a su etiología, epidemiología, cuadro clínico, métodos para su diagnóstico, tratamiento (etiológico), medidas de control, prevención y su eventual impacto en la salud humana. c) Relación con los temas de la asignatura: El manual propuesto obedece a la imperiosa necesidad de contar con un material didáctico que permita en forma sucinta acceder a información básica y práctica sobre las principales enfermedades parasitarias que afectan a los perros, particularmente de las diagnosticadas en México. La temática básica se inserta en los temas generales que contempla la asignatura de Parasitología para la carrera de médico veterinario zootecnista. Además se relaciona totalmente con la mayoría de los temas que considera la asignatura de 1 Enfermedades Infecciosas de los Monogástricos. Finalmente, la información planteada, también resulta de utilidad en varios aspectos que se incluyen en la asignatura de Clínica Canina. d) Impacto en el proceso enseñanza-aprendizaje: Se considera que a través de El Manual de las principales enfermedades parasitarias de los perros el lector pueda tener una visión rápida, amplia y gráfica de los principales padecimientos ocasionados por parásitos en los perros de México. 2 Babesiosis. Definición: La babesiosis, piroplasmosis, fiebre de las garrapatas o fiebre biliar es una infección parasitaria, causada por protozoarios del género Babesia, que se localizan en los glóbulos rojos de los carnívoros. Son transmitidos por las garrapatas y producen en el perro un cuadro clínico caracterizado por un síndrome febril y hemolítico, lo que origina un cuadro de anemia y hemoglobinuria. Etiología: Los protozoarios del género Babesia son parásitos intracelulares que se alojan en los glóbulos rojos (fig. 1). El trofozoíto tiene forma de pera, por eso su antigua denominación Piroplasma. En su parte basal está el núcleo y de ahí parte un filamento de cromatina hasta el vértice de su cuerpo. Es común encontrar dos trofozoítos unidos por su vértice en los eritrocitos parasitados. En cuanto a su tamaño, existen dos tipos de Babesia, las grandes (miden más de 3 µm) y las pequeñas (menos de 3 µm). En general las grandes se consideran poco virulentas y susceptibles a los fármacos, las pequeñas muy virulentas y resistentes a los medicamentos. Figura 1. Microfotografía de un frótis sanguíneo con trofozoitos de Babesia sp. Fuente: Fisher (2007). La Babesia es un parásito obligado, no puede sobrevivir fuera del hospedador vertebrado o invertebrado. Las especies que afectan al perro son B. canis y B.gibsoni. La B. canis es una forma grande, sus trofozoitos miden de 4 a 5 µm de longitud, sin embargo, es considerada como muy virulenta. B. gibsoni es más pequeña, 3 los trofozoitos miden 3 µm de longitud y normalmente tienen forma redonda u oval, se duda que esta especie esté presente en México. La Babesia requiere para su trasmisión de hospedadores invertebrados o vectores que son las garrapatas duras de la familia Ixodidae, a quienes también parasita mediante un grado de parasitismo llamado hiperparasitismo. La B. canis se ha dividido en tres subespecies: B. canis canis, es transmitida por la garrapata Dermacentor reticulatus; B. canis vogeli, por Rhipicephalus sanguineus (fig. 2) y B. canis rossi, por Haemaphysalis leachi. La B. gibsoni es transmitida por R.sanguineus, Haemaphysalis bispinosa y Haemaphysalis longicarnis. Figura 2. Garrapata Rhipicephalussanguineushospedador invertebrado de Babesia canis vogeli. Fuente: Fisher (2007). Ciclo biológico: La adquisición de la babesiosis es por la picadura de la garrapata, cuando succiona sangre de un hospedador vertebrado parasitado. También, aunque poco frecuente, puede ser a través de transfusiones sanguíneas, material quirúrgico o agujas hipodérmicas, así como por vía trasplacentaria, ya que se ha reportado la presencia de la enfermedad en cachorros de 11 a18 días de edad infectados por Babesia. La garrapata se alimenta de sangre e ingiere eritrocitos parasitados. Los trofozoitos de Babesia se liberan del glóbulo rojo mediante un proceso de digestión en el intestino de la garrapata, la mayoría son destruidos ahí y 4 algunos invaden las células del intestino, se reproducen asexualmente por fisión múltiple produciendo numerosas fases llamadas vermículos, éstos pasan a la cavidad general de la garrapata (hemocele) y a través de la hemolinfa llegan a los túbulos de Malpighi, donde se reproduce nuevamente y se forman más vermículos que se trasladan a los ovarios o a las glándulas salivales. Cuando llegan a los ovarios, parasitan a los óvulos y después de la fecundación habrá huevos infectados (trasmisión transovárica). Los que llegan a las glándulas salivales pueden trasmitirse por medio de la saliva a un nuevo hospedador al alimentarse de sangre. Epidemiologia: Para que la babesiosis ocurra es necesaria la presencia de la garrapata vector, la infección se produce por la picadura del artrópodo (fig.3). Es una enfermedad estacional por consecuencia de sus vectores. La estacionalidad se pierde, pudiendo aparecer a lo largo del año, en lo que a temperatura, humedad y vegetación se refiere, permite la presencia activa del hospedador invertebrado durante todas las estaciones climáticas; pero se presenta con mayor frecuencia en verano y otoño, sin descartar la posibilidad de que se presente en primavera e invierno. Cuando existe la presencia continua de garrapatas y una infección por Babesia en los animales, se desencadena en ellos un mecanismo inmunológico llamado premunidad que se define como un tipo de inmunidad que sólo es eficaz ante la presencia del antígeno (Babesia) que la desencadenó, si el antígeno desaparece, se pierde la inmunidad, en otras palabras, es una inmunidad sin memoria. La babesiosis es una enfermedad que se presenta más severamente en los animales adultos, hay una inmunidad inversa a la edad. Conforme el animal avanza en edad, es más susceptible a la parasitosis. En los perros no se ha demostrado un efecto racial de la babesiosis como en el caso de los bovinos. Figura 3. La Babesiosis es transmitida por la picadura de la garrapata vector. Fuente: Propia 5 Patogenia: Los trofozoítos inoculados por la garrapata invaden los eritrocitos circulares tomando una forma oval, pera o amiboide. Las formas de pera por lo general son dobles y se dividen por fisión binaria longitudinal, tomando la forma característica de dos peras. La Babesia ejerce una acción irritativa al introducirse del eritrocito; una acción expoliatriz citófaga al alimentarse, principalmente de hemoglobina del eritrocito; una acción traumática al destruirlo y una acción tóxica y alergizante por los productos de secreción y excreción. Hay un incremento en la destrucción de los glóbulos rojos, consecuencia de la fagocitosis, al ser este un mecanismo celular de defensa que el organismo del animal pone en juego en su lucha contra el parásito. Los productos de excreción y secreción de la Babesia son antígenos solubles que se adhieren a los glóbulos rojos normales, glomérulos renales y al endotelio vascular. Esos antígenos favorecen la formación de anticuerpos y, en consecuencia, de complejos antígeno-anticuerpo. La activación del complemento destruye a esos complejos junto con las estructuras donde están adheridos. El resultado de eso es la lisis de eritrocitos normales, glomérulos renales y pared endotelial de los vasos sanguíneos. La anemia es consecuencia de la destrucción de glóbulos rojos parasitados que están debilitados y son muy frágiles así como de hematíes normales que son fagocitados y destruidos por poseer complejos autoinmunes. La hemoglobinuria es consecuencia de la hemolisis intravascular con liberación de hemoglobina en el torrente sanguíneo. Ésta es nefrotóxica, por sí misma favorece su salida por la orina; además los complejos autoinmunes en los glomérulos renales hacen que las moléculas de hemoglobina se excreten por vía urinaria. Con frecuencia se presenta edema, especialmente en zonas bajas del cuerpo(vientre y pecho), como resultado de un aumento en la permeabilidad vascular, al afectarse su endotelio. A partir de ello, se puede observar vasodilatación, hipotensión y estasis sanguínea, lo que conduce a una acidosis metabólica por formación de ácido láctico, que complica el proceso, al descender el ritmo cardiaco. Eso da lugar a una hipoxia importante, que si no está compensada con una hiperventilación pulmonar, desemboca en la aparición de muerte celular en los tejidos o de fenómenos de choque. 6 En el endotelio de los vasos sanguíneos hay formación de trombos, que en los casos más graves terminan en una coagulación intravascular diseminada, que acaban con la vida del animal por choque. Signos clínicos: El periodo de incubación de la babesiosis es entre 10 y 20 días y dependiendo de la manifestaciones de la enfermedad puede ser aguda o subaguda o crónica. Los signos principales de la presentación aguda son fiebre continua y muy elevada, palidez de las mucosas (fig. 4), orina de color rojo o café claro (por la hemoglobinuria) (fig. 5) y debilidad (sugerentes de anemia); hay anorexia y depresión. Se ha reportado la presencia de diarrea hemorrágica. La respiración es difícil y acelerada, después hay postración, signos nerviosos (tics y parálisis) y puede sobrevenir la muerte. Figura 4. La palidez de las mucosas es un signo característico de la babesiosis aguda. Fuente: Propia. Figura 5. La presencia de orina de color rojo es un signo de la babesiosis aguda. Fuente: Propia. 7 En la babesiosis crónica, la fiebre no es muy marcada, dura pocos días; hay ictericia (fig. 6), y los signos de anemia no son muy evidentes, los animales están decaídos y emaciados. Figura 6. La ictericia en las mucosas es característica de la babesiosis crónica. Fuente: Propia. El cuadro subagudo puede cursar con signos mezclados de la babesiosis aguda y crónica. En los animales que murieron de babesiosis pueden presentarse hemorragias petequiales generalizadas (en tejido subcutáneo, músculos y órganos parenquimatosos)y una esplenomegalia muy marcada. Diagnóstico: Se sospecha si un perro padece babesiosis por los antecedentes del problema (por ejemplo si ha viajado recientemente a zonas donde presumiblemente haya garrapatas), la presencia de garrapatas por la inspección de la piel y los signos clínicos de la parasitosis (fig. 7). Figura 7. Cuando un perro orina de color rojo, es sospechoso de padecer babesiosis. Fuente: Propia. 8 En casos crónicos o en hospedadores asintomáticos la microscopia presenta una baja sensibilidad y será en estos casos donde se requiere de pruebas inmunológicas junto con estudios moleculares. El diagnóstico confirmativo se basa en la demostración de la presencia del parásito en sangre (fig. 8), mediante la visualización del protozoario en frotis sanguíneos, de preferencia sangre periférica teñidos con colorantes de Giemsa o Wright. La morfología permite establecer diferenciación entre babesias grandes y pequeñas, siendo difícil determinar su especie, subespecie o genotipo (fig. 9). Figura 8. Para el diagnóstico confirmativo de la babesiosis es necesaria la recolección de sangre para efectuar frotis sanguíneos. Fuente: Propia. Figura 9. Trofozoitos de Babesia sp. en un frotis sanguíneo de un perro con signos clínicos de babesiosis. Fuente: Bowman (2011). También pueden utilizarse laspruebas inmunológicas (muy limitadas en México), entre ellas están la inmunofluorescencia directa (IFD), inmunofluorescencia indirecta (IFI), ELISA. La prueba de IFI es una de las más utilizadas. 9 Se ha incrementado el uso de PCR en el diagnóstico de Babesia. Este método es particularmente útil para detectar infección cuando existe una parasitemia leve, para la diferenciación de las diferentes especies y subespecies y para monitorizar el tratamiento. Tratamiento: El tratamiento más eficaz contra la babesiosis es el dipropionato de imidocarb, aunque también se recomiendan la clindamicina, enrofloxacina, metronidazol y doxicilina (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para babesiosis en perros. Principio activo Dosis (mg/kg) Vía Intervalo (horas) Duración (días) Nombre comercial Dipropionato de imidocarb 5 a 6.6 IM o SC 14 días 2 dosis Imizol Metronidazol 5 a 15 Oral 12 7 Flagisyn Clindamicina 25 Oral 12 7 a 10 Doxiciclina 10 Oral 12 7 a 10 Enrofloxacina 2.5 Oral 12 5 Spectrum clindamicina Spectrum doxiciclina Baytril El uso del imidocarb puede ocasionar algunos efectos secundarios como dolor en la zona de inyección y efectos colinérgicos (salivación, diarrea, estertores, vómitos y tremores) que se reducen con el uso previo de atropina (0.04 mg/kg por vía subcutánea 20 minutos antes de la aplicación del imidocarb. Se ha recomendado la aplicación de prednisolona (1 mg/kg vía oral cada 12 horas por cinco días) para contrarrestar los componentes inmunomediados asociados a la a anemia y otros efectos autoinmunes. Prevención y control: La mejor prevención es que el perro no tenga garrapatas, en particular los que han viajado a zonas infectadas con el artrópodo a los que debe revisarse diariamente en forma exhaustiva, especialmente en la cara, orejas, axilas, espacio interdigital, región inguinal y perineal. Deben aplicarse compuestos ixodicidas o acaricidas a los animales que estuvieron en zonas de alta incidencia de babesiosis (baños con amitraz o pipetas con imadacloprida-permetrina). Se considera muy importante eliminar a las garrapatas dentro de las primeras 24 horas de haberse adherido a la piel para limitar el riesgo de adquisición de la parasitosis. 10 Se recomienda que en los animales provenientes de zonas endémicas que viajen a zonas sin antecedentes de garrapatas se utilicen acaricidas de acción rápida y sostenida (los ya mencionados) que garanticen la eliminación y prevengan la adhesión de garrapatas. Los perros que viajen a zonas endémicas, sobre todo a los inmunosuprimidos (esplenectomizados o con terapia con corticosteroides) pueden recibir un tratamiento profiláctico. Serecomienda el uso de dipropionato de imidocarb que puede proporcionar un efecto protector de 6 a 8 semanas. De igual manera, la doxiciclina(5 mg/kg/día) puede evitar o reducir la manifestación clínica en caso de infección. Los perros donadores de sangre deben evaluarse mediante pruebas diagnósticas que permitan la identificación de portadores subclínicos. En varios países existen vacunas comerciales para la inmunización contra B. canis. La vacunación no evita la infección y como consecuencia puede producirse una forma leve de la enfermedad. Las vacunas disponibles tienen eficacia frente al desafío con B. canis canis y B. canis rossi, pero así se da la posibilidad de que perros vacunados se enfrenten a un desafío con otras babesias puedan desarrollar la enfermedad y requerir tratamiento. Aspectos de salud pública: La babesiosis se ha reportado en los humanos, particularmente en los individuos con una inmunidad disminuida (pacientes con terapia de corticosteroides, que padecen SIDA o los que tuvieron esplecnotomía). En muchos de los casos no se ha definido la especie de Babesia que los afecta, no deben descartarse las especies que afectan a los perros. 11 Balantidiosis. Definición: La balantidiosis o disentería balantidiana es una infección parasitaria ocasionada por el protozoario ciliado Balantidium coli cuyo hospedador principal es el cerdo, pero puede infectar a los perros que convivan con ellos. Provoca una diarrea hemorrágica y se considera una zoonosis. Etiología El agente etiológico de la balantidiosis es el Balantidium coli, protozoario ciliado que se considera un habitante normal de la flora intestinal del cerdo, roedores y otros animales, entre ellos el perro y el humano. Se localiza en el colon del hospedador definitivo. Tiene dos fases evolutivas, el trofozoíto y el quiste. El trofozoíto es muy grande, mide hasta 150 µm de longitud, la superficie está cubierta de cilios dispuestos en filas con un penacho de cilios más largos que rodean el citostoma (boca). En el citoplasma hay organelos prominentes como un gran macronúcleo, un micronúcleo más pequeño, dos vacuolas contráctiles y numerosas vacuolas alimentarias (fig. 1). Los quistes son esféricos u ovales, miden de 50 a 70 μm, tiene doble pared y es observable el macronúcleo (fig.2). Figura 1.Trofozoito de Balantidium coli. Fuente: Bowman (2011). Figura 2.Quiste de Balantidium coli. Fuente: Bowman (2001). 12 Ciclo biológico: El ciclo biológico de B. coli es directo. El protozoario se reproduce por fisión binaria transversal y forma quistes que salen con las heces. Epidemiología: El B. coli habita de manera normal el colon, principalmente de los cerdos y humanos, sin causar problemas clínicos y producen quistes que son eliminados en las heces para infectar a otras especies animales, entre ellos a los perros (fig. 3). Para que la enfermedad se presente clínicamente debe haber un estado de inmunosupresión en los animales, especialmente ocasionado por algunas enfermedades virales (distemper canino). También algunas bacterias y la infección con nematodos como el Trichuris vulpis pueden predisponer a que la infección con los B. coli se vuelva un problema clínico. Los antecedentes de la balantidiosis en los perros es su contacto con cerdos, en quienes la parasitosis suelen ser subclínica. Por lo anterior, el problema se presenta en perros que viven en granjas porcinas o tienen contacto con heces y vísceras de cerdos. Figura 3. El Balantidium coli es un parasito habitual en los cerdos, pero llega afectar a los perros y a los humanos. Fuente: Propia. Patogenia: La presencia de B. coli sobre la mucosa intestinal prácticamente no ocasiona mayores efectos, sin embargo, cuando existe inmunosupresión local o general, se produce una invasión de la mucosa y submucosa que consistente en acciones traumática y expoliatriz histófaga que puede llegar hasta la ulceración. 13 Signos clínicos: Como se comentó la balantidiasis en un animal normal es totalmente subclínica. En los animales inmunocomprometidos por la enteritis ulcerativa crónica del colon puede producirse una diarrea sanguinolenta mucoide (disentería balantidiana). También ocurre un aumento de la frecuencia de defecación y una pérdida crónica de peso (fig. 4). Figura 4.La diarrea sanguinolentay mucoide con pérdida de peso son signos característicos de la balantidiosis en los perros. Fuente: Propia. Diagnóstico: En vista que el protozoario es un habitante normal del intestino y ocasiona pocos problemas clínicos, se hace necesaria la detección de trofozoítos o quistes de B. coli por medio de técnicas coprológicas cuando se sospeche de su presencia. Los quistes se detectan fácilmente utilizando la técnica de flotación. 14 Para los trofozoítos se recomienda que a partir de materia fecal fresca se elaboren frotis mezclado con solución salina fisiológica. También pueden teñirse con el colorante verde de metilo acídico. Tratamiento: Para el tratamiento de balantidiosis se recomienda utilizar cualquiera de los dos principios activos que se anotan en el cuadro 1. Principio activo Metronidazol Tetraciclina Cuadro 1. Farmacoterapia para balantidiosis en perros. Dosis Intervalo Duración Vía (mg/kg) (horas) (días) 15 a 30 Oral 12 5-10 10 Oral 8 10 Nombre comercial flagisyn Steclin LA MAX Control y prevención: El control de la infección por B. coli en los perros, especialmente los que conviven con cerdos, se basa en mantener el hábitat con buena higiene, evitar el acumulo de heces y garantizar una buena inmunidad del animal. Aspectos de salud pública: El B. coli es el protozoario más grande que parasita al humano, es trasmitido por aguas infectadas con los quistes del parásito. Como enfermedad ocurre comúnmente en zonas con condiciones sanitarias deficientes y en los entornos donde los seres humanos viven un estrecho contacto con los cerdos, ovejas o cabras. La presentación clínica de la balantidiosis en los humanos ocurre cuando padece algún problema de inmunosupresión. 15 Coccidiosis. Definición: La coccidiosis, disentería parasitaria, diarrea con sangre, eimeriosis o isosporiosis es una infección parasitaria debida a la presencia y acción de protozoarios llamados coccidios, donde los principales y de mayor importancia pertenecen a los géneros Eimeria e Isospora que afectan la mucosa del intestino delgado de los perros y otros carnívoros de vida libre. La coccidiosis tiene signos clínicos característicos en los animales jóvenes que padecen inmunosupresión donde hay un cuadro digestivo con diarrea sanguinolenta severa que lleva a la deshidratación, anemia y hasta la muerte. Los perros adultos son portadores sanos del parásito y la enfermedad es subclínica (fig.1). Figura 1. Los perros adultos en vida libre pueden actuar como portadores sanos de la coccidiosis Fuente: Propia Etiología: Los coccidios son protozoarios intracelulares del epitelio de la mucosa intestinal (localización enteroepitelial). Son parásitos heterogenéticos (tienen reproducción asexual y sexual), llevan a cabo tres etapas de reproducción, la esporogonia (reproducción asexual), fuera del hospedador; esquizogonia (reproducción asexual), dentro del hospedador y la gametogonia (reproducción sexual), también en el intestino del perro. La coccidiosis en los perros es producida por varios géneros de protozoarios donde sobresalen Eimeria e Isospora. Hay otros coccidios, como la Hammondia heydorni, que es un parásito que tiene a los zorros y coyotes como hospedadores definitivos y alos bovinos, ovinos, equinos y perros como hospedadores intermediarios. Otro es Besnoitia benoiti que forma quistes tisulares muy similar a Toxoplasma gondii. Estos dos 16 coccidios aunque tienen como hospedadores intermediarios a los perros afectan principalmente a gatos. Sólo se hará referencia a lo que ocurre con los géneros Eimeria e Isospora pues son los que generalmente se asocian a cuadros clínicos de coccidiosis. Las especies del género Eimeria relacionadas con la coccidiosis son E. canis y E. rayii, las del género Isospora, I. canis e I. rivolta. Los ooquistes de Eimeria tienen forma elipsoide u oval, miden de 18 a 45 por 11 a 28 µm, su pared es de color rosa, presenta una envoltura relativamente gruesa de aspecto rugoso, la que algunas veces se desprende parcialmente, tiene un micrópilo grande. Los ooquistes inmaduros tienen una estructura esférica en su interior llamada esporonte (fig. 2), los maduros poseen cuatro esporoquistes con dos esporozoitos en cada uno. Los de Isospora son ovoides o elipsoides, miden de 33 a 44 por 29 a 36 µm; la pared tiene una sola capa y esta descolorida, algunos tienen adherencias en la pared. Sus ooquistes inmaduros también poseen un esporonte y los maduros dos esporoquistes con cuatro esporozoitosen su interior (fig. 3). Figura 2. Ooquiste inmaduro o sin esporular de Eimeria sp. Fuente: Fisher (2001). Figura 3. Ooquiste maduro o esporulado de Isospora sp. Fuente: Fisher (2011). 17 Ciclo biológico: Los géneros Eimeria e Isospora tienen un ciclo de vida directo y es similar en ambas coccidias. Inicia con la ingestión de ooquistes maduros presentes en el suelo o alimentos y agua contaminados con materia fecal. Las coccidias son protozoarios parásitos intracelulares del epitelio de la mucosa intestinal. Llevan a cabo, dentro del hospedador, una reproducción asexual (esquizogonia) y otra de tipo sexual (gametogonia). Fuera del animal, en el piso, el protozoario se reproduce asexualmente (esporogonia), dando origen a ooquistes maduros o esporulados que son los infectantes. La ingestión de un ooquiste de Eimeria puede dar origen a la formación de cientos de nuevos ooquistes que saldrán junto con el excremento. Por su localización, las etapas de esquizogonia y gametogonia son las causantes del daño intestinal, por lo tanto, tienen una importancia patológica. Por su parte, la esporogonia, que origina la fase infectante, posee una importancia epidemiológica pues contribuye a su diseminación y posterior trasmisión. Después de ingeridos los ooquistes maduros, en el estómago se digiere la pared quística y se liberan primero los esporoquistes y luego los esporozoitos. Éstos invaden el epitelio de la mucosa intestinal, se reproducen asexualmente por medio esquizogonia formándose los esquizontes y después de la ruptura de la célula epitelial liberan a nuevas fases llamadas merozoitos; esto puede ocurrir dos o más veces (esquizontes y merozoitos de primera y segunda generación). Los merozoitos de segunda generación inician con la reproducción sexual del protozoario (gametogonia), donde para formación del gameto femenino hay la entrada del protozoario a una célula epitelial, crece (macrogametocito) y madura (macrogameto) a manera de óvulo. Por otro lado, se forman los gametos masculinos donde el protozoario penetra, se reproduce (microgametocitos) y salen ya maduros (microgametos) que representan a los espermatozoides. Éstos últimos buscan a células con macrometros para fertilizarlas y formar cigotos, adquieren membrana y salen de la célula en forma de ooquistes inmaduros. Los ooquistes esporulan o maduran fuera del hospedador por medio de una reproducción asexual llamada esporogonia que dura entre 3 y 4 días. Epidemiología: Para la presentación de la coccidiosis se requieren tres factores determinantes, el primero es una humedad relativa elevada. Se necesita 18 alrededor de un 75% de humedad relativa microambiental que favorezca la maduración y supervivencia del protozoario en el ambiente. El segundo es la presencia de fases infectantes del protozoario (ooquistes maduros). El parásito es eliminado al exterior por medio del excremento de los animales, por lo tanto, cuando hay una excesiva acumulación de materia fecal, se favorece la contaminación de alimentos y agua de bebida, con la consecuente presentación de la enfermedad (fig. 4). El tercero es la edad de los animales, la coccidiosis ocurre en los cachorros desde la lactación hasta después del destete (fig.5). La razón de que solo en los animales jóvenes se presente la coccidiosis, obedece a la respuesta inmune sobre la presencia del parásito, la cual es bastante sólida en animales mayores. Figura 4. La contaminación del alimento con materia fecal, un factor determinante para la presentación de la coccidiosis. Fuente: Propia. Figura 5. Los cachorros son los mássusceptibles para padecer la coccidiosis. Fuente: Propia La vía de adquisición es la ingestión de ooquistes esporulados procedentes de heces de otros animales enfermos que contaminan el medio (fig.6). 19 En la actualidad los problemas de coccidiosis se asocian al tipo de crianza y comercialización de los cachorros; cada vez es más frecuente que eso ocurra en criaderos de perros y tiendas de mascotas donde existe hacinamiento, combinación de animales de distintos orígenes, contaminación fecal de alimento y agua, ventilación deficiente que ocasiona un incremento en la humedad microambiental, sin descartar el estrés en que viven los animales (fig.7). Los cachorros destetados precozmente, que tuvieron desnutrición durante la lactación o padecen algún problema que favorezca la inmunosupresión pueden presentar la coccidiosis clínica. En ocasiones algunos animales excretan ooquistes durante meses o años sin que manifiesten signos de la enfermedad (portadores sanos). Se trata de animales cuya inmunidad protectora es suficiente para limitar la infección pero no para excluirla cuando hay un contacto continuo. Figura 6. Los cachorros en hacinamiento con alta contaminación fecalfavorece la posible ingestión de ooquistes. Fuente: Propia Figura 7. Los cachorros que se encuentran en venta en las tiendas de mascotas, tienen un mayor riesgo de adquirir la coccidiosis. Fuente. Propia 20 Patogenia: Las fases intracelulares de Eimeria e Isospora según su localización histológica en las células epiteliales y subepiteliales, ejercen una acción expoliatrizcitófaga y una acción traumática al destruir las células por sus diferentes fases de liberación, tanto los merozoitos como los gametos. El aumento en el peristaltismo, en la secreción de moco y pérdida de agua, electrolitos y sangre son el resultado de la destrucción del epitelio intestinal por la multiplicación del parásito. A veces se producen coccidiosis graves e incluso fatales durante las primeras fases asexuales de la infección, antes de que los ooquistes hayan tenido tiempo de desarrollarse. En estos casos la enfermedad se manifiesta, pero los ooquistes no aparecen todavía en las heces. Signosclínicos: La mayoría de los animales infectados con Eimeria e Isospora no manifiestan signos clínicos aparentes, en particular los animales jóvenes bien nutridos y los perros adultos, se trata de una coccidiosis subclínica. Para que la coccidiosis tenga manifestaciones clínicas se requiere que haya la ingestión de una gran cantidad de ooquistes maduros, que existan las especies de coccidias muy virulentas y que exista un mal estado nutricional o inmune del cachorro, el cual está relacionado con la cantidad y calidad de alimento ingerido durante la lactación. También contribuyen la presencia de otras enfermedades y situaciones que induzcan estrés (destete, vacunaciones, traslados, entre otras) o inmunosupresión. El signo clínico inicial de la coccidiosis es un reblandecimiento de la materia fecal, la cual poco tiempo después se vuelve francamente líquida (fig. 8), en ocasiones puede contener moco y sangre. Si la diarrea persiste dos o tres días hay deshidratación, los animales tienen las mucosas secas, los ojos hundidos y la piel se retrae lentamente (fig.9). Después hay debilidad y palidez de las mucosas, signos sugestivos de anemia. Si no hay tratamiento oportuno, los animales presentan temblor en los miembros y la temperatura puede ser debajo de lo normal (hipotermia) y sobreviene la muerte. 21 Figura 8. La materia fecal diarreica en los cachorros, signo común de la coccidiosis aguda. Fuente: Propia. Figura 9. Los perros con coccidiosis presentan deshidratación, su piel se retrae lentamente. Fuente: Propia Las lesiones que pueden encontrarse en un animal que murió de coccidiosis clínica consisten en una enteritis hemorrágica severa, caracterizada por un engrosamiento de la mucosa intestinal, hemorragia y excesiva cantidad de moco. Diagnóstico: La coccidiosis subclínica pasa inadvertida, de hecho, de alguna manera indica que son animales con buena inmunidad a la coccidiosis. Es muy probable que un perro con coccidiosis subclínica excrete ooquistes en sus heces, sin embargo, es irrelevante. Los signos de la coccidiosis clínica, aunque muy característicos (materia fecal blanda o diarrea acuosa), no son específicos, existen otras enfermedades que cursan con diarrea, deshidratación y muerte. Lo anterior obliga a efectuar exámenes coproparasitoscópicos para la detección de ooquistes en las heces de un hospedador. Pueden emplearse las técnicas de flotación (cualitativa) y Mc Master (cuantitativa), pero con 22 esta última no debe tomarse en cuenta la cantidad de ooquistes como un indicador de la severidad de la enfermedad. Con la finalidad de conocer el estado general del animal afectado por la coccidiosis, se recomienda realizar una biometría hemática completa y pruebas bioquímicas para valorar la pérdida de líquidos y electrolitos por la diarrea. Tratamiento: Los principios activos, que se incluyen en el cuadro 1se recomiendan para el tratamiento de la coccidiosis. Cuadro 1. Farmacoterapia para coccidiosis en perros. Principio activo Sulfadiazinasulfamerazinasulfametazina SulfametoxazolTrimetoprimsulfametazina Dosis mg/kg Vía Intervalo (horas) Duración (días) Nombre comercial 7 Oral 12 10 Sulmid (a) Oral 12 6 Clorasulf fuerte a) Sulfametoxazol 20g/kg, Trimetoprim 4g/kg, Sulfametazina 10g/kg Prevención y control: El control de la coccidiosis debe contemplar, contrarrestar los factores de riesgo como son el garantizar el buen calostrado y mejorar el estado nutricional de los cachorros cuando son lactantes. De igual manera buscar que el alojamiento de los perros tenga una higiene estricta. Se recomienda el uso de desinfectantes que contengan amoniaco o fenoles para las instalaciones las cuales deben estar y permanecer secas. Aspectos de salud pública: La coccidiosis canina es una infección que no representa un problema de salud para los humanos. 23 Criptosporidiosis. Definición: La criptosporidiosis es una infección entérica causada por el protozoario parásito del género Cryptosporidium que en individuos con inmunosupresión puede causar diarrea. El parásito infecta a los mamíferos, entre ellos a los humanos. Etiología: El agente etiológico causante de esta infecciónes el protozoario intracelular Cryptosporidium parvum o Cryptosporidium canis. Estos parásitos son esféricos o elípticos. En las células epiteliales de la mucosa intestinal presentan un tamaño entre 2 y 6 μm y se encuentran localizados en vacuolas parasitóforas. Los ooquistes presentan cuatro esporozoitos, sin esporoquistes, son ovoides y pueden medir entre 4 y 8μm (fig. 1). Figura 1.Microfotografía de ooquistes de Cryptosporidium sp. concentrados mediante la técnica de flotación. Fuente: Bowman (2011). Ciclo biológico: El ciclo biológico de Cryptosporidium es directo y se completa en un solo hospedador en dos días. Inicia cuando el ooquiste es ingerido por un hospedador adecuado. Al llegar al tracto gastrointestinal se abre a lo largo de una línea de sutura preexistente para liberar a los cuatro esporozoitos con forma de plátano que invaden el borde de las microvellosidades de las glándulas gástricas o de la segunda mitad del intestino delgado. 24 La infección se produce por ingestión de ooquistes, provenientes de la contaminación fecal ambiental o de una persona o animal infectados. La exquistación se produce por contacto con agentes reductores, generalmente sales biliares o enzimas digestivas, aunque puede producirse de forma espontánea. Aparecen cuatro esporozoítos móviles con forma de plátano que invaden la pared del epitelio intestinal. Se forma una vacuola parasitófora superficial formada por dos membranas provenientes del hospedador y por otras dos provenientes del parásito; esto hace que tenga localización intracelular, pero extracitoplasmática. Los ooquistes están recubiertos de una pared gruesa que les confiere protección en el medio ambiente, pero un 20% de éstos presentan una pared fina y, por lo tanto, exquistan endógenamente, originado un fenómeno de autoinfección. En el medio ambiente se mantienen infecciosos durante meses en un intervalo amplio de temperaturas. La autoinfección es importante clínicamente, ya que la ingestión de pocos ooquistes puede originar procesos clínicos graves. La exquistación espontánea, en ausencia de sustancias reductoras, explica las infecciones pulmonares por este microorganismo. La vacuola parasitófora superficial formada por dos membranas provenientes del hospedador y por otras dos del parásito; esto hace que tenga localización intracelular, pero extracitoplasmática. En el borde de la microvellosidad los criptosporidios pasan por las fases de esquizogonia, gametogonia y esporogonia. Aparecen merozoítos intraluminalmente y, mientras algunos infectan otras células epiteliales del hospedador (originando un proceso de autoinfección), otros maduran sexualmente y forman cigotos. El ooquiste, que contiene cuatro nuevos esporozoítos, es infectivo al excretarse por las heces. Algunos ooquistes experimentan una exquistación interna, lo que constituye el mecanismo de autoinfección que explica la cronicidad de algunos casos en hospedadores inmunosuficientes y de hiperinfecciones letales en individuos inmunocomprometidos. Epidemiologia: La criptosporidiosis se produce por la ingestión de ooquistes esporulados provenientes de excremento de animales infectados, en otras palabras, hay trasmisión orofecal que denota una contaminación fecal de alimentos y agua de bebida (fig. 2). 25 Figura 2.La materia fecal es el medio para la adquisición de los ooquistes de Cryptosporidium sp. Fuente: Propia. La infección por este parásito en casi todos los casos clínicos se produce en perros menores de seis meses de edad. Los perros mayores pueden excretar quistes pero no presentan signos a menos que estén complicados con otra patología intestinal. Se ha descrito que algunos pacientes pueden padecer una criptosporidiosis caracterizada por cuadros entéricos agudos y el agravamiento del problema por la asociación con virus entéricos (rotavirus), bacterias (Campylobacter, Salmonella) y otros protozoarios (Giardia). Signos clínicos: En la mayoría de los animales la criptosporidiosis es subclínica, sólo es posible la presencia de problemas en los animales que padecen inmunosupresión local o sistémica. Los signos clínicos característicos en la infección por Cryptosporidium, son diarreas persistentes, pérdida de apetito, deshidratación y disminución del peso corporal (fig. 3). Figura 3.Cachorro presumiblemente afectado por Cryptosporidium. Hay anorexia, deshidratación, diarrea persistente y disminución de peso corporal. Fuente: Propia. 26 Diagnóstico: Para el diagnóstico de criptosporidiosis se hace un examen coprológico utilizando la técnica de flotación con soluciones muy densas (solución Seather) para la observación de los ooquistes. La concentración mediante centrifugación por la técnica del formol-eter o formolacetato de etilo ha demostrado su eficacia en el procesamiento de las muestras clínicas, pero mejora su sensibilidad prolongando el tiempo de centrifugación. La detección de ooquistes se realiza en las heces del animal y su excreción coincide con los signos clínicos, aunque pueden aparecer de forma esporádica después de la desaparición de los signos. Los ooquistes tienen un tamaño semejante a las levaduras y, para su identificación correcta, es necesario realizar tinciones; en estas, los ooquistes pueden presentar variaciones en función de la edad, de la viabilidad y del estado de desarrollo. Para diferenciar los ooquistes de Cryptosporidium de las levaduras en los sedimentos de las heces, se puede realizar una tinción temporal con lugol, tomando el color amarillo las levaduras y los ooquistes permanecen incoloros. La tinción de referencia está basada en la demostración de las características de ácido-alcohol resistencia del parásito, tanto en frío como en caliente, por lo que la tinción de Ziehl-Neelsen modificada resulta de utilidad (fig. 4). Figura 4. Ooquistes de Cryptosporidium teñidos con el colorante de Ziehl-Neelsen. Fuente: Fisher (2007). El diagnóstico de las formas intracelulares del parásito se realiza mediante el estudio de las biopsias intestinales; la mayoría de los estadios del parásito son basófilos y se tiñen bien con hematoxilinaeosina o con la tinción de Giemsa. 27 Tratamiento: No existe tratamiento específico, por lo que se utiliza un tratamiento sintomático con antidearreicos (kaolín y pectina) así como la fluidoterapia en casos de deshidratación. El medicamento más utilizado para el tratamiento contra Cryptosporidium es la paromomicina, ayuda a detener la liberación de ooquistes (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para criptosporidiosis en perros. Medicamento Paromomicina (capsulas de 250 mg) Nitazoxanida Dosis (mg/kg) Vía Intervalo (horas) Duración (días) Nombre comercial 125 a 165 Oral 12 5 Humatín* 150 Oral 24 5 Daxón* *De uso en humanos. Control y prevención: Para el control de la criptosporidiosis lo importante es disminuir el riesgo de la ingestión de los ooquistes que están en la materia fecal de los perros. Por lo tanto, se recomienda la desinfección de los alojamientos de los perros con hipoclorito de sodio (5.25%) y clorado del agua potable. De igual manera se ha comprobado que con la utilización de concentraciones más altas de amoniaco (50%), se destruyen los ooquistes en 30 minutos. Es importante que los perros mantengan un estado inmunológico adecuado y se apliquen las medidas de medicina preventiva para evitar la conjunción con otras enfermedades. Aspectos de salud pública: La criptoposidiosis llega a afectar al ser humano, la enfermedad se caracteriza por un cuadro diarreico agudo de corta duración, pero la infección puede ser grave y continua en niños y en pacientes inmunocomprometidos, como los pacientes con SIDA. En los seres humanos, las principales especies que causan la enfermedad son C. parvum y C. hominis. 28 Giardiosis. Definición: La giardiosis es una infecciónentérica parasitaria ocasionada por protozoarios, que puede causar diarrea en perros, pero usualmente es subclínica. La enfermedad se presenta más en animales jóvenes, afectando el duodeno, yeyuno y ocasionalmente el colon y se caracteriza por un síndrome de malabsorción y diarrea. La giardiosis es más común en perros provenientes de criaderos o mantenidos enjaulados (fig.1). Figura 1. Los perros mantenidos en confinamiento y mala higiene pueden padecer la giardiosis. Fuente: Propia. Etiología: El agente etiológico es el protozoario flagelado Giardia intestinalis, también conocido como G. duodenalis que se encuentra en dos formas o estadios. El trofozoíto se encuentra predominantemente en la porción superior del intestino delgado y la forma quística, que es desalojada junto con las heces, es un estado latente, con una pared, adaptado para sobrevivir en el ambiente. En el trofozoito hay dos núcleos, cada uno con un endosoma grande, que hace que el organismo parezca una “raqueta de tenis con ojos”, cuando se ve boca arriba bajo el microscopio; hay otras estructuras subcelulares como dos axonemas delgados, cuatro pares de flagelos, un par de cuerpos medios y un disco suctor en la parte ventral (fig. 2). Miden de 12 a 17 por 7 a 10 µm con el cuerpo curvado (vistos ventralmente y en reposo). 29 Figura 2. Trofozoitos de Giardia intestinalis. Fuente: www.chronicfatiguesyndrome.co.za Los quistes son ovales y miden de 8 a 12 por 6 a 9 µm están bordeados por una gruesa cubierta hialina, aplicada directamente sobre la membrana plasmática; dentro de esta cubierta el parásito presenta ya cuatro núcleos situados en uno de sus polos y en el citoplasma se distinguen los axonemas flagelares y un cuerpo mediano duplicado y muy incurvado (fig. 3). Figura 3. Quistes de Giardia intestinalis. Fuente: Blagburn (2000) Ciclo biológico: Los protozoarios del género Giardia tienen ciclo de vida directo (fig. 4). 30 A D B A B A C B A Figura 4. Ciclo biológico de Giardia intestinalis. Fuente: Blagburn (2000). La forma parásita, el trofozoito, se encuentra adherido a la mucosa intestinal, donde se divide activamente por fisión binaria (ocurre por la división primero del núcleo y luego del citoplasma en dos partes iguales), (fig. 4-A). A medida que se desprende y es arrastrado a lugares más distales del tracto digestivo se va formando el quiste, de forma ovalada o redonda, con cuatro núcleos en su interior, es expulsado al exterior con la materia fecal (fig. 4-B). El quiste es la forma de resistencia, diseminación y transmisión del protozoario. Al ser ingerido por un nuevo hospedador (fig. 4-C), en el estómago se inicia la exquistación (fig. 4-D), que se completa en el intestino delgado por la acción de los componentes biliares, el ácidocarbónico y las proteasas pancráticas. De esta forma son liberados los trofozoitos, se fijan a la mucosa y comienza de nuevo su replicación. El ciclo completo de la G. Intestinalis tiene una duración de 4 a 5 días. Epidemiología: La principal fuente de transmisión es la orofecal y el nivel de infección es proporcional al estado higiénico sanitario de los animales. 31 La contaminación fecal de alimentos por quistes de G. intestinalis y la víahídrica son los otros elementos que hay que tener en cuenta en la aparición de brotes de giardiosis. Son fuentes de infección las heces de los animales enfermos y los portadores asintomáticos, eliminadores de quistes, la fuente de infección más importante, ya que contaminan el entorno, alimentos y agua. La edad constituye el factor más importante (fig.5). Son los animales comprendidos entre uno y ocho meses de edad, los más receptivos a la infección por G. intestinalis, independientemente de la raza y el sexo. Figura 5. Los cachorros son los individuos más susceptibles para padecer la giardiosis. Fuente: Propia. Los animales adultos eliminan bajas cantidades de quistes, pero las hembras en gestación o en periodo de lactancia son otras fuentes importantes de infección para los cachorros; esto se debe al aumento de hormonas inmunosupresoras, como la progesterona, estrógenos y prolactina. El estado sanitario y nutricional, en general, si es bueno, previene en cierta medida la aparición del proceso. De igual forma, la situación inmunológica, si se encuentra comprendida por situaciones de estrés, procesos patológicos o carenciales, favorece el asentamiento del parasito y su posterior desarrollo. Otros mamíferos, ya sean domésticos o no, así como los roedores, actúan igualmente como fuente de infección para perros y por la poca especificidad del parásito. Las moscas, mosquitos o cucarachas son simples vehículos de las formas infectantes. 32 Patogenia: El protozoario ejerce su acción patógena de varias formas: Por un mecanismo traumático-irritativo, sobre las células intestinales, lo que ocasiona acortamiento de las microvellosidades intestinales y destrucción del borde en cepillo de las células. Como consecuencia, hay importantes alteraciones en la digestión y un cuadro general de malabsorción, siendo los ácidos grasos los más comprendidos, así como azucares, vitaminas y proteínas. Ello se debe también a una menor actividad de las disacaridasas (fig. 6). Figura 6. Los trofozoitos de Giardiaintestinalis ejercen su efecto patógeno al localizarse sobre la mucosa intestinal Fuente: Fisher (2007). También ejercen una acción expoliatriz sobre los principales elementos nutricionales, tomando para su propio metabolismo las proteínas, carbohidrato y grasas del hospedador. Se ha demostrado que tienen igualmente una acción vectorial importante, ya que son capaces de transportar en su interior otros agentes patógenos como virus, bacterias, micoplasmas, hongos y recientemente se ha descubierto la presencia del virus VIH-1. Por otro lado, actúan como precursoras y desencadenantes de otras afecciones que padecen perros y gatos, tales como el moquillo, parvovirus, etcétera. Influye el tipo de cepa, por la patogenicidad inherente de cada una de ellas. La cantidad de quistes ingeridos, con mayor posibilidad de desarrollo cuanto mayor sea el número, aunque un sólo quiste es capaz de desarrollar un cuadro patológico. La forma de presentación del parásito ya sean quistes o trofozoitos, pues estos tienen menor capacidad infectividad que aquellos. 33 Signos clínicos: En la mayoría de las veces, la giardiosis es subclínica, donde no se observan signos clínicos y los animales afectados actúan como reservorios. Los cuadros agudos y crónicos se caracterizan por una diarrea mucosa con abundante grasa (esteatorrea) (Fig.7), heces mal olientes (fig. 8), que alterna con períodos de estreñimiento o heces normales. Figura 7. Perro con esteatorrea, presumiblemente por giardiosis. Fuente: Propia Figura 8. La diarrea grasosa es muy característica en la giardiosis. Fuente: Fisher (2007). Puede presentarse fiebre, donde la temperatura puede alcanzar los 40º C. Hay anorexia, distensión y dolor abdominal. Los animales presentan un mal aspecto, su pelo no tiene brillo y es hirsuto y disminuye su peso por una alteración en la absorción de nutrientes (fig.9). Los animales presentan deshidratación que se hace evidente con los ojos hundidos. Los animales se muestran fatigados, pudiéndose presentar la muerte por el deterioro generalizado y la deshidratación severa. 34 Figura 9. Perro con giardiosis, presenta anorexia, dolor abdominal, depresióny deshidratación Fuente: Propia Diagnóstico: Para el diagnóstico de una infección por G. intestinalis es fundamental el estudio de la materia fecal, para poner en evidencia los quistes, trofozoitos o ambos. Para la detección de los primeros se emplea la técnica coproparasitoscópica de flotación empleando sulfato de zinc (técnica de Faust). Si la muestra obtenida para el análisis se colorea con una solución de lugol, los quistes de G. intestinalis se hacen muy evidentes (fig. 10). Figura 10. Microfotografía de quistes de Giardia intestinalis concentrados con la técnica de Faust y teñidos con lugol. Fuente: Blagburn (2000) los trofozoitos se evidencian a través de la técnica microscópica directa (fig. 11). 35 Figura 11. Trofozoito de Giardia intestinalis. Fuente: Blagburn (2000) También se emplean pruebas inmunológicas como y la técnica de ELISA e inmunofluorescencia indirecta. Tratamiento: Existen diversos principios activos que pueden emplearse para el tratamiento de la giardiosis, en el cuadro 1 se exponen los fármacos, dosis y esquemas de aplicación más convenientes. Cuadro 1. Farmacoterapia para giardiosis en perros. Dosis mg/kg 20 oral Intervalo (horas) 12 Duración (días) 5 Nombre comercial Flagyl Febantel +prazicuantel +pirantel (a) oral 24 3 Drontal plus Fenbendazol 50 oral 24 3 Panacur Oxfendazol 5 a 10 oral 24 3 Vermican plus Albendazol (b) 5 oral 12 2 Valbazen Principio activo Metronidazol Vía (a) Dosis de cada uno: Febantel ( 26.8 a 35.2 mg/kg ), prazicuantel ( 5.4 a 7 mg/kg), pirantel (26.8 a 35.2 mg/kg) (b) Puede causar mielosupresión Control y prevención: Para el control de la giardiosis es importante considerar el estado sanitario y nutricional de los animales, mantenerlos en buenas condiciones higiénicas y con una alimentación adecuada, previene en la aparición clínica dela parasitosis. También resulta importante lograr un 36 buen estado inmunológico, evitando situaciones de estrés, procesos patológicos o carenciales que puedan favorecer el asentamiento del parásito y su posterior desarrollo. La desinfección de locales, el tratamiento de aguas residuales y de consumo, la detección y tratamiento de animales portadores y enfermos y la crianza de los animales bajo buenas prácticas de manejo, son medidas para una buena prevención, sin olvidar la aplicación de un programa de desinfección, desinsectación y desratización(DDD) a todos los niveles. Comercialmente existe una vacuna para prevenir la giardiosis (GiardiaVax del laboratorio Fort Dodge), elaborada a partir de trofozoitos químicamente inactivados. Se ha empleado en cachorros de siete semanas de edad que nunca estuvieron expuestos al protozoario, aplicándola con un refuerzo a las tres semanas, logrando una buena respuesta inmunes entre los 6 y 12 meses. La vacunación debe aplicarse en animales jóvenes, entre los uno y ocho meses de edad, que son los más susceptibles a la infección por Giardia, independientemente de la raza y el sexo. La vacuna puede tener aplicación en los criaderos de perros donde se albergan gran número de animales. Es importante comentar que la vacunación contra Giardia no impide la infección, sino que solo reduce la eliminación de trofozoitos o quistes. Aspectos de salud pública: La G. intestinalis afecta al humano, casi el 7% de la población humana tiene al protozoario en su intestino. La infección en humanos puede pasar desapercibida o producir una enteritis grave. La principal fuente de transmisión es la orofecal y el nivel de infección es proporcional al estado higiénico-sanitario de los animales. La contaminación de alimentos con quistes de G. intestinalis. También contribuyen el suministro de agua contaminada y la presencia de moscas, mosquitos o cucarachas, son simples vehículos de las formas infectantes. 37 Neosporosis. Definición: La neosporosis es una infección parasitaria producida por el protozoario coccidio del género Neospora que afecta a los animales domésticos. Los perros son los hospedadores definitivos y excretan los ooquistes en las heces. En los perros produce problemas de tipo neuromuscular y en los bovinos se asocia a la aparición de abortos y muerte neonatal en el hato. Etiología: En esta infección el agente etiológico es el protozoario Neospora caninum; sus taquizoitos miden de 5 a 7 µm y se encuentran en los macrófagos, polimorfonucleares, líquido cefalorraquídeo y células nerviosas, estas fases son las únicas del ciclo que se conocen. Forma quistes no tabicados de unas 100 µm y de pared gruesa (4 µm) en los tejidos de los hospedadores (fig.1). Figura 1. Microfotografías de quistes de Neospora caninum. Fuentes: Blagburn (2000) y Bowman (2011). Ciclo biológico: El ciclo biológico de N. caninum es indirecto, el perro es el hospedador definitivo, ya que elimina ooquistes en sus heces. Los bovinos son los hospedadores intermediarios más importantes, sin embargo, también pueden ser los equinos, ovinos, caprinos, aves domésticas y fauna silvestre (coyotes, ciervos, zorros, etcétera). Cabe mencionar que el perro también puede actuar como hospedador intermediario cuando ingiere ooquistes esporulados presentes en su agua o alimento. Un perro que vive en unidades de producción pecuaria, se infecta cuando consumelos taquizoitos y bradizoitos presentes en los tejidos de los hospedadores intermediarios(muchas veces placentas de las vacas o 38 fetos abortados). En la mucosa intestinal ocurre una reproducción asexual y sexual, de donde se originan los ooquistes. Después de unos cuantos días (generalmente en menos de una semana) se inicia la eliminación de ooquistes; la excreción durade una a tres semanas. Los ooquistes maduran o esporulan en 24 horas, formándose dos esporoquistes con cuatro esporozoitos cada uno. En los intermediarios después de la ingestión de los ooquistes maduros, se liberan los esporozoitos, se introducen a la mucosa intestinal y pasan a la sangre transformándose en taquizoitos que tiene una reproducción rápida ocasionando una parasitemia. En diversos tejidos (cerebro, médula espinal, músculo y placenta, entre otros), disminuye la velocidad de reproducción y se enquistan dando lugar a los bradizoitos. En las vacas puede presentarse una trasmisión horizontal, afectando al feto. No es posible la trasmisión por medio del contacto sexual o por transferencia de embriones. Como se comentó, en los perros también puede haber una invasión a diversos tejidos, formando taquizoitos y bradizoitos y los cachorros pueden adquirir la infección por la vía transplacentaria. Epidemiologia: La neosporosis es una parasitosis que se presenta donde se asocia la presencia de los hospedadores definitivos con los intermediarios, contaminando los primeros con ooquistes el ambiente de los segundos. Lo anterior es más frecuente en el medio rural o suburbano, particularmente en las unidades de producción bovina donde los perros pastores, guardianes o de compañía conviven con los rumiantes (fig.2). Figura 2. Los bovinos son hospedadores intermediarios de Neospora caninum. Fuente. Propia. 39 Además en esas unidades de producción, los perros tienen acceso a placentas o fetos abortados, que al ingerirlos adquieren la parasitosis. En los perros el problema se presenta fundamentalmente en los cachorros de pocas semanas de vida, que han adquirido la infección por vía transplacentaria. Patogenia: La acción patógena del protozoario consiste en la destrucción de las células del hospedador mediante la multiplicación activa de los taquizoitos en su interior. Además, la presencia infiltraciones de células mononucleares en la médula espinal y en el sistema nervioso central, normalmente asociada a una baja cantidad de parásitos, sugiere un componente inmunomediado en la enfermedad. Se considera que la enfermedad puede ser localizada o generalizada. Los quistes tisulares no producen daño aparentemente, pero sí su ruptura, la cual se produce por mecanismos desconocidos. Las infecciones subclínicas, muchas veces acompañados con la presencia de bradizoitos, pueden ocasionar problemas clínicos cuando hay inmunosupresión (administración de corticoides y enfermedades virales, entre otras). Signos clínicos: La neosporiosis se presenta fundamentalmente en cachorros de pocas semanas de vida, que se supone han adquirido la infección por vía transplacentaria. Pueden aparecer camadas enteras afectadas y con alta mortalidad de los cachorros. Los animales enfermos presentan contracturas musculares con hiperextensión y parálisis de una o ambas extremidades posteriores (fig.3). Hay polirradiculoneuritis, dolores cervicales, reflejos disminuidos, lesiones oculares, miositis, dermatitis piogranulomatosa. El final de los animales enfermos suele ser la muerte. La infección por N. caninum, en los perros adultos se ha descrito solamente casos en animales sometidos a tratamientos prolongados con corticoides. En ellos también pueden presentarse signos nerviosos que incluyen la parálisis. La reproducción del parásito en el intestino de los perros suele pasar inadvertida, sin ocasionar signos clínicos. 40 Figura 3. Cachorro presumiblemente infectado por Neospora caninum. Fuente: Propia. Diagnóstico: Se recomienda efectuar el aislamiento del protozoario a partir de muestras de líquido cefalorraquídeo y de biopsias de tejido presumiblemente afectado. También se recomienda el diagnóstico inmunológico. La técnica recomendada es la de inmunofluorescencia indirecta. Para la detección de la neosporiosis intestinal del perro se recomienda la recolección de muestras de materia fecal para ser procesadas por medio de la técnica de flotación para la detección de ooquistes. Tratamiento: Los casos clínicos pueden responder bien al tratamiento, en particular si este se comienza en el inicio del curso de la infección. Los fármacos que se utilizan para el tratamiento de la neosporosis se exponen en el cuadro 1. 41 Cuadro 1. Farmacoterapia para neosporosis en perros. Principio activo Dosis (mg/kg) Vía Intervalo (horas) Duración (semanas) Clindamicina 5-10 Oral 12 4 (a) 15-20 © Oral 12 4 (a) 2 Oral 24 4 TrimetoprimaSulfadiacina Pirimetamina (b) Nombre comercial Spectrum clindamicina Clorasulf fuerte Daraprim* a) Continuar hasta dos semanas después de que los signos lleguen a una meseta b) Usar en combinación con trimetoprima-sulfadiacina c) Trimetoprim 4g/kg, sulfametazina 10g/kg *Este producto no se encuentra en México Control y prevención: El control se enfoca a disminuir la eliminación de ooquistes de N. caninum en los perros. Lo anterior se logra aplicando periódicamente (por ejemplo cada 4 meses) alguno de los fármacos ya mencionados para evitar la contaminación a los intermediarios. En los perros que viven en unidades de producción bovina debe evitarse que las placentas, fetos abortados y otros tejidos sean consumidos por ellos. Esos animales también deben desparasitarse periódicamente. Aspectos de salud pública: No existen evidencias que la neosporosis afecte al humano. 42 Sarcocistosis. Definición: La sarcocistosis, también llamada sarcosporidiosis, es una infección parasitaria causada por varias especies de protozoarios del género Sarcocystis, en donde los hospedadores definitivos son los carnívoros, entre ellos el perro y los hospedadores intermediarios, distintos mamíferos. Para los hospedadores intermediarios algunas especies son muy virulentas y pueden causarles la muerte. La enfermedad en el perro ocurre por la ingestión de carne o vísceras de los hospedadores intermediarios infectados y éstos la adquieren al consumirlos ooquistes eliminados en las heces de los carnívoros. Etiología: La etiología de esta parasitosis son diversas especies del protozoario coccidio del género Sarcocystis: S. ovicanis (S. tenella), S. suicanis (S. miescheriana), S. equicanis (S. bertrami) y S. hircicanis. Su forma varía de acuerdo a los diferentes estados evolutivos, sin embargo, los ooquistes son los que poseen características de interés diagnóstico; son similares a los de Isospora, tienen forma oval o subesférica, miden de 9 a 16 µm y cuando están esporulados o maduros poseen dos esporoquistes con cuatro esporozoitos cada uno (fig.1). Figura 1. Ooquistes de Sarcocystis sp. Fuente: Blagburn (2000). Ciclo biológico: El ciclo biológico de Sarcocystis sp. es indirecto (fig. 2), los perros y otros carnívoros son los hospedadores definitivos y los hospedadores intermediarios pueden ser los ovinos (S. ovicanis), cerdos (S. suicanis), equinos (S. equicanis) y cabras (S. hircicanis). 43 Figura 2. Esquema del ciclo biológico de Sarcocystis sp. Fuente: Bowman (2011). Los perros actúan como depredadores desarrollando las etapas de gametogonia y esporogonia en su intestino y por otra parte, en los hospedadores intermediarios, que son las presas, ocurre la esquizogonia. En los hospedadores intermediarios el Sarcocystis se reproduce por esquizogonia en el endotelio y fibras musculares formando quistes que contienen unas fases llamadas zoitos o cistozoitos. El perro (hospedador definitivo) ingiere los quistes maduros de Sarcocystis alojados en la musculatura del hospedador intermediario. Los zoitos o cistozoitos quedan libres en el intestino, invaden las células del intestino delgado y realizan la gametogonia y tras la fecundación de gametos se forman los ooquistes, en ellos ocurre la esporogonia en el epitelio intestinal. La cubierta externa de los ooquistes es muy fina, por lo que los esporoquistes libres son excretados con las heces. El periodo de prepatencia de Sarcocystis sp. es de aproximadamente dos semanas. Epidemiología: La sarcosporidiosis es una parasitosis muy frecuente en los animales de México. Su presencia se ha diagnosticado en el tejido muscular de prácticamente todas las especies y sin presentar problemas clínicos. En casos excepcionales (algunas especies de Sarcocystis), pueden presentarse problemas de salud en los intermediarios que pueden llevarlos hasta la muerte. El hospedador intermediario adquiere la infección por la ingestión de ooquistes o esporoquistes libres que se están contaminando en el pasto, agua o instalaciones; cuando mueren los intermediarios y sus tejidos con 44 quistes de Sarcocystis sp. son consumidos por los perros, éstos la adquieren. La parasitosis ocurre cuando conviven estrechamente los perros con los intermediarios. Esto es muy común en perros de unidades de producción pecuaria (bovinos, ovinos, cerdos, caballos y conejos) que se utilizan como guardianes o pastores. Por su parte, los perros se parasitan al ingerir los tejidos de los intermediarios contaminados con el protozoario. En vista que la sarcocistosis es un claro ejemplo de la relación depredador-presa, donde el perro ingiere tejidos de diversas especies animales, es de suponerse que en los ambientes no domésticos los perros ferales mantienen el problema en los ecosistemas representando un riesgo para las unidades de producción pecuaria (fig.3). Figura 3. Los perros ferales representan riesgos para la diseminación de la sarcocistosis. Fuente: Propia Patogenia: La infección por Sarcocystis en los hospedadores definitivos (perros) normalmente cursa sin ocasionar mayores daños, ejercen una acción expoliatrizcitófaga y una acción traumática al destruir tejido por sus diferentes fases evolutivas que se liberan de las células epiteliales de la mucosa intestinal. Algunas especies de Sarcocystis tienen un elevado grado de virulencia para sus hospedadores intermediarios, las cuales suelen provocar la muerte aun en infecciones leves. La fase más severa de la enfermedad se desarrolla el 15º día, es decir la fase parasitémica premuscular. Si el animal resiste esta fase, se desarrollarán numerosos quistes en el interior 45 de las células musculares los cuales se encontrarán aislados en forma de vida latente. Signos clínicos: La sarcocistosis en los perros es subclínica, en raras ocasiones puede presentarse un cuadro diarreico similar a la coccidiosis por Eimeria e Isospora (fig. 4). En los hospedadores intermediarios la parasitosis tienen diversas características, pudiendo ser inaparente en la mayoría de los animales, sin embargo, en algunos individuos en infecciones con especies de Sarcocystis virulentas hay anorexia, debilidad y mucosas pálidas sugestivas de anemia, caquexia, salivación excesiva y caída del pelo. En estas circunstancias puede presentarse la muerte. Figura 4. La sarcocistosis en los perros comúnmente cursa sin signos, sin embargo, en algunos individuos puede presentarse un cuadro diarreico. Fuente: Propia. Diagnóstico: En los perros la sarcosporidiosis se diagnostica examinando sus heces por medio de las técnicas coproparasitoscópicas de flotación o Mc Master para la detección de ooquistes. Para el diagnóstico del problema en los intermediarios, las manifestaciones clínicas resultan de poca utilidad pues son inespecíficas, lo que obliga al diagnóstico inmunológico. Tratamiento: Por el momento, para los hospedadores intermediarios no se conoce un tratamiento eficaz con medicamentos. Para los perros, debido a que el organismo no es muy virulento y la infección termina en forma espontánea, no se justifica la farmacoterapia, 46 sin embargo, algunos fármacos que tienen acción contra Sarcocystis (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para sarcocistosis en perros. Principio activo Dosis (mg/kg) Vía Intervalo (horas) Duración (días) Nombre comercial Toltrazuril 20 Oral - 7 Baycox 5% Espiramicina 50 IM, SC 12 5 Suanovil 200 Trimetoprim + furazolidona (a) Oral 12 7 Colmin Metronidazol 15 a 30 Oral 12 5 a 10 Flagisyn (a) Trimetoprim 15 a 30 mg/kg, furazolidona 8 a 20 mg/kg Control y prevención: Para controlar la sarcosporidiosis es necesario evitar la contaminación fecal de alimentos de los hospedadores intermediarios con heces de carnívoros, situación muy complicada en las unidades de producción pecuaria. El empleo de los medicamentos mencionados ayudan a reducir la infección por Sarcocystis sp. De igual manera debe evitarse la ingestión de carne cruda por parte de los carnívoros. Aspectos de salud pública: La sarcocistosis accidentalmente puede causar problemas de salud en los humanos cuando se alimentan de carne parasitada, pero en la mayoría de los casos la infección es asintomática. 47 Toxoplasmosis. Definición: La toxoplasmosis, también llamada coccidiosis tisular, es una enfermedad infecciosa parasitaria de distribución cosmopolita producida por el protozoario Toxoplasma gondii, que afecta a los gatos y perros, representa una importante enfermedad zoonótica. Etiología: El protozoario Toxoplasma gondii probablemente es el parásito más difundido en la tierra, tiene como hospedadores definitivos a los felinos, el más importante el gato. Dado que tiene una localización enteropepitelial, su comportamiento es similar a Eimeria, hay reproducción asexual y sexual y se eliminan ooquistes (similares a los de Isospora) en las heces. Los hospedadores intermediarios son prácticamente todos los animales de sangre caliente y algunos de sangre fría, tienen una localización extraintestinal, con una reproducción asexual formándose los taquizoitos y los bradizoitos, éstos están enquistados en diversos tejidos. Morfológicamente el trofozoito o taquizoito de T. gondii tiene aspecto de una media luna y es microscópico, mide de 4 a 7 μm de largo y de 2 a 4 μm de ancho (fig. 1). Figura 1. Microfotografía electrónica de barrido de trofozoítos de Toxoplasma gondii. Fuente: www.redbookarchive.aappublications.org Su extremo anterior es agudo y el posterior es más ancho y redondeado. En su interior se observa un anillo polar, un conoide, toxonemas, microtúbulos subpeliculares, núcleo colocado en la parte central, aparato de Golgi, róptrias, micronemas, ribosomas, mitocondrias, retículo 48 endoplásmico y un microporo. Estas formas son abundantes en las fases agudas de la enfermedad, y por su reproducción rápida, se les conoce como taquizoitos. Los quistes de toxoplasma son cuerpos redondeados u ovalados de localización intracelular que poseen una pared elástica y gruesa, en su interior pueden existir hasta 60,000 bradizoitos, llegan a medir hasta 100 μm (fig. 2), los bradizoitos presentes en ellos tienen una reproducción lenta y son característicos de la infección crónica. Morfológicamente son similares a los taquizoitos, quizá más pequeños. Figura 2. Microfotografía de un quiste con bradizoitos de Toxoplasma gondii. Fuente:www.dpd.cdc.qov Ciclo biológico: El ciclo biológico de T. gondii es indirecto, los felinos y en especial los gatos domésticos son los hospedadores definitivos del protozoario (fig. 3); los hospedadores intermediarios son la mayoría de los animales de sangre caliente. Los gatos se infectan por la ingestión de ooquistes (contaminación fecal de los alimentos) o por consumir quistes con bradizoitos contenidos en diferentes células de los intermediarios que pueden ser diversos mamíferos y aves, tanto domésticos como de vida libre, entre ellos los perros. Después de que los gatos ingieren los quistes, la acción de las enzimas proteolíticas del estómago y del intestino disuelven su pared. Los bradizoitos penetran en las células del epitelio intestinal. Se conocen cinco diferentes formas las cuales varían en su manera de reproducción. La primera, tipo A, se divide por endodiogenia, el tipo B por endodiogenia y endopoligenia, el tipo C por ezquizogonia, el tipo D por esquizogonia y endodopoligenia y el tipo E por esquizogonia. La 49 gametogonia se inicia a partir del tipo E o D, generalmente en las células epiteliales del íleon entre 5 y 15 días de la infección, iniciándose la eliminación de ooquistes inmaduros, en el exterior maduran o esporulan y son infectantes. Simultáneamente con el desarrollo del ciclo enteroepitelial, los bradizoitos penetran a la lámina propia del intestino del gato y se multiplican como taquizoitos, en pocas horas la infección se disemina por los tejidos extraintestinales. La infección intestinal y extraintestinal persiste durante algunos meses o durante la vida del animal. Figura 3. Los felinos, especialmente los gato, son los hospedadores definitivos de Toxoplasma gondii, en ellos se lleva a cabo la reproducción sexual del protozoario. Fuente: Propia. El ciclo extraintestinal de T. gondii en los hospedadores definitivos se inicia con la ingestión de ooquistes maduros que fueron excretados por los felinos o por consumir tejidos de otro intermediario que contienen bradizoitos enquistados. Después de la ingestión de los ooquistes o quistes con bradizoitos, en el estómago se liberan los esporozoitos y bradizoitos, respectivamente; llegan al epitelio intestino, se introducen a las células epiteliales e inicia una reproducción asexual (endopoligenia), liberándose cientos de taquizoitos hacia el torrente sanguíneo, aquí son fagocitados por los monocitos, sin embargo, no puede destruirlos y el protozoario se reproduce por endodiogenia y destruye a la célula de defensa. Esto continúa varias veces y algunos monocitos con Toxoplasma o los taquizoitos por sí mismos van a diversos tejidos donde invaden las células y siguen reproduciéndose formando más taquizoitos. En este 50 momento, al existir una respuesta inmune del animal, se desarrolla una capa quística alrededor del protozoario y se forman los bradizoitos que permanecen, a veces de por vida, en el interior de los quistes. Epidemiologia: Los gatos al eliminar ooquistes en sus excrementos, representan la principal fuente de adquisición de la toxoplasmosis para los hospedadores intermediarios pues tales ooquistes están contaminando su alimento (fig. 4). Esto tiene mucha importancia cuando conviven cotidianamente los perros y gatos en un hogar. Figura 4. Microfotografía de ooquiste esporulado de Toxoplasma gondii. Fuente: Blagburn (2000). Los ooquistes se vuelven infectivos cuando los condiciones ambientales son adecuadas (oxigenación, humedad relativa superior al 25% y temperatura entre los 10 y 20º C) para su esporulación (fig. 4). Si un gato adquiere la toxoplasmosis a partir de la ingestión de ooquistes, se le denomina ciclo corto, y si es a partir de los tejidos de algún intermediario será ciclo largo. En los perros, el T. gondii tiene una localización extraintestinal y se reproduce asexualmente (endodiogenia) originando fases de taquizoitos y bradizoitos. En el cuadro 1 se hace referencia a algunas de las características del comportamiento biológico de los taquizoitos y bradizoitos. 51 Cuadro 1. Características del comportamiento biológico de los taquizoitos y bradizoitos de Toxoplasma gondii. Tipo Reproducción Inmunidad Daño Curso de la enfermedad Susceptibilidad (S) o resistencia (R) al pH ácido Taquizoito Rápida Baja Máximo Aguda S Bradizoito Lenta Alta Mínimo Crónico o latente R Los perros se parasitan cuando ingieren ooquistes esporulados que eliminaron inicialmente los gatos, pero existen otros mecanismos de trasmisión de la enfermedad. La forma más importante, sobre todo desde el punto de vista clínico, es la transplacentaria. Así mismo, existen evidencias de la presencia de T. gondii en el semen de animales con toxoplasmosis aguda, sin embargo, la eliminación del parásito por esa vía se limita a unas cuantas semanas. Las otras vías de trasmisión (aerosoles o por medio de artrópodos hematófagos), entre los mismos animales, pero es importante hacer hincapié que en el caso de la leche, donde existirían taquizoitos, es poco probable la adquisición de la enfermedad ya que esa fase es susceptible a la digestión gástrica y es destruida. La infección en caninos también se da tras ingerir al ingerir carne cruda o mal cocida infectada con bradizoitos. Es muy importante comentar que la toxoplasmosis es más frecuente en los cachorros, por lo general está asociada a otras enfermedades debilitantes como distemper o moquillo u otras virosis; sin embargo, los perros adultos también pueden desarrollar el problema a cualquier edad dependiendo de su estado inmunológico. Patogenia: El Toxoplasma es un protozoario intracelular, al penetrar ejerce una acción irritativa, ya en el interior una acción expoliatriz citófaga y al reproducirse traumatiza a la célula ocasionando la destrucción de los tejidos. A continuación se ilustran los importantes mecanismos de adquisición de los cursos clínicos de la toxolplasmosis, se resalta el importante papel que juega el estado inmune del animal. 52 Primoinfección Toxoplasmosis Aguda Inmunidad congénita posnatal (adquirida) inmunidad Toxoplasmosis crónica o latente Figura 5. Mecanismos de adquisición de los cursos clínicos de la toxoplasmosis. Fuente: Propia. La toxoplasmosis tiene dos presentaciones, la aguda que puede ser congénita o adquirida (posnatal) y la crónica o latente: La enfermedad en su presentación clínica es relativamente rara, generalmente los animales infectados no manifiestan signos de la enfermedad, por lo que se puede afirmar que padecen la presentación crónica. En la presentación aguda hay una rápida multiplicación de taquizoitos, produciendo una parasitemia que se detecta de 6 a 11 días después de la infección. La toxoplasmosis aguda posnatal va acompañada de una gran variedad de signos clínicos poco específicos. La toxoplasmosis aguda de trasmisión horizontal ocurre raramente y por lo regular, dada la diversidad de los signos, es confundida con otras entidades nosológicas. La toxoplasmosis crónica o latente cursa subclínicamente sin signos aparentes. Los animales con toxoplasmosis crónica tienen la posibilidad de presentar la forma aguda al existir una relajación en su inmunidad o una reinfección Signos clínicos: Se ha demostrado que después de una inoculación experimental con ooquistes esporulados, los animales presentan anorexia, diarrea y emaciación progresiva; puede haber signos nerviosos y fiebre así como tos, disnea y aborto. El comienzo de la enfermedad es insidioso, apareciendo fiebre, anorexia, disnea, vómitos repentinos, convulsiones, ataxia y paresia. Al contrario de lo que ocurre en los gatos, hay pocos casos de toxoplasmosis canina asociados a lesiones oculares (coriorretinitis, con pérdida gradual de la visión) (fig.6). En fases iniciales de la infección puede apreciarse una ligera adenitis. En algunos casos la toxoplasmosis 53 se manifiesta con muerte neonatal y abortos; también puede haber el nacimiento de productos con, hidrocefalia y macrocefalia. Figura 6. Perro con coriorretinitis, posiblemente por toxoplasmosis, donde hay pérdida progresiva de la visión. Fuente: Propia. Las infecciones leves son benignas, pero en las más intensas, los signos clínicos más típicos son los trastornos respiratorios (en un 50% de los casos), digestivos (25%) y nerviosos (25%); por lo que los perros menores de un año se impone el diagnóstico diferencial con moquillo, que cursa con signos clínicos muy parecidos (fig. 7). Figura 7. Cachorro con un cuadro nervioso atribuible a distemper. La toxoplasmosis pudiera estar asociada a esa enfermedad Fuente: Propia. Clínicamente la toxoplasmosis en gatos se comporta como una coccidiosis discreta. Diagnóstico: El diagnóstico de la toxoplasmosis desde el punto de vista clínico es usualmente difícil por la gran variedad de signos que se presentan, sin 54 embargo, en animales con los signos clínicos descritos que son similares al disteper, se sospecha de la enfermedad. Para la confirmación deben realizarse el diagnóstico de laboratorio donde se emplean métodos directos e indirectos. Los directos consisten en demostrar la presencia del T. gondii a partir de especímenes sospechosos (muestras de tejido, exudados y líquidos corporales). El hallazgo del protozoario puede hacerse a través de cortes histológicos de órganos donde pudieran observarse microscópicamente los taquizoitos o bradizoitos (fig. 8), este método requiere de personal con mucha experiencia ya que es fácil la confusión por el tamaño del protozoario y su similitud con otras estructuras. Por otro lado, se puede emplear la técnica de anticuerpos fluorescentes para detectar los protozoarios presentes en los cortes de tejidos sospechosos a la infección por toxoplasma (fig. 9). Quizá la técnica directa más contundente para el diagnóstico de la toxoplasmosis es el aislamiento del parásito a partir de tejidos, por ejemplo, placenta, encéfalo, diafragma ganglios linfáticos, bazo, hígado, etcétera de un animal sospechoso, ya sea feto abortado o un cachorro recién fallecido. Este aislamiento se puede intentar en cultivos de tejidos, embrión de pollo o por inoculación intraperitoneal en ratones de laboratorio. Estos últimos resultan más útiles bajo las condiciones prácticas de muchos laboratorios. El diagnóstico de un tejido positivo a T. gondii se hace por la observación microscópica de taquizoitos en el líquido peritoneal (dentro de los siete días posinoculación) o por el hallazgo de quistes conteniendo bradizoitos en el encéfalo del ratón entre los 30 y 45 días después de la inoculación. Figura 8. Bradizoitos de Toxoplasma gondii en un corte histológico de hígado. Fuente: Propia. 55 Figura 9. Prueba positiva aToxoplasma gondii por medio de la técnica de inmunofluorescencia directa. Fuente:www.infobioquimica.com Los métodos indirectos básicamente se emplean para la detección cualitativa y/o cuantitativa de la respuesta inmune del perro u otros hospedadores intermediarios ante la presencia de T. gondii, para esto se han elaborado varias técnicas para ese propósito. Entre las técnicas inmunológicas para el diagnóstico de T. gondii está la del colorante o técnica de Sabin y Feldman, inmunofluorescencia indirecta, hemoaglutinación pasiva y aglutinación directa. También se han adaptado técnicas inmunoenzimáticas como la de ELISA, carbón inmunoensayo indirecto inmunoperoxidasa y pruebas inmunohistoquímicas en fetos y membranas fetales, por citar las más importantes. Más recientemente se han desarrollado técnicas diagnósticas más sofisticadas. Tal es el caso de una prueba de ELISA empleando antígeno recombinante para la detección de anticuerpos contra T. gondii en perros y gatos, así como con el uso de antígeno de membrana. Así mismo se han evaluado métodos de amplificación de genes en animales experimentalmente infectados para la detección de anticuerpos así como reacción en cadena de la polimerasa -PCR- para la detección de T. gondii en tejidos infectados. Cabe mencionar que en los gatos los ooquistes de T. gondii se detectan en el análisis coprológico utilizando métodos de sedimentación (método de Telemann) o de flotación (en sacarosa o solución Seather y con sulfato de zinc). 56 Tratamiento: Se han evaluado diferentes principios activos contra la toxoplasmosis, sin embargo, los que han tenido mejores efectos se muestran en el cuadro 2. Cuadro 2. Farmacoterapia para toxoplasmosis en pequeños animales. Principio activo Dosis (mg/kg) Vía Intervalo (horas) Duración (días) Clindamicina 10 a 20 Oral 12 2 semanas Espiramicina 50 12 5 Suanovil 200 Sulfadiacina Pirimetamina 15 a 20 2 12 12 6 semanas 2 semanas Clorasulf fuerte Daraprim* IM, SC Oral Oral Nombre comercial Spectrum clindamicina *Este producto no se encuentra en México. Control y prevención: El gato tiene un papel importante en la diseminación de ooquistes que contaminan los alimentos de gran cantidad de mamíferos y aves, por lo tanto deben tomarse medidas para reducir la contaminación fecal de los gatos. En la medida de lo posible, debe evitarse el consumo de carne cruda o mal cocida. La congelación y una buena cocción de la carne y vísceras destruyen al Toxoplasma. Si hay una estrecha convivencia con el gato, se recomienda desparasitar a este último periódicamente (cada 3 ó 4 meses), inclusive sin contar con un diagnóstico de la enfermedad. Aspectos de salud pública: El humano adquiere la toxoplasmosis al ingerir accidentalmente los ooquistes presentes en el excremento de los gatos y por el consumo de alimentos de origen animal crudos o mal cocidos. La enfermedad en la mayoría de las veces es subclínica, sin embargo, suele ser aguda en individuos con inmunosupresión. La situación se agrava durante la gestación de mujeres jóvenes (primer embarazo) (fig. 9), donde pueden existir problemas reproductivos y/o el nacimiento de niños con malformaciones (hidrocefalia, macroftalmia, calcificaciones cerebrales, etc.). Un problema común en la toxoplasmosis posnatal es la coriorretinitis que se caracteriza por una ceguera progresiva. 57 Figura 9. Esquema sobre los mecanismos de adquisición e infección por Toxoplasma gondii en la mujer embarazada. Fuente: www.lavozdelossandes.com 58 Dipilidiosis. Definición: Es una enfermedad parasitaria causada el gusano plano Dipylidium caninum, cestodo que se aloja en el intestino delgado de los perros, gatos y humanos. El parásito tiene como hospedadores intermediarios a ectoparásitos (pulgas y piojos), por lo que su presencia se asocia a ellos. Su trascendencia clínica es poco relevante. Etiología: El adulto de D. caninum que se localiza en el intestino delgado mide 50 cm de largo, es de color blanco ligeramente amarillo rojizo (fig. 1). Figura 1. Adulto de Dipylidium caninum. Fuente: www.en.wikipedia.org Su escólex es pequeño, tiene cuatro ventosas, su róstelo es cónico y retráctil y posee cuatro hileras de ganchos. El cuello es aparente y su cuerpo o estróbilo tiene proglótidos maduros en forma de semilla de calabaza, cada uno de ellos tiene dos pares de órganos genitales con abertura en la línea media en posición bilateral (fig. 2). Figura 2. Escólex (izquierda) y proglótido maduro (derecha) de Dipylidium caninum. Fuente: www.vet.uga.edu 59 Los segmentos grávidos están ocupados por un útero repleto de paquetes de huevos (cápsulas ovígeras), cada uno de las cuales contiene más o menos 20 huevos de color amarillo pálido, miden 50 µm de diámetro en promedio y en su interior se encuentra un embrión hexacanto que se hace manifiesto por sus seis ganchos(fig.3). Figura 3. Proglótido grávido (izquierda) y cápsula ovígera (derecha) de Dipylidium caninum. Fuente: www.aaprebook.aappublications.org y www.australian-shepherd-lovers.com Los hospedadores intermediarios de D. caninum son las pulgas de los perros, gatos y humanos Ctenocephalides canis (fig. 4), C. felis y Pulex irritans, respectivamente. También puede actuar como intermediario el piojo Trichodectes canis. Figura 4. La pulga del género Ctenocephalides es el hospedador intermediario de Dipylidium caninum. Fuente www.cal.vet.upenn.edu 60 Ciclo biológico: El ciclo biológico de D. caninum es indirecto, sus hospedadores definitivos son los perros, gatos y humanos. En ellos se desarrolla la fase adulta del cestodo. Sus intermediarios son invertebrados (pulgas y piojos), por lo que su fase larvaria o metacestodo es el cisticercoide (fig. 5). Los proglótidos grávidos de D. caninum son capaces de salir por sí mismos, poseen movimiento propio; pero también pueden ser excretados en las heces de los perros. En el exterior se desintegran y se dispersan las cápsulas ovígeras. Éstas son consumidas por las larvas de las pulgas y ocurre un desarrollo paralelo; por un lado las larvas se desarrollan hasta pulgas adultas, por el otro, el cestodo pasa de huevo a cisticercoide, al final hay pulgas adultas con cisticercoides en su interior. El animal adquiere el parásito cuando los hospedadores definitivos las ingieren. En el estómago de los hospedadores definitivos las pulgas se digieren y los cisticercoides quedan libres, llegan al intestino delgado, se fijan a la mucosa y se forma el adulto que a los 45 días ya tiene proglótidos grávidos que se desprenden del estróbilo. Figura 5. Ciclo biológico de Dipylidium caninum. Fuente: Propia. Epidemiología: La dipilidiosis en los perros y gatos necesariamente se asocia a la presencia de ectoparásitos (pulgas y piojos) de los hospedadores definitivos (fig. 6). Una creencia generalizada es que esos ectoparásitos están presentes cuando hay mala higiene de los perros y/o sus alojamientos, sin embargo, hay otras circunstancias asociadas a la parasitosis. 61 Figura 6. La infestación por pulgas es indispensable para padecer la dipilidiosis. Fuente: www.neetguias.net Particularmente las fases larvarias de las pulgas viven y se desarrollan fuera del animal, en el piso; ahí se alimentan de materia orgánica que les permiten desarrollarse a través de sus distintos estadios larvarios, empupan y llevar a cabo una metamorfosis para transformarse en adulto, quien se sube a un nuevo hospedador. Algunos ejemplos de la materia orgánica con que se alimentan las larvas de las pulgas son los restos de excremento, de comida, animales o vegetales muertos e incluso las descamaciones cutáneas del animal y las heces de las pulgas adultas. Por lo tanto, la dipilidiosis ocurre cuando hay mala higiene, aunque sólo con pequeñas cantidades de suciedad las larvas pueden desarrollarse; de igual manera cuando los perros son mantenidos en jardines y cuando su alojamiento (perrera, alfombra, etcétera) está sucio (fig.7). Figura 7. Un lalojamiento sucio favorece la probabilidad de adquirir la dipilidiosis. Fuente: Propia 62 Cuando conviven perros y gatos en una casa, juega un papel importante el hecho de que el gato salga y entre en contacto con otros individuos y traiga consigo los ectoparásitos. Así mismo la adquisición de pulgas ocurre en los perros mantenidos en las casas, cuando salen a orinar y defecar y se juntan con otros animales, esto también es factible en el momento de la cruza (fig.8). Figura 8. La infestación por se puede adquirir cuando a salir a defecar entran en contacto con otros animales, de igual manera ocurre durante la cruza. Fuente: Propia La dipilidiosis es una enfermedad que afecta por igual a perros jóvenes como adultos, no existe alguna predisposición por el estado fisiológico del animal que favorezca o agrave la parasitosis. Patogenia: El D. caninum se fija a la mucosa del intestino delgado y causa pocos problemas. Ejerce varias acciones patógenas, la expoliatriz quimófaga, irritativa-alergizante, mecánica obstructiva, traumática y en ocasiones la tóxica. La acción patógena más importante es la expoliatriz quimófaga, los cestodos adultos compiten por los nutrientes (proteínas, vitaminas, etcétera) ya digeridos que se encuentran en la luz intestinal y que deberían ser utilizados por el hospedador. La simple presencia del cestodo en la mucosa intestinal ejerce una acción irritativa-alergizante que trae como consecuencia una disminución en la absorción de nutrientes por el hospedador (fig. 9). Esto, junto con la acción patógena anterior, produce una disminución severa en el aprovechamiento de los nutrientes. La acción alegizante se restringe a la zona de contacto con el parásito, por lo tanto el efecto será mayor si hay una gran cantidad de cestodos. 63 Figura 9. Acción irritativa-alergizante ocasionada por la presencia deDipylidium caninum en la mucosa intestinal del perro. Fuente: Propia. El D. caninum llega a alterar el flujo del contenido intestinal por medio de la acción mecánica obstructiva. El cuerpo del gusano, especialmente cuando se dobla así mismo, puede incrementar su volumen y obstruir la luz intestinal. Los cestodos traumatizan la mucosa intestinal por medio de su escólex armado. Muchas veces esa acción traumática se traduce en la formación de pequeñas úlceras en el punto de fijación. Aunque no está plenamente demostrado, se menciona que los cestodos producen toxinas (acción tóxica) con un efecto variable en el organismo, especialmente sobre el sistema nervioso central, favoreciendo la presentación de ataques. Signos clínicos: La parasitosis en la mayoría de los casos pasa inadvertida, hay pocos signos clínicos y a veces lo único observable es la expulsión irregular de proglótidos en las heces o quedan pegados en región perianal (fig. 10). 64 Figura 10. Los proglótidos grávidos de Dipylidium caninum pueden salir por sí mismos y es factible encontrarlos en el periné o tren posterior del animal. Fuente: Propia En algunos perros puede presentarse diarrea o estreñimiento. Es muy raro que haya cólicos. La dipilidiosis puede ocasionar prurito anal, siendo parte del problema conocido como cochecito, donde el animal arrastra el tren posterior para aliviar la molestia en el ano. Es importante mencionar que ese problema normalmente es consecuencia del taponamiento de los sáculos anales con materia fecal, restos de alimentos o desecación de su contenido, sin embargo, los proglótidos grávidos de D. caninum también pueden obstruirlos. Diagnóstico: El diagnóstico de la dipilidiosis se basa en la historia clínica del perro, especialmente cuando existen los antecedentes de haber padecido ectoparasitosis. La confirmación se hace con el examen clínico del animal observando los proglótidos grávidos en las heces o adheridos en la región perianal del perro. Esos segmentos deben enviarse al laboratorio, la identificación se hace microscópicamente, colocándolos en una laminilla, se presionan con un cubreobjetos y quedan liberadas las cápsulas ovígeras o paquetes de huevos (fig. 11). Estas fases también pueden detectarse por medio de la técnica de flotación cuando el tiempo que transcurrió entre la recolección de la muestra de heces y su procesamiento rebasó los dos días. 65 Figura 11. Cápsulas ovígeras de Dipylidium caninum Fuente: Fisher (2007). . Tratamiento: Para el tratamiento de la dipilidiosis existen varias opciones farmacológicas, siendo el prazicuantel el más específico y recomendable (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para dipilidiosis en perros. Oral, Oral Intervalo (horas) 1 vez 24 Duración (días) 3 (a) Oral 1 vez - 5.5 Oral 1 vez - Principio activo Dosis Vía Prazicuantel Fenbendazol Prazicuantel, pirantel y febantel Epsiprantel 5 a 7.5 50 Nombre comercial Droncit Panacur Drontal Plus Dosalid a) Prazicuantel 10 mg, Pirantel 10 mg, Febantel 25 mg Control y prevención: El control de la dipilidiosis se basa en eliminar a los ectoparásitos del perro especialmente a las pulgas. Lo anterior puede hacerse atacando con insecticidas directamente a las pulgas adultas en el animal y sus larvas en el ambiente (ver capítulo de pulgas). Es recomendable que en el alojamiento de los perros no queden restos de alimento o excremento. Deben estar limpios y desinfectados. Es conveniente que los perros que entran en contacto con otros o después de la monta, reciban un tratamiento con un insecticida adulticida. 66 Aspectos de salud pública: La dipilidiosis es una zoonosis, el humano se afecta con el cestodo al ingerir accidentalmente las pulgas con los cisticercoides, esto resulta más factible en los niños. También puede adquirirla a través de la saliva de un perro que se rascó con los dientes, destruyó la pulga y el cisticercoide quedó libre en la saliva. La dipilidiosis en los humanos cursa con dolor abdominal, diarrea y flatulencia. 67 Teniosis. Definición: La teniosis, también conocida como cestodosis intestinal, solitaria o lombrices es una infección parasitaria ocasionada por gusanos planos segmentados o cestodos de los géneros Taenia, Multiceps y Echinococcus, que en su forma adulta, se desarrollan en el intestino delgado de los perros y otros carnívoros, generalmente ocasionan signos clínicos irrelevantes. La teniosis se asocia a la ingestión de las fases larvarias que se encuentran en la carne o vísceras de los hospedadores intermediarios. Éstos adquieren los metacestodos cuando ingieren los huevos del cestodo respectivo, Etiología: La teniosis de los perros y gatos es producida por diversas especies de Taenia y Multiceps y el Echinococcus granulosus. Todos se localizan en el intestino delgado de los hospedadores definitivos y sus intermediarios son invertebrados, por lo que sus fases larvarias o metacestodos son estrobilocercos, cisticercos, cenuros o quistes hidatídicos que tienen localizaciones diversas. Cabe mencionar que la nomenclatura científica de los metacestodos representa actualmente una aberración, al denominar con dos nombres diferentes al mismo parásito, pero en distinto estado evolutivo. La razón que motivó este error fue que cuando se descubrieron, clasificaron y recibieron su denominación, aún no se conocía la relación biológica que guardaban entre la fase adulta y larvaria. Recientemente se ha tratado de corregir esta situación, sin embargo, aún en la literatura mundial prevalece esa doble denominación. Se empleará la designación de larva, metacestodo o cisticerco para nombrar a las fases larvarias de los cestodos, por ejemplo, para hacer referencia al Cysticercus tenuicollis se indicará: cisticerco, larva o metacestodo de la Taenia hydatigena. Los tres géneros de cestodos del perro se caracterizan por ser de color blanco, poseer un escólex con un rostelo y ganchos (armado) y cuello aparente (fig. 1). El cuerpo o estróbilo (cadena o conjunto de proglótidos) es la parte más grande del cestodo y está constituido por una tercera parte de proglótidos inmaduros, otra tercera parte por maduros y el resto por grávidos. 68 Figura 1. Ejemplar adulto de Taenia sp. del perro. Fuente: www.parasitologiaclinica.ufsc.br Los proglótidos inmaduros son más anchos que largos y en su interior no existen estructuras diferenciadas; los maduros son cuadrangulares y poseen varios testículos, un ovario, oviducto, vagina y un poro genital lateral que alternado irregularmente en los proglótidos. Los proglótidos grávidos son más largos que anchos y tienen un útero ramificado repleto de huevos, éstos salen por sí mismos o junto con el excremento. El tamaño de los cestodos es variable, el más pequeño es E. granulosus (de 1.2 a 4.5 mm), los otros géneros miden desde algunos centímetros (40 a 70) hasta 2 a 5 metros. Las especies de los tres géneros de tenias de los carnívoros, sus hospedadores definitivos, intermediarios y sus metacestodos con la localización, se enlistan en el cuadro 1. 69 CuadroCestodos 1. Teniasdede carnívoros. carnívoros Fase adulta Fase larvaria (metacestodo) Tipo de fase larvaria Hospedador definitivo Hospedador intermediario Localización del metacestodo Serosas (Omentos, mesenterio, peritoneo, pericardio) Taenia hydatigena Cysticercus tenuicollis Cisticerco Perros y gatos Rumiantes y cerdos Taenia pisiformis Cysticercus pisiformis Cisticerco Perros Conejos Omento mayor Taenia ovis Cysticercus ovis Cisticerco Perros Ovinos y caprinos Tejido muscular estriado (esquelético y cardiaco) Taenia taeniformis Cysticercus fasciolaris Estrobilocerco Felinos Roedores Hígado Taenia (Multiceps) multiceps Coenurus cerebralis Cenuro Perros Ovinos y caprinos Encéfalo Taenia (Multiceps) serialis Coenurus serialis Cenuro Perros Conejos Tejido conjuntivo del músculo Echinococcus granulosus Quiste hidatídico Quiste hidatídico Perros Rumiantes, cerdos y humanos (accidental) Hígado y pulmón Ciclo biológico: El ciclo biológico de las tenias es indirecto. La fase adulta se forma en los hospedadores definitivos, son los perros, gatos y otros carnívoros de vida libre. Los hospedadores intermediarios son vertebrados (mamíferos) y en ellos se forman diversos tipos de metacestodos (fig. 2). Figura 2. Tres tipos de metacestodos que se encuentran en los hospedadores intermediarios de la Taenia sp. del perro. Fuente: Propia. El hospedador definitivo elimina proglótidos grávidos en sus heces, aunque algunos de ellos, al tener movimiento propio, salen en cualquier momento. En el exterior, los segmentos grávidos se desintegran y quedan libres miles de huevos embrionados que contaminan el alimento y agua de los hospedadores intermediarios. Éstos ingieren los huevos de 70 tenia, llegan a su estómago o abomaso, se digiere el cascarón y queda libre el embrión hexacanto, en este momento se llama oncósfera. Las oncósferas pasan al intestino delgado, atraviesan su pared y alcanzan el torrente sanguíneo por vía venosa y llegan al corazón, después al pulmón, regresan al corazón y de ahí a la localización definitiva (varía según la especie de tenia), aquí en un par de meses se forma el metacestodo respectivo. Ahí permanece hasta que el intermediario muere y sus tejidos con los metacestodos son ingeridos por el carnívoro. Después de la ingestión de un metacestodo, se digiere su capa más externa y se libera el escólex (los escólex) invaginado(s), pasan al intestino delgado, se fija a la mucosa y entre 15 y 60 días se forma el adulto y se empiezan a desprender los proglótidos grávidos. Epidemiología: Son dos los factores epidemiológicos de relevancia en la teniosis de los carnívoros, el primero está relacionado con la adquisición de la fase adulta por parte del hospedador definitivo y el otro, con la parasitosis por metacestodos en los intermediarios. Los hospedadores definitivos adquieren la teniosis por ingerir las fases larvarias o metacestodos vivos, por lo tanto, esto ocurre cuando se alimentan con carne o vísceras crudas o mal cocidas (fig. 3). Por ejemplo, para que un perro padezca la Taenis pisiformis debe ingerir vísceras de conejo (donde se incluya el omento mayor) con cisticercos. Esto es común en las granjas cunícolas donde se proporciona la totalidad de las vísceras a los perros. Figura 3. La ingestión de carne y víscera crudas o mal cocidas es el mecanismo de adquisición de la Taenia sp. del perro. Fuente: Propia. 71 Por su parte, los hospedadores intermediarios padecen la metacestodosis cuando el carnívoro contamina sus alimentos y agua de bebida con huevos de tenia (fig. 4). Usando el ejemplo anterior, los perros con T. pisiformis eliminan en sus heces los proglótidos grávidos del cestodo, éstos se desintegran y liberan huevos que pasan a los alimentos y agua de los conejos, formándose los cisticercos de esa tenia en el omento mayor. Patogenia: La patogenia de la teniosis de los carnívoros es prácticamente la misma que para cualquier cestodo y el Dipylidium caninum. Cuando el parásito se fija a la mucosa del intestino delgado causa pocos problemas clínicos consecuencia de varias acciones patógenas, la expoliatriz quimófaga, irritativa-alergizante, mecánica obstructiva, traumática y en ocasiones la tóxica. La acción patógena más importante es la expoliatriz quimófaga, los cestodos adultos compiten por los nutrientes (proteínas, vitaminas, etcétera) ya digeridos que se encuentran en la luz intestinal y que deberían ser utilizados por el hospedador. Figura 4. La convivencia con perros y que éstos contaminen el alimento de los hospedadores intermediarios, son factores epidemiológicos importantes para la adquisición de losmetacestodos. Fuente: Propia. La simple presencia del cestodo en la mucosa intestinal ejerce una acción irritativa-alergizante que trae como consecuencia una disminución en la absorción de nutrientes por el hospedador. Esto, junto con la acción patógena anterior, produce una disminución severa en el aprovechamiento de los nutrientes. La acción alergizante se restringe a la 72 zona de contacto con el parásito, por lo tanto el efecto será mayor si hay una gran cantidad de cestodos. Las tenias adultas alteran el flujo del contenido intestinal por medio de la acción mecánica obstructiva. El cuerpo del gusano, especialmente cuando se dobla así mismo, puede incrementar su volumen y obstruir la luz intestinal. Los cestodos traumatizan la mucosa intestinal por medio de su escólex armado. Muchas veces esa acción traumática se traduce en la formación de pequeñas úlceras en el punto de fijación. Aunque no está plenamente demostrado, se menciona que los cestodos producen toxinas (acción tóxica) con un efecto variable en el organismo, especialmente sobre el sistema nervioso central, favoreciendo la presentación de ataques. Signos clínicos: La teniosis en la mayoría de los casos pasa inadvertida, hay pocos signos clínicos y a veces lo único observable es la expulsión irregular de proglótidos en las heces o quedan pegados en región perianal. Los dueños pueden observar segmentos móviles que se trasladan sobre el pelo del animal después de dejar el ano (fig.5). En algunos perros puede presentarse disminución en el peso corporal y condición del animal, diarrea o estreñimiento. Es muy raro que haya cólicos (fig. 6). Figura 5. Presencia de proglótidos en región perianal Fuente: Propia 73 Figura 6. Existen pocos signos en los peros con teniosis, en ocasiones puede haber baja de peso, diarrea o estreñimiento. Fuente: Propia. Diagnóstico: El diagnóstico de la teniosis se basa en la historia clínica del perro, especialmente cuando existen los antecedentes de haber convivido con los hospedadores intermediarios, al consumir su carne o vísceras crudas o mal cocidas. La confirmación se hace con el examen clínico del animal observandolos proglótidos grávidos en las heces o adheridos en la región perianal del perro (fig. 7). Esos segmentos deben enviarse al laboratorio, la identificación se hace microscópicamente, colocándolos en una laminilla, se presionan con un cubreobjetos y quedan liberados los huevos. Éstos también pueden detectarse por medio de la técnica de flotación cuando el tiempo que transcurrió entre la recolección de la muestra de heces y su procesamiento rebasó los dos días (fig. 8). Figura 7. Segmentos grávidos de Taenia sp. en la materia fecal de un perro. Fuente: Propia. 74 Figura 8. Huevos de Taenia sp. detectados por la técnica de flotación. Fuente: Theinpont y col. (1979). Tratamiento: Para el tratamiento de la cestodosis, en especial la teniosis existen varias opciones farmacológicas, siendo el prazicuantel el más específico y recomendable (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para la teniosis en perros. Principio activo Dosis Vía Intervalo (horas) Duración (días) Nombre comercial Prazicuantel 5 a 7.5 Oral 1 vez - Droncit Fenbendazol 50 Oral 24 3 Panacur Prazicuantel, pirantel y febantel (a) Oral 1 vez - Drontal Plus Epsiprantel 5.5 Oral 1 vez - Cestex a) Prazicuantel 10 mg, Pirantel 10 mg, Febantel 25 mg. Control y prevención: Para el control de la teniosis en los perros se recomienda evitar alimentar a los animales con carne o víscera crudas de mamíferos que eventualmente pueden estar parasitadas con los metacestodos. Esto es difícil cuando los carnívoros depredan a algunos intermediarios (por ejemplo, cuando un gato ingiere el estrobilocerco de Taenia taeniformis que está en el hígado de un roedor). La metacestodosis en los intermediarios se evita desparasitando a los perros con algunos de los principios activos ya mencionados. Esto puede repetirse entre tres o cuatro veces al año, especialmente en los perros o gatos de una unidad de producción pecuaria que esté en contacto estrecho con los intermediarios, por ejemplo, los perros guardianes o pastores de un rebaño. 75 Aspectos de salud pública: Los humanos no se infectan con las tenias de los carnívoros, son específicas. Los humanos se parasitan con T. solium y T.saginata. Los metacestodos de T. multiceps y E. granulosus si representan una zoonosis. El problema se da cuando los humanos ingirieron alimentos o agua contaminados con los huevos de esos cestodos. La hidatidosis, producida por el quiste hidatídico del E. granulosus es un problema de dimensiones mundiales, sin embargo, en México los casos son esporádicos. 76 Ancilostomosis. Definición: La ancilostomosis es una enfermedad causada por un helminto nematodo (gusano cilíndrico) que se alimenta de sangre mientras están adheridos en la mucosa del intestino delgado de sus hospedadores (carnívoros domésticos y silvestres), provocando les diarrea con sangre y una anemia por pérdida de sangre. La infección se da por vía cutánea, oral o placentaria. Las larvas de algunas especies de ancilostómidos parasitan al humano ocasionando un problema denominado larva migrans cutanea. Etiología: La enfermedad es producida por varios géneros y especies de ancilostómidos (gusanos que poseen una boca dotada de dientes o placas quitinosas). Los principales ancilostómidos son: Ancylostoma caninum, A. braziliensis, A. duodenale, A. tubaeforme, Necatoramericanus y Uncinarias tenocephala. El A. tubaeforme afecta primordialmente a los gatos y el A. duodenale y U. stenocephala a humanos. El A. caninum se localiza en el intestino delgado del perro yes el más frecuente e importante para México. Los ancilostomas en estado fresco son de color gris rojizo (fig. 1). Los huevos son ovalados 45 por 75 µm, con cubierta fina y transparente y tiene de 8 ó 16 células (blastómeros) al salir con las heces (fig. 2). Figura 1. Fases adultas de Ancylostoma caninum en la mucosa intestinal. Fuente: Bowman (2011). 77 Figura 2. Huevos de Ancylostoma caninum. Fuente: Blagburn (2000). Se caracteriza por poseer una cápsula bucal bien desarrollada, provista de estructuras dentiformes o placas quitinosas cortantes en su margen ventral. El extremo anterior adopta una curvatura típica en sentido dorsal (gusanos ganchudos). Su cápsula bucal posee tres pares de dientes en el borde ventral y otros dos en el fondo de la misma. El margen de los dientes generalmente es cóncavo y algunas veces recto y el esófago es muscular en forma de huso (fig. 3). Figura 3. Cápsula bucal de Ancylostoma caninum (vista frontal y lateral) donde se observan sus dientes. Fuente: Bowman (2011). 78 Los machos miden 10 a 13 mm y las hembras de 13 a 20.5 mm de largo con una cola relativamente ancha. Ciclo biológico: El ciclo biológico de A. caninum es directo, su fase infectante es la larva de tercer estadio (L-3) (fig. 4). A B F E D C Figura 4. Ciclo biológico de Ancylostoma caninum. Fuente: Bowman (2011). La infección se produce tanto por la ingestión como por la penetración a través de la piel de las larvas infectantes (L-3), siendo esta la vía más importante (fig. 4-D). Posteriormente las larvas realizan una migración a través de los tejidos del hospedador antes de desarrollarse hasta ancilostómidos adultos en el intestino delgado (fig. 4-A). Las hembras maduras depositan alrededor de 16,000 huevos al día, siendo esta la eliminación inversamente proporcional a la carga parasitaria. 79 Los huevos recién eliminados poseen 8 ó 16blastómeros, necesitan condiciones adecuadas de temperatura, humedad y oxigenación para el desarrollo de la L-1 (fig. 4-B). Tras la eclosión, las L-1 mudan dos veces en el medio y se convierten en L-3 que son las infectantes y miden 630 µm (fig. 4-C). Con una temperatura entre 25 a 30º C, este estadio infectante se alcanza en una semana; con temperaturas inferiores, el desarrollo es más lento y se detiene por debajo de 15ºC o superados los 37ºC. Así las L-3 sobreviven varias semanas cuando hay humedad suficiente y temperaturas moderadas, pero resisten muy poco a temperaturas extremas bajas y el excesivo calor y la sequía. La L-1 se desarrolla en un día, se alimenta de bacterias y muda para llegar a L-2, ésta se alimenta y muda para dar lugar alaL-3, conservando la vaina resultado de la muda de la L-2, ya no se alimenta. La vaina extra le sirve de protección. Este desarrollo sucede en aproximadamente 22 días LasL-3 logran infectar al animal por vía cutánea o por vía oral, atraviesan la piel o mucosa bucal intactas y llegan a la sangre venosa, de ahí son llevadas al corazón pasan al pulmón, de ahí a la tráquea y laringe, son deglutidas y, después de dos mudas más, se forman los adultos en el intestino delgado. En los perros adultos, algunas larvas pasan a la circulación arterial y se enquistan en diversos tejidos (principalmente músculo estriado esquelético), mecanismo conocido como dormancia (estado de inactividad de un organismo durante un tiempo antes de continuar con su desarrollo)(fig. 4-E). En la gestación y lactación las larvas en dormancia se desenquistan y llegan al útero y glándula mamaria produciendo un trasmisión congénita y lactogénica (fig. 4-F). Epidemiología: Como ya se indicó, los huevos salen con las heces, pero es necesario que el bolo fecal se disperse y que esté en un medio húmedo. Esto es posible en los perros mantenidos en jardines, alojamientos con piso de tierra o arena que mantengan humedad (fig. 5). Por lo mismo, la penetración a través de la piel resulta ser la vía de adquisición más importante. 80 Figura 5. Cuando los perros son mantenidos en jardines o en alojamientos con piso de tierra o arena se favorece la adquisición de Ancylostoma caninum. Fuente: Propia. Por lo anterior, resulta riesgoso regar los jardines sobre la materia fecal de perros, se proporcionan las condiciones adecuadas para el desarrollo y supervivencia de las larvas infectantes. Cuando un perro se echa en el prado, las larvas penetran a través de su piel. Otro factor de riesgo es llevar a los perros a jardines públicos donde otros animales eliminaron en sus heces huevos de Ancylostoma. No debe 81 olvidarse que este es el mecanismo de adquisición más importante para los humanos. De acuerdo al comportamiento biológico del parásito, los cachorros pueden nacer parasitados o adquirir el problema cuando son lactantes (fig.6). Figura 6: Los cachorros pueden nacer parasitados o adquirir laancilostomosis en la lactancia. Fuente: Propia. Patogenia: Las larvas migrantes ejercen una acción traumática al atravesar la piel y perforar el tejido pulmonar e intestinal. En este momento, también llevan a cabo una acción expoliatriz, básicamente histófaga y hematófaga. Puede haber una infección microbiana secundaria como consecuencia de la inoculación de bacterias piógenas en el traslado cutáneo, traduciéndose en una dermatitis con exudado purulento. Las larvas penetran por aquellas partes de la piel más expuestas, entre las que están los espacios interdigitales, axilas, ingle y vientre. Estas localizaciones tienen la característica de poseer piel delgada, húmeda y con poco pelo. Esas larvas migrantes ocasionan una dermatitis severa en las áreas mencionadas caracterizada por prurito intenso y eritema cutáneo (fig.7). Aquellas larvas que se localizan en los pulmones pueden provocar un cuadro respiratorio consistente en tos, descarga nasal, epistaxis y si hay asociación con bacterias, se presenta fiebre. Por su parte, el parásito adulto ejerce una acción traumática en la mucosa intestinal al morderla, siendo de menor o mayor importancia en relación con el número de parásitos presentes y la condición del hospedador. Los ancilostomas son parásitos hematófagos voraces, ingieren grandes cantidades de sangre; además para lograr un flujo de sangre continuo, secretan sustancias anticoagulantes, que ocasionan hemorragias severas 82 cuando el gusano cambia de lugar y retrasa el tiempo de coagulación del animal. Cada nematodo ingiere hasta 0.1 ml de sangre al día y como los cachorros pueden tener varios centenares de ejemplares, puede conducir a anemia intensa. Los parásitos utilizan la sangre como fuente de oxígeno, lo que incrementa el volumen sustraído, de modo que la anemia puede ser intensa con infecciones graves. La pérdida de sangre se inicia a los ocho días de la infección, cuando se ha desarrollado la cápsula bucal que permite a los ejemplares todavía inmaduros fijarse profundamente a la mucosa intestinal, hasta alcanzar los vasos sanguíneos, originando ruptura de capilares y hemorragias. Son parásitos que producen anemia hemorrágica de carácter agudo o crónico, dependiendo de la intensidad de la infección, la edad del animal, su estado de nutrición, el nivel de reservas de hierro y el grado de inmunidad. Al comienzo de la infección, la anemia por ancilostómidos es de naturaleza normocítica-normocrómica; no obstante, a medida que se van agotando las reservas de hierro del hospedador, se torna hipocrómica y microcítica. En la ancilostomosis llega a tener una considerable importancia la asociación con otras parasitosis como toxocariosis y especialmente tricuriosis. Los cachorros infectados a través de la leche son los más receptivos, probablemente debido a sus menguadas reservas de hierro y escaso aporte de este mineral en la leche. Figura 7. Las larvas migrantes de Ancylostoma caninum penetran en las zonas donde hay poco pelo y provocan una dermatitis severa y prurito intenso. Fuente: Propia. 83 Signos clínicos: Los animales con ancilostomosis, especialmente los cachorros después del destete, presentan una diarrea severa con estrías de sangre (melena) (fig.8)o de color café obscuro que suele ser muy acuosa y de olor putrefacto (fig. 9). Al poco tiempo los animales muestran un cuadro anémico caracterizado por debilidad y mucosas pálidas, esto es especialmente evidente en la mucosa conjuntival y los vasos epiesclerales (fig. 10). Los animales se cansan al mínimo esfuerzo, presentan anorexia y hay un deterioro general de su condición. Si no reciben un tratamiento oportuno puede sobrevenir la muerte (fig.11). Figura 8. Perro con diarrea hemorrágica como consecuencia de una infección masiva por Ancylostoma caninum. Fuente: Propia. Figura 9. Perro con diarrea acuosa de color café obscuro y olor putrefacto característico por la infección por Ancylostoma caninum. Fuente: Propia. 84 Figura 10. Mucosa conjuntival de un perro infectado con Ancylostoma caninum. Fuente: Propia. Figura 11. Los perros con ancilostomosis presentan anorexia y hay un deterioro general de su condición corporal. Fuente: Propia. Cuando se trata de animales adultos o en los cachorros con una baja carga parasitaria, los signos son vagos, sólo puede presentarse una pérdida progresiva en la condición corporal y una leve palidez de mucosas. Lo anterior se debe a que la respuesta eritropoyética de la médula ósea puede compensar bien la pérdida de elementos sanguíneos. Diagnóstico: La presentación de la ancilostomosis cutánea representa un gran reto para su diagnóstico. En muchas ocasiones el problema se confunde con una alergia local, a veces atribuida al pasto. El dueño del animal informa cierta mejoría después de la administración de antiinflamatorios o antihistamínicos, pero al cabo de unos días reaparecen los signos clínicos. 85 Por otra parte, no obstante que los signos clínicos de la ancilostomosis intestinal son muy característicos, se hace necesario descartar otras enfermedades que cursan de manera similar. En particular debe diferenciarse de un caso de parvovirosis, donde el cuadro diarreico es similar y puede existir confusión, lo que obliga a efectuar un examen de heces para comprobar la presencia de ancilostoma (fig. 12). Figura 8. Diarrea hemorrágica de un perro con ancilostomosis, debe diferenciarse de otros padecimientos, especialmente de la parvovirosis. Fuente: Propia. La confirmación en el laboratorio de la presencia de ancilostoma en un perro se hace por medio de los exámenes coproparasitoscópicos de flotación o Mc Máster. Los huevos del nematodo son muy característicos y se describieron líneas arriba. Es importante mencionar que la morfología de los huevos de todos los ancilostómidos es similar(fig. 13), lo que obliga a efectuar otras pruebas de laboratorio (cultivo larvario) para la identificación precisa del nematodo, sin embargo, dado que muchos de esos parásitos afectan al humano, se toma la decisión de no efectuar esa técnica. Figura 13. Microfotografía de un huevo de Ancylostoma caninum. Fuente: Bowman (2011). 86 Como una medida de apoyo y evaluar el estado general del animal es conveniente efectuar una biometría hemática para saber el tipo y grado de anemia que padece el perro parasitado. Tratamiento. Existen varias opciones para el tratamiento de la ancilostomosis canina, en el cuadro 1 se exponen algunos principios activos, su dosis, vía y esquema de administración y su nombre comercial. Cuadro 1. Farmacoterapia para la ancilostomosis en perros. Principio Dosis Intervalo Duración Nombre Etapa Vía activo mg/kg ( horas ) ( días ) comercial Panacur Fenbendazol A y L 50 Oral 24 3 Pamoato de pirantel A 25 Oral 24 Disofenol A 7.5 Subcutánea Una vez A (c) Oral Una vez 14 (b) Drontal plus A (d) Oral Una vez 30 (a) Endogard Prazicuantel /pirantel/ febantel Ivermectina/ pirantel 3 Vermiplex Disofen 3.75% (a) Repetir cada mes. (b) Repetir cada 14 días. (c) Dosis de cada uno: Prazicuantel (5a 12 mg/kg), pirantel (5 a 12 mg/kg), febantel (25 a 62 mg/kg). (d) Dosis de cada uno: Ivermectina (0.006 mg/kg, pirantel (5 mg/kg). A= Adultos, L= Larvas. Control y prevención: Para el control de la ancilostomosis deben disminuirse los factores de riesgo de la enfermedad. Se recomienda retirar la materia fecal de los perros, levantándola y colocándola en una bolsa de polietileno y después arrojarla en un retrete. En aquellos animales que viven en jardines, se debe evitar regar el prado cuando hay materia fecal de perros. Cuando permanecen en áreas pavimentadas, pueden lavarse y después rociarlas con hipoclorito de sodio al 1%. Se puede disminuir el problema, pero no evitar que los cachorros nazcan con la parasitosis o la adquieran muy jóvenes (lactantes), administrando 87 a la perra gestante uno de los antihelmínticos con efecto sobre larvas como el fenbendazol. Se recomienda desparasitar a los cachorros lo más jóvenes posible, tomando en cuento que algunos principios activos como la evitando los riesgos de intoxicación con alguno de ellos como la ivermectina, que resulta tóxico en algunas razas de perros y en prácticamente todos los cachorros menores de 15 días de edad. Aspectos de salud pública: En los humanos las fases larvarias de algunos ancilostómidos causan el problema llamado Larva migrans cutánea que consiste en una erupción lineal, tortuosa, eritematosa y muy pruriginosa de la piel. El problema se presenta cuando las personas exponen la piel desnuda al pasto, tierra o arena contaminada con las larvas de esos nematodos. 88 Dirofilariosis. Definición: La dirofilariosis es una parasitosis que afecta principalmente al perro, también se le conoce como enfermedad del gusano del corazón o heartworm (por su denominación en inglés) es producida por el nematodo filaria, Dirofilaria immitis (fig. 1). Es transmitida en forma natural por mosquitos, clínicamente se caracteriza por un cuadro crónico de insuficiencia cardiaca, hepática y renal, que muchas veces es fatal. Figura 1. Esquema de un corazón de perro con Dirofilaria immitis en el ventrículo derecho. En el recuadro se muestra una imagen de la microfilaria del nematodo en la sangre del hospedador definitivo. Fuente: American Cyanamid Company (sin año) Etiología: La parasitosis es provocada por el gusano cilíndrico o nematodo llamado Dirofilaria immitis, considerada la filaria más importante en la medicina veterinaria. 89 Las filarias son vermes largos y finos, de color blanco cremoso (fig. 2). Se localizan habitualmente en los espacios tisulares y las cavidades corporales, o a veces en el sistema vascular o linfático. Figura 2.Adultos de Dirofilaria immitis del perro Fuente: Blagburn (2000). . Todas las filarias se transmiten mediante insectos hematófagos en los que la microfilaria se desarrolla a larva infectante de tercer estadio. Los adultos de D. immitis, se localizan normalmente en la arteria pulmonar, ventrículo derecho, atrio derecho y hasta en las venas cavas (fig. 3); ocluyen en forma variable el paso de la sangre. Figura 3. Esquema de un corazón de perro donde se muestrean las posibles localizaciones de Dirofilaria immitis. Fuente: Blagburn (2000). 90 Las hembras adultas de D. immitis miden de 23 a 31 cm, por 1.0 a 1.3 mm de diámetro, la vulva se encuentra cerca del extremo anterior, justo detrás del final del esófago. Es vivípara, nacen larvas bien desarrolladas. Los machos tienen una longitud de 12 a 20 cm por 0.7 a 0.9 mm de diámetro, sus espículas son desiguales y de forma distinta, poseen unas alas laterales pequeñas. Tanto en las hembras como en los machos, la boca es pequeña, sin labios, cápsula bucal ni faringe. El esófago tiene una porción anterior muscular y otra posterior glandular. En ambos sexos poseen un extremo caudal que se adelgaza y se enrolla en espiral. Ciclo biológico: El ciclo biológico del D. immitis es indirecto, participan los hospedadores definitivos (carnívoros) y los intermediarios (mosquitos) (fig. 4). Figura 4. Ciclo biológico de Dirofilaria immitis. Fuente: Blagburn (2000). Las microfilarias en la sangre periférica del hospedador definitivo, principalmente el perro, son succionadas por los hospedadores intermediarios vectores mientras se alimentan, son mosquitos 91 pertenecientes a los géneros Anopheles, Culex, Myzorhynchus,Myzombyiay Aedes (fig. 5). Figura 5. Los vectores de Dirofilaria immitis son mosquitos hematófagos. Fuente: Propia. Las hembras adultas de D. immitis pueden sobrevivir y producir microfilarias durante cinco años. El desarrollo larvario tienen lugar en los túbulos de Malpighi de los mosquitos vectores, posteriormente las larvas infectantes de tercer estadio migran a las glándulas salivales del mosquito. Las larvas de tercer estadio penetran a través de la herida de la picadura del mosquito cuando este se alimenta sobre el perro. También se ha demostrado que las larvas infectantes pueden atravesar la piel intacta. La muda de la larva de tercer a cuarto estadio se produce a los tres días de la picadura del mosquito infectante. Las larvas de cuarto estadio permanecen en el tejido conjuntivo y muscular durante varios meses. La muda de la larva de cuarto estadio a adulto joven (larva cinco) ocurre entre los 2 y 3 meses de la infección. Después de la muda final, los adultos inmaduros migran hacia las arterias pulmonares a través de la circulación venosa. Después de llegar al corazón derecho, los adultos jóvenes maduran y empiezan a producir microfilarias de 6 a 9 meses después de la infección. Epidemiología: La dirofilariosis es una enfermedad emergente en México. Hace varias décadas se restringía a las zonas geográficas donde existe el mosquito vector. Después se diseminó a las áreas turísticas (penínsulas de Baja California y Yucatán) y ecosistemas de subtrópico húmedo cuando se viaja por vía terrestre con las mascotas (perros y gatos) potenciales hospedadores del parásito. En la actualidad la enfermedad puede diagnosticarse en cualquier parte del país. 92 La parasitosis es dependiente de la presencia de los vectores y éstos proliferan en aquellos lugares donde hay agua estancada y vegetación abundante. En los lugares templados o en el trópico seco, los mosquitos proliferan en la época de lluvias. En el trópico subhúmedo es constante el riesgo de adquirir el problema. La enfermedad se presenta en perros que se exponen al piquete de los mosquitos, aquellos que viven en jardines o son utilizados en algunas labores de campo (perros pastores o cazadores). Se ha demostrado un efecto racial, los perros de pelo corto se exponen más al piquete de los dípteros y, en consecuencia, padecen más la enfermedad. La diseminación del parásito en muchos lugares es por la presencia de mamíferos de vida libre (se considera que puede afectar hasta 30 especies de animales, como el coyote, zorro, hurón, león marino y caballo), que actúan como hospedadores del parásito y favorecen una infección endémica e incluso, en casos muy esporádicos, transmitirse al humano. Patogenia: Muchos perros pueden estar infectados con D. immitis sin presentar ningún otro signo clínico más que la presencia de microfilarias en la sangre. En las infecciones severas, los gusanos provocan trastornos circulatorios, debido a interferencias mecánicas y endocarditis progresivas. También interfieren con la función de las válvulas cardiacas, encontrándose masas de gusanos en el atrio derecho, ventrículo derecho y árbol arterial pulmonar superior. La patología de la dirofilariosis crónica es atribuible a los vermes adultos, principalmente a su asentamiento en la arteria pulmonar. Una respuesta inmunitaria es la responsable de la patología en la dirofilariosis oculta y de las lesiones renales que suelen presentar todos los perros parasitados. El asentamiento de elevado número de vermes en la vena cava caudal es causa de un proceso agudo mortal. La muerte de los vermes puede provocar complicaciones por tromboembolización. Cuadro clínico: A continuación se hace mención de los diferentes síndromes que pueden ocurrir en la dirofilariosis canina: 93 A. Hipertensión pulmonar: La alteración funcional más significativa es la hipertensión pulmonar, que dependiendo de la intensidad de la parasitosis y de la respuesta del hospedador, puede pasar desapercibida o cursar como fatiga, tos crónica y disnea. Los perros afectados tienen poca fuerza y pueden presentar una respiración caracterizada por el hecho de que la caja torácica permanece expandida y hay un efecto respiratorio extra. La hipertensión pulmonar es debida a las alteraciones del endotelio de la arteria parasitada. B. Fallo congestivo derecho del corazón: El fallo congestivo del corazón derecho es frecuente en infecciones masivas y en animales sometidos a ejercicio físico. Un signo característico es el aspecto de cansado que presenta el animal, incluso en reposo (fig.6). La tos y la disnea se agravan, se produce taquicardia, anorexia con pérdida de peso e incluso caquexia (fig.7). Figura 6. Animal con tos, cansancio y anorexia, sugestivos de dirofilariosis. Fuente: Propia. Se produce un importante aumento de la presión venosa y del pulso yugular, asociados en muchas ocasiones a hepatomegalia. 94 Figura 7. Esquema de una infección moderada por Dirofilaria immitisen el corazón del perro. Fuente: American Cyanamid Company (sin año). C. Síndrome de vena cava o del fallo hepático: La presencia del parásito en la aurícula derecha, vena cava caudal y en ocasiones en las venas hepáticas, provoca obstrucción del flujo sanguíneo, principalmente en torno a la válvula tricúspide (fig. 8). La presión venosa central se eleva considerablemente y el hígado sufre una fuerte congestión y dilatación de los sinusoides que puede provocar la transformación cavernosa de todo el parénquima hepático. La disfunción hepática es apreciable por la elevación de todas las enzimas hepatocitarias y de la bilirrubina en sangre. El hígado no puede esterificar el colesterol libre, aumenta el cociente libre/esterificado y consecuentemente, los glóbulos rojos acumulan en su pared colesterol libre, son muy frágiles y se rompen al contacto con los vermes. Hay una anemia normocítica-normocrómica que se agrava por la anorexia. Se presenta una debilidad intensa y una orina oscura, negruzca, que contiene hemoglobina y bilirrubina. Las mucosas están pálidas o ictéricas y el animal presenta gran debilidad y depresión (fig.9). La interacción del parásito con la válvula tricúspide provoca murmullo sistólico, apreciable a la auscultación. 95 Figura 8. Esquema de una infección avanzada o severa por Dirofilaria immitis en el corazón del perro. Fuente: American Cyanamid Company (sin año). Figura 9. Paciente con dirofilariosis, hay orina oscura, mucosas pálidas y depresión. Fuente: Propia. 96 D. Neumonitis alérgica: Esto es debido a la hipersensibilización del perro a los antígenos de las microfilarias, que son rápidamente capturadas e inmovilizadas en la microcirculación del pulmón y destruidas en los capilares pulmonares y septos alveolares, lo que provoca infiltración granulomatosa densa, apreciable radiológicamente. En esta intensa reacción granulomatosa están implicados neutrófilos, eosinófilos y macrófagos y su adhesión a las microfilarias parece depender de los anticuerpos y el complemento. E. Tromboembolización: El parásito vivo produce una troboembolización, pero cuando muere se produce trombosis masiva e inflamación granulomatosa de la pared de las arterias. El endotelio se desorganiza y la proliferación vellosa de la íntima aumenta exageradamente. La permeabilidad aumenta, por lo que se agrava el edema perivascular. Los trombos y la rigidez de estas arterias lesionadas agravan considerablemente la hipertensión pulmonar y con ello la tos, la disnea y la intolerancia al ejercicio, siendo frecuente que el animal entre en fallo congestivo cardiaco o muera, si con anterioridad ya presentaba esta alteración. La trombosis y la lisis de los coágulos puede provocar un déficit local de los factores de coagulación, coagulopatía intravascular diseminada que causa hemorragias multifocales. Estos animales suelen presentar una elevación importante de la temperatura corporal, taquicardia, debilidad y mucosas pálidas (fig.10). Figura 10. Animal con taquicardia, debilidad y mucosas pálidas, signos sugestivos de dirofilariosis. Fuente: Propia. 97 F. Alteraciones hepáticas y renales: El hígado en perros con hipertensión pulmonar suele presentar congestión pasiva leve, que no afecta a la funcionalidad. En fallo congestivo del corazón, el hígado está más afectado, la retención de sangre provoca hepatomegalia y alteración de la funcionalidad de los hepatocitos que es apreciable por el perfil enzimático que presentan los perros. Casi todos los perros presentan glomerulonefritis membranosa por engrosamiento de la membrana basal de los capilares glomerulares. Diagnóstico: El diagnóstico de la dirofilariosis depende de una acertada historia clínica, la identificación de los signos clínicos y el uso de procedimientos diagnósticos, que pueden incluir los rayos X (radiología), angiografía, ultrasonido (ecocardiografía), análisis de la sangre (pruebas inmunológicas, detección de microfilarias), evaluaciones clínicas de laboratorio para la diferenciación y en el peor de los casos, el examen posmortem con el hallazgo de los parásitos adultos en su localización normal. La evaluación clínica da sólo la posibilidad de hacer un diagnóstico presuntivo de la enfermedad, valorando con la historia clínica, la exposición al vector (mosquito) en un área enzoótica del mismo. Los signos clínicos presentes al momento de la auscultación tales como dificultad al respirar o golpeteos que se escuchan en los pulmones debido a los coágulos y presión elevada, una historia de tos crónica e intolerancia al ejercicio son las características iniciales de la enfermedad, también puede haber taquicardia, ascitis y hepatomegalia, indicando con esto, falla cardiaca congestiva derecha, existe la posibilidad de que haya hemoptisis (resulta muy frecuente) e indica una severa tromboembolia y complicación pulmonar. Hay anorexia, caquexia, debilidad, e ictericia que se suele manifestar en perros severamente afectados. Sin embargo, en muchos casos, no hay signos clínicos característicos en la dirofilariosis, con la excepción, en algunos casos, del síndrome de la vena cava o del fallo hepático (hemoglobinuria dirofilaria), que es el desarrollo agudo de la enfermedad en algunos perros severamente afectados por una gran cantidad de parásitos adultos que parcialmente obstruyen el flujo de la sangre a través de la válvula tricúspide e interfieren en el correcto cierre de la misma. La congestión pasiva severa del hígado; son características del síndrome un murmullo sistólico de regurgitación en la válvula tricúspide y las pulsaciones yugulares. El diagnóstico está 98 basado en los signos de letargia severa y debilidad, acompañado por hemoglobinemia y hemoglobinuria. La confirmación definitiva del síndrome caval es por la visualización de los parásitos en el orificio tricúspide a través de ecocardiográfica. El curso clínico, normalmente termina en forma fatal si en pocos días no se realiza la extracción quirúrgica de los parásitos. Para la evaluación clínica, se han definido las fases de la enfermedad de acuerdo a los signos encontrados, su pronóstico y conveniencia de aplicar tratamiento: Fase 1: Enfermedad subclínica, sintomática. Se puede observar leve pérdida de peso y agitación al ejercicio. La radiografía no muestra alteraciones. Fase 2: Enfermedad moderada. Hay signos radiográficos, ligero engrosamiento de la arteria pulmonar y/o aumento circunscrito de la densidad perivascular. También se presenta anemia, pérdida de estado general, fatiga durante el ejercicio y tos. Fase 3: Enfermedad severa. El pronóstico es reservado. La radiografía muestra severo aumento de tamaño de las arterias pulmonares y dilatación auricular y ventricular derecha. El animal muestra fatiga constante, tos persistente e insuficiencia cardiaca. Hay anemia grave y proteinuria. Estos pacientes deben ser estabilizados antes de instaurar el tratamiento adulticida. Fase 4: Síndrome de la vena cava. Su pronóstico es muy grave. Hay la presencia de una gran cantidad de vermes que se han desplazado hasta las venas cavas. Se recomienda el tratamiento quirúrgico con remoción de los parásitos. El diagnóstico parasitológico confirmativo incluye la identificación de microfilarias de D. immitis en una muestra de sangre a través de un frotis directo, que consiste en aplicar una gota de sangre sobre un portaobjeto, deslizándola sobre el mismo y observando directamente en el microscopio, indicando la posible infección con adultos de gusano del corazón (fig. 11). 99 Figura 11. Microfilaria de Dirofilaria immitis en una muestra sanguínea de perro. Fuente: Blagburn (2000). También está el método de Knott modificado donde se mezcla 1 ml de sangre y 9 ml de formalina al 2% y se centrifuga durante cinco minutos. En el sedimento se encuentran las microfilarias (fig. 12). El sedimento se tiñe con azul de metileno, aunque con azul cresol al 1% en cloruro sódico al 0.8 % y 0.05% de Azur II, se obtiene mejor tinción para las estructuras somáticas y los ganchos cefálicos de la microfilaria. Figura 12. Microfilaria de Dirofilaria immitis en el sedimento de la prueba de Knott. Fuente: Fisher (2007). Se puede usar el método de filtración. La sangre completa (con citrato sódico u otro anticoagulante) se lisa con carbonato sódico al 0.1% y se pasa a través de un filtro con poro de 3 m. Las microfilarias que quedan sobre el filtro se tiñen con azul de metileno al 0.1%. En todas esas técnicas de laboratorio existe el inconveniente de que pudiera existir la enfermedad con ausencia de microfilarias circulantes. En cuanto a la evaluación radiográfica, se ha encontrado que hay el desarrollo de anormalidades detectables durante el curso de la enfermedad. Las placas radiográficas de corazón y pulmones son las mejores herramientas disponibles para evaluar la severidad de la enfermedad y para desarrollar un pronóstico. Los cambios más importantes se observan en las arterias pulmonares (particularmente en lóbulos bajos de los pulmones), en la arteria pulmonar principal y en el lado derecho del corazón. Se puede observar una disminución en el grosor y abultamiento de arterias pulmonares. Además se detecta una 100 inflamación en el tejido pulmonar, particularmente en el tejido que rodea las arterias pulmonares. Actualmente, se han recomendado algunas pruebas serológicas para la detección de anticuerpos, entre ellas, las técnicas de inmunofluorescencia indirecta (IFI) y ELISA, que son métodos eficaces si existe una suficiente cantidad de anticuerpos en el suero. Además de estas pruebas, se han desarrollado técnicas serológicas para identificar los antígenos de los parásitos en la circulación sanguínea en el hospedador, siendo más confiables para detectar una infección que las anteriormente descritas, sin embargo, no son infalibles, pues dan resultados positivos sólo en presencia de parásitos hembras adultas, debido a que detectan las proteínas que segrega el útero de la misma, por lo que parásitos inmaduros o la presencia de machos, resultan en una prueba de antígeno falso-negativo. Adicionalmente, esta prueba se ha desarrollado para utilizarse en la práctica diaria en la clínica veterinaria como en muchos de los laboratorios veterinarios de referencia. Los resultados de la mayoría de las presentaciones comerciales, pueden ser muy exactos, pudiendo detectar infecciones con una o más hembras adultas del parásito, utilizándose por lo menos entre los siete u ocho meses de edad del perro, sin embargo, no pueden detectar infecciones en individuos de menos de cinco meses de edad. En los últimos años se han desarrollado pruebas basadas en una tecnología de inmunomigración rápida, la cual emplea antígenos solubles para la detección de anticuerpos específicos para D. immitis. Estas pruebas, tienen un alto grado de especificidad (94%) y confianza de hasta 95%. El uso de esta prueba, se recomienda a partir de los 6.5 a 7 meses de edad del cachorro, ya que detecta el antígeno del parásito adulto que tarda en su desarrollo aproximadamente seis meses desde que ocurrió la infección. Tratamiento: La mayoría de los individuos afectados por la enfermedad pueden tratarse exitosamente. El objetivo del tratamiento, es el matar a los gusanos adultos con el adulticida y a las microfilarias con el microfilaricida. Es importante, tratar de acompañar ese objetivo terapéutico con los mínimos efectos tóxicos de los medicamentos y un grado tolerable por las complicaciones creadas por la muerte de las dirofilarias. En los perros con dirofilariosis sin signos de enfermedad o signos ligeros, tienen una gran posibilidad de no presentar efectos secundarios y la recuperación ser satisfactoria. En los pacientes con una 101 dirofilariosis severa o muy severa, pueden tratarse exitosamente, pero la posibilidad de presentar complicaciones e incluso la muerte, puede ser alta. Cabe mencionar que aquellos individuos que manifiestan una enfermedad severa o muy severa por dirofilariosis y que adicionalmente a ésta, tienen otra enfermedad crónica, se sugiere evitar el tratamiento para eliminar al D. immitis y evitar su muerte por las complicaciones que pudieran surgir. La tiacetarsamida (Caparsolate 2,2 mg/kg, cada 12, durante 2 días, IV) como adulticida ha caído en el desuso, presenta muchos riesgos y la posibilidad de causar efectos secundarios graves (es muy cáustico si se aplica subcutáneamente), su eficacia está directamente relacionada a las concentraciones en sangre después del final de una serie de inyecciones, y el tiempo de dosificación es otra variable, los efectos hepatotóxicos no son predecibles en perros normales y la elevación de enzimas hepáticas supone descontinuar el tratamiento para evitar mayores daños. El tratamiento con melarsomina (Immiticide 2.5 mg/kg), que se emplea en la actualidad, aunque también tiene sus riesgos, es eficaz a la dosis recomendada contra fases inmaduras y maduras del parásito y más seguro en su uso que la tiacetarsamida, aunque un poco más caro en perros grandes pero con mayores ventajas de uso, es absorbido rápidamente por el organismo desde el sitio de inyección intramuscular, a las dosis recomendadas, no es hepatotóxico. Para poder instaurar el tratamiento con dosis única o alternada, debe conocerse en qué fase se encuentran los animales afectados por D. immitis y su esquema de aplicación dependerá de acuerdo a la fase en la cual se encuentre el paciente, de 2 a 3 inyecciones con un intervalo de 24 horas entre una y otra (fase de enfermedad 1 y 2) hasta la aplicación de una inyección descansando un mes y posteriormente dos inyecciones con 24 horas de separación (fase 3 y 4 de la enfermedad). También se ha empleado el levamisol (Velmivet, 2.5 mg/kg),el cual administrado diariamente por 30 días por vía oral, pueden llegar a matar parásitos adultos, sin embargo, pudieran presentarse complicaciones que lo hacen una alternativa no muy viable para su uso como adulticida. Otra droga que se ha utilizado y experimentado como adulticida, es la ivermectina combinada con pirantel que ha demostrado que a bajas dosis llega a tener una buena actividad adulticida (Parastin6 µg/kg de ivermectina más 5 mg/kg de pirantel) por 16 meses consecutivos, ocurriendo una significativa reducción en la cantidad de parásitos. Esta última es una terapia alternativa para casos muy severos por dirofilariasis o en perros con otros problemas clínicos que no pueden ser 102 atacadas por compuestos arsenicales al mismo tiempo o enfermedades crónicas que pudieran poner en riesgo la vida del paciente. Al administrar la ivermectina por vía oral (Pet Gard), después de 6 meses, elimina la microfilaremia al matar las microfilarias y permite eliminar una fuente futura de parásitos. Es muy importante mencionar que se recomienda la remoción quirúrgica cuando el tratamiento adulticida está contraindicado, de igual manera cuando los parásitos migran al sistema nervioso central, particularmente en las arterias cerebrales o los ventrículos laterales. Antes de aplicarse cualquier tratamiento deben investigarse las funciones cardiaca, hepática, renal y pulmonar, pues pueden afectar el pronóstico. Control y prevención: Los perros deben protegerse del piquete de los mosquitos vectores. Una recomendación útil es mantenerlos en las habitaciones del humano donde se empleen métodos de control de esos dípteros. El uso de repelentes de insectos pueden producir un efecto beneficioso limitado. Existen tratamientos preventivos para el control D. immitis, especialmente cuando los perros son trasladados a zonas de alto riesgo, entre ellos están la ivermectina y la milbemicina, hay diversos esquemas. Aquellos donde se administran diariamente, en forma mensual, aplicados directamente sobre la piel e inyectados (dos veces al año, como la moxidectina). Los resultados son muy buenos para los que se dan todos los días, pero con el inconveniente de tener la necesidad de dar la tableta; los que se dan cada mes es el de mayor uso a nivel mundial. En algunos animales que recibieron la aplicación inyectable, se han detectado reacciones secundarias muy graves (en EUA hay 5,552 reportes de reacciones adversas, entre ellas 500 perros fallecidos), que no pueden ser atribuibles directamente al uso del producto. También pueden usarse tabletas de dietilcarbamazina un derivado de la piperazina que se administran a diario. Es genérico y mucho más económico que los preventivos mensuales. Tiene el inconveniente de la administración diaria y si se olvida administrarlo durante 2 ó 3 días puede ser suficiente para que el animal se infecte con D. immitis. Aspectos de salud pública: El humano es un hospedador accidental, en el que algunas veces el desarrollo no se completa y la infección cursa sin microfilaremia. 103 La infección por D. immitis en los humanos llega a producir abortos y los cambios radiológicos denominados como lesiones de moneda que han sido diagnosticados de forma errónea como una neoplasia, pueden dar lugar a una cirugía torácica innecesaria. 104 Espirocercosis. Definición: La espirocercosis es una infección parasitaria causada por el nematodo Spirocerca lupi que afecta principalmente al perro doméstico y a otros carnívoros de vida libre, se caracteriza por ocasionar manifestaciones digestivas, respiratorias y nerviosas por la presencia de lesiones nodulares en el esófago, aorta y más raramente en el estómago. Etiología: El responsable de la parasitosis es el nematodo espiruroideo Spirocerca lupi. Son gusanos cilíndricos de cuerpo grueso, normalmente están enrollados y son de color rosáceo a rojo (fig. 1). Las hembras miden de 5 a 8 cm, terminan en una cola redondeada y curveada; los machos no superan los 4 cm y su extremo final está enrollado en espiral y ahí se encuentran dos espículas desiguales. Figura 1. Adultos de Spirocerca lupi en el esófago de un perro. Fuente: www.exopol.com Los huevos son ovalados, miden de 32 a 40 por 8 a 12 µm con paredes laterales casi paralelos, muy delgadas y con un embrión ya desarrollado en el momento de su aparición en las heces (fig. 2). El nematodo S. lupi tiene como hospedadores definitivos al perro, zorra, coyote, lobo y otros carnívoros de vida libre. Sus hospedadores intermediarios son varios géneros de escarabajos coprófagos (Scarabeus, Geotrupes y Copris, entre otros). 105 Figura 2 huevo de Spirocerca lupi. Fuente: Bowman (2011). Ciclo biológico: El ciclo biológico de S. lupi es indirecto. Las hembras son ovovivíparas, depositan huevos que ya contienen la larva de primer estadio (L-1) al salir con las heces o en el vómito. Después de que los huevos larvados son ingeridos por los escarabajos coprófagos, las larvas eclosionan y migran a la cavidad corporal del artrópodo, donde mudan hasta L-3, permaneciendo enquistadas con la capacidad de infectar. Cuando los escarabajos coprófagos son ingeridos por los carnívoros el parásito continúa su desarrollo; quedan libres en el estómago, atraviesan su pared y pasan a la circulación sanguínea. Migran a través de las paredes de las arterias en una dirección craneal, cuando llegan a la aorta, permanecen en su pared por espacio de tres meses y mudan abriéndose paso hacia la mucosa del esófago o del estómago, donde inicia la formación de nódulos, en cuyo interior los nematodos llegan a adultos en tres meses. Para la liberación de los huevos es necesario que haya comunicación desde el nódulo hacia la luz del esófago. Se ha considerado que los perros también pueden infectarse al ingerir las larvas infectantes presentes en hospedadores paraténicos (lagartos, pollos y ratones). Epidemiología: La espirocercosis es una enfermedad que se asocia a la presencia de los hospedadores intermediarios, éstos al requerir materia fecal para su alimentación, son más abundantes en aquellas situaciones donde haya mala higiene, acumulo de heces y basura (fig. 3). 106 Figura 3. La mala higiene, acumulo de haces y basura favorecen la espirocercosis. Fuente: Propia. Por lo anterior la enfermedad se presenta más en perros callejeros o en aquellos que tienen poca atención por sus dueños. En los perros mantenidos en las habitaciones de los humanos y que reciben acciones de medicina preventiva (vacunaciones y desparasitaciones), es poco frecuente el problema. Una posible razón de lo anterior es que en los animales que son desparasitados contra algunos otros nematodos de mayor incidencia (p.e. Toxocara y Ancylostoma), involuntariamente es eliminado S. lupi. La edad media de infección es de cinco años; más común en perros cazadores de razas grandes. Patogenia: Las larvas migrantes de S. lupi provocan erosiones y hemorragias en pared de la aorta, y en los casos más graves se advierten estenosis y ruptura de la arteria, no obstante que su paso por este vaso sanguíneo dura poco tiempo. Los adultos que están en los nódulos esofágicos y en menor medida en la pared gástrica, miden hasta 4 cm de diámetro y ocasionan disfunción de esos órganos. La acción mecánica obstructiva aquí es mucho más prolongada. Algunos nódulos esofágicos, por la irritación constante, se transforman en neoplasias (sarcomas) que tienden a favorecer metástasis a otros órganos. Signos clínicos: En las alteraciones aórticas, si se presenta ruptura del vaso sanguíneo se produce muerte súbita por una hemorragia interna severa. 107 Los nódulos pueden alterar la función del esófago, de modo que con cierta frecuencia se advierten disfagias, vómitos y nauseas, seguidos de le expulsión esporádica de algún parásito. Una característica común en la espirocercosis es que al ingerir alimento sólido, el animal vomita casi de inmediato, consume ese alimento vomitado y lo regresa nuevamente (fig. 4). Esto ocurre varias veces hasta que el alimento es papilla y al final no lo vuelve a vomitar. En los casos crónicos se presenta anorexia, emaciación y debilidad. La migración aberrante de los adultos a sitios inusuales dentro del tórax causan vómito o regurgitación y aneurisma aórtico. Figura 4. El vómito y la ingestión del alimento vomitado son signos característicos de la espirocercosis. Fuente: Propia. Diagnóstico: Para sospechar de la espirocercosis es necesario tomar en cuenta la historia clínica y los signos descritos. Una aproximación al diagnóstico es a través de la palpación del cuello donde pueden sentirse los nódulos esofágicos (fig. 5). La confirmación de la parasitosis se hace por la demostración de huevos en las heces o vómito empleando la técnica de flotación. Se consideran de utilidad las técnicas de exploración radiográficas y la endoscopía. 108 Figura 5. Los abultamientos en el cuello de los perros son muy sugestivos de la parasitosis por Spirocerca lupi Fuente: Propia. Tratamiento: En el cuadro 1 se describen los diferentes principios activos para el tratamiento de esta parasitosis. Cuadro 1. Farmacoterapia para espirocercosis en perros. Dosis Intervalo Duración Principio activo Vía (mg/kg) (horas) (días) Subcutánea, Doramectina 10 (a) 3 (b) IV Dietilcarbamazina 20 Oral 24 10-15 Disofenol 7.5 Subcutánea 1 vez - Nombre comercial Dectomax Filarcidan Disofen a) Aplicar cada 14 días b) Dar tres tratamientos Controly prevención: El control de la espirocercosis puede lograrse con una buena higiene ambiental, retirando frecuentemente la materia fecal para evitar la proliferación de escarabajos coprófagos. Como ya se mencionó, la parasitosis es eliminada involuntariamente al aplicar un tratamiento antiparasitario contra otros nematodos. Aspectos de salud pública No existen evidencias que la espirocercosis afecte al humano. 109 Toxocarosis. Definición: La toxocariosis o ascariosis canina es una infección parasitaria debida a la presencia y acción de algunas especies de nematodos de los géneros Toxocara y Toxascaris cuyos adultos se localizan en el intestino delgado de los perros y carnívoros de vida libre. Es una de las enfermedades parasitarias más difundida en las pequeñas especies de México. La infección se adquiere por vía transplacentaria, lactogénica u oral mediante la ingestión de huevos larvados u hospedadores paraténicos infectados con las larvas del nematodo. Posterior a la ingestión, las larvas migran por diversos tejidos, enquistándose en los perros adultos o formando parásitos adultos en el intestino delgado de los cachorros. Los problemas clínicos sólo se presentan en los cachorros y se caracterizan por alteraciones viscerales en el hígado y pulmón así como trastornos entéricos provocados por los adultos. La trascendencia de la toxocarosis se incrementa porque en el humano provoca el síndrome larva migrans visceral, un importante problema de salud pública. Etiología: Los parásitos causantes de la toxocarosis canina son los llamados gusanos cilíndricos o nematodos Toxocara canis y Toxascaris leonina. Tienen un color blanquecino y su cutícula posee finas estriaciones transversales y está enrollado en espiral cuando está vivo (fig. 1). Figura 1. Adultos de Toxocara canis en el intestino delgado de perro. Fuente: Fisher (2007). El macho mide de 4 a 10 cm por 2 a 2.5 mm de diámetro y la hembra de 5 a 18 cm de largo por 2.5 a 3 mm de diámetro; en el extremo anterior posee tres labios y dos alas cervicales que le dan aspecto de “punta de 110 flecha” (fig. 2). En el extremo posterior del macho se observan de 20 a 30 papilas preanales, cinco postanales y un estrechamiento terminal en forma de apéndice. Las hembras son ovíparas y tienen una terminación en punta. Figura 2. Parte anterior de Toxocara canis, se observan sus alas cervicales que le dan la apariencia de punta de flecha. Fuente: www.junglekey.fr Los huevos son subesféricos tienen una cubertura gruesa, finamente granulada y miden de 85 a 95 por 75 a 90 µm; son de color marrón obscuro, no segmentados y su contenido ocupa prácticamente todo el espacio interior (fig. 3). Figura 3. Microfotografía del huevo de Toxocara canis Fuente: Theinpont y col. (1979). 111 Ciclo biológico: El ciclo biológico de T. canis se denomina diheteromonógeno o directoindirecto y se caracteriza por la posible participación de hospedadores paraténicos. Es muy complejo y es diferente en función a la edad, sexo, estado fisiológico del perro y si es hospedador paraténico o accidental. Existen cuatro posibilidades de infección, la ingestión de huevos embrionados; la placentaria o prenatal; galactógena, por la leche materna y a través de hospedadores paraténicos, que son aquellos que pueden o no participar en el ciclo vital de un parasito, sin embargo, su intervención no es necesaria para que se complete. Las hembras de T. canis depositan huevos sin segmentar en el intestino delgado, salen con las heces y son extraordinariamente resistentes, pues permanecen viables desde varios meses hasta más de un año. En el piso y dentro del huevo, se desarrolla el primer estadio larvario (L-1) y en condiciones óptimas de temperatura, humedad y oxigeno se desarrolla la segunda larva (L-2) o infectante dentro del huevo (fig. 4). El tiempo para la formación de esa fase es de nueve a once días. Figura 4. Fase exógena del ciclo biológico de Toxocara canis. . La transmisión es por vía oral tras la ingestión de huevos conteniendo la L-2. En el estómago del hospedador se libera ese estadio larvario y se dirige hacia la mucosa intestinal la cual atraviesa para alcanzar el torrente sanguíneo, la subsecuente migración está determinada por la edad, sexo, estado reproductivo e infecciones previas. En los cachorros menores de tres meses (fig. 5), cuando la L-2 se encuentra en la sangre, por vía porta se traslada al hígado y de ahí al corazón y pulmón donde muda a larva tres (L-3) y asciende por tráquea para ser deglutida para regresar al intestino delgado donde muda a larva cuatro (L-4) y después a larva cinco (L-5) que son los adultos inmaduros, posteriormente alcanzan la madurez sexual copulan y la 112 hembra inicia la postura de huevos entre las cuatro y cinco semanas de la infestación. La migración se caracteriza por ser entero-hepato-cardiopulmonar-entérica. Figura 5. Comportamiento biológico de Toxocara canis en un cachorro menor a tres meses. Fuente: Propia. . La L-2 en los perros adultos que se encuentra en la sangre se dirige al hígado, después al corazón y pulmón y retorna al corazón. Por la sangre arterial, a través de la aorta, es llevada a diversas partes del cuerpo como el hígado, pulmón, riñón, bazo, sistema nervioso central (encéfalo y retina). Ese estadio larvario queda enquistado y se le llama L-2 “somática” (fig. 6). En los perros machos la L-2 “somática” queda enquistada de por vida. Figura 6. Comportamiento biológico de Toxocara canis en un perro adulto. Fuente: Propia. En las perras su comportamiento posterior depende de su estado fisiológico. En las gestantes alrededor del día 42º la L-2 “somática” se desenquista regresa al torrente sanguíneo, por esta vía llega al útero grávido y atraviesa la barrera placentaria para parasitar a los fetos (fig. 113 7). En ellos las L-2 se alojan en el hígado hasta su nacimiento, después de éste, migran al pulmón, ascienden por la tráquea hasta la laringe, se degluten y completan su desarrollo hasta adultos en el intestino delgado. Aquí las hembras del nematodo inician con la postura de huevos que salen con el excremento. Cuando las L-2 se encuentran en la sangre arterial, alcanzan la glándula mamaria y son excretadas por la leche (fig. 8). Los cachorros lactantes ingieren las larvas y su desarrollo hasta adultos y la ovoposición ocurre en el intestino delgado. Figura 7. Comportamiento biológico de Toxocara canis en una perra gestante. Fuente: Propia. Figura 8. Comportamiento biológico de Toxocara canis en una perra lactante. Fuente: Propia. En los hospedadores paraténicos (roedores y herbívoros, entre otros) y en los humanos (hospedadores accidentales) el comportamiento biológico de T. canis es similar al de los perros adultos machos, las L-2 permanecen enquistadas en diversos tejidos (fig. 9). 114 Figura 9. Comportamiento biológico de Toxocara canis en un hospedador paraténico. Fuente: Propia. Epidemiologia: La toxocarosis canina es, junto con la ancilostomosis, es la parasitosis más importante en México. El cachorro juega el papel más importante como diseminador de T. canis, pues es el que posee los nematodos adultos que producen huevos y se excretan junto con las heces (fig. 10). Una alta proporción de los cachorros en México pueden nacer infectados con T. canis o adquieren la enfermedad muy tempranamente cuando es lactante. Figura 10. Los cachorros muy jóvenes pueden nacer infectados o adquirir Toxocara canis en la lactación, son los que principalmente excretan huevos del nematodo. Fuente: Propia. La contaminación con materia fecal de cachorros conteniendo huevos con la fase infectante (L-2), es la situación que favorece la parasitosis en otros perros, hospedadores paraténicos y humanos. 115 Un perro adulto (de cualquier edad) tendrá parásitos adultos cuando la adquisición de T. canis fue a partir de la ingestión de un hospedador paraténico parasitado con las L-2. Patogenia: El daño generado por los ascáridos de los perros, es ocasionado por una parte, por la migración larvaria que realizan por diferentes tejidos y por otra por sus necesidades metabólicas. Las larvas ejercen acción traumática en su recorrido al pasar por diferentes tejidos como son: pared intestinal, parénquima hepático y pulmonar (aquí producen una ruptura de capilares y alveolos). En forma paralela ejercen acción expoliatriz que en este caso es hematófaga e histófaga y de líquidos tisulares. La eliminación de mudas, líquido de mudas, secreciones y excreciones, ejercen acción antigénica que puede causar una respuesta inmune positiva y también ocasionar efectos anafilácticos y alérgicos Las larvas de T. canis en la placenta y en el hígado, pulmón y cerebro del feto ejercen acciones de tipo mecánico, expoliatriz, traumático, tóxico y alergizante. Los adultos de T. canis se alimentan de contenido intestinal (acción expoliatrizquimófaga), compitiendo por los nutrientes con el cachorro. Esa acción expoliatriz es selectiva, utilizando grandes cantidades de vitamina C y otros nutrimentos como proteínas, lípidos y carbohidratos. Esta acción es una competencia por los elementos nutritivos del hospedador, que se convierten en desnutrición (fig. 11). Se han encontrado pequeñas cantidades de sangre en el intestino de estos nematodos, sin embargo, se considera que no es la causa de la anemia que se produce. Figura 11. Las fases adultas de Toxocara canis ejercen importantes acciones patógenas en el intestino delgado de los perros. Fuente: Bowman (2011). 116 Además su presencia favorece un síndrome de mala absorción intestinal en las áreas donde el parásito entra en contacto con la mucosa intestinal (acción irritativa y alergizante). También los gusanos obstruyen la luz intestinal alterando el libre flujo del contenido y favoreciendo la fermentación del alimento, con la consecuente producción de gas. Signos clínicos: La enfermedad en forma clínica sólo es posible observarla en los cachorros recién nacidos, en lactantes o aquellos menores de tres meses de edad, que respectivamente adquirieron al T. canis por vía placentaria, lactogénica y por ingestión de huevos con L-2 (fig. 12). Figura 12. La toxocarosis clínica es evidente en cachorros jóvenes. Fuente: Propia. En los cachorros existen lo que se conocen como los signos precoces de la toxocarosis que son de naturaleza respiratoria y se caracterizan por tos con descargas nasales, llegan a ser mortales o bien que desaparecen espontáneamente después de tres semanas. Las infecciones moderadas normalmente no cursan con manifestaciones apreciables en la fase de migración intraorgánica. Las infecciones prenatales masivas por adultos de T. canis provocan intensas molestias abdominales en los cachorros lactantes (fig.13); se quejan y chillan casi continuamente. El abdomen está distendido y hay dolor a la palpación (fig. 14). Hay alteraciones en la digestión de alimentos que da lugar a diarrea y vómito (en ocasiones acompañado por gusanos) (fig. 15). Puede presentarse deshidratación, hay retraso en el crecimiento, el pelaje es de mala calidad y puede sobrevenir la muerte de 2 a 3 semanas del nacimiento si las cargas son altas (fig. 16). 117 Figura 13. La infección congénita es la más común para adquirir la toxocarosis. Fuente: propia Figura 14. La distención del abdomen es un signo muy característico de la toxocarosis en los cachorros. Fuente: Propia. 118 Figura 15. Presencia de fases adultas de Toxocara canis en la diarrea de un cachorro infectado severamente. Fuente: Propia. Figura 16. La toxocarosis puede deteriorar severamente la salud del perro. Fuente: Propia. En los perros adultos no se presentan signos de la enfermedad pues las larvas de T. canis están enquistadas y prácticamente no ocasionan problemas patológicos (fig. 17). Figura 17. La parasitosis por Toxocara canis en un perro adulto es subclínica. Fuente: Propia. 119 Diagnóstico: El diagnóstico de la toxocarosis resulta de utilidad exclusivamente en los cachorros, debe tomarse en cuenta la historia clínica y los signos que manifiesta el animal. Aunque puede haber la expulsión espontánea de gusanos adultos por medio del vómito o las heces (fig. 18), el diagnóstico confirmativo se hace por medio de un examen coproparasitoscópico de flotación o Mc Master para la observación de los huevos (fig. 19) Figura 18. Expulsión espontánea de fases adultas de Toxocara canis por vía rectal en un cachorro. Fuente: Propia. Figura 19. Microfotografía de un huevo de Toxocara canis diagnosticado por la técnica de flotación. Fuente: Theinpont y col. (1979). En los perros adultos prácticamente no pueden diagnosticarse las larvas enquistadas en sus tejidos. Se ha propuesto que pueden emplearse las pruebas inmunofluorescencia y ELISA que se practican en los humanos con larva migrans visceral. 120 Tratamiento: Para el tratamiento de la toxocarosis hay diversos principios activos los cuales ayudan al control de los parásitos, básicamente en los cachorros (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para toxoxcarosis en perros. Dosis Intervalo Duración Nombre Principio activo Vía mg/kg (horas) (días) comercial Panacur Fenbendazol 50 Oral 24 3 (a) Prazicuantel/pirantel/ febantel (b) Oral Una vez (c) Drontal plus Ivermectina/pirantel 0.2/5 Oral Una vez 30 (a) Endogard Piperazina 10 Oral Una vez (d) Lombrin Pirantel 5 Oral 24 3 Vermiplex (a) Repetir a las tres semanas en cachorros mayores a cuatro semanas de edad. Suministrar desde el día 40 de la gestación hasta dos semanas después del nacimiento en perras preñadas para cachorros libres de Toxocara canis. (b) Dosis: Prazicuantel (5 a 12 mg/kg), pirantel (5 a 12 mg/kg) y febantel (25 a 62 mg/kg) (c) Repetir mensualmente. (d) Cachorros: comenzar en la 2ª semana de vida, repetir cada tres semanas hasta que el cachorro tenga tres meses de edad. Control y prevención: Para el control de la toxocarosis debe tomarse en cuenta que el cachorro es el único hospedador que puede poseer las fases adultas del nematodo que pueden ser atacadas farmacológicamente. Los cachorros deben desparasitarse antes de los 15 días de nacidos, preferentemente con piperazina. Se deben considerar medidas higiénicas del ambiente de los perros para reducir el riesgo de adquisición del problema, especialmente en lo que se refiere al acumulo de excremento de cachorros presumiblemente parasitados. La utilización de compuestos con efecto sobre las formas larvarias tisulares muestran resultados variables y hasta contradictorios. El fenbendazol ofrece buenas posibilidades de control recomendándose aplicar a la hembra gestante, también se puede controlar desparasitando a la perra antes de la monta utilizando ivermectina o febendazol ya que estos reducen la cantidad de L-2 presentes en los órganos de estos hospedadores. 121 Aún no se han desarrollado productos biológicos (vacunas) con el propósito de prevenir la enfermedad. Aspectos de salud pública: La toxocarosis es un problema de salud pública de relativa frecuencia ya que las larvas de T. canis en los humanos algunas veces desarrollan un proceso alérgico severo conocido como larva migrans visceral que se presenta principalmente en los niños (fig. 20). Lo anterior deben conocerlo las personas que adquieren cachorros como mascotas para los infantes. Figura 20. Granuloma (punta de la flecha) en un hígado de humano con larva migrans visceral por Toxocara canis. Fuente: www.dc337.4shared.com 122 Tricuriosis. Definición: La tricuriosis o enfermedad del gusano látigo o tricocéfalo es una enfermedad causada por el nematodo Trichuris vulpis que se localiza en el ciego y colon de los perros (fig.1). No obstante que su presencia es frecuente, suele pasar inadvertida clínicamente. Figura1. Esquema de la presencia de Trichuris vulpis en el intestino de un perro. Fuente: Blagburn (2000). Etiología: Los adultos de T. vulpis se localizan en el ciego y con menos frecuencia en el colon de los perros y cánidos silvestres. Se llama gusano látigo por su morfología característica, la parte anterior es larga y delgada; la posterior mucho más gruesa (fig. 2). Mide de 4 a 7 cm, las tres cuartas partes anteriores del cuerpo es filiforme, aquí se encuentra el esófago. La parte caudal es mucho más gruesa y está enrollada y en ella están el intestino y el aparato reproductor. Los machos tienen una sola espícula alargada, alojada en una bolsa gruesa y espinosa. Las hembras terminan en una punta roma. 123 Figura.2.Adultos de Trichuris vulpis (hembra y macho). Fuentes: Fisher (2007) y Bowman (2011). Los huevos son ovulados con forma de limón, llevan dos tapones polares transparentes en los extremos y contienen una célula al salir con las heces; tienen color amarillo obscuro tendiendo a café y miden de 70 a 90 por 32 a 40 µm (fig. 3). Figura 3.Huevos de Trichuris vulpis. Fuentes: Blagburn (2000) y Bowman (2011). Ciclo biológico: El ciclo biológico de T. vulpi es directo (fig. 4). Los huevos de T. vulpis son expulsados con la materia fecal de los perros infectados, en condiciones óptimas (una temperatura ambiental entre 33 y 38 º C),en su interior se desarrolla una larva de primer estadio dentro del huevo en unas semanas; es lento con temperaturas más bajas y a 4º C se detiene el desarrollo. Las larvas uno o de primer estadio son las fases infectantes, dado que permanecen dentro del huevo, están protegidas de las condiciones extremas, aunque su desarrollo puede tardar varios meses. 124 Después de la ingestión de huevos con larvas infectantes, éstas quedan libres en el estómago y pasan a la mucosa duodenal, ahí permanecen unos 10 días, después emergen y se trasladan al ciego y colon donde se desarrollan en los parásitos adultos. El periodo prepatente es entre 8 y 16 semanas, los perros infectados pueden eliminar huevos durante periodos muy prolongados (hasta un año). Figura 4. Ciclo biológico de Trichuris vulpis. Fuente: Blagburn (2000). Epidemiología: La tricuriosis es una parasitosis que representa un problema de salud especialmente en los criaderos de perros con condiciones higiénicas deficientes, en particular cuando hay acumulo de heces con huevos de T. vulpis. Contribuyen al problema los comederos sucios o mal diseñados 125 que permiten la contaminación fecal y cuando a los animales se les ofrece el alimento en el piso (fig. 5 y 6). Figura 5. La mala higiene que favorece a la contaminacion con Trichuris vulpis. Fuente: Propia. Figura 6. Ofrecer el alimento en el piso favorece la tricuriosis. Fuente: Propia. También es frecuente en perros callejeros o con poco control y consumen alimento o agua contaminados con excremento (fig. 7). Figura 7. En los perros callejeros es frecuente la infección por T. vulpis Fuente: Propia. 126 La viabilidad de los huevos, en el medio se estima en varios meses, incluso años, en suelo relativamente húmedos pero resisten poco a la desecación No se ha encontrado que exista susceptibilidad asociada al sexo, raza o edad del animal. Patogenia: Las fases adultas de T. vulpis se nutren de sangre y restos tisulares. La acción mecánica, traumática e irritativa ejercida sobre la mucosa se debe a la penetración de larvas en el ciego y a adultos, que se introducen profundamente en la pared intestinal con su porción más delgada. Cuando hay cargas parasitarias elevadas, originan inflamación de la mucosa cecal, con hipermucosidad, acompañada habitualmente de hemorragias. Signos clínicos: En la mayoría de los animales parasitados con T. vulpis la infecciones moderada y carece de importancia clínica, sin embargo, en algunos individuos ocasionalmente puede presentarse diarrea con abundante moco acompañado con estrías sanguinolentas (fig. 8). Figura.8.La diarrea con moco y estrías de sangre es característica de la infección por Trichuris vulpis. Fuente: Propia. Se ha descrito la eliminación de mucosidad y sangre en heces de consistencia normal. En la tricuriosis crónica puede presentarse vómito, un cuadro anémico (palidez de las mucosas y debilidad) (fig. 9) y disminución de peso. 127 Figura 9. En las tricuriosis graves puede haber mucosas pálidas, signo de anemia. Fuente: Propia. Diagnóstico: Dado que los signos de la tricuriosis son poco específicos, se hace necesaria la comprobación en el laboratorio por medio de la técnica coproparasitoscópica de flotación para el hallazgo de huevos. Se ha descrito que con la endoscopía se pueden observar parásitos adultos en su localización normal. Tratamiento: Para el tratamiento de la tricuriosis hay diferentes antihelmínticos que son eficaces (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para tricuriosis en perros. Principio activo Fenbendazol Prazicuantel, pirantel y febantel Dietilcarbamacina y oxibendazol Milbemicina Dosis (mg/kg) 50 Oral Intervalo (horas) 24 Duración (días) 3 (a) Oral 24 3 (b) Oral Diario (c) 30-60 0.5 Oral mensual - Vía Nombre comercial Panacur Drontal Plus Filaribitis Plus Interceptor* *Este medicamento no se encuentra de venta en México a) Prazicuantel 5 a 12 mg/kg, pirantel 5 a 12 mg/kg, y febantel 25 a 65 mg/kg. b) Dietilcarbamacina 6.6 mg/kg y oxibendazol 5 mg/kg. c) Se usa para la prevención de la dirofilariosis. 128 Prevención y control: Se recomienda el retiro diario del excremento en las instalaciones de los criaderos de perros. Aunque pueden emplearse desinfectantes químicos, también ayuda una acción directa del sol y la desecación. Es importante que los alojamientos de los animales cuenten con comederos y bebederos donde se ofrezca alimento y agua limpios, que eviten la contaminación fecal. Aspectos de salud pública: El humano se puede afectar con el T. vulpis, sin embargo, la especie específica es el T. trichiura. El humano ingiere los huevos de T. vulpis en forma accidental con el agua, alimento y a través de las manos contaminadas con tierra. El cuadro en los humanos consisten en dolor abdominal (cólico) y episodios diarreicos. 129 Filaroidosis. Definición: La filaroidosis es una enfermedad parasitaria poco frecuente, muchas veces subclínica, sin embargo, los nódulos miliares que se forman suelen ser un hallazgo a la necropsia. El nematodo Oslerus osleri causante de la enfermedad, ocasiona una bronquitis nodular crónica o traqueítis verminosa que puede tener un alto nivel de contagio en animales que se encuentran en contacto con otros perro e incluso en albergues y criaderos. Etiología: La parasitosis es producida por el nematodo Oslerus osleri, que anteriormente se conocía como Filaroides osleri, que se encuentran en la bifurcación bronquial de la tráquea sobre la mucosa o debajo de ella, formando nódulos; en forma ocasional se localizan en los bronquiolos terminales. Existen otra especie en los caninos que tiene ciclo biológico directo, el F. hirthi que vive en el parénquima pulmonar. El macho de O. osleri es delgado y mide 5 mm. Los lóbulos de la bolsa copuladora están reducidos a meras papilas; las espículas son cortas y arqueadas. La hembra es más gruesa y puede llegar a medir 15 mm de largo; la vulva es preanal, el útero es prodelfo y la cutícula del cuerpo se hincha para formar una envoltura tegumentaria diáfana. Es ovovivípara y sus huevos miden alrededor de 80 por 50 µm con una cascara muy delgada. En el interior se encuentra un embrión, el que eclosiona en la tráquea, se caracteriza por presentar una cola corta en forma de S. La larva de primer estadio es inmediatamente infectante y se encuentra en la saliva o en las heces, comúnmente enroscada y mide de 232 a 266 µm de largo. Ciclo biológico: El ciclo biológico de O. osleri es directo, tiene una duración de 126 días en promedio. La infección ocurre a una edad temprana del animal, aproximadamente a las seis semanas de vida, fundamentalmente durante el lamido de la madre a sus cachorros o producto del consumo de las larvas que contienen las heces o regurgitaciones de los perros adultos parasitados con O. osleri. 130 Las hembras del nematodo depositan huevos delicados, de cubierta fina, que contienen la larva de primer estadio y que eclosionan antes de ser eliminados con las heces del hospedador. Cabe mencionar que las larvas pueden ser expulsadas al toser o arrastradas hacia la orofaringe por el aparato mucociliar, de este modo pueden encontrarse en la saliva o ser deglutidas (fig. 1). Figura 1. Hembras adultas de Oslerus osleri con el útero ocupado por larvas. Obtenidas a partir de secreción traqueal (40x). Fuente: De Paz(2012). Las larvas del primer estadio son directamente infectantes, después de una migración compleja por vía sanguínea, completan su desarrollo a través de cinco estadios en el tejido pulmonar del perro, después ascienden por la luz de los bronquiolos y bronquios para alcanzar la bifurcación traqueal y finalmente se ubican en los nódulos que forman, esto ocurre en un periodo aproximado de 10 a 18 semanas, donde ya es posible encontrar los estadios adultos. Epidemiología: La filaroidosis es una enfermedad frecuente en los perros de México, en especial en aquellos que reciben poca atención médica, particularmente la falta de desparasitación, por lo tanto ocurre en los perros ferales, callejeros o de dueños irresponsables. La parasitosis se adquiere por vía oral, cuando existe alimento o agua contaminado con materia fecal donde estén las larvas infectantes del nematodo. La forma más común de trasmisión se da cuando las perras lamen a sus cachorros poco después del nacimiento y los contamina con su saliva. Patogenia: La presencia de O. osleri ocasiona una irritación crónica sobre la mucosa traqueal y bronquiolar que estimula la tos por el daño persistente al aparato respiratorio. 131 Signos clínicos: Cuando las infecciones son leves pueden cursar subclínicamente. Ha sido poco descrita la forma clínica de la filaroidosis ya que en la mayoría de los casos sólo se ha encontrado el parásito en los exámenes posmortem. A la necropsia se encuentran nódulos redondos (de 0.5 a 1 cm de diámetro) sobre la mucosa traqueal o bronquial (fig. 2). En su interior es posible encontrar a los parásitos adultos. Figura 2. Nódulos parasitarios de Oslerus osleri que se extienden desde la tráquea hasta los bronquios principales, produciendo una infección severa. Fuente: De Paz (2012). El signo más común es el ataque espasmódico de tos intensa y seca que podía comenzar con un ejercicio leve o la exposición al aire frío. Estos accesos de tos no se producen por la presión de la laringe como la mayoría de los casos de bronquitis. Los perros tosen varias veces y finalmente presentan náuseas tras las cuales el ataque suele cesar, la enfermedad sigue un curso muy crónico y no interfiere con el estado general, sin embargo, cuando los nódulos son numerosos obstruyen seriamente las vías aéreas. La tos es áspera; después de toser varias veces, el perro por lo general tiene arcadas con una flema marrón, que suele tragar. Diagnóstico: Aproximadamente a los dos meses de la infección, los nódulos se pueden detectar mediante broncoscopía; las larvas en las heces se diagnostican mediante la técnica de flotación con sulfato de zinc (fig. 3) entre los 6 y 7 meses después de la adquisición de la infección. 132 Figura 3. Larva de Oslerus osleri observada en el examen coproparasitoscópico de flotación con sulfato de zinc (40x). Fuente: De Paz (2012). Las radiografías torácicas de la tráquea, pueden mostrar densidades de tejido blando del lumen traqueal en la bifurcación en las infecciones graves. Tratamiento: Para el tratamiento de O. osleri se han descrito algunos antihelmínticos, que se describirán a continuación en siguiente cuadro Cuadro 1. Farmacoterapia para filaroidosis en perros. Principio activo Fenbendazol Dosis (mg/kg) 20-50 oral Intervalo (horas) 24 Ivermectina 0.4 SC - Doramectina 0.2 SC - Oxfendazol 10 oral 24 Vía Duración (días) 7 Una vez al mes Cada 14 días 3 Nombre comercial Panacur Virbamec Dectomax Dolthene Control y prevención: El control se basa en cuidar las condiciones de higiene donde estén los perros. Se debe impedir que los perros coman alimentos regurgitados o heces de perros infectados (en particular de caninos callejeros). Con la desparasitación contra otros parásitos (Toxocara y/o Ancylostoma), indirectamente se elimina al O. osleri. Aspectos de salud pública: No existen evidencias que O. osleri afecte al humano. 133 Pediculosis. Definición: La pediculosis o infestación por piojos en los perros es una enfermedad parasitaria frecuente que se caracteriza por un cuadro de prurito intenso, afectación de la capa, caída de pelo y disminución de su estado de salud. Etiología: Los piojos son insectos con una marcada especificidad de hospedador, se consideran parásitos obligados pues todas las fases evolutivas se desarrollan en el mismo animal, no tienen fases de desarrollo fuera del hospedador. En el perro existen principalmente dos piojos, Trichodectes canis (fig. 1) y Linognatus setosus (fig. 2), el primero es más frecuente. Figura 1. Microfotografía de un adulto del piojo Trichodectes canis. Fuente: www.people.upei.ca Figura 2. Microfotografía del macho y hembra del piojo Linognathus setosus. Fuente: www.icb.usp.br 134 Al T. canis, se le denomina piojo mordedor (malófagos), mide de 1.5 a 2 mm. Se localiza frecuentemente la cabeza, orejas, cuello y torso (fig.3) Su cabeza es corta y ancha que es la forma típica de este ectoparásito; puede transmitir Dipylidium caninum, un cestodo frecuente de los carnívoros. El L. setosus, es un piojo chupador (anopluro), mide de 1.5 a 2.5 mm de largo. Prefiere la cabeza, en especial alrededor de los ojos y las orejas, en el cuello y el pecho (fig.3). Es de cabeza larga y puntiaguda que es una característica principal de este tipo de piojos. A los huevos de los piojos se les llaman liendres, miden cerca de un milímetro de largo y están pegados al pelo, son de color blanquecino. Figura 3. Área de localización de la infestación por piojos en el perro. Fuente: Hill (2002). Ciclo biológico: El ciclo biológico de los piojos es directo y se cumple sobre el mismo hospedador, las hembras depositan los huevos o liendres adheridos a los pelos mediante una substancia muy pegajosa a manera de cemento; los estadios juveniles que emergen del huevo son pequeñas réplicas de los estadios adultos ya que la metamorfosis es simple o incompleta. Las hembras pueden albergar un huevo en su interior a lo sumo dos. Todo el ciclo biológico dura alrededor de tres semanas. La trasmisión se da por contacto entre los animales parasitados y sanos. Los piojos sólo abandonan un pelo cuando alcanzan otro y se trasmiten de hospedador a hospedador a través de puentes de pelos. Los adultos viven de 2 a 3 meses. Epidemiología: La infestación por piojos es una parasitosis frecuente en los perros de México. Afecta a animales mantenidos en alojamientos sucios y donde existe hacinamiento (fig. 4). La adquisición de la enfermedad se da por contacto directo entre los perros, especialmente en la cruza. También resulta común la trasmisión de la madre a sus cachorros. 135 Los piojos suelen afectar a los animales más débiles, los cachorros, que padecen otras enfermedades, los malnutridos y los viejos. La pediculosis se presenta en perros de cualquier sexo, entero o castrado. Figura 4. La infestación por piojos es frecuente en animales mantenidos en condiciones de mala higiene, hacinados y con desnutrición. Fuente: Propia. En general los piojos prefieren a los animales de pelo largo ya que allí puede reproducirse mejor. Es más frecuente que el problema ocurra en el invierno. Patogenia: Los piojos ejercen una acción irritativa al desplazarse entre el pelaje sobre la superficie cutánea del perro (fig.5); además una acción expoliatriz hematófaga en el caso de Linognathus, en el caso de Trichodectes, que son mordedores se alimentan de escamas de queratina de la piel o de secreciones y a veces también de sangre, pues pueden herir la epidermis del hospedador con sus piezas bucales. La movimiento y las picaduras de los piojos causan molestias y prurito a los animales que se rascan o incluso muerden donde se encuentran. El piojo Trichodectes ejerce una acción inoculatriz, como ya se mencionó favorece la trasmisión del cestodo D. caninum. 136 Figura 5. Los piojos provocan irritación sobre la superficie cutánea Fuente: Propia Signos clínicos: La manifestación de la enfermedad depende de la cantidad de piojos presentes, si es baja normalmente es subclínica. Los piojos pueden producir lesiones cutáneas (enrojecimiento, exceso en la descamación y engrosamiento) y alopecia (fig.6). El pelaje está opaco, desarreglado y el pelo se vuelve quebradizo. Figura 6. En la pediculosis también se presentan zonas de alopecia. Fuente. Propia. El perro está inquieto, se rasca continuamente y en los casos más graves, produce signos de anemia con debilidad y mucosas pálidas con un deterioro del estado de salud general del animal. Pueden formarse excoriaciones y costras por el traumatismo severo (fig. 7), también hay alopecia autoinducida. A la inspección se distinguen bien las liendres blancas, adheridas a los tallos de los pelos y los parásitos adultos que se mueven entre el pelaje. 137 Figura 7. En la infestación por piojos pueden presentarse lesiones por un traumatismo excesivo por el rascado intenso. Fuente: Propia. En algunos casos, la infestación con piojos puede ser suficiente como para causar depresión y anorexia. Es muy raro que un animal muera a causa de una infestación por piojos. Diagnóstico: Ante un cuadro de inquietud, rascado intenso y debilidad en los perros es conveniente efectuar una inspección cuidadosa de la capa del animal (fig. 8). Puede hacerse por medio del peinado del pelo, o arrancar los pelos que parezcan tener pequeñas estructuras blancas (presumiblemente son las liendres). Figura 8. Los piojos en los perros pueden observarse macroscópicamente como pequeñas partículas cafés o negras entre el pelo del animal Fuente: Propia. 138 Los piojos y las liendres son observables macroscópicamente (fig. 9) o con ayuda de una lupa. Para la identificación precisa del ectoparásito es necesaria la observación microscópica en el laboratorio. Figura 9. Los piojos pueden recolectarse después de un peinado intenso y son observables fácilmente en una superficie obscura Fuente: Propia. Tratamiento: Existen medicamentos que han mostrado buen efecto para el ataque de los piojos (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para pediculosis en perros. Principio activo Solución Vía Intervalo Duración Selamectina* Fipronil Imidacloprid* 6 a 12% 10% Tópico Tópico SC 1 vez 1 vez 1 vez mensual mensual semanal Nombre comercial Revolution Frontline Virbamec *Es el porcentaje que viene en la aplicación dependiendo del peso del perro, para la aplicación del producto. Control y prevención: La mejor prevención de infestaciones por piojos en los perros es asegurar la higiene del animal (bañándolo periódicamente), garantizar su buena nutrición y salud (a través de medicina preventiva) y que reciban un tratamiento cuando exista el riesgo o sospecha de haber entrado en contacto con animales infestados. Aspectos de salud pública: Dado que los piojos son ectoparásitos muy específicos, el humano no se llega a parasitar por los piojos del perro. 139 Infestación por pulgas. Definición: La infestación por pulgas quizás es la ectoparasitosis más común de los perros en México, se asocia a animales mantenidos en condiciones higiénicas deficientes y se trasmite a través de contacto directo. El género más importante es el Ctenocephalides, pulga hematófaga voraz poco específica, además del perro, parasita a otros animales y al humano. La parasitosis se caracteriza por un cuadro de prurito intenso y signos de anemia. Su importancia también radica en que es el hospedador intermediario del cestodo Dipylidium caninum. Etiología: Las pulgas son insectos ectoparásitos que poseen cuerpo aplanado lateralmente y dividido en tres partes, cabeza, tórax y abdomen (fig. 1). Son hematófagos voraces y poseen piezas bucales adaptadas para picar y succionar sangre. Posee tres pares de patas muy grandes y poderosas que les permiten saltar para desplazarse y pasar de un hospedador a otro. La tibia de las patas posteriores normalmente tiene las dos últimas sedas laterales interiores, separadas y aproximadamente de la misma longitud. Figura 1. Pulgas adultas del género Ctenocephalides, la imagen de la izquierda corresponde a un ejemplar colectado directamente de un perro y en la derecha está una microfotografía del ectoparásito. Fuentes: Propia ywww.cal.vet.uppenn.edu El género de las pulgas en los carnívoros es Ctenocephalides, la especie más frecuente es C. felis, pulga que afecta a los gatos, pero también es frecuentemente encontrarla en otros animales domésticos, entre ellos el perro e incluso en el humano, la especie C. canis suele ser más específica para afectar sólo al perro. Las pulgas se localizan principalmente en la región dorso lumbar y el cuello del animal (fig.2). 140 Área de localización de la pulga en el perro. Figura 2. La pulga se aloja principalmente en la parte del dorso y el cuello, pero no se descarta que también este en otras zonas del cuerpo. Fuente: Propia Hay otra pulga, la Pulex irritans que se considera como la pulga del humano, ampliamente distribuida y afecta a un amplio rango de hospedadores, incluyendo al cerdo y los perros. Ciclo biológico: Las pulgas tienen un ciclo biológico directo. Los adultos viven, se alimentan y se reproducen sobre el hospedador mientras que las larvas tienen vida libre. Los huevos se forman dos días después que las pulgas machos y hembras copulen sobre la capa y piel del perro. La mayoría de los huevos caen del pelaje y tienden acumularse donde habitualmente descansa el hospedador. Las larvas del primer estadio (L-1) comienzan a salir de ellos hacia el cuarto día. Las larvas se alimentan de materia orgánica (restos de comida, heces del perro, insectos muertos, vegetales putrefactos e incluso las heces de pulgas adultas). Las L-1 igual que los 141 huevos, caen continuamente del perro infestado y efectúan dos mudas, transformándose en larvas dos y tres. En aproximadamente dos semanas bajo condiciones húmedas y calientes, las larvas de tercer estadio comienzan a formar el pupario y experimentan una metamorfosis hasta llegar al estado adulto. Los adultos comienzan a emerger de las pupas entre 3 y 4 semanas después, las hembras preceden a los machos en varios días. Epidemiología: Las pulgas pueden estar presentes cuando estos están sucios, no los bañan frecuentemente y en sus alojamientos hay mala higiene (fig. 3). Asimismo hay otras condiciones que favorecen la parasitosis. Figura 3. La infestación por pulgas se presenta en animales descuidados y que viven en alojamientos con higiene deficiente (acumulo de heces, restos de alimento, etc.). Fuente: Propia. Particularmente las fases larvarias de las pulgas viven y se desarrollan fuera del animal, en el piso; ahí se alimentan de materia orgánica que les permiten desarrollarse a través de sus distintos estadios larvarios, empupar y llevar a cabo una metamorfosis para transformarse en adulto, quien se sube a un nuevo hospedador. La infestación por pulgas ocurre cuando hay mala higiene, aunque sólo con pequeñas cantidades de suciedad las larvas pueden desarrollarse; de igual manera cuando los perros son mantenidos en jardines y cuando su alojamiento (perrera, alfombra, etcétera) está sucio. Como ya se mencionó, las larvas se alimentan de restos de excremento, de comida, animales o vegetales muertos e incluso las descamaciones cutáneas del animal y las heces de las pulgas adultas. Cuando conviven perros y gatos en una casa, juega un papel importante el hecho de que el gato salga y entre en contacto con otros individuos y traiga consigo los ectoparásitos. Asimismo la infestación por pulgas 142 ocurre en los perros mantenidos en las casas, cuando salen a orinar y defecar y se juntan con otros animales, esto también es factible en el momento de la cruza. Patogenia: Las pulgas adultas son parásitos hematófagos voraces, sin embargo, una parte importante de su acciones patógenas consisten en una irritación de la piel por el desplazamiento sobre la piel y el pelaje del animal. También ejercen una acción traumática con sus piezas bucales al perforar la piel para alimentarse. Se da una acción traumática indirecta cuando los animales, en un intento de aliviar el prurito se llega a automutilar. Una acción patógena importante es la alergizante. La saliva de la pulga es un componente alérgeno pues contiene compuestos tipo histamina que irrita la piel; esta acción se puede presentar en animales de cualquier sexo, castrado o entero, raza aunque algunos perros suelen ser más susceptibles, en otras palabras es una situación idiosincrática. Signos: La característica clínica más frecuente en la infestación por pulgas es la inquietud que muestra el animal por el prurito intenso (fig. 4). Se rasca constantemente con sus uñas y con los dientes, llegando a lesionarse a sí mismo. Lo anterior es consecuencia del desplazamiento de la pulga, por la dermis, el piquete al alimentarse y por la alergia ocasionada por la saliva del ectoparásito. Figura 4. El signo característico por la infestación por pulgas es la inquietud y rascado frecuente en los animales. Fuente: Propia. Cuando las pulgas son muy abundantes causan una intensa irritación con pérdida de pelo y enrojecimiento de piel por la dermatitis. En estos 143 casos puede desarrollarse un cuadro anémico consecuencia de la hematofagia y disminución en el apetito del perro. La lesión primaria es una pápula después de una sola picadura de pulga. Sin embargo, esas lesiones son difíciles de encontrar. La mayoría de las lesiones son el resultado de traumatismo propios causados por el perro alérgico. La hipersensibilidad puede afectar a perros de cualquier edad, aunque es más frecuente observarla en animales mayores a seis meses de edad. En los casos de alergia puede presentarse un cuadro de prurito intenso consecuencia del piquete de muy pocas pulgas (a veces es suficiente una sola pulga). Esto puede resultar desconcertante para el dueño y el clínico pues a la inspección no encuentran los ectoparásitos. Otra característica clínica el cuadro alérgico es la alopecia en la zona caudal del dorso, con excesiva descamación cutánea y mal olor (fig. 5). Figura 5. El piquete de las pulgas favorece un cuadro de alergia caracterizado por alopecia y prurito intenso, especialmente en la parte dorsal, cerca de la cola. Fuente: Propia. Diagnóstico: La infestación por pulgas es muy fácil de diagnosticar en base a sus manifestaciones clínicas y la inspección del animal. Las pulgas son muy fáciles de observar (fig. 6), quizás puede dificultarse cuando existe el problema de hipersensibilidad. Indirectamente pueden detectarse las pulgas por su excremento, son pequeñas partículas negras que se observan sobre la piel o entre el pelo. 144 Figura 6. Cuando hay una infestación severa, las pulgas adultas se pueden observar fácilmente sobre el pelaje del animal. Fuente: Propia. Deben considerarse los factores de higiene del animal y del lugar donde permanecen, además el tipo de suelo (alfombra, prado, tierra, arena). Tratamiento: Para el ataque de las pulgas se han desarrollado tres tipos de medicamentos, los adulticidas, pupicidas y larvicidas (cuadro 1). Los dos primeros se aplican al animal y los larvicidas en los alojamientos del animal: Cuadro 1. Farmacoterapia para la infestación por pulgas en perros. Principio activo Solución Vía Intervalo Duración Nombre comercial Absorbine ultrashield Piretrinas - Tópica Una vez Mensual Diazinon 9% Tópica Una vez - Preventef Amitraz 20% Tópica Una vez semanal Taktic Control y prevención: Para el control de la pulgas, además de la higiene de los alojamientos de los perros (retirar frecuentemente el excremento y restos de alimentos), debe establecerse un control integral con la aplicación de los tres tipos de medicamentos ya señalados. Tiene una importancia especial el fumigar el ambiente de los perros con larvicidas para romper el ciclo biológico y evitar la posibilidad de nuevas infestaciones. 145 Aspectos de salud pública: Los humanos pueden afectarse por las pulgas de los perros. La estrecha convivencia con ellos favorece el problema, especialmente cuando los animales están en jardines o patios con piso de tierra. Las pulgas del perro originan en el humano irritación de la piel y lesiones eritematosas o papulares (fig.7). Figura 7. El piquete de las pulgas en los humanos ocasiona lesiones eritematosas. Fuente: Propia. 146 Infestación por garrapatas. Definición: La infestación por garrapatas o ixididosis es ocasionada por ectoparásitos hematófagos voraces y vectores de importantes enfermedades de diversa naturaleza. El género más importante para los perros es Rhipicephalus, garrapata dura de la familia Ixodidae. Etiología: El principal agente etiológico es Rhipicephalus sanguineus, es una garrapata pequeña de color café (fig. 1), que se considera como de dos o tres hospedadores, sus fases evolutivas (larva, ninfa y adulto) se lleva a cabo en hospedadores diferentes. Figura 1. Adultos de Rhipicephalus sanguineus hembra (izquierda) y macho (derecha). Fuente: Fisher (2007). Tienen dimorfismo sexual marcado, en el macho el escudo, que es una lámina quitinosa, cubre completamente el dorso, mientras que en la hembra solo lo cubre parcialmente. En las hembras repletas de sangre aparece como una pequeña placa en la porción anterior. Las piezas bucales o capítulo se encuentra en posición anterior en todos los estados evolutivos. Existe un área porosa en la base del capítulo delas hembras y está ausente en los machos. Los estadios de desarrollo de las garrapatas de la familia Ixodidae se caracterizan por que las larvas poseen tres pares de patas y el poro anal; las ninfas tienen ocho patas, tienen poro anal pero carecen de abertura genital y la base del capítulo no tiene área porosa en las hembras. Los adultos son octópodos, tienen poros anal y genital, el escudo del macho y de la hembra son típicos y la base del capítulo de las hembras tiene el área porosa ya mencionada (fig. 2). 147 Figura 2. Fases evolutivas de la garrapata de Rhipicephalus sanguineus. Fuente: Blgburn (2000). Ciclo biológico: El ciclo biológico de las garrapatas es directo y pasa por cuatro etapas de vida son, huevo, larva (hexápoda), ninfa y adulta (octópodas). Las hembras llenas de sangre depositan los huevos en el ambiente (pone alrededor de 4,000 huevos), del huevo nacen las larvas que suben al perro, después de alimentarse muda a ninfa que mudan nuevamente para transformarse en adultos, las hembras adultas ingurgitadas pueden aumentar su peso más de 100 veces. Después de desprenderse, las hembras ponen huevos en el piso (fig. 3). Figura 3. Ciclo biológico de Rhipicephalus sanguineus. Fuente: Blagburn (2000). Los cambios evolutivos no están restringidos necesariamente a una estación del año, hay una adaptación ambiental a la temperatura y 148 humedad que contribuye a su supervivencia la habilidad de la garrapata para llegar al hospedador. Epidemiología: La infestación por garrapatas ocurre en aquellos lugares donde existe una elevada humedad y abundante vegetación. Las larvas en el piso pueden sobrevivir varios meses en ayunas con la única restricción de la humedad ambiental. Hace algunos años las garrapatas de los perros sólo se encontraban en ecosistemas de trópico o subtrópico húmedo, en particular en el medio rural. Con el tiempo y por la migración de los perros o cuando viajan con sus dueños a zonas contaminadas, el problema se ha incrementado. Ahora ya hay una invasión al entorno suburbano y urbano. Las garrapatas parasitan por igual a los animales jóvenes y adultos, no existe un efecto del sexo sobre la infestación. Los perros de pelo largo padecen menos severamente la infestación. Patogenia: Las garrapatas son parásitos hematófagos voraces, sus tres fases evolutivas requieren para su desarrollo de fluidos y sangre de sus hospedadores. Se fijan al animal con sus piezas bucales (capítulo), corta la piel con el par de quelíceros e insertan el hipostoma en la herida, causando daño al tegumento (fig. 4). Las mordeduras son generalmente indoloras, pero puede producirse una irritación local. Figura 4. Hembra adulta de Rhipicephalus sanguineus fijada a la piel de un perro. Fuente: Propia. La secreción salival de las garrapatas se acompaña de substancias anticoagulantes y neurotoxinas que pueden desencadenar signos 149 sistémicos (parálisis por garrapata y retraso del tiempo de coagulación).La toxina de la saliva es tan potente que una sola garrapata es suficiente para paralizar a un perro. Las garrapatas son importantes trasmisores o vectores de muchas enfermedades, entre las que están la enfermedad de Lyme, erliquiosis y la babesiosis. Signos clínicos: La infestación de las garrapatas por lo regular pasa inadvertida, a menudo los dueños del animal notan, la presencia de pequeños abultamientos en la piel del anima, entre el pelo que es el cuerpo de una garrapata ingurgitada (fig. 5). Con un examen más cuidadosos y ayudándose puede comprobarse que es el ectoparásito. Figura 5. Garrapata Rhipicephalus sanguineus ingurgitada entre el pelaje del animal. Fuente: Propia. Cuando hay una excesiva cantidad, los animales pueden manifestar un cuadro anémico con debilidad y mucosas pálidas. Los animales pueden mostrarse inquietos por el prurito ocasionado por el piquete de la garrapata. En ocasiones el animal se infringe lesiones por el rascado continuo, esos traumatismos sangran y, a menudo, se infectan con bacterias piógenas. Diagnóstico: La presencia de las garrapatas se puede confirmar al examinar la piel y detectar directamente al parásito adherido a la piel, cabe mencionar que las larvas son muy pequeñas y pasan inadvertidas, sólo las ninfas y adultos son detectados fácilmente. 150 Figura 6. Debe hacerse un examen minucioso de la capa del perro para detectar la presencia de Rhipicephalus sanguineus. Fuente: Propia. Para su correcta identificación debe enviarse al laboratorio en un envase conteniendo alcohol etílico al 90% o formol al 40%. Tratamiento: Para el tratamiento, hay medicamentos que se aplican en forma tópica por medio de baños o aplicados sobre la piel (cuadro 1): Cuadro 1. Farmacoterapia para la infestación por garrapatas en perros. Principio activo Fipronil Tópica Intervalo (horas) Una vez Duración (días) (a) Tópica Una vez (a) Selamectina 6 a 12% Tópica Una vez (a) Se recomienda una aplicación mensual. (a) Piretroides Solución Vía - Nombre comercial Frontline Absorbine ultrashield Revolution Control y prevención: Se recomienda examinar constantemente la capa del animal para la detección de ectoparásitos. Si los animales visitaron sitios con vegetación abundante y donde hay antecedentes del problema, se recomienda que reciban alguno de los medicamentos mencionados, independientemente que se observen los parásitos. Aspectos de salud pública: Las garrapatas accidentalmente pueden subir al humano al estar presentes en los lugares donde los perros la adquirieron. Producen prurito por la irritación de la piel, hay lesiones eritematosas y papulares. 151 Sarna demodécica. Definición: La sarna o roña demodécica, también denominada como demodicosis o sarna profunda es una enfermedad parasitaria no contagiosa e idiosincrática de los perros ocasionada por una proliferación excesiva del ácaro normal de la piel Demodex folliculorum var. canis. Clínicamente se caracteriza por una dermatitis severa con engrosamiento de la piel, formación de pápulas y pustulas, un mal olor y deterioro generalizado de la condición del animal. Etiología: El agente etiológico de esta infección parasitaria es el ácaro Demodex folliculorum var. canis, un habitante normal de la piel en varios mamíferos, entre ellos los perros y humanos. Se localizan en los folículos pilosos y las glándulas sebáceas. El ácaro tiene un cuerpo alargado, vermiforme, con estrías transversales y cuatro pares de patas, cortas y gruesas. Los machos miden de 40 a 250 µm y las hembras 40 a 300 µm (fig. 1). Figura 1. Microfotografía del ácaro Demodex follicolurum var. canis. Fuente: Bowman (2011) 152 Presenta una cabeza (prosoma) muy rudimentaria fundida al tórax (cefalotórax) de donde salen cuatro pares de patas en los adultos y ninfas y tres en las larvas. Los palpos encierran a una pequeña boca, los quelíceros son delgados. La abertura genital de la hembra se encuentra en la cara ventral a modo de hendidura, mientras que el macho presenta un pene que es visible en la cara dorsal del cefalotórax. Ciclo biológico: El ciclo de vida de D. folliculorum var. canis es directo y todas sus fases evolutivas se llevan a cabo sobre el mismo hospedador. La transferencia de la madre a sus crías ocurre durante los primeros días de vida cuando el cachorro se amamanta. Las larvas se forman a partir de los huevos, y los machos y las hembras adultos se desarrollan después de haber pasado por dos o tres estadios de desarrollo. Un ciclo entero transcurre en aproximadamente tres semanas (fig. 2). Figura 2. Ciclo biológico de Demodex follicolurum var. canis. Fuente: Blagburn (2000). 153 Epidemiología: La sarna demodécica es una enfermedad asociada al estatus inmune del individuo. En vista que el ácaro es un habitante normal en prácticamente todos los animales, puede ocurrir una reproducción excesiva y gran daño cuando hay un trastorno sistémico de inmunosupresión, concretamente una supresión de la actividad de los linfocitos T, es decir, una deficiencia de la inmunidad celular. La desnutrición y el componente genético son factores predisponentes. Lo anterior hace que el problema se considere como idiosincrático pues es un problema inherente cada individuo. No obstante que en la mayoría de los casos no existen problemas clínicos, la transmisión de los ácaros es por contacto directo. En este sentido, es importante mencionar que un perro con manifestaciones clínicas de sarna demodécica, no contagiará el `problema clínico a otro individuo aunque convivan en el mismo hábitat. Se ha observado que la demodicosis afecta a perros jóvenes (de 2 a 10 meses), es más común en animales de razas puras, siendo menos frecuente en perros mestizos. El parásito se encuentra en asociación con Staphylococcus sp., el cual puede ser la causa de un mayor daño, el ácaro crea una situación en la piel que es favorable para el desarrollo de las bacterias. Patogenia: Los ácaros ejercen una acción irritativa por su simple presencia, además traumatizan el tejido al alimentarse (acción expoliatriz histófaga). Todo lo anterior desencadena una respuesta inflamatoria que es a responsable de los signos clínicos de la enfermedad. Una acción patógena muy importante es la inoculatriz, en la mayoría de los casos de sarna demodécica hay la infección secundaria por bacterias piógenas. También ocurre una acción traumática indirecta por el rascado intenso de los animales que llegan a automutilarse. Signos clínicos: La sarna demodécica tiene puede tener dos presentaciones, la localizada; y la generalizada. En ambos casos el animal está muy inquieto, tiene un olor desagradable (rancio), su deterioro generalizado puede llevarlo a la muerte. La demodicosis localizada (fig.3), ocurre en la cara (alrededor de los ojos y labios) del perro, hay zonas de hiperemia y alopecia, puede presentarse 154 una excesiva descamación cutánea, no se descarta la presencia de pústulas con costras de descamaciones de piel y exudado (fig. 4). Figura 3. Localización anatómica de la sarna demodécica Fuente: Hill (2002). Figura 4. Demodicosis localizada. Las lesiones son comunes en las orejas y alrededor de los ojos. Fuente: Propia. En la generalizada se presentan las lesiones en zonas adyacentes del cuello, tronco y extremidades (pododemodicosis), algunas veces afectan todo el cuerpo. Las lesiones primordialmente son de tipo pustular (pequeños abscesos con exudado blanco amarillento), la piel está muy engrosada, enrojecida, con alopecia. La piel pueden tener traumatismos severos con hemorragias por el rascado del animal (fig.5). Diagnóstico: Las características clínicas de la demodicosis son muy sugerentes para el diagnóstico de la enfermedad, sin embargo, es necesaria la observación microscópica de los ácaros por medio de raspados de piel o recolección de exudados de las pústulas (fig. 6). 155 Figura 5. Sarna demodécica generalizada. Las lesiones son de tipo pustular, la piel está muy engrosada, enrojecida, con alopecia. Fuente: Propia. Figura 6. Ácaros Demodex follicolurum var. canis provenientes de un raspado cutáneo de un perro con demodicosis.. Fuente: Fisher (2007). La biopsia cutánea puede ser necesaria cuando las lesiones son crónicas, granulomatosas y fibróticas (fig. 7), especialmente en la patas del animal. Figura 7. Corte histológico de la piel de un perro con Demodex follicolurum var. canis. 156 Tratamiento: Existen diversas opciones para el tratamiento de la sarna demodécica (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para la sarna demodécica en perros. Principio activo Dosis (mg/kg) Vía Intervalo (horas) Duración (días) Nombre Comercial Selamectina 6 Tópico 1 vez mes Revolution Imidacloprid 10% Tópica 1 vez mes Advantage Moxidectina 0.2 SC - - Cydectin Ivermectina 0.006 SC 1 vez semanal Virbamec Amitraz 0.05% Tópica 1 vez semanal Taktic Control y prevención: Dado que la demodicosis es un problema idiosincrático, no contagioso, asociado a una inmunosupresión de un individuo, resulta dificultoso el control a desconocerse plenamente la causa de esa relajación inmunológica. Es importante mantener un buen estado nutricional de los animales para garantizar una buena inmunidad. De igual manera se crea la necesidad de identificar grupos raciales o familiares que puedan trasmitir el problema a su descendencia, en especial en los machos reproductores que pueden difundir genéticamente el riego de adquirir la enfermedad. Aspectos de salud pública: El humano padece la demodicosis, se ha afirmado que en los casos crónicos y rebeldes de acné está presente el ácaro, sin embargo, como ya se mencionó, un perro afectado con el problema clínico no contagia a otros individuos, entre ellos a los humanos. 157 Sarna sarcóptica. Definición: La sarna o roña sarcóptica, también llamada escabiasis es una infección dermatológica muy contagiosa de los perros causada por el ácaro parásito Sarcoptes scabiei var. canis que ocasiona una dermatitis pruriginosa, con alopecia y una posible infección bacteriana secundaria. Etiología: El ácaro que provoca esta infección de la piel es el Sarcoptes scabei var. canis, un artrópodo globoso con una longitud 200 a 400 µm. En los adultos, todas las patas son cortas; el tercer y cuarto par no se proyectan más allá del borde del cuerpo (fig. 1). Figura 1. Microfotografía del ácaro Sarcoptes scabie var. canis. Las hembras tienen ventosas en un pedículo largo, no articulado en el primer y segundo par de patas y los otros dos pares terminan en una larga cerda; los machos en el primero, segundo y cuarto par de patas. El ano es posterior y terminal. Los huevos son relativamente grandes (150 por 100 µm), las larvas son hexápodas y las ninfas son octópodas y carecen de órganos genitales. El ácaro S. scabei también produce problemas de sarna en los humanos, caballos, rumiantes y otros mamíferos domésticos y de vida libre. Ciclo biológico: S. scabiei var. canis tiene un ciclo biológico directo. Es un parásito permanente pues todo su ciclo de vida se produce sobre el mismo hospedador y la transferencia entre los animales se da por contacto cercano o algunas veces por medio de ácaros que han caído en el ambiente de los hospedadores definitivos. 158 El apareamiento ocurre sobre la superficie de la piel. Las hembras viven unos 30 días y una vez fecundadas ponen de 3 a 5 huevos al día sobre la epidermis del animal; en su interior se desarrolla una larva hexápoda, que eclosiona entre 3 y 5 días. Las hembras cavan en la epidermis y forman túneles a través de las capas superficiales, dejando los huevos en los puntos en los que su camino en zigzag se curva. Los huevos eclosionan en pocos días. Algunas larvas se desplazan hasta la superficie cutánea y mueren; otras pasan a los folículos pilosos, a galerías preexistentes o a nuevas galerías que excavan y entre los 10 y 12 días mudan a ninfas octópodas. Después de dos estadios ninfa les tienen lugar la diferenciación sexual. Las hembras inmaduras comienzan a construir galerías antes de la cópula y de 4 a 5 días, comienzan la puesta de huevos, cerrándose el ciclo. Las larvas, ninfas y hembras inmaduras son los estadios responsables de la diseminación y contagio, aunque tienen muy poca resistencia fuera del hospedador. Epidemiología: La escabiasis es una parasitosis muy difundida en los perros de México, aunque se asocia a la mala higiene de los alojamientos de los animales, su trasmisión y difusión es por contacto directo pues un problema sanitario muy contagioso. Es probable que varios animales pertenecientes a un criadero, albergue o jauría callejera padezcan la parasitosis al mismo tiempo (fig.2). Un perro adquiere la sarna sarcóptica al entrar en contacto con otros animales infectados. Esto es común cuando el perro sale a defecar u orinar y se encuentra con animales, muchas veces callejeros o de dueños descuidados, se parasitan con los ácaros. Esto también ocurre cuando son llevados a otros ambientes con fines reproductivos (cruza). Es la enfermedad cutánea más pruriginosa del perro y en el protocolo de diagnóstico de otros procesos cutáneos es esta manifestación la que hay que descartar en primera instancia. Afecta a animales de cualquier raza, sexo, y edad. Su presentación epidemiológica tiende a ser atípica y transitoria. 159 Figura 2. El contagio de la sarna sarcóptica es directo, en un criadero, albergue o jauría de perros. Fuente: Propia. Patogenia: La excavación de los túneles en la piel por medio de una acción traumática y expoliatriz histófaga, desencadena una respuesta inflamatoria que es la responsable de los signos clínicos (fig.3). También se presenta una acción inoculatriz al infectarse con bacterias las lesiones ocasionadas por los ácaros y el rascado intenso de los animales. Es posible ver los minúsculos túneles serpeteantes que señalan los desplazamientos de la hembra del ácaro mientras va poniendo los huevos conforme excava un túnel a través de la epidermis (fig. 4). A lo largo del mismo se pueden observar áreas oscuras que representan acumulaciones de huevos y de heces del parásito y al final del túnel se puede encontrar el ácaro y extraerlo con la punta de una aguja. Figura 3. El ácaro Sarcoptes scabei var.canishace la excavación en forma de túneles debajo de la piel para depositar sus huevos. Fuente: Virbac, Salud Animal (sin año). 160 Figura 4. Presencia de ácaros Sarcoptes scabei var. canis en los túneles que cavan en la piel. Fuente: Blagburn (2000). La alimentación, la deposición de huevos y de heces en la piel exponen al hospedador a los alérgenos de los ácaros que en la mayoría de los perros infectados, inducen una respuesta inmunológica tanto humoral como celular. Estos mecanismos de defensa puede permitir una resolución espontánea de la enfermedad después de algunos meses, pero la mayoría de los perros desarrollan una dermatitis de moderada a intensa. Signos clínicos: La característica clínica más notoria de la sarna sarcóptica es el prurito intenso que ocasiona. Los perros están muy inquietos y se rascan constantemente. Por las molestias, al dejar de comer y descansar, disminuye su condición general. Hay pérdida de pelo y el animal puede mutilarse al rascarse. Las lesiones oscurecen el pelaje. Es posible que los signos en muchos casos relativamente leves, la enfermedad puede pasar desapercibida. La sarna sarcóptica de los animales domésticos se inicia habitualmente en áreas relativamente desprovistas de pelo, aunque pueda generalizarse 161 después. En los perros, la cara externa del codo y la pinna de la oreja son lugares típicos de inicio de las lesiones que consisten en pápulas foliculares (fig.5), áreas eritematosas, costras de sangre y escoriaciones por rascado para intentar aliviar el intenso prurito (fig. 6 y 7). La aparición de infecciones bacterianas secundarias (pioderma) es una complicación frecuente. La distribución de las lesiones frecuentemente es asimétrica. Figura 5. Localización anatómica de la sarna sacóptica.. Fuente:Hill (2002). Figura 6. Lesiones características en la sarna sarcóptica de los perros, hay dermatitis severa, alopecia y traumatismos por el rascado intenso. Fuente: Propia. 162 Figura 7. Dermatitis severa, alopecia y traumatismos por el rascado intensoconpápulas foliculares, áreas eritematosas, costras de sangre y escoriaciones por rascado en la sarna sarcóptica del perro. Fuente: Propia. Diagnóstico: Las características clínicas de la sarna sarcóptica son muy sugerentes de la parasitosis, sin embargo, debe confirmarse la presencia de los ácaros por medio de raspados cutáneos. Para lo anterior debe arrancarse el pelo alrededor de la lesión, después raspar la piel alrededor del borde de una lesión utilizando un bisturí y observar al microscopio. También resulta de utilidad efectuar biopsias cutáneas y realizar cortes histopatológicos. Tratamiento: Hay diversos tratamientos que sirven para eliminar y controlar la infección por S. scabiei var. canis que pueden aplicarse por vía tópica u oral o la combinación de ambos (cuadro 1). Cuadro 1. Farmacoterapia para la sarna sarcóptica en perros. Principio activo Dosis (mg/kg) Vía Intervalo (horas) Duración (días) Nombre comercial Selamectina 6 a 12% Oral 1 vez mes Revolution Imidacloprid 10% Tópica 1 vez mes Advantage Ivermectina 0.006 Oral 1 vez semanal Heartgard Amitraz 9% Tópica 1 vez semanal Taktic 163 Control y prevención: Para el control se recomienda utilizar los antiparasitarios tópicos en especial cuando el animal entra en contacto con otros animales, esto reviste especial importancia cuando los perros son llevados a cruzarse. Aspectos de salud pública: Los humanos pueden infestarse con S. scabiei var. canis, aunque es común que las lesiones sean limitadas (fig. 8). La cepa humana se establece mucho más vigorosamente en las personas. Puede darse la situación donde los humanos trasmitan la sarna sarcóptica a los perros. Figura 8. Sarna sarcóptica en el vientre de un humano. Hay prurito intenso, eritema cutáneo, puede haber formación de pústulas Fuente: Fisher (2007). . 164 Diagnóstico del laboratorio de las parasitosis en perros. Introducción: Las enfermedades parasitarias se encuentran entre las causas más frecuentes e importantes que ocasionan una ineficiencia biológica. Los agentes causantes de las parasitosis gastrointestinales en los perros son diversos, por lo que su comportamiento biológico y efecto sobre el animal depende del tipo parasitosis involucrados. Es importante puntualizar en el hecho de que la enfermedad parasitaria no es sólo el resultado de la simple relación canino-parásito, sino más bien es consecuencia de la conjunción de diversos factores, que al presentarse y muchas veces al interactuar entre sí, hacen que el problema se presente. Por lo tanto, el simple uso de fármacos antiparasitarios, sólo lleva a un control parcial de la parasitosis si no son modificadas aquellas situaciones que la favorecen. Diagnóstico de las parasitosis gastrointestinales. Como se mencionó se debe considerar que en la mayoría de los casos la presencia de parásitos en los animales pasa inadvertida por la ausencia de signos clínicos (enfermedad parasitaria subclínica), siendo el mejor momento para establecer el control antiparasitario. Los efectos de los parásitos gastrointestinales sobre los rumiantes son muy similares en todas las situaciones, existiendo sólo pequeñas diferencias en algunos signos de enfermedad, por lo que es necesario efectuar diagnósticos de laboratorio para conocer los parásitos específicos presentes en los animales; para que por diversos métodos se llegue a un diagnóstico confiable de las parasitosis. El diagnóstico de laboratorio será una herramienta útil para el control parasitario, si además se toman en cuenta las circunstancias en que estén los animales, así como todos aquellos factores relacionados con la enfermedad parasitaria. Es fundamental que las enfermedades parasitarias sean diagnosticadas antes de que exista la aparición masiva de casos clínicos. Por lo tanto, se recomienda llevar un programa de desparasitación en promedio cada 6 meses para evitar una parasitosis y evitar posibles contagios. A continuación se describirán las técnicas coproparasitoscópicas más utilizadas para la detección de parásitos en los perros: 165 Técnica microscópica directa. Objetivo: Detectar huevos de helmintos, quistes y trofozoitos de protozoarios. Fundamento: Consiste en diluir una pequeña cantidad de materia fecal en una gota de agua y contrastar por medio de colorantes. Material: Porta y cubreobjetos. Aguja de disección. Lugol parasitológico. Solución salina fisiológica o agua. Microscopio compuesto. Desarrollo: Colocar en el portaobjetos una pequeña cantidad de materia fecal (del tamaño de un grano de alpiste). Agregar una gota de solución salina fisiológica o agua. Homogeneizar la solución con la aguja de disección. Arrastrar las partículas más grandes del portaobjetos con la aguja de disección. Colocar el cubreobjetos y observar al microscopio (esto nos sirve para observar trofozoitos). En ocasiones antes de colocar el cubreobjetos se puede agregar una gota de lugol para resaltar las estructuras parasitarias, sin embargo, esto ocasiona la muerte de los trofozoitos. Interpretación: Se reporta como positivo o negativo. Ventajas: La técnica es de rápida ejecución y el material empleado es barato. Es la única técnica para detectar trofozoitos. Desventajas: Es eficaz cuando es elevada la concentración de estructuras parasitarias. 166 Técnica de flotación (Willis). Objetivo: Detectar quistes de protozoarios, huevos de cestodos y nematodos. En su variante (flotación modificada) permite además detectar huevos de acantocéfalos y trematodos. Fundamento: Se basa en crear una diferencia de densidades, donde las estructuras parasitarias son más ligeras que la solución saturada de cloruro de sodio, por lo que tienden a flotar. Material: Dos vasos de precipitados o de plástico. Coladera de cualquier material. Cuchara de plástico o metal. Asa de platino Portaobjetos. Microscopio compuesto Solución saturada de cloruro de sodio (aproximadamente al 48%) con una densidad mínima de 1.18 grados Baume (g/cm2). Desarrollo: Colocar en uno de los vasos de 3 a5 g de materia fecal (aproximadamente una cucharada). Añadir 50 ml de solución saturada de cloruro de sodio y homogeneizar. Colar a otro vaso. Dejar reposar 15 minutos (tiempo en el que van a flotar las estructuras parasitarias). Tomar con el asa de platino tres gotas de la superficie y colocar en el portaobjetos. Observar al microscopio compuesto. Interpretación: Por ser una técnica cualitativa, el resultado es positivo o negativo. Ventajas: La técnica es rápida y el material empleado es de fácil obtención y barato. 167 Desventajas: Con esta técnica no se pueden identificar parásitos importantes como Fasciola hepática. Técnica de sedimentación. Objetivo: Detectar huevos de trematodos Fundamento: Se basa en una diferencia de densidades, donde las estructuras de mayor peso (incluyendo las parasitarias) son más pesadas que el agua, por lo que sedimentan y se concentran en el fondo. Se utiliza un colorante para contrastar los huevos del resto de los elementos de la muestra. Material: Dos vasos de plástico o precipitados. Coladera. Cuchara de metal o plástico. Aguja de disección. Caja de Petri. Colorante de contraste (azul de metileno, violeta de genciana). Microscopio estereoscópico. Agua corriente. Desarrollo: Colocar en un vaso de tres a cinco gramos de materia fecal. Agregar 100 ml de agua y homogeneizar. Colar a otro vaso. Dejar reposar de 10 a 15 minutos, las estructuras parasitarias sedimentan en ese tiempo. Decantar el sobrenadante. Agregar otra cantidad igual de agua y homogeneizar. Dejar reposar nuevamente. Repetir esta operación hasta que el sobrenadante quede claro. Colocar el sedimento en la caja de Petri. Añadir una gota del colorante y homogeneizar para que la muestra quede uniformemente coloreada. 168 Observar al microscopio estereoscópico: la materia fecal se colorea, los huevos son de color amarillo verdoso y no captan el colorante, por lo que su color contrasta con el azul de los residuos sedimentados. Interpretación: Se reporta como positiva o negativa. Ventajas: Es una técnica rápida y barata. Desventajas: Es una prueba poco confiable (40% de efectividad) Técnica de Mc Master. Objetivo. Cuantificar quistes de protozoarios y huevos de nematodos y cestodos (para ellos la técnica se considera cualitativa). Fundamento. El procedimiento consiste en diluir una cantidad conocida de materia fecal en una cantidad conocida de solución saturada de cloruro de sodio y revisar un volumen conocido de esta mezcla, la cual da el número de estructuras parasitarias encontradas en la muestra inicial. Material. Equipo de Mc Master (recipiente o tubo para la mezcla y cámara) Gotero Solución saturada de cloruro de sodio Microscopio compuesto Desarrollo. En el tubo de Mc Master agregar solución saturada de cloruro de sodio hasta la primera línea. Agregar materia fecal hasta la segunda línea del tubo. Homogeneizar la solución. Poner solución saturada de cloruro de sodio hasta la tercera línea Homogeneizar vigorosamente. 169 Con el gotero, tomar un poco de la muestra de la parte media del tubo y llenar los espacios entre la rejilla y la base de la cámara de Mc Master, sin permitir la formación de burbujas que modifiquen el volumen depositado. Dejar reposar cinco minutos. Observar y contar al microscopio las estructuras parasitarias encontradas en los cuadrantes de la cámara. Interpretación. Se suman los dos cuadrantes y se multiplican por 50 para obtener el número de estructuras parasitarias por gramo de heces. La conversión se basa en el hecho de que se ha examinado un volumen de 0.3 ml en cada espacio de la cámara (0.3 cm de profundidad por 1 cm2). Los dos cuadrantes dan un total de 0.6 ml y puesto que el material se encuentra en una suspensión de 30:1 (30 ml de solución saturada de cloruro de sodio y 1g de heces), en este volumen habrá 0.02g de heces (la cincuentava parte de un gramo). Ventajas. Su ejecución es rápida y el conteo de las estructuras parasitarias da una idea de la cantidad de parásitos eliminados por un animal. Desventajas. No sirve para cuantificar huevos de trematodos y cestodos. 170 Bibliografía Alba HF. Parasitología veterinaria (Manual de laboratorio). 1° ed. México: Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, UNAM. México. 2007. Acha PN, Boris S. Zoonosis y enfermedades transmisibles comunes al hombre y a los animales. Panamericana. Washington, USA. 2003. Agüero NB. Beceril MG. Atlas de dermatología diagnóstica en perros y gatos. Intermédica. Buenos Aires, Argentina. 2008. American Cyanamid Company. Control programs for canine heartworm disease large roundworms and hookworms, life cycles and pathology. New Jersey, USA. Sin año. Berenguer JG. Manual de parasitología morfología y biología de los parásitos de interés sanitario. Barcelona, España. 2006. Blagburn BL, Dryden MW. Atlas Pfizer de parasitología clínica veterinaria. The Gloyd Group. México. 2000. Bowman DD. Enfermedades infecciosas y parasitología en caninos y felinos. Intermédica. Buenos Aires, Argentina 2007. Bowman DD. Parasitología para veterinarios (Georgi’s). Elsevier. Barcelona, España. 2011. Cheng TC. Parasitología general. Editorial A.C. Madrid, España. 1980. Cordero CM. Parasitología veterinaria. McGraw-Hill. Interamericana. España. 2002. Fisher M, Mc Garry J. Fundamentos de parasitología en animales de compañía. Bayer. Intermédica. Buenos Aires, Argentina. 2007. Foster A. Manual de Dermatología en pequeños animales y exóticos. Lexus. España. 2012. Hall EJ. Simpson JW. Manual de gastroenterología en pequeños animales. Lexus. España. 2012. Hill BP. Small animal dermatology. Butterworth Heinemann. USA. 2002. Mazzaferro EM. Emergencias en pequeños animales. Ed. Intermédica. Bayer. Buenos Aires, Argentina. 2011. Nelson RW, Couto CG. Medicina interna de animales pequeños. Ed. Intermédica. Buenos Aires, Argentina. 2000. Noli C., Ghibaudo G. Dermatología clínica y microscópica del perro y el gato. Ed. Servet. España. 2010. 171 Quiroz RH. Parasitología y enfermedades parasitarias de los animales domésticos. Limusa. México. 2003. Radostits OM, Gay CC, Blood DC, Hinchcliff KW. Medicina veterinaria. Edit. Mc Graw-Hill Interamericana. España.2002. Soulsby LEJ. Parasitología y Interamericana, México, D.F. 1987. enfermedades parasitarias. 7a. edición. Thienpon D, Rochete F, Vanparijs OFJ. Diagnóstico de las helmintiasis por medio del examen coprológico. Janssen Research Foundation. Beerse, Bélgica. 1979. Virbac. Manual Clínico de dermatología canina. México. Sin año. William MS, Margo JP, Kocan AA. Parasitic diseases of wild mammals. Blackwell. USA. 2001. Zajac AM, Conboy GA. Veterinary clinical parasitology. Blackwell. USA. 2006. 172