LA NATURALEZA JURÍDICA DEL JUICIO CONTENCIOSO ADMNISTRATIVO Y LA SUSPENSIÓN DEL ACTO IMPUGNADO. Gustavo de Silva Gutiérrez . ∗ SUMARIO: 1. Introducción. 2. Breve reseña histórica. 3. Objetivo del juicio. 3.1 Control sobre normas administrativas. 3.2 Validez normativa. 3.3 Pertenencia de la norma a un sistema. 3.4 Pérdida de validez de la norma. 3.5 Finalidad del juicio contencioso administrativo. 4. Naturaleza jurídica del juicio. 5. La suspensión del acto impugnado. 5.1 Suspensión de oficio. 5.2 Suspensión y solicitud de información. 5.3 Suspensión a instancia de parte. 5.4 Orden público e interés social. 5.5 Suspensión y efectos restitutorios. 5.6 Interés “suspensional”. 5.7. Suspensión y actos consumados. 5.8 Suspensión y actos inexistentes, futuros e inciertos o futuros pero inminentes. 5.9 Suspensión del procedimiento. 5.10 Suspensión contra normas generales. 5.11 Suspensión y apariencia del buen derecho. 1. INTRODUCCIÓN. Las presentes líneas derivan de una plática que me amablemente me permitieron tener los magistrados integrantes del Tribunal Contencioso Administrativo del Estado de México, por lo que lejos de aspirar a un análisis profundo que desentrañe complejas teorías jurídicas respecto del proceso contencioso administrativo y la suspensión del acto reclamado como medida precautoria prevista en el mismo, sólo aspira a ser una sencilla reflexión sobre dichos temas que fueron previamente abordados en la citada charla. En tal virtud, comenzaremos por indicar en breves líneas el origen del juicio contencioso administrativo, para después centrarnos en indicar la finalidad de éste, que consiste en el análisis de las normas jurídicas secundaria que son sometidas a consideración del tribunal vía el proceso indicado para reconocer la validez o determinar la invalidez de éstas. Posteriormente, se comenta sobre los ordenes jurídicos existentes en el ordenamiento jurídicos mexicano a efecto de poder advertir la naturaleza jurídica del proceso que nos ocupa y el orden jurídico en que se encuentra. Finalmente, se hacen algunos comentarios sobre la suspensión del acto ante el tribunal, así como en relación con las modalidades y causas generadoras de la misma. 2. BREVE RESEÑA HISTÓRICA. Diversos autores nos hablan de Estado de Derecho,1 y este no puede entenderse sin sus elementos básicos: división de poderes, derechos fundamentales, imperio de la ley y legalidad de la administración. Este último implica el que la ley impera no sólo sobre el gobernado, sino sobre el propio gobernante. Abogado especialista en derecho constitucional. cfr. Díaz, Elías. Estado de Derecho y Sociedad Democrática. Novena edición. Ed. Taurus. Madrid, 1981. Pág. 31. ∗ 1 Uno de los antecedentes que con mayor frecuencia se suelen citar al hablar del sometimiento de las autoridades a la ley, es el pasaje formulado por el Justicia Mayor Eduard Coke al sostener su confrontación histórica con el rey Jacobo I de Inglaterra, donde se definió que todas las autoridades, incluso el rey, estaban sometidas a la ley. Lo anterior ocurrió cuando "en un conflicto de jurisdicciones, el rey Jacobo I declaró que podía fallar personalmente en cualquiera causa, sustrayéndola del conocimiento de los jueces ordinarios, a quienes consideraba sus delegados. Coke se opuso y la Historia ha conservado, en los documentos que se cambiaron entre sí, el dialogo intrépido que sostuvo el justicia con su rey. ‘De acuerdo con la ley de Inglaterra -dijo el Justicia-, el rey en persona no puede juzgar causa alguna; todos los casos civiles y penales, tendrán que fallarse en algún tribunal de justicia, de acuerdo con la ley y la costumbre del reino.’ A lo que respondió el rey: ‘Creo que la ley se funda en la razón; yo, y otros, poseemos tanta razón como los jueces.’ ‘Los casos que atañen a la vida, a la herencia, a los bienes o al bienestar de los súbditos de su majestad -replico Coke-, no puedes decidirse por la razón natural, sino por la razón artificial y el juicio de la ley, la cual es un arte que requiere largo estudio y experiencia, antes de que un individuo pueda llegar a conocerla a fondo.’ Esta respuesta ofendió al rey, quien dijo que en tal caso, ‘él estaría sometido a la ley, lo cual era traición sostener’. Allí estaba la tesis fundamental del absolutismo; frente a ella, Coke no evadió la afirmación de la monarquía constitucional: el rey no está sometido a ningún hombre, pero si está ‘bajo Dios y la ley’.".2 Del que la administración esté sujeta a la ley, surge la necesidad de crear controles jurídicos sobre los actos de la administración, cuyo origen se encuentra en Francia con el Código Napoleónico a través del Consejo de Estado. Aquí surge por primera vez el término “contencioso-administrativo”;3 necesario para dejar claro que el ciudadano no es un simple destinatario del la acción administrativa, no es un simple instrumento de poder sino que está en el origen del poder; y del cauce de los principios de legalidad de la administración y de la persona como sujeto de derechos surgirán los rectores que orienten el derecho administrativo.4 Ahora bien, no desconocemos la existencia remota de controles de tipo administrativo, como los recursos administrativos ante la propia autoridad, pero este tipo de controles por sí solos no bastan, pues no son jurisdiccionales.5 No hay triángulo procesal, dado que no hay autoridad distinta de ambas partes que resuelva la controversia, así como tampoco hay contienda o litis propiamente dicha. Desde luego que sí existen controles jurisdiccionales sobre actos administrativos. Originalmente en México, el control de los actos de la administración fue realizado a través del juicio de amparo; que no es un juicio 2 Frases textuales tomadas de Walter Lippman. Retorno a la Libertad. Citó: Tena Ramírez, Felipe. Derecho Constitucional Mexicano. Vigésima Novena Edición. Ed. Porrúa. México, 1995. Pág. 214. 3 Cfr. García de Enterría, Eduardo y Tomás Ramón Fernández. Curso de Derecho Administrativo I. Ed. Civitas. Madrid 1989. Pág. 535. 4 Cfr. García de Enterría, Eduardo. Hacia una nueva justicia administrativa. Ed. Civitas. Madrid, 1989. Pág. 37. 5 Cfr. De Silva Nava, Carlos. Estudios Jurídicos. Ed. Porrúa. México, 2007. Págs. 51 y 52. contencioso administrativo propiamente dicho, pues su naturaleza jurídica es totalmente diversa. Lo que sucedió es que en México muchos controles jurisdiccionales sobre la actividad estatal evolucionaron incorrectamente a la luz del juicio constitucional de amparo, el que por lo mismo unificó diversos procesos o procedimientos. El amparo es, desde luego, lo que debe ser, un control constitucional de actos generales de autoridad respecto a normas constitucionales, que en otros países de igual forma se conoce como amparo; es un control constitucional de normas generales secundarias, como acontece en España con las cuestiones de constitucionalidad; pero también el amparo penal hace en cierta medida las veces del Habeas corpus anglosajón; el amparo directo hace las veces del recurso de casación francés; y, desde luego también, hace las veces de juicio contencioso-administrativo.6 Pero el juicio de amparo no era la vía para llevar a cabo propiamente el contenciosoadministrativo, por lo que ya existen controles jurisdiccionales, tanto federales como locales, sobre los actos de la Administración. 3. OBJETIVO DEL JUICIO. De lo hasta aquí expuesto podemos concluir que el juicio contenciosoadministrativo que tramita ante el Tribunal Contencioso Administrativo del Estado de México, es un medio de control que se desarrolla en sede jurisdiccional, respecto de los actos de la Administración Pública. Luego entonces el tribunal ejerce su control no sobre la Administración, sino sobre algunas normas emitidas por ésta. 3.1 Control sobre normas administrativas. En efecto, no debemos olvidar que el Estado es una ficción jurídica, es producto del derecho, por lo que el Estado, y en este caso la Administración Pública, al ser una ficción jurídica, no produce sino normas jurídicas y sólo se manifiesta a través de éstas. Independientemente de que dichas normas tengan ejecución material y por ende consecuencias en el mundo fáctico. Por otra parte, el derecho es un conjunto de normas, y por estas no debemos entender solo a las leyes, sino todas aquellas bien sean generales (como leyes, reglamentos o algunos decretos) o particulares (como actos administrativos, sentencias judiciales, contratos); bien sean emitidas por los órganos del Estado o por los particulares (como los contratos o actos jurídicos de particulares). De todo esté gran ámbito que conforma al derecho en nuestro país, este Tribunal Contencioso Administrativo ejerce el control de las normas jurídicas emitidas por la Administración Pública. Sin embargo, al abordar este punto llama fuertemente la atención observar que en términos del artículo 229, fracción IX del Código de Procedimientos Administrativos del Estado,7 es 6 Cfr. Fix Zamudio Héctor. Citó: De Silva Gutiérrez, Gustavo. El juicio de amparo mexicano y los procedimientos respectivos en España. Centro de Estudios Constitucionales. Tesis profesional. Madrid, 1997. Pág. 18. 7 “Artículo 229.- Procede el juicio contencioso administrativo en contra de: … IX. Los actos que dicten, ordenen, ejecuten o traten de ejecutar las personas que se ostenten como autoridades administrativas o fiscales de carácter estatal o municipal, sin serlo;”. competencia de este tribunal conocer de los actos emanados de personas que se ostenten como autoridades administrativas “sin serlo”. Lo anterior debe contrastarse con el artículo 87 de la Constitución del Estado de México,8 del que se advierte que el citado extremo no se encuentra previsto en la competencia del tribunal, pues en términos de la última norma citada,9 las normas a análisis sólo serán aquellas derivadas de autoridades propiamente dichas, no así de personas que sin serlo se ostenten como tales.10 Ahora bien, el referido control que el tribunal ejerce sobre las normas de la Administración, se traduce en el análisis de la validez o invalidez que reviste cada norma sujeta a su control. En efecto, las normas jurídicas (todas, del Estado o no), tienen un efecto o consecuencia entre nosotros porque valen, porque tienen un valor. Resuelta claro que si no valiesen, sencillamente podrían ser desatendidas sin consecuencia alguna; y todo el conjunto de estas normas válidas es lo que conocemos como derecho. Luego entonces, debemos advertir la fuente de la cual obtienen su valor las normas jurídicas. 3.2 Validez normativa. La validez de cualquier norma jurídica deriva de norma jurídica diversa considerada de igual forma válida.11 Lo anterior, con independencia del sistema de derivación de validez jurídica determinado por el propio ordenamiento; bien sea conforme a la teoría de relación jerárquica normativa,12 conforme a la teoría de la estructura condicional de la norma jurídica,13 8 “Artículo 87.- El Tribunal de lo Contencioso Administrativo conocerá y resolverá las controversias que se susciten entre las administraciones públicas estatal o municipales y organismos auxiliares con funciones de autoridad y los particulares y tendrá plena autonomía para dictar sus fallos.”. 9 A la que desde luego debe someterse el Código de Procedimientos Administrativos. 10 No obstante, una interpretación a la citada norma del Código acorde a la Constitución, sería la referente a considerar que las personas que se pueden llegar a ostentar como autoridades sin serlo, son los propios organismos auxiliares con funciones de autoridad o descentralizados. 11 No hay que confundir la validez de la norma jurídica con los ámbitos de validez, pues los segundos refieren a los aspectos de desarrollo de la primera. 12 cfr. Kelsen, Hans. Teoría pura del derecho. Trad. Roberto J. Vernengo. Décimo quinta edición. Ed. Porrúa. México, 2007. Pág. 201. Conforme a esta teoría, la validez de una norma deriva de otra diversa que se considera necesariamente superior. Es decir, una norma “z” vale porque encuentra su fundamento de validez en una norma “y”; luego entonces la norma “y” será una norma jerárquicamente superior, en virtud de que gracias a ésta, la norma “z” vale, por lo que a su vez, esta última será considerada como norma jurídica jerárquicamente inferior. Conforme a esta consideración, las normas jurídicas se encuentran jerárquicamente relacionadas, derivando la validez normativa de la norma superior a la inferior, la que a su vez podrá ser superior respecto de otra si le deriva validez. 13 cfr. Tamayo y Salmorán, Rolando. Sobre el sistema jurídico y su creación. Universidad Nacional Autónoma de México. México, 1976. Págs. 93 a 95. Mediante esta teoría se sostiene que los actos jurídicos se encuentran relacionados en un condicionamiento sucesivo en el que se identifican actos condición que establecen las características de los actos que les suceden, constituyendo de esta forma normas jurídicas en cadena. Así, mientras más mediata se encuentre la norma condición de los actos consecuencia, ésta primera será común a un mayor número de normas, por lo que a mayor mediatez mayor comunidad, y si varios comportamientos jurídicos se adecuan a un mismo acto, tendrán una condición común de la que se advierte su unidad jurídica. conforme a la teoría de la regla de reconocimiento14 o conforme a cualquier otra teoría que les sea diversa a las indicadas. De esta forma, las sentencias del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de México, valen porque obtienen su validez del Código de Procedimientos Administrativos del Estado de México y del Código Administrativo del Estado de México; y éstos a su vez valen porque obtuvieron su valor de la Constitución del Estado de México.15 Pero de igual forma, las normas administrativas sujetas a la revisión del citado tribunal, valen porque obtiene su validez derivada de otras normas del Estado de México. 3.3 Pertenencia de la norma a un sistema. Por otra parte, la norma jurídica que deriva validez, no solo torna válida una norma, sino que la hace pertenecer a un sistema jurídico determinado. Luego entonces, la norma o acto administrativo pertenecerá al orden jurídico al que pertenezca la norma que le derivó validez; y en este sentido, parte de los ámbitos de validez de la ésta16 se verán también orientados por la norma que permite su creación.17 De esta forma, las normas jurídicas pueden encontrar un punto de relación coincidente en la medida en que compartan mediata o inmediatamente un sistema jurídico común.18 De esta forma, la norma o acto administrativo sujeto a control será válida en la medida en que exista19 como parte del ordenamiento jurídico; al que se integrará en virtud del esquema de validez normativo establecido y perteneciendo al sistema que la validó y con ello la integró; por lo que debe quedar claro que la validez no es una norma, sino la forma en que las normas 14 cfr. Hart, H.L.A. El concepto de derecho. Trad. Genaro R. Carrio. Segunda Edición. Ed. AbeledoPerrot. Argentina, 1992. Págs. 129 a 135. En esta teoría se identifica el origen de la validez de las normas en una diversa denominada “regla de reconocimiento”, mediante la que se permite identificar la pertenencia de las normas al sistema jurídico y por ende, su reconocimiento o validez; así, una norma será válida sólo en la medida en que satisfaga los requisitos establecidos en la indicada regla, pudiendo incluso reconocer una regla de reconocimiento última respecto de la cual no se puede predicar validez o invalidez, sino que simplemente se le acepta para cumplir su función de reconocer u otorgar validez a otras normas. 15 Que a su vez obtuvo el valor que le derivó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que dichas normas también otorgan validez, aunque mediata, a las sentencias del Tribunal Contencioso Administrativo del Estado de México. 16 Como de cualquier otra norma jurídica (excepto la Constitución). 17 También así, podremos observar que las sentencias del Tribunal Contencioso Administrativo del Estado de México, como normas jurídicas, pertenecen al orden jurídico del Estado de México, en virtud de que al mismo orden pertenecen el Código Administrativo y el Código de Procedimientos Administrativos, ambos del Estado de México. 18 La relación existente entre un reglamento del municipio de Nacajuca, en Tabasco y el Código de Procedimientos Civiles del Estado de México, deriva en que si bien cada una de ellas pertenece a un sistema jurídico diverso (el orden local), lo cierto es que ambas son normas pertenecientes al sistema jurídico mexicano, en virtud de que al final de la cadena de validez, ambos obtienen su valor original de la Constitución General de la República. Lo que no acontecerá el Código de Procedimientos Civiles del Estado de Durango con el Código Penal de Miünich, Alemania, pues aquí no existe relación alguna y no comparten sistema jurídico, dado que las normas que les dan validez original son diversas (una será la Constitución Mexicana y la otra la Alemana). 19 cfr. Ross, Alf. El concepto de validez y otros ensayos. Trad. Genaro R. Carrió y otro. Cuarta reimpresión de la primera edición. Ed. Fontamara. México, 2006. Pág. 23. se integran al sistema jurídico.20 Así un posible sentido del término validez podrá equipararse a pertenencia.21 3.4 Pérdida de validez de la norma. Ahora bien, al igual que la norma jurídica (y entre ellas la administrativa) adquiere validez al momento en que surge conforme lo establecido en norma diversa pero igualmente válida, la norma podrá perder validez cuando deje de existir conforme lo establecido por otra norma.22 Así pues, tal y como unas normas jurídicas prevén la expedición de otras normas, de igual forma prevén su derogación o abrogación, con la consecuente pérdida de validez jurídica.23 Otra forma en que la norma jurídica deja de existir, es cuando cumple su condición o fin, o culmina su vigencia temporal. En estos casos, la causa jurídica generadora de pérdida de validez normativa, suele encontrarse prevista en la propia norma jurídica y no en una diversa.24 Por otra parte, la norma jurídica puede ser despojada de su validez cuando así es declarado por el órgano competente. En estos casos, la posibilidad de declaratoria de invalidez se encuentra prevista en una norma jurídica diversa. Así, las normas pueden prever los causes en virtud de los cuales se declare la invalidez de las mismas por los órganos del Estado. En estos casos, la declaratoria será producto del análisis jurídico cuyo resultado se traduzca en considerar que la norma no cubrió los parámetros exigidos por diversa norma, dado que no puede considerarse válida una norma que no ha nacido conforme a lo establecido en aquella que le es superior al derivarle valor, y lo anterior podrá generar la correspondiente declaratoria de invalidez.25 3.5 Finalidad del juicio contencioso administrativo. Desde la óptica indicada, la función del Tribunal Contencioso Administrativo del Estado de México mediante el juicio contencioso administrativo, es determinar si las normas que son puestas a su consideración, tiene valor jurídico o no. En el claro entendido que las normas jurídicas valen per se, hasta en tanto no sea declarado lo contrario por el órgano competente.26 20 Cfr. Luhmann, Niklas. El derecho de la sociedad. Trad. Javier Torres Navarrete y otros. Segunda edición. Ed. Herder. México, 2005. Pág. 159. 21 Cfr. Caracciolo, Ricardo. La noción de sistema en la Teoría del Derecho. Segunda edición. Ed. Fontamara. México, 1999. Pág. 48. 22 Normalmente, las condiciones para que una norma pierda validez se encuentran determinadas en la misma norma que le derivó validez, pero no necesariamente debe ser así. 23 Respecto de la validez de leyes federales, el artículo 72 constitucional prevé el procedimiento de expedición de las mismas, pero en el inciso F del mismo artículo prevé la pérdida de validez al reconocer el procedimiento para la derogación de éstas. 24 Lo anterior a diferencia de lo que ocurre con la adquisición de validez o las restantes formas de pérdida de la misma. 25 cfr. De Silva, Gustavo. El cumplimiento de disposiciones constitucionales en el procedimiento legislativo. Propuesta de reformas legales e interpretación de las normas existentes. Calvo, Enrique (coord.). Tomo I. Barra Mexicana, Colegio de Abogados. Ed. Themis. México, 2002. Pág. 1229. 26 En el presente caso, por este Tribunal, como lo reconoce el artículo 1.10 del Código Administrativo del Estado de México. Por otra parte, si bien la principal función del citado tribunal la realiza mediante el análisis de validez de normas jurídicas, no debemos olvidar que en algunos casos analiza también actos negativos u omisiones que desde luego no pueden considerarse normas jurídicas propiamente (en la medida en que no existen como tales), sino en su caso ausencia de éstas y por ende no podemos hablar propiamente de análisis de validez. Lo mismo que cuando se determina únicamente el alcance e interpretación de la norma sin analizar necesariamente su valor. Pero en cualquier caso, la regla general es que el contencioso administrativo es un medio de control por el que se analiza la validez de normas jurídicas. 4. NATURALEZA JURÍDICA DEL JUICIO. Conforme lo indicado en líneas anteriores, existen controles jurisdiccionales de diversas normas jurídicas. Estos controles, por regla general, pertenecen al mismo sistema al que pertenece la norma a controlar. Así, un acto administrativo cuyo valor lo obtuvo de una norma jurídica perteneciente al sistema jurídico del Estado de México podrá ser revisada mediante el ejercicio del control jurisdiccional perteneciente al mismo sistema, verbigracia, al proceso contencioso administrativo del Estado de México; y por su parte, una norma jurídica administrativa del sistema federal podrá ser revisada por el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. Es a través de éstos medios de control que se reconoce la validez de la norma jurídica o en su caso, se determina la invalidez de ésta, generando su ineficacia y por ende, expulsándola del sistema parcial o totalmente. Sin embargo, el control ejercido por el Tribunal Contencioso Administrativo del Estado de México se encuentra limitado, en cuanto a las normas sujetas a éste, a aquellas administrativas pertenecientes al sistema jurídico del Estado de México. No debemos olvidar que los controles no se mezclan; es decir, el control local no revisa normas federales ni viceversa, pues lo que se analizará es la validez de la norma y por ende su pertenencia a un orden jurídico determinado mediante el medio de control establecido en el propio orden jurídico.27 Llegado este punto, no podemos inadvertir el que el juicio de amparo de también puede revisar normas administrativas del Estado de México. Lo que sucede es que el amparo no es un medio de control federal. Los controles jurisdiccionales federales o locales, son propiamente controles de legalidad, en virtud de que analizarán la norma a la luz de diversa norma secundaria del propio sistema u orden jurídico al que pertenece. Sin embargo, el juicio de amparo analizará la validez de la norma a la luz de la Constitución. 27 Sería absurdo que existiera un medio de control en el orden jurídico ruso que reconociera la validez o determinara la invalidez de normas del orden jurídico mexicano. Sin embargo, es importante que no se confunda cuando la autoridad actúa por convenios de coordinación; por ejemplo cuando autoridades del Estado de México realizan una auditoria para verificar el cumplimiento de contribuciones federales, pues en estos casos, en virtud del convenio, las autoridades locales aplican normas federales, por lo que el medio de control será federal; es decir, ante el Tribunal Federal de Justifica Fiscal y Administrativa. En efecto, en el sistema jurídico mexicano coexisten tres diversos órdenes normativos a saber: a) el orden constitucional; b) el orden federal y c) el orden local,28 y conforme a ello podremos observar que el juicio de amparo no es del orden federal ni local, sino constitucional o total, cuyos procedimientos o procesos mediante los que dicho orden se actualiza se encuentran creados directamente por la Constitución y para fines que le son propios a ésta, entre los que se encuentran a saber, la reforma o adiciones a la Constitución; la suspensión de garantías; la formación de nuevos estados dentro de los límites existentes o admisión de ellos a la Federación; y, las controversias constitucionales, las acciones de inconstitucionalidad y desde luego, el juicio de amparo.29 Por lo anterior es que el amparo si puede revisar cualquier norma federal o local, incluyendo las sentencias del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de México; porque no es del orden federal, sino del orden constitucional o total. Pero de igual forma, el juicio de amparo es un medio de control mediante el que se realiza el análisis de la validez de normas jurídicas. Ahora bien, si analizamos lo indicado en los párrafos inmediatamente precedentes, relacionándolo con lo mencionado en este mismo trabajo, pero respecto a la validez de normas jurídicas, llama la atención el contenido del artículo 272 del Código de Procedimientos Administrativos del Estado de México,30 que establece como causas de invalidez de las normas generales, el contravenir las disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes emanadas de ésta; dado que entre éstas se encuentran las leyes federales, pero las normas administrativas del citado Estado no tiene obligación de apegarse a éstas, dado que de ellas no obtienen su validez y por ende, las mismas no orientan sus contenidos. Por lo que si bien es cierto que la norma que se invalida es del sistema jurídico del Estado de México, también lo es que no existe motivo jurídico por el que una norma local sea invalidada sólo por el hecho de ser contraria a una norma federal.31 Por otra parte y por lo que respecta a la declaratoria de invalidez de la norma local por contravenir a la Constitución General de la República, tampoco lo considero afortunado, pues como indicamos, el proceso contencioso 28 cfr. De Silva Gutiérrez, Gustavo. Suspensión de Garantías. Análisis del artículo 29 constitucional. Cuestiones Constitucionales, Número 19. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Universidad Nacional Autónoma de México. México, 2008. Pág. 56. 29 cfr. Schmill, Ulises y Gustavo de Silva Gutiérrez. La sanción ante el incumplimiento de la sentencia de amparo. El Foro. La ejecución de sentencias de amparo, la repetición del acto reclamado y la negativa a suspenderlo. Décimo cuarta época. Tomo XVIII. Número 2. Barra Mexicana Colegio de Abogados. México, 2005. Págs. 17 y 18. 30 Artículo 275.- Será causa de invalidez de los reglamentos, decretos, circulares y demás disposiciones de carácter general, que se hayan impugnado en el juicio; la violación de las disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México y de las leyes que de una y otra emanen. La decisión de invalidez sólo se referirá al caso concreto, sin hacer una declaración general respecto de la disposición reclamada. 31 Imaginemos el caso de que la norma federal esté invadiendo competencias de la norma local. La que debiera declararse inválida es la federal por contradecir la distribución de competencias establecidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y no así la norma local, aunque contradiga a la federal. administrativo no es un medio de control constitucional y la función del tribunal no debe ser la de interpretación constitucional. Realizada la anterior aclaración y retomando la idea del presente punto, debemos concluir entonces que el juicio contencioso administrativo que se tramita ante el Tribunal Contencioso Administrativo del Estado de México es un medio de control perteneciente al orden jurídico local, específicamente aquel que se desenvuelve en la jurisdicción territorial de la entidad constitucional denominada Estado de México.32 5. LA SUSPENSIÓN DEL ACTO IMPUGNADO. La suspensión del acto en los medios de control jurisdiccional, no es una medida judicial que determine la invalidez de la norma jurídica sujeta a control.33 Lo que la medida suspensiva genera es la paralización de las consecuencias, en las más de las veces fácticas, de la norma jurídica, pero no la invalidez de la norma en sí misma considerada; bien sea que dichas consecuencias pudieran ser otras normas jurídicas o la ejecución de las mismas, pero la norma jurídica sujeta a control, como tal, no es susceptible de suspensión, como se verá más adelante.34 Hecha la anterior aclaración, procederemos brevemente, más que a realizar un análisis acucioso de la medida cautelar de mérito, a comentar algunos aspectos relativos a ésta y a situaciones concretas respecto de las cuales puede ser procedente o improcedente la protección interlocutoria. 5.1 Suspensión de oficio. El artículo 254 del Código de Procedimientos Administrativos del Estado de México35 establece que la suspensión se decretará de oficio o a instancia de parte, y de igual forma establece que, cuando se esté en los casos de procedencia de la suspensión de oficio, ésta debe otorgarse “de plano”; es decir, sin obstáculos. Lo anterior implica que cuando el acto impugnado sea uno de los previstos en el Código cuando refiere a la suspensión de oficio, el magistrado siempre debe otorgarla, sin realizar ningún análisis de procedencia o concesión. Se concede siempre sin consideración jurídica alguna, además que esto debe suceder en forma inmediata en el mismo acuerdo que admite la demanda. 32 Por lo anterior, deberá quedar claramente diferenciado de los controles pertenecientes, también al orden local, pero con jurisdicción diversa al ser parte de ordenamientos diferenciados por el ámbito de validez espacial de la norma jurídica, y desde luego y de igual forma deberá diferenciarse del orden jurídico local, pues el ámbito de validez material de la norma jurídica es distinto, y finalmente del orden constitucional o total indicado en párrafos anteriores. 33 Recordemos que por regla general, todo acto de autoridad es una norma jurídica. 34 Por ejemplo en el caso de una clausura, obsérvese que la orden de clausura en sí, si bien debe ser acto impugnado, no es susceptible de suspensión, lo que no ocurre con la ejecución de ésta, pues la misma no sólo podrá ser también acto impugnado, sino susceptible de suspenderse. 35 Artículo 254.- La suspensión del acto impugnado se decretará de oficio o a petición de parte. Sólo procede la suspensión de oficio cuando se trate de multa excesiva, confiscación de bienes, privación de libertad por autoridad administrativa y actos que de llegar a consumarse harían físicamente imposible restituir al actor en el pleno goce de sus derechos. Esta suspensión se decretará de plano por el magistrado de la sala regional, en el mismo acuerdo en que se admita la demanda. Por otra parte, y en términos del mismo precepto legal indicado, la suspensión de oficio se otorga entre otros casos cuando el acto se trate de confiscación de bienes o multa excesiva, entendiéndose ésta última, conforme a diversos criterios del Poder Judicial de la Federación, como aquella que no reúne ciertas características como las relativas a considerar para su imposición la gravedad de la infracción, el monto del negocio, la capacidad económica del infractor, etc.36 Otro aspecto por el que procede la suspensión de oficio, es por la privación de libertad llevada a cabo por autoridad administrativa. Sin embargo, este punto considero que necesariamente debe interpretarse en el sentido en que no se trate de aspectos penales en los que la Constitución autoriza a la autoridad administrativa a privar de la libertad a las personas, pues recordemos que el Ministerio Público es una autoridad administrativa que en algunos casos y bajo determinadas circunstancias puede afectar la libertad física y personal de los gobernados. En estos casos considero inconveniente otorgar una suspensión, la cual se habría generado en virtud de una equivocada interpretación del precepto en mención.37 Finalmente, también procede la suspensión de oficio en aquellos casos de imposible restitución, considerando en este punto importante hacer mención a la diferencia existente entre actos de imposible y de difícil reparación, dado que respecto a la primera la suspensión es de oficio y por lo que hace a la segunda la medida cautelar se otorga sólo a instancia de parte. Así pues, y aclarando que entramos a un tema por demás casuístico debemos indicar que por ejemplo, actos como la demolición de un inmueble no es un acto de imposible reparación, en virtud de que aún cuando su restitución sea difícil no deviene imposible, caso que no ocurrirá si el inmueble es un monumento arqueológico o cuando se ordena la destrucción de una obra de arte, pues en estos casos la ejecución de la norma haría imposible la restitución en caso de otorgarse sentencia favorable al actor.38 5.2 Suspensión y solicitud de información. Otro punto interesante ha sido el relativo a actos de autoridad que solicitan información; máxime cuando la misma es confidencial se traduce en secretos industriales, pues una vez que se revelan ya no pueden restituirse las cosas al estado en que se encontraban antes de su conocimiento por un tercero. 36 Entre otras puede observarse el criterio sustentado en la Novena Epoca, en la tesis VIII. 1o 24 A, visible a página 1422 del Seminario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo IX, Marzo de 1999, que aparece bajo el rubro: “MULTAS FISCALES. REQUISITOS QUE DEBEN CONTENER PARA SU DEBIDA MOTIVACIÓN.”. 37 En contra de arrestos y medidas similares, considero la disposición adecuada para mantener viva la materia del juicio. 38 Es ilustrador el criterio sustentado en la tesis VII.1o.A.T.7 K, emitida en la Novena Época, bajo el rubro: “SUSPENSIÓN DE OFICIO PREVISTA EN LA FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 123 DE LA LEY DE AMPARO. CUÁNDO PROCEDE.”. En este punto, los primeros criterios de la Suprema Corte fueron en el sentido de que en estos casos sí procedía la suspensión. Sin embargo dichos criterios han ido cambiando y actualmente en algunos casos incluso establecen que la suspensión de solicitud de información por algunas entidades gubernativas39 debe negarse, argumentando que dicha autoridad en términos de su ley tiene la obligación de guardar secreto.40 Será desde luego una cuestión de criterio en cada caso concreto, sopesando el perjuicio que se causa de negar la suspensión o el interés social y el orden público. 5.3 Suspensión a instancia de parte. Cuando no nos encontremos ante un caso en que deba otorgarse la suspensión de oficio, para otorgarse la medida cautelar, siempre deberá ser solicitada expresamente por el actor; lo que puede realizar en cualquier momento, bien sea al momento de presentar su demanda o con posterioridad, siempre y cuando no se haya resuelto el juicio en definitiva. Sin embargo en estos casos, para que la suspensión resulte procedente, será necesario que con su concesión no se contravengan disposiciones de orden público o se afecte el interés social. 5.4 Orden público e interés social. Como se indicó, la suspensión no se otorgará si se contravienen disposiciones de orden público, si se sigue perjuicio al interés social o si se deja sin materia el juicio.41 Por lo que respecta al interés social y al orden público, este será determinado en cada caso concreto por el juzgador, por lo que si bien es un tema que puede abarcar el legislador al emitir la norma, ello no implica que escape al análisis de quien juzga el caso concreto.42 En cualquier caso, consideramos que no es un aspecto que competa a la autoridad administrativa. Así, respecto a contravenir el orden público o el interés social se ha entendido que éste se refiere a situaciones en que se priva a la colectividad de un beneficio que le otorgan las leyes o se le infiere un daño que de otra manera no resentiría. Por lo que en todo caso siempre deberá sopesarse el perjuicio que 39 Como la Comisión Federal de Competencia. Al respecto puede observarse entre otros, el criterio sustentado en la jurisprudencia 2a./J. 37/2004 emitida en la Novena Época por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a página 447 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XIX, abril de 2004. bajo el rubro: “SUSPENSIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO. NO PROCEDE CONCEDERLA CONTRA LOS REQUERIMIENTOS DE INFORMACIÓN Y DOCUMENTACIÓN FORMULADOS POR LA COMISIÓN FEDERAL DE COMPETENCIA EN EJERCICIO DE SUS FUNCIONES PARA INVESTIGAR PRÁCTICAS MONOPÓLICAS, PORQUE DE OTORGARSE SE AFECTARÍA EL INTERÉS SOCIAL Y SE CONTRAVENDRÍAN DISPOSICIONES DE ORDEN PÚBLICO.”. 41 En este punto, es claro que la finalidad de la suspensión debe ser mantener viva la materia del juicio y no viceversa. 42 Al respecto puede observarse la jurisprudencia emitida en la Séptima Época por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a página 343 del Apéndice de 1995, tomo VI, parte SCJN, que aparece bajo el rubro: SUSPENSION DEL ACTO RECLAMADO, CONCEPTO DE ORDEN PUBLICO PARA LOS EFECTOS DE LA.”. 40 resentiría la sociedad con el que resentirá la quejosa;43 además que los juzgadores deben fundar y motivar sus resoluciones, indicando los motivos por los que consideran que se sigue o no perjuicio al interés social o se contravienen o no disposiciones de orden público.44 Luego entonces, habrá que analizarse cada caso concreto; así por ejemplo, contra la destitución de un servidores públicos no debe proceder la suspensión, pues se afecta el interés social y el orden público; caso que no acontece si en vez de destitución es una suspensión en el cargo, pues se está en el supuesto que el funcionario es apto para desempeñar sus funciones, y por lo mismo no lo destituyeron en definitiva, sino solo lo suspendieron. Y así podrán surgir innumerables casos, en los que se deberá realizar el análisis indicado con anterioridad, sopesando el perjuicio que la ejecución del acto le irrogue al quejoso y el interés social y el orden público. 5.5 Suspensión y efectos restitutorios. Los efectos restitutorios son propios de la sentencia que resuelve en definitiva la controversia sujeta a consideración; pues toda sentencia por naturaleza propia debe ser reparadora, y ello no se logra si no es mediante la generación de efectos restitutorios, pues la regla general implica que una sentencia resuelve una controversia pasada45 y en esa medida, para subsanar el agravio ya ocasionado necesariamente debe mirar al pasado y restituir la afectación. Desde dicha óptica, las resoluciones procesales que no resuelven el fondo de la controversia, tiene efectos limitados y no principalmente reparadores, pues aún no se ha resuelto si la norma sujeta a control es inválida o no.46 Sin embargo, el otorgamiento de la suspensión del acto en algunos casos, no sólo paraliza las consecuencias derivadas de éste, sino que en cierta medida puede retrotraer los efectos de algunas consecuencias ya ocurridas.47 43 Puede observarse el criterio de la Novena Época, visible en la página 1515 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXI, abril de 2005, intitulada: “SUSPENSIÓN EN EL AMPARO. ALCANCE Y VALORACIÓN DE LOS CONCEPTOS "INTERÉS SOCIAL" Y "ORDEN PÚBLICO", PARA EFECTOS DE SU CONCESIÓN.”. O de igual forma puede analizarse la tesis de Novena Época, visible a página 986 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXV, junio de 2007 con rubro: “SUSPENSIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO. PARA DETERMINAR SI SE AFECTAN EL ORDEN PÚBLICO E INTERÉS SOCIAL, DEBE SOPESARSE EL PERJUICIO REAL Y EFECTIVO QUE PODRÍA SUFRIR LA COLECTIVIDAD, CON EL QUE PODRÍA AFECTAR A LA PARTE QUEJOSA CON LA EJECUCIÓN DEL ACTO RECLAMADO Y EL MONTO DE LA AFECTACIÓN DE SUS DERECHOS EN DISPUTA.”. 44 Véase la jurisprudencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitida en la Novena Época, consultable a página 357 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XVI, julio de 2002 con título: “SUSPENSIÓN DEFINITIVA. AL RESOLVER SOBRE ELLA, EL JUZGADOR DE AMPARO DEBE EXPONER, EN SU CASO, LOS MOTIVOS POR LOS QUE CONSIDERE SE OCASIONA O NO PERJUICIO AL INTERÉS SOCIAL Y SI SE CONTRAVIENEN O NO DISPOSICIONES DE ORDEN PÚBLICO.”. 45 No se demanda lo que pueda ocurrir o el posible incumplimiento futuro de una obligación; sino la afectación actual. 46 Pensemos por ejemplo en una violación al derecho de petición. Si se otorga una suspensión con efectos restitutorios, eso generará que la autoridad contesté la petición, cuyo aspecto es propio y exclusivo de la sentencia de fondo, pues eso es precisamente la litis del asunto. 47 Puede retrotraer algunos efectos de consecuencias ocurridas con motivo de la existencia de la norma impugnada, pero no así debe desaparecer o afectar la norma impugnada propiamente. El segundo párrafo del artículo 255 del Código de Procedimientos Administrativos del Estado de México,48 nos indica que a la suspensión, pueden dársele efectos restitutorios cuando se trate de actos privativos de libertad por autoridad administrativa49 o cuando a criterio del magistrado sea necesario para conservar la materia del juicio o impedir perjuicios irreparables. En cuanto a éstos dos aspectos, nos parece plausible la disposición normativa, pues se trata de casos en los que la medida incluso debe ser otorgada de oficio; sin olvidar que una de las principales finalidades de la suspensión es mantener viva la materia del juicio. No obstante, llama fuertemente la atención la misma disposición cuando indica que a la suspensión se pueden otorgar efectos restitutorios cuando afecte a particulares de escasos recursos económicos. En este punto, el tribunal deberá en primer término generar una medida para poder determinar en que casos se está ante la presencia de sujetos con escasos recursos económicos, pues lo anterior contiene una carga altamente subjetiva. Por otra parte, no se observa una justificación real y objetiva en esta materia para que la norma introduzca una desigualdad entre los gobernados. En efecto, la norma está regulando los efectos de la suspensión del acto de autoridad que está afectando a una persona, y el nivel de afectación o agravio generado no depende de las características a priori del sujeto afectado, sino de la naturaleza del acto impugnado. Si se quiere, de la naturaleza del acto en relación con el sujeto afectado, pero siempre de la naturaleza y alcance del acto, y nunca en forma aislada de aspectos personales del gobernado.50 5.6 Interés “suspensional”. Los criterios del Poder Judicial de la Federación y de diversos tribunales contenciosos administrativos han evolucionado hasta el extremo de solicitar un interés suspensional, lo que consideramos jurídicamente incorrecto, pues el interés debe requerirse y desde luego demostrarse para ejercer la acción, no para solicitar la suspensión del acto, que se reitera, es consecuencia del ejercicio de la acción pero no es éste propiamente, por lo que no deben 48 Artículo 255.- […] La suspensión podrá concederse con efectos restitutorios siempre que proceda el otorgamiento de la medida cautelar genérica, cuando se trate de actos que afecten a particulares de escasos recursos económicos, actos privativos de libertad decretados al particular por autoridad administrativa o bien, cuando a criterio del magistrado sea necesario otorgarle estos efectos con el objeto de conservar la materia del litigio o impedir perjuicios irreparables al propio particular. 49 En este punto nos remitimos al comentario realizado líneas anteriores cuando mencionamos este tipo de actos. 50 Obsérvese que una multa de $5,000.00 genera una fuerte afectación a una persona que gana el salario mínimo; sin embargo, aunque posiblemente no pueda ser considerada como de escasos recursos económicos una persona con ingresos de $25,000.00, si se le impone un crédito fiscal de $2´000,000.00, la afectación a ésta última es mayor que en el caso primeramente citado y la norma no otorga la misma protección. Es absurdo pensar que la norma debe impedir la clausura atendiendo a las características del gobernado, cuando en cualquier caso dicha medida extinguirá el sustento del mismo. confundirse.51 No obstante lo anterior, los criterios del Poder Judicial de la Federación son claros al exigir dicho interés en materia de suspensión.52 5.7. Suspensión y actos consumados. Desde luego la suspensión no procede contra actos consumados, pues para remediar el agravio que genera un acto consumado se requiere determinar la invalidez del mismo y esto como se ha indicado, es propio de la sentencia de fondo.53 Lo que si se puede suspender, son los efectos y consecuencias de un acto consumado, como por ejemplo en aquellos casos en que los efectos de éste son continuos o de tracto sucesivo; máxime si se solicitan bajo la teoría de la apariencia del buen derecho.54 Conforme lo indicado, debe observarse que los actos de autoridad no solo generar consecuencias al momento en que se emiten, sino que las mismas se prolongan en el devenir del tiempo. En este punto pues, hay que distinguir entre actos continuos y actos de tracto sucesivo, los que conforme a algunos criterios refieren de los primeros que son aquellos que no se conforman de una pluralidad de acciones con unidad de intención mientras que respecto de los segundos opera precisamente viceversa.55 51 La suspensión es una medida cautelar dentro del juicio, pero no el juicio. No tendría por que exigirse el interés suspensional. 52 Véase entre otras la jurisprudencia 2a./J.114/99 emitida en la Novena Época por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable a página 557 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo X, octubre de 1999, intitulada: “SUSPENSIÓN. ES IMPROCEDENTE RESPECTO DE LA CLAUSURA DE ESTABLECIMIENTOS MERCANTILES, CUANDO LA LICENCIA DE FUNCIONAMIENTO NO HA SIDO REVALIDADA (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL).”. O la tesis emitida en la Novena Época, visible a página 1843 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XIX, mayo de 2004, bajo el rubro: “SUSPENSIÓN DEFINITIVA. EL INTERÉS PARA OBTENERLA EN CONTRA DE UNA CLAUSURA SE ACREDITA CON EL AVISO DE CONSTRUCCIÓN, CUANDO EL PROBLEMA DEBATIDO EN EL JUICIO CONSTITUCIONAL CONSISTE EN DILUCIDAR SI PARA REALIZAR LA OBRA EL GOBERNADO ÚNICAMENTE REQUIERE PRESENTAR ESE AVISO O CONTAR CON LICENCIA.”. 53 Obsérvese la jurisprudencia IV.3o.J/21 sustentada en la Novena Época visible a página 686 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo III, marzo de 1996, bajo el rubro: “ACTOS CONSUMADOS. SUSPENSION MPROCEDENTE.”. 54 Por ejemplo el caso de un arresto o clausura, que si bien la orden está emitida y consumada, los efectos de ésta perduran en el tiempo. Obsérvese la jurisprudencia P./J.16/96 emitida en la Novena Época por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a página 36 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo III, abril de 1996, titulada: “SUSPENSION. PROCEDENCIA EN LOS CASOS DE CLAUSURA EJECUTADA POR TIEMPO INDEFINIDO.”. O la tesis de Octava Época, sustentada por la Segunda Sala de dicho Máximo Órgano Jurisdiccional del Estado Mexicano, consultable a página 18 de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,. 56, agosto de 1992 con rubro: “SUSPENSION. PROCEDENCIA DE LA. TRATANDOSE DE CLAUSURA EJECUTADA POR TIEMPO DETERMINADO.”. 55 Consúltense entre otras las tesis: Octava Época: Una visible a página 704 del Semanario Judicial de la Federación. I, Segunda Parte-2, enero a junio de 1988, bajo el rubro: “SUSPENSION. DISTINCION ENTRE LOS ACTOS DE TRACTO SUCESIVO Y ACTOS CONTINUOS.”; Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, 22-24, octubre-diciembre de 1989, página 97, con rubro: “CLAUSURA EJECUTADA. CONTRA ELLA ES JURIDICAMENTE CORRECTO CONCEDER LA SUSPENSION, POR SER UN ACTO DE TRACTO SUCESIVO.”; Novena Época, página 636 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo II, octubre de 1995, intitulada: “SUSPENSION. CLAUSURA EJECUTADA, NO ES UN ACTO DE TRACTO SUCESIVO. PARA EFECTOS DE LA.”, y Novena Época, página 1862 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXVI, 5.8 Suspensión y actos inexistentes, futuros e inciertos o futuros pero inminentes. La suspensión del acto impugnado no debe proceder en tratándose de actos inexistentes, pues si no se demuestra la existencia del acto, más aún si éste no existe, es claro que menos aún genera consecuencias, por lo que no existe materia para decretar la medida cautelar al no existir algo que suspender. Con razonamiento similar, debe observarse que cuando la suspensión se solicita respecto de un acto futuro pero incierto, la medida de igual forma deviene improcedente, pues no existen elementos al momento de resolver el indicado tema, para considerar que hay materia de la cual se pueda ocupar la suspensión,56 ya que si bien es cierto que existe alguna posibilidad de que la consecuencia del acto se genere, también lo es que no existe certeza de lo anterior y las medidas o decisiones judiciales analizan aspectos acaecidos o de realización inminente, caso este último respecto del cual la medida si resulta procedente, pues aunque la consecuencia no se haya actualizado, su realización es inminente y cierta, motivo por el cual debe concederse la suspensión a efecto de que cuando se actualice la consecuencia ésta sea paralizada evitando cause agravio al gobernado.57 5.9 Suspensión del procedimiento. En caso de ser procedente el otorgamiento de la suspensión, ésta debe concederse cuidando no suspender el procedimiento en caso de que exista alguno relacionado en el acto impugnado. Lo anterior, salvo que de continuar o inclusive culminar dicho procedimiento pueda quedar sin materia el juicio,58 pues en estos casos y mediando el prudente criterio del juzgador, se podrá suspender el procedimiento59 o en su defecto, permitir la continuación del agosto de 2007, bajo título: “SUSPENSIÓN PROVISIONAL EN EL AMPARO. PROCEDE CONCEDERLA CONTRA LA INHABILITACIÓN TEMPORAL PARA CELEBRAR CONTRATOS CON LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FEDERAL, YA QUE AUN CUANDO SE TRATA DE UN ACTO CONSUMADO, LAS CONSECUENCIAS Y EFECTOS DERIVADOS DE ESA RESOLUCIÓN, SON DE TRACTO SUCESIVO.”. 56 Al respecto véase entre otras la tesis VI.1o.P.182 P de Novena Época, consultable a página 1362 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XV, abril de 2002, intitulada: “SUSPENSIÓN DEFINITIVA, ES IMPROCEDENTE TRATÁNDOSE DE ACTOS FUTUROS E INCIERTOS.”. 57 Entre otras, pueden verse las tesis sustentadas en la Octava Época, la primera consultable a página 326 del Semanario Judicial de la Federación, tomo XII, septiembre de 1993, bajo el rubro: “SUSPENSION. ACTOS FUTUROS INMINENTES.”, y la otra, visible a página 91 del Semanario Judicial de la Federación, tomo VIII, septiembre de 1991 titulada: “ACTOS FUTUROS, INMINENTES Y CIERTOS, SUSPENSION DEFINITIVA PROCEDENTE.”. 58 El artículo 258 del Código de Procedimientos Administrativos del Estado de México, indica: “Artículo 258.- En los casos en que la suspensión sea procedente, ésta se concederá en forma tal que no impida la continuación del procedimiento administrativo en el que se haya emitido el acto impugnado hasta dictarse resolución que ponga fin al mismo, a no ser que la continuación del procedimiento deje irreparablemente consumado el daño o perjuicio que pueda ocasionarse al actor. 59 Obsérvese la tesis 2a./J. 2/2006 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, emitida en la Novena Época, consultable a página 660 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXIII, febrero de 2006, de rubro: “EJÉRCITO Y FUERZA AÉREA MEXICANOS. PROCEDE CONCEDER LA SUSPENSIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO PROMOVIDO CONTRA LA DECLARATORIA DE PROCEDENCIA DE RETIRO POR ENFERMEDAD DE mismo e impedir el dictado de una resolución definitiva hasta en tanto se resuelva el juicio.60 5.10 Suspensión contra normas generales. Se ha indicado que la suspensión no afecta directamente al acto sujeto a control, sino a las consecuencias de éste aunque éstas también pueden ser actos impugnados propiamente. Conforme a lo anterior, debe observarse que, cuando en el juicio contencioso administrativo se somete a control del tribunal una norma general, ésta en si misma considerada no es susceptible de suspenderse;61 lo que no ocurre en tratándose de las consecuencias que ésta pueda generar, pues atendiendo al caso concreto, las últimas indicadas si podrían ser materia de la medida cautelar. 5.11 Suspensión y apariencia del buen derecho. El criterio de la apariencia del buen derecho implica entre otras cosas, que cuando la medida cautelar sea solicitada, el juzgador pueda hacer un análisis provisional de la validez de la norma sometida a su control, adelantando en su caso los beneficios de la sentencia que declare la invalidez. Sin embargo, no debe olvidarse que dicho criterio no implica que la suspensión se otorgue en cualquier caso, sino sólo en aquellos casos en que ésta sea procedente.62 En cualquier caso, la suspensión generará la consumación de la afectación de la norma impugnada a efecto de que esta pueda ser revisada y en su caso, SUS MIEMBROS (INICIO DEL PROCEDIMIENTO DE BAJA).” o la tesis I.7o.C.50C también de Novena Época visible a página 1690 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XX, agosto de 2004, intitulada: “SUSPENSIÓN DEFINITIVA. PROCEDE CONCEDERLA CONTRA LOS EFECTOS Y CONSECUENCIAS DE LA VISITA REGULADA EN LA LEY DE CONCURSOS MERCANTILES, A EFECTO DE SALVAGUARDAR EL DERECHO A LA CONFIDENCIALIDAD DE LOS DOCUMENTOS MATERIA DE REVISIÓN, SIN QUE ELLO IMPLIQUE LA PARALIZACIÓN DEL PROCEDIMIENTO.”. 60 Al respecto, pueden consultarse entre otros criterios de Novena Época los siguientes: La jurisprudencia sustentada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a página 6 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XVIII, diciembre de 2003, bajo el rubro: “SUSPENSIÓN DEFINITIVA RESPECTO DE LAS RESOLUCIONES QUE DIRIMEN LA CUESTIÓN DE PERSONALIDAD. PROCEDE CONCEDERLA PARA EL EFECTO DE QUE, SIN PARALIZAR EL PROCEDIMIENTO, EL JUEZ NATURAL SE ABSTENGA DE DICTAR SENTENCIA MIENTRAS SE DECIDE EL AMPARO.” o la tesis I.7o.A.532 A visible a página 1897 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXVI, agosto de 2007, intitulada: “VISITA DOMICILIARIA. PROCEDE CONCEDER LA SUSPENSIÓN CONTRA UNA SEGUNDA ORDEN CUYOS IMPUESTOS Y EJERCICIO FISCAL A REVISAR SEAN LOS MISMOS QUE LOS DE OTRA EN CURSO Y CUYO PROCEDIMIENTO NO ESTÉ SUSPENDIDO, PUES TAL DETERMINACIÓN NO CONTRAVIENE LOS ARTÍCULOS 124, FRACCIÓN II Y 138, PRIMER PÁRRAFO, DE LA LEY DE AMPARO.”. 61 Véase entre otras la tesis localizable a página 656 del Semanario Judicial de la Federación, tomo XIV, julio de 1994, bajo el rubro: “LEYES, SUSPENSION IMPROCEDENTE CONTRA EXPEDICION Y PROMULGACION DE LAS.”. 62 Puede consultarse la jurisprudencia P./J.15/96 emitida en la Novena Época por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible a página 16 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo III, abril de 1996, bajo el rubro: “SUSPENSION. PARA RESOLVER SOBRE ELLA ES FACTIBLE, SIN DEJAR DE OBSERVAR LOS REQUISITOS CONTENIDOS EN EL ARTICULO 124 DE LA LEY DE AMPARO, HACER UNA APRECIACION DE CARACTER PROVISIONAL DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO.”. declarada invalida con efectividad por el tribunal, expulsándola del sistema jurídico al cual nunca debió pertenecer. FUENTES: Caracciolo, Ricardo. La noción de sistema en la Teoría del Derecho. Segunda edición. Ed. Fontamara. México, 1999. De Silva Gutiérrez, Gustavo. El cumplimiento de disposiciones constitucionales en el procedimiento legislativo. Propuesta de reformas legales e interpretación de las normas existentes. Calvo, Enrique (coord.). Tomo I. Barra Mexicana, Colegio de Abogados. Ed. Themis. México, 2002. De Silva Gutiérrez, Gustavo. El juicio de amparo mexicano y los procedimientos respectivos en España. Centro de Estudios Constitucionales. Tesis profesional. Madrid, 1997. De Silva Gutiérrez, Gustavo. Suspensión de Garantías. 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