C/. Caballeros, 5 13001 Ciudad Real Tlf.: 926 25 02 50 LAS CUATRO TAREAS DE LA CATEQUESIS Modo de utilizar el catecismo “Jesús es el Señor”. Antes de desarrollar este tema en concreto, recuerdo algunos de los aspectos fundamentales del Catecismo: Es el catecismo para la iniciación sacramental de los niños de 6 a 10 años. Es una exposición completa y auténtica de la fe, adaptada a los niños, en la que Cristo es el centro. La presentación del misterio cristiano que hace el Catecismo propicia el encuentro con Cristo, ayudando así a que la catequesis alcance su finalidad propia. Presenta una armoniosa relación e interdependencia entre el anuncio y el conocimiento de la fe, la experiencia cristiana, la celebración de la fe y la oración. Desarrolla los lenguajes de la fe: bíblico, doctrinal, litúrgico, patrístico, narrativo, experiencial… mostrando que la fe tiene un lenguaje propio que debemos guardar y transmitir. Contempla las dimensiones fundamentales de la iniciación en la vida cristiana: creer, celebrar, vivir y orar. CREER: Estructurado en torno al Símbolo de la fe, recorre la Historia de la Salvación y el misterio de Cristo y de su Iglesia. Configura la experiencia de la fe según sus 7 elementos básicos: las tres etapas de la Historia de la Salvación (Antiguo Testamento, Nuevo Testamento e historia de la Iglesia) y los cuatro pilares (Símbolo, Sacramentos, Mandamientos, Padrenuestro). CELEBRAR: Presenta los Sacramentos, su celebración y la vida nueva que generan. Asimismo, hay que destacar que el catecismo, en la lógica de la iniciación, presenta el sacramento de la Confirmación en su orden teológico, con la propuesta de su celebración en la infancia. Resalta así que el encuentro con Cristo tiene su culmen en la celebración del sacramento de la Eucaristía. VIVIR: Propone el estilo de vida propio del cristiano, que surge de la filiación bautismal, se resume en el doble mandamiento del Amor y se concreta en los Diez Mandamientos. ORAR: Todo el Catecismo se desarrolla en clave orante para favorecer la iniciación a la oración. La fe y la vida del cristiano se relacionan íntimamente con la oración. FINALIDAD DE CADA UNA DE LAS TAREAS DE LA CATEQUESIS: El nuevo Catecismo “Jesús es el Señor”, exige un nuevo estilo de catequesis. El Directorio General para la Catequesis (1997) nos señala que las tareas fundamentales de la catequesis son: ayudar a conocer, celebrar, vivir y contemplar el misterio de Cristo (nº 85). Es decir, lo que se pretende en la Catequesis es: 1. Anunciar lo que cree la Iglesia. Testimoniar la fe. C/. Caballeros, 5 13001 Ciudad Real Tlf.: 926 25 02 50 2. Celebrar lo que se cree, para así iniciar en la liturgia. 3. Vivir lo que creemos y celebramos. 4. Orar lo que creemos, celebramos y vivimos. Las tareas de la catequesis corresponden a la educación de las diferentes dimensiones de la fe, ya que la catequesis es una formación cristiana integral, “abierta a todas las esferas de la vida cristiana”. ANUNCIAR. TESTIMONIAR LA FE: Esta tarea introducirá a los niños en el conocimiento de la Tradición y de la Escritura. El catequista ayudará a conocer y a profundizar en el contenido de la fe. En muchas ocasiones, se indica que para llevarla a cabo hay que leer y explicar el tema Dependiendo de los niños, la lectura puede ser realizada por ellos o por el catequista, teniendo en cuenta que no es imprescindible que los niños sepan leer bien para comprender los misterios de la fe. En el Catecismo esta tarea se presenta en un lenguaje narrativo –siempre en color negro-. El catequista, aquí, es un eslabón más en la cadena de testigos que viven y siguen transmitiendo la fe recibida. El diálogo con el catequista, la contemplación y explicación de los personajes y objetos que aparecen en los dibujos correspondientes, y otras actividades que se indican en la Guía básica del catecismo, ayudarán a la comprensión de esta dimensión de la catequesis. INICIAR EN LA LITURGIA: A través de la catequesis se pretende llevar a los niños a participar consciente y activamente en la liturgia. Para ello, se les ayudará a entender el significado de la misma, de los gestos y símbolos que le son propios. Y también educar a los niños en las actitudes internas que les ayuden a vivir la celebración (actitudes de escucha, de perdón, de acción de gracias, de sentido comunitario…) Son muchas las actividades que ofrece la Guía al respecto, destacando aquellas que proporcionan conocimiento de la simbología religiosa, lugares y objetos para el culto, lenguaje y expresiones de la fe, contenidos de las celebraciones y sacramentos, modos y actitudes en las celebraciones, etc. ALENTAR LA VIDA CRISTIANA. VIVIR LO CREIDO Y CELEBRADO: La catequesis debe inculcar en los discípulos las actitudes propias del Maestro. Implica una conversión, o al menos la llamada a la conversión. Esto supone emprender un camino de transformación interior. Según sus posibilidades y circunstancias habrá de ejercitarse en las características propias del ser cristiano: relaciones con el prójimo fundamentadas en el mandamiento nuevo; amor a los padres y hermanos, perdón de amigos y enemigos, solidaridad con el necesitado, agradecimiento de los dones recibidos, amor y respeto a la vida y a la paz. Deberá descubrir las responsabilidades y compromisos en la comunidad, así como profesar públicamente su fe y dar testimonio de ella. Como es normal, la Guía presenta actividades que ayudan a que el niño vaya conformando su vida con la del Evangelio, y que ya vamos conociendo, sobre todo a través de la primera tarea de la catequesis. Cada semana propone un compromiso de conversión que hay que ir revisando. C/. Caballeros, 5 13001 Ciudad Real Tlf.: 926 25 02 50 ENSEÑAR A ORAR: El catequista enseñará a los niños no sólo que se puede hablar con Dios, sino que aprender a orar es orar con Jesús y con los mismos sentimientos que Él tuvo. Cuando la catequesis está penetrada por un clima de oración, el aprendizaje de la vida cristiana cobra toda su profundidad. (Directorio, nº 85). No se trata, pues, solamente de empezar o terminar la catequesis con un Padrenuestro o un Avemaría. Se trata de enseñar a orar: El tema 34 del Catecismo es un claro y bello modelo para educar en el tema de la oración. Esta dimensión de la oración está presente a lo largo de todo el catecismo, y cada tema de catequesis termina con una oración, que es como los niños expresan y agradecen a Dios todo lo aprendido y vivido en la sesión de catequesis. Todas estas tareas deben desarrollarse en cada sesión de catequesis con los niños. La Guía Básica para el catequista es imprescindible para ello. Después de la apertura de cada núcleo, en el SABER, (conocer el núcleo I), se presenta un resumen de cada una de las tareas (2.- Objetivos), que ayudará al catequista a tener una visión de conjunto de toda las catequesis correspondientes al núcleo. Y después, más adelante, en el apartado HACER, la guía ofrece medios concretos, actividades, propuestas…para ir desarrollando cada una de las tareas (conocer, celebrar, vivir, orar) en cada uno de los temas del catecismo. No conviene perder de vista que la iniciación cristiana es un itinerario de aprendizaje, y que, por tanto, hay que mirar cada sesión de catequesis con prospectiva, con mirada de futuro. Lo que se pretende es que los niños, al finalizar su itinerario de aprendizaje, hayan tenido la posibilidad de educarse y desarrollar todas las dimensiones de la vida cristiana. Esta es la finalidad de las tareas en la Catequesis. Y es también, a lo largo de este itinerario, donde se va trabajando con las experiencias del niño, su entorno, sus compromisos con la sociedad y la Iglesia, así como la utilización de los diversos lenguajes catequéticos. Y recordar, por último, que con “Jesús es el Señor” se pretende recuperar la importancia del Catecismo como instrumento principal para la catequesis, y recuperar, también, la formación integral de la fe, tan devaluada por el estilo de una catequesis “escolarizada” (copiar, resumir, dibujar…), de la que hemos abusado últimamente. Hay que atender al catequista que utilice el catecismo “Jesús es el Señor”. La Guía Básica para la utilización del Catecismo ofrece medios suficientes para que el catequista conozca y se familiarice con dicho Catecismo, al tiempo que propone un itinerario de formación para el catequista, en sintonía con los núcleos temáticos que va a desarrollar con los niños. (Apartados SABER Y SER en el comienzo de cada núcleo temático).