Máximo Gorki La Madre. Inmerso en la lectura de Gorki he experimentado un profundo placer, y a su vez un gran respeto por su literatura, ¨amarga¨ y dura pero sin duda la brillantez de su relato, su capacidad para crear ambientes, la descripción breve pero espléndida de los personajes a través de pequeños rasgos físicos y su profundo amor por los ideales, por la vida, la razón y por la naturaleza, me han impresionado y definitivamente puedo afirmar que he disfrutado con la lectura. Desde el comienzo de su novela, la crueldad de la vida de los personajes, las injusticias, las esperanzas y sueños de estos y en definitiva el retrato de la realidad social de una época gris, te hace pensar en un libro difícil de asimilar. Pero después de su lectura, Gorki me ha inspirado profundos deseos de vivir, disfrutar y sobre todo luchar por la razón, luchar por el corazón y por los sueños, aunque estén muy lejanos merece la pena porque sólo nuestros miedos son los verdaderos enemigos y es en este momento en el que el nombre de Pelagia aparece. Sentimientos difusos y contradicciones en sus pensamientos que experimenta la valerosa protagonista se trasladan al espectador de esta magnifica novela. A partir de un vocabulario sencillo y preciso, la historia de los Vlassov comienza bajo el sonido de la sirena de la fábrica, el humo de las máquinas y la taberna, única escapatoria de una realidad vacía de sentido. Formaban parte de la masa uniforme de los obreros, cuyas vidas aplastadas por una fuerza constante no tenía visos de mejoría. Tal era la vida de Michel Vlassov, un ser sombrío y detestable que muere, que revienta del hastío por una hernia, dejando a su mujer Pelagia y a su prometedor hijo Paul liberados del yugo familiar opresor que tanto les había hecho sufrir durante sus vidas. Esa circunstancia cambia progresivamente la vida de los Vlassov. El joven Paul comienza su particular búsqueda de la verdad, leyendo libros prohibidos, reuniéndose y hablando con revolucionarios socialdemócratas hasta convertirse con el paso del tiempo en un miembro respetado y pieza fundamental de este movimiento perseguido con la tortura, la cárcel y el destierro. La perspectiva de la madre, diferente, debido a su inocencia e ignorancia le hace ver las acciones de Paul bajo el peligro real que corre y no entiende, no comprende las motivaciones e intenciones que llevan a este grupo de jóvenes en su mayoría, a luchar contra el poder, contra el Zar y en consecuencia con la policía. Pero poco a poco Pelagia, a pesar de desconfiar de los razonamientos de su hijo y sus camaradas, adopta progresivamente una aptitud abierta ante su nueva vida, también hacia los amigos de Paul que conoce en su casa empieza a verlos como a sus propios hijos, se siente la madre de la revolución dentro de su propia casa; El Pequeño Ruso, Rybine, Vessovchikov, Theo, Sandrina, Samoilov, entre otros muchos, le hacen la vida agradable, la tratan con mucha dulzura, afecto, cariño, incluso le transmiten la energía y la alegría que ella jamás había vuelto a experimentar desde su infancia. Tras una profunda reflexión de fe y la primera encarcelación de Paul, La Madre se suma a la causa de la verdad. Pasajes formidables como la manifestación en la fábrica por los Kopek, más tarde la introducción de hojas y folletos en la fábrica bajo las faldas de Pelagia, la distribución por las aldeas y pueblos de folletos y libros prohibidos impresos bajo el acecho de los espías de la policía, la manifestación del primero de Mayo (para mí el mejor pasaje del libro), la detención de Rybine y su coraje, los sufridos registros y detenciones, el juicio del destierro o la muerte de Iegor y su entierro con ataque brutal de sables, hasta la detención de La Madre en la estación de trenes dispuesta a distribuir el magnífico discurso de Paul, son muy brillantes. Y no es un final trágico, Pelagia por fin deja de tener miedo por la causa, deja de sufrir por su hijo, ya en el destierro, empieza a creer de verdad, olvidando por fin su pasado, y es feliz porque es libre, de pensamiento y sentimiento, porque por fin va a cumplir otro de sus deseos: saber a Paul junto a su amor Sandrina. .............No se puede matar un alma resucitada. 1 Sobre Gorki se dice que es una de las figuras más originales y sugestivas de la Literatura de todos los tiempos. Escritor y hombre de ideas, consagró su vida y obra a predicar su soñada verdad, contra la opresión del hombre por el hombre. Maximo Gorki seudónimo literario de Alexei Maximovich Pieskhov, de familia extremadamente humilde, careció de toda instrucción normal, su vida había de ser su único maestro, su propio calvario le familiarizó desde temprano con los aspectos más ásperos y crueles por la lucha de la existencia. Así aprendió a conocer y amar a las clases desheredadas, así se hizo revolucionario. Algunas de sus obras recogen los recuerdos de su azarosa juventud. Gorki suscita una nueva esperanza, una nueva confianza, trae a las letras una nueva vida pletórica y natural, que desea liberarse de todo yugo, que confía en su propia fuerza, sin preocuparse de los derechos y exigencias de los demás. Novelista duro donde los halla, implacable en sus tendencias, áspero en su expresión, pero rebosante de vigor, de pasión y de humanidad. Sin duda un verdadero artista de la pluma. Popular, su obra alcanzó una gran difusión, a través de su obra se conoce perfectamente la Rusia de las gentes pequeñas, porque es el escritor proletario por excelencia, en definitiva, esta identificado con el alma del pueblo. Maximo Gorki La Madre. Historia política 1º D ................................ 2