sumario Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, entre 100 y 150 millones de personas en el mundo son asmáticas, pero más sorprendente es el hecho de que el asma se haya prácticamente duplicado durante los diez últimos años entre la población infantil. Sin ir más lejos, en España padecen esta patología crónica respiratoria el doble de niños que a comienzos de la pasada década, habiéndose constituido, por otra parte, en la principal causa de absentismo escolar. Entre las posibles causas estarían la proliferación de productos químicos, el tabaquismo durante la gestación y la exposición a alergenos ambientales y a la contaminación El asma infantil se ha duplicado en los países desarrollados en los últimos diez años S en las naciones más desarrolladas, con buenos sistemas de salud pública y de servicios sanitarios, donde con más fuerza se ha incrementado la citada enfermedad. Y los primeros en quedarse perplejos ante esta paradoja son los propios médicos, que no logran saber a ciencia cierta, cuáles son los factores concretos que explican este fenómeno. “La teoría más plausible, aunque todavía muy abstracta, tiende a responsabilizar de ello a los nuevos productos químicos que nos invaden, al papel de la contaminación atmosférica, al tabaquismo de la madre durante el período de gestación o a la exposición temprana a alergenos ambientales, pero ciertamente se echan de menos estudios que determinen y cuantifiquen aquellos elementos que más influencia ejercen sobre los asmáticos”, comenta al respecto el doctor Eduardo González Pérez-Yarza, miembro del área de asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía E 12 Torácica (SEPAR) y neumólogo infantil del Hospital Aránzazu de San Sebastián. Otra idea apunta a que ahora existe un mejor diagnóstico de la enfermedad, que evita que el asma del niño pueda ser confundida por sus padres o por el médico de cabecera con, por ejemplo, un catarro más o menos recurrente. De este modo, puede entenderse por qué según la OMS, el número de asmáticos en Estados Unidos se ha incrementado en un 60 por ciento desde principios de los ochenta y el número de muertes pueda alcanzar las 5.000 al año. O la razón de que, por ejemplo, en Europa Occidental padezca asma en la actualidad el doble de personas que hace una década, mientras que en España el porcentaje de población afectada –en torno al 10 por ciento entre los siete y catorce años– dobla ya al de adultos asmáticos, establecido en el 5 por ciento. Si a ello se añade que el asma es una enfermedad en principio, de duración indeterminada, lo imperioso es dar con un buen sistema de prevención y control que, cuando menos, mantenga a raya el problema y garantice una buena calidad en aquellos que lo sufren. Y en este punto las noticias son afortunadamente positivas. Y es que es un hecho conocido que los asmáticos no tienden a ser muy estrictos en el cumplimiento de su terapia. A los pacientes, y no digamos si son niños, les resulta incómodo adaptarse a una medicación que no hay que dejar de lado incluso, cuando no se tienen síntomas. De ahí que –subraya dicho experto de la SEPAR– “la única estrategia útil actualmente reconocida que mejora el cumplimiento por parte de los pacientes es el establecimiento de un programa educativo”. La educación para la salud en asma se convierte, de esta forma, en una parte integral en el cuidado rutinario del paciente asmático, lo que exige, tratándose de niños, “una mayor corresponsabilización en sumario OCTUBRE-2001 esa tarea por parte tanto del personal sanitario como de los padres y familiares” Infecciones víricas y aumento del asma infantil Los expertos hablan sobre la relación entre infecciones víricas y el aumento del asma en la edad infantil. Se calcula que entre los casos de origen viral y los casos de desarrollo de la enfermedad asmática, el 7 por ciento de los menores de 18 años padecen asma, proporción que puede elevarse hasta el 12 por ciento en zonas con contaminación y humedad. La doctora Martín Mateos habla “de relación entre virus como el sincitial, muy agresivo y la aparición del asma y otras reacciones alérgicas. Desde el primer año de vida estas infecciones víricas son muy frecuentes y, generalmente, el sistema inmunitario del niño responde positivamente, por lo que cada vez van siendo menos graves y el niño las sufre como simples constipados. Pero hay ciertos niños con predisposición alérgica, generalmente heredada de sus padres, que al contraer una de estas infecciones en vez de resultar vacunado, su sistema defensivo se ve alterado y se propicia la aparición de alergias, sobre todo, en el caso de que la infección sea por virus sincitial”. Los expertos aseguran que en los últimos años ha aumentado sensiblemente el número de niños que desarrollan de esta forma la enfermedad, alcanzando al 10 por ciento de la población infantil. En la mayoría de los casos, la enfermedad se controla e incluso se cura y según los datos aportados “el 7 por ciento de los menores de 18 años padecen asma, proporción que puede elevarse hasta el 12 por ciento en zonas con contaminación y humedad y que se reduce en cambio, considerablemente, en zonas rurales, secas o por encima de los 1.000 metros de altura”.