CONCLUSION El hijo nacido fuera de matrimonio, pero que ha sido reconocido se encuentra en igualdad de circunstancias que cualquier otro que hubiere nacido dentro de una relación matrimonial. Como consecuencia del reconocimiento, los hijos adquieren derechos y obligaciones vinculadas a la persona y los bienes, en igualdad de condiciones de cualquier otro que hubiere nacido dentro del matrimonio. A pesar de que jurídicamente los hijos nacidos dentro de matrimonio y aquellos que se encuentren fuera de una relación matrimonial, aun cuando exista reconocimiento, por parte de los padres, tienen igualdad en cuanto a derechos y obligaciones derivados de la relación paterno filial, tales como a llevar un apellido, a recibir alimentos, a heredar, entre otros, también es cierto que socialmente son personas que se encuentran en desventaja en algunas ocasiones, ya que en ocasiones son estigmatizadas, o señaladas, derivando esto en un rechazo social. También considero que en algunas ocasiones los hijos nacidos fuera de matrimonio y que no son reconocidos en los términos previstos por la ley, igualmente son rechazados por la sociedad, e incluso por la familia, lo que trae consigo la falta de apoyo moral y económico, y carece de la figura paterna. El reconocimiento es un acto jurídico irrevocable, por ello aun cuando se lleva cabo por testamento y sea de la esencia de este ser revocable, se hace la excepción de que el reconocimiento no puede revocarse. El hijo nacido fuera del matrimonio puede probar su filiación respecto del padre, lo que no es necesario probar al hijo nacido dentro del matrimonio porque adquiere por solo hecho del matrimonio de sus padres obligaciones que prevé la ley. los derechos y Las disposiciones en materia de reconocimiento de hijos fuera de matrimonio las estimo adecuadas y acordes a la realidad, ya que se nota una igualdad en relación a los hijos lo que ayuda a evitar traumas, rechazos y lograr un desarrollo armónico del hijo. Los tiempos cambian, por la globalización, por el aumento de población, por separarse las ideas políticas de las religiosas; hoy en día nuestra legislación civil y familiar pone en iguales a todos, sin distinción de razas, color, estado civil, idioma. Existen tratados internacionales así como declaraciones sobre la igualdad y la protección de los derechos humanos que protege la integridad y prohíbe el menosprecio y la discriminación. Hoy se emplea el término hijos nacidos fuera de matrimonio. Estoy de acuerdo con nuevas disposiciones sobre la igualdad; tomo en cuenta que la familia es la sociedad como ya lo hemos dicho, y que el Derecho protege las buenas costumbres; que dado a eso en tiempos pasados los legisladores menos preciaban a los hijos nacidos fuera de matrimonio, o mas todavía a los hijos llamados en aquellos tiempos espurios. Pero ante todo, todos somos humanos y somos iguales, existe una democracia, es por eso que existe nuestro sistema, leyes y organismos encargados de que se cumplan estas mismas.