DEPÓSITOS – CUENTA CORRIENTE - FALLA DEL SISTEMA – PLAN DE CONTINGENCIA Concepto 2006070508-001 del 9 de febrero de 2007 Síntesis: Consideraciones respecto de la obligación del depositario en el contrato de cuenta corriente bancaria de recibir en depósito las sumas de dinero, bien del titular depositante, sus causahabientes e incluso de terceros. En razón del vínculo establecido con el usuario mediante el contrato de cuenta corriente bancaria y de la diligencia que el banco está llamado a observar en la realización de sus operaciones, como profesional de la actividad, para los casos en que se presenten fallas en sus sistemas que los coloquen fuera de línea, debe adoptar los mecanismos tendientes a continuar prestando los servicios propios de la misma, como es el recibo de consignaciones y atención de retiros, que son principales obligaciones al celebrar contratos de depósito, los cuales se adoptan de manera autónoma de acuerdo con las políticas trazadas internamente por sus órganos de administración. Adopción de un plan de contingencia para responder a las fallas e interrupciones específicas de un sistema o proceso. «(…) solicita se certifique “… si en los eventos que los bancos se encuentran sin línea o fuera de sistema se abstienen de recibir consignaciones en dinero de los cuentahabientes”. Al respecto, es del caso precisar que la Superintendencia Financiera de Colombia no tiene dentro de las atribuciones que le han sido legalmente otorgadas, la de certificar sobre el asunto materia de su petición. No obstante, a título ilustrativo se efectúan los siguientes comentarios: 1. En primer término, es pertinente recordar que de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1382 del Código de Comercio “Por el contrato de depósito en cuenta corriente el cuentacorrentista adquiere la facultad de consignar sumas de dinero, y cheques en un establecimiento bancario …”, en virtud del cual se genera para el banco la obligación de recibir tales depósitos. Sobre dicha obligación, la doctrina ha expresado: “El banco está obligado a recibir en depósito en la cuenta respectiva sumas de dinero en efectivo, especies monetarias cuya circulación esté admitida en el país. “(…) “La obligación de recibir consignaciones en dinero efectivo es obvia pues es el canal peculiar a través del cual los bancos captan los recursos monetarios, para realizar buena parte de sus operaciones activas (…) Una vez el depósito en poder del banco, surge de inmediato la disponibilidad a favor del cliente, o sea, la facultad de librar cheques contra la institución o de disponer de sus saldos en otras formas. En otras palabras, verificado el depósito traslaticio, el banco adquiere la propiedad, pero, automática y simultáneamente, surge del derecho de crédito a favor del cliente para disponer de la suma depositada”1 2. De otro lado y en conexión con las consideraciones planteadas respecto de la obligación del depositario en el contrato de cuenta corriente bancaria de recibir en depósito las sumas de dinero (bien del titular depositante sus causahabientes e incluso de terceros), no puede perderse de vista que con arreglo al numeral 4.1 del artículo 98 del EOSF, modificado por el artículo 24 de la Ley 795 de 2003, “Las instituciones sometidas al control de la Superintendencia Bancaria, en cuanto desarrollan actividades de interés público, deberán emplear la debida diligencia en la prestación de los servicios a sus clientes a fin de que éstos reciban la atención debida en el desarrollo de las relaciones contractuales que se establezcan con aquellas y, en general, en el desenvolvimiento normal de sus operaciones”. 3. Ahora, en cuanto al caso concreto se precisa señalar la no existencia de norma que regule la situación planteada en el oficio aún cuando, independientemente del grado de desarrollo tecnológico que posea la entidad bancaria para el efecto, no habría impedimento alguno para que ella en dicha situación (fuera de línea) reciba consignaciones de sus depositantes, para lo cual incluso, puede dejar las constancias respectivas de manera manual; circunstancia que, por el contrario, no podría predicarse de los retiros, pues, en tal caso, podrían no tenerse los recursos técnicos necesarios para determinar si la cuenta de depósito tiene el saldo suficiente para atender el retiro solicitado. No obstante lo expuesto, resulta necesario anotar que esta Superintendencia mediante la expedición de la Circular Externa 049 del 27 de diciembre de 2006, que adicionó el Capítulo XXIII a la Circular Externa 100 de 1995 (Básica Contable y Financiera)2, profirió instrucciones de obligatoria observancia para las vigiladas por este Organismo (entre ellas los bancos) relativas a la Adopción de un Sistema de Administración de Riesgo Operativo (SARO), las cuales entran en vigencia a partir del 1º de julio de 2007, y en cuyos numerales 2.3. y 3.1.1.1., se destaca lo siguiente: “2.3. Plan de contingencia “Conjunto de acciones y recursos para responder a las fallas e interrupciones específicas de un sistema o proceso. “(…). “3.1.1.1. Administración de la continuidad del negocio “De acuerdo con su estructura, tamaño, objeto social y actividades de apoyo, las entidades deben definir, implementar, probar y mantener un proceso para administrar la continuidad del negocio que incluya elementos como: prevención y atención de emergencias, administración de la crisis, planes de contingencia y capacidad de retorno a la operación normal”. . Teniendo en cuenta lo expuesto, se estima que en razón del vínculo establecido con el usuario a través del contrato de cuenta corriente bancaria y de la diligencia que el banco está llamado a observar durante el transcurso de todo negocio con el público en la realización de sus operaciones, dicha entidad, como profesional de la actividad, para los casos en que se presenten fallas en sus sistemas que los coloquen fuera de línea, debe adoptar los mecanismos tendientes a continuar prestando los servicios propios de la misma (v. gr. recibo de consignaciones y atención de retiros como sus principales obligaciones al celebrar contratos de depósito); los cuales se adoptan de manera autónoma de acuerdo con las políticas trazadas internamente por sus órganos de administración. En tal caso, para conocer dichos mecanismos es necesario dirigirse en forma directa a la institución financiera pertinente. (…).» ___________________________ 1 Rodríguez Azuero, Sergio. Contratos Bancarios. Quinta Edición, Legis editores S.A. Bogotá, 2002,.pág. 342. 2 El citado instructivo puede ser consultado en nuestra página web www.superfinanciera.gov.co, ícono “Normativa”.