Indicaciones y materiales para la enseñanza de la Constitución Departamento de Derecho Político. UNED El presente texto se reproduce con fines exclusivamente docentes, para su uso por parte de profesores y alumnos en el ámbito de la enseñanza de la Constitución Pedro Cruz Villalón, “Formación y evolución de los derechos fundamentales”, en Revista Española de Derecho Constitucional n.º 25 (1989), págs. 35 a 62. Extracto del apartado I, “De qué hablamos cuando hablamos de derechos fundamentales”. La tesis que aquí se sostiene es la de que “derechos fundamentales” en el sentido de nuestra Constitución (...) son los derechos contenidos en el capítulo segundo del título I de la misma. En otras palabras, nuestros derechos fundamentales son, básicamente, los derechos y libertades que nuestra Constitución reconoce a lo largo de sus artículos 14 a 38 (...). Esto es así tanto si atendemos al contenido de estos derechos como si atendemos a su “fuerza” o virtualidad. Si atendemos a su contenido, porque el único concepto “exportable” de nuestros derechos fundamentales es aquél que parta de su identificación básica con el capítulo segundo. Sólo con éste, en su conjunto, tendremos el “bagaje” de derechos fundamentales necesario para “salir al exterior”, quiérese decir, para medirnos con ese standard ideal de derechos con el que opera el Tribunal de Luxemburgo (...). Pero sobre todo si atendemos a su “fuerza” o virtualidad. Si existen hoy día algunos elementos o datos que hagan recognoscibles a los derechos fundamentales como categoría, éstos son la tutela judicial y el respeto de su contenido esencial por el legislador. Hoy no hay derecho fundamental que se precie de serlo que no sea susceptible de tutela judicial y de limitar el poder legislativo (...). Pues bien, ambos criterios nos reconducen al capítulo segundo. De forma positiva, al generalizare el artículo 53.1 CE el respeto al contenido esencial a “los derechos y libertades reconocidos en el capítulo segundo”. Y de forma negativa, al suspender el artículo 53.3 la tutela judicial para “los principios rectores reconocidos en el capítulo tercero. Estos dos elementos unidos son los que permiten identificar el “contenido esencial” de los derechos fundamentales, como categoría, en el capítulo segundo. Al lado de ellos, otras garantías, como la tutela judicial reforzada, o ultrarreforzada, o la reserva de ley orgánica, no pasan de ser “contenido accidental” y, por tanto, relativo de los derechos fundamentales (...). Los derechos fundamentales nacen con la Constitución y se acaban con la Constitución (...). Allí donde no hay Constitución (...) no habrá derechos fundamentales (...). Derechos fundamentales son los derechos subjetivos (...) en cuanto encuentran reconocimiento en las Constituciones y en la medida en que de este reconocimiento se deriva alguna consecuencia jurídica (...). Ello supone que su acta de nacimiento es precisa: la historia de los derechos fundamentales comienza en 1776, ni antes ni después (...). Indicaciones y materiales para la enseñanza de la Constitución Departamento de Derecho Político. UNED Los derechos fundamentales acaban con las Constituciones. Ello es tanto como afirmar que acaban, hoy por hoy, con los Estados, dentro de los Estados, en el interior del ordenamiento estatal (...). La protección internacional de los derechos supera ya el marco propio de los derechos fundamentales.