La desconocida novia judía de Picasso

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VIERNES
27
LA PALABRA ISRAELITA
DE AGOSTO
INTERNACIONAL
La desconocida novia judía de Picasso
POR IMAÍ K ATANELLA
Una relación de dulce y
agraz con Pablo Picasso, en
plena época del movimiento surrealista, sepultó la
brillante carrera como artista y fotógrafa de Dora
Maar. Una veintena de
retratos y el famoso
Guernica fueron algunos
de los resultados de esta
tortuosa unión.
Corrían los años '30 y una fotógrafa
francesa –de origen judío y croata–,
daba de qué hablar. En realidad,
Henriette Theodora Markovitch –más
conocida como Dora Maar (1907 1997)– fue una artista plástica, pintora
y escultora, aparte ser una fotógrafa
excelsa. En 1934, en el apogeo del movimiento surrealista parisino, Dora se
va de viaje por la Costa brava y visita
Barcelona, una ciudad que la cautiva y
la acerca a la fotografía social, algo que
no había realizado con anterioridad.
Así, se dedica a retratar la pobreza y la
desesperación que había dejado como
legado la Primera Guerra Mundial,
algo muy alejado del glamour de las
fotos de moda que acostumbraba a tomar para las revistas Esquire, Vogue y
Harper's Bazaar, entre otras.
Luego, ya de regreso en París, Dora
se une al movimiento surrealista, de la
mano de André Bretón y sus amigos,
quienes desfilan por el osado y sensible lente de Maar. Es más, su retrato
de Ubú, un monstruo ciego y suplicante, posiblemente un feo animal, se convierte en el icono fotográfico del movimiento surrealista.
AMOR A PRIMERA VISTA
Corría 1936. A interior del café Deux
Magots de París, está Pablo Picasso junto a su secretario Jaime Sabartés y el
poeta Paul Eluard, conversando apaciblemente. De pronto, en una mesa cercana, está Dora Maar jugueteando con
una navaja con la que hace tajos en la
mesa cortándose, de paso, las manos.
Como está con guantes negros con rosas bordadas, la sangre brota a través
de ellos, lo que hipnotiza a Picasso, que
mira la escena embobado. Como Eluard
conocía a la fotógrafa, se acerca a saludarla y a introducir al pintor quien
saluda a Maar en francés. Ella responde al saludo en un perfecto español
(pues hasta los 19 años vivió en
Buenos Aires), lo que termina de seducir al pintor. Para sellar el encuentro,
Picasso le pide a Maar que le regale uno
Dora, recogió una frase genial de Maar
que define perfectamente cuando
Picasso cambiaba de pareja, cambiaba
de estilo de pintura. El verano del '36,
Dora despierta tal pasión en Picasso
que éste le escribe poemas encendidos
y pinta a su musa. Lo comparten todo,
hasta el estudio. Picasso, lleno de cólera por la guerra civil española, pinta el
famoso Guernica y ella retrata con su
cámara todo el proceso de esta dolorosa creación.
La ocupación nazi de París, el miedo y el racionamiento, hicieron mella
en su relación. En 1943, Picasso conoce
a François Gilot, 20 años más joven que
Dora y 40 años menos que Picasso.
Dora Maar se consume por los celos.
Siguieron viéndose esporádicamente
hasta 1946, fecha en la que rompieron
Dora Maar murió sola en Francia, en 1997, a los 90 años, definitivamente. Picasso le regaló como
despedida una casa en Ménerbes, en la
dejando para la posteridad una frase lapidaria: «Yo no
Provenza francesa. Luego de esto Dora
fui la amante de Picasso, él sólo fue mi amo».
Maar sufre una grave depresión y se
interna en un psiquiátrico. Picasso,
de sus guantes ensangrentados, para do una relación con la madre de su hija. cruel, comentó que Dora siempre hallevárselo de recuerdo.
«Marie-Therésè sería su amante priva- bía estado trastornada: «La dejé por
Así entró Dora Maar a la vida de da, mientras que Dora sería la pública. miedo. Dora ya estaba loca mucho anPicasso, quién tenía 55 años y vivía En aquel verano de pasión, en 1936, tes de que enloqueciera de verdad».
separado de su primera mujer, Olga empezó Picasso a dibujar a su amante. Cuando mejoró, Dora entró en una fase
Kokhlova. Hacía un año que ya existía Dora Maar, conservó un dibujo del ar- mística y se recluyó en su casa de Pasu hija Maya, producto de su relación tista, fechado el 1 de agosto de 1936, en rís, durante 40 años, con sus recuerdos
con Marie Thérèse Walter. A partir de lápiz y tinta china, en el que aparece y las obras de Picasso. Murió sola en
este momento, comenzaFrancia, en 1997, a los 90
ron a forjar una intensa y
Maar era una mujer En mayo de 2006 se años, dejando para la posapasionada relación que
teridad
una
frase
morena, alta, fuerte, subastó, en
duraría siete años, los
lapidaria: «Yo no fui la
más dolorosos y producmuy independiente, Sotheby's, el cuadro amante de Picasso, él sólo
tivos años del pintor: Esfue mi amo».
talla la guerra civil en nada convencional pues «Dora Mar au chat»
España y la Segunda
«su diálogo rápido y de Picasso, obra que UNA MEMORIA INJUSTA
Luego de su muerte, sus
Guerra inunda cada rindesenvuelto y su voz fue vendida en 95
pinturas, dibujos, escultucón del mundo, además
de la ocupación de París.
grave eran expresión millones de dólares. ras y fotografías fueron reEn este contexto, entonpartidas, subastadas y esdirecta de carácter e Con esto, es la
ces, nace el célebre cuaparcidas. Su dedicación a
inteligencia», escribe séptima pintura
dro «Guernica», en dónPicasso terminó por dejarde Dora aparece retratala en el anonimato de la
Roland Penrose, uno de más cara del
historia, relegada únicada como una mujer llomente a haber sido «uno
rando, que lleva un farol los biógrafos de Picasso. mundo.
de las novias de Picasso».
en las manos.
Roland Penrose, uno de los biógra- ella, con abrigo y bolso, abriendo una En 2007, la autora Mary Ann Caws
fos del artista malagueño, cuenta cómo puerta tras la que se encuentran un bar- publica el libro «Con y sin Picasso», la
Picasso le dijo, «a modo de broma», que budo patriarca totalmente desnudo con primera biografía de Maar, que contiesus dos modelos más importantes en su perro Kafbek en el regazo. A partir ne también parte de su extraordinario
aquellos años fueron Dora Maar y su de entonces Dora se convierte en una trabajo fotográfico de experimentación
perro Kafbek, un afgano majestuoso, musa del pintor, que la retrata una y con el collage, el fotomontaje y la
según documenta Wikipedia. El mismo mil veces», escribe Penrose.
sobreimpresión.
biógrafo describe a Maar como una
La leyenda definitiva de Dora Maar
mujer morena, alta, fuerte, muy inde- DIBUJOS RETORCIDOS
comenzó a crecer un año después de su
pendiente, nada convencional pues «su Al comienzo, los retratos que Picasso muerte, cuando se subastó su fabulosa
diálogo rápido y desenvuelto y su voz hacía de Maar estaban llenos de dul- colección de Picassos, el 27, 28 y 29 de
grave eran expresión directa de carác- zura. Un ejemplo claro es la obra «Cuar- octubre de 1998, en París. Picasso realiteto de ciegos» hecha en Londres en zó una treintena de retratos al óleo de
ter e inteligencia».
Dora era, a todas luces, una mujer 1934. Pero luego, con el pasar del tiem- Dora más un número impresionante de
muy llamativa: Se pintaba las uñas de po, comienza a deformarla y a tortu- dibujos, esbozos y grabados, algunos de
las manos de colores fuertes, usaba to- rarla retratando a una serie de mujeres ellos de una calidad excepcional.
cados y sombreros de la modista Elsa llorando, época que ha pasado a la hisEs más, en mayo de 2006 se subastó,
Schiaparelli y era muy extravagante. toria como el gran momento pictórico en Sotheby's, el cuadro «Dora Mar au
Estos rasgos de su personalidad y la de Picasso.
chat» de Picasso, obra que fue vendida
John Richardson, biógrafo de en 95 millones de dólares. Con esto, es
fascinación que Picasso sentía por ella
no impidieron que éste siguiera tenien- Picasso y uno de los pocos amigos de la séptima pintura más cara del mundo.
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