economistes EL COLEGIO CELEBRA 438 LA A DECIMOQUINTA EDICIÓN EDICIÓN DE LA CEREMONIA A ANUAL DE ACREDITACIÓN DE ECONOMISTAS OMISTAS Juan Manuel Pérez: “Los economistas del futuro deben aportar soluciones de gran valor añadido al mercado” La Ceremonia Anual de Acreditación de Economistas, acto en el que se da la bienvenida de manera oficial a los nuevos colegiados y en el que éstos, además de recibir la acreditación de economista, asumen los principios deontológicos de la profesión, celebró el pasado 26 de febrero su decimoquinto aniversario. o. El acto, que tuvo lugar en el Paraninfo de la Universitat de València, contó con Guillermo de la Dehesa, presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres, como ponente invitado. El conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues, clausuró el acto. En el discurso de apertura, el decano del COEV, Juan Manuel Pérez Mira, reconoció el honor de presidir por primera vez una ceremonia con 15 años de existencia en el Colegio. “Nos ilusiona poder recibir cada año a los nu nuevos economistas colegiados y constituye el mejor aliciente para conseguir lo que queremos: un Colegio modelo y centro de excelencia, reconocido por aportar valor, por su innovación, creatividad y flexibilidad, y por ser el principal exponente del colectivo o de los economistas ante la sociedad valenciana”, recalcó. Pérez Mira agradeció a los economistas la decisión de colegiarse y les recordó el compromiso ético, “ante la sociedad y ante vuestros compañeros”, que adquieren al asumir los principios deontológicos deontológicos de la profesión: “Principios como el de Colegio de Economistas de Valencia economistes 438 capacitación, integridad, independencia y objetividad, confidencialidad, diligencia, lealtad y equidad se integrarán de lleno en vuestro quehacer, en vuestro comportamiento ético, en el respeto escrupuloso de las normas deontológicas y en el consejo acertado que brindéis a vuestros clientes y empleadores”. El decano habló del nuevo modelo de Colegio que quiere implantar la actual Junta de Gobierno, que se impregna de una cultura corporativa y conjunto de valores cuyos ejes estratégicos son la orientación al colegiado como centro de todas las acciones del Colegio, la promoción de la participación, la innovación y el emprendimiento como señas de identidad de los economistas y la transparencia y sostenibilidad del modelo. “Un programa muy ambicioso, con propuestas concretas para promover un nuevo modelo de Colegio perfectamente adaptado a los tiempos actuales, que centre su razón de ser en la aportación de valor al colegiado y a la sociedad valenciana”, explicó. Este proyecto se plasmará en el nuevo plan estratégico que la Junta de Gobierno está desarrollando y que guiará su acción en los próximos años. Los acuerdos con instituciones de la sociedad civil valenciana, la colaboración con las universidades, la mejora de la comunicación con los economistas y los ciudadanos utilizando las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, y el fomento de los proyectos de innovación por parte de los colegiados, son algunos de los objetivos marcados por la nueva Junta de Gobierno. “Los economistas del futuro deben ser profesionales altamente capacitados e innovadores, que aporten soluciones de gran valor añadido al mercado y, por ello, el Colegio debe desempeñar un papel activo en este campo, dado que es el nexo de unión clave e institucional entre los diferentes profesionales”, manifestó el decano. En la clausura del acto, el conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues, hizo hincapié en su estrecha vinculación con la corporación como miembro, durante muchos años, del claustro de profesores del Master en Tributación que organiza el Colegio. Respecto al debate sobre si deben flexibilizarse los compromisos de reducción del déficit, afirmó que éste “no es un objetivo, es una necesidad” y explicó que los ingresos de la Generalitat Valenciana han disminuido sustancialmente. En materia de tributos cedidos, por ejemplo, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales ha pasado de recaudar 2.500 millones de euros en 2006 a menos de 600 millones el año pasado. También disminuyen las aportaciones del Estado, que representan el 75% de los ingresos autonómicos. Mientras que se reducen las partidas presupuestarias, aumentan los gastos financieros por el apalancamiento. “El endeudamiento ha sido un recurso que se ha Colegio de Economistas de Valencia economistes 438 utilizado de forma excesiva”, lamentó el conseller, quien, como responsable autonómico, admitió estar más preocupado por la deuda comercial que por la financiera: “Ésa es la que debemos atajar, la que afecta a autónomos, pyme, asociaciones, colectivos, personas desfavorecidas…”. En este sentido, explicó que el Fondo de Liquidez Autonómico y el mecanismo de pago a proveedores son una solución a corto plazo, que convierte deuda comercial en financiera, lo que provoca mayor apalancamiento. Soluciona un problema coyuntural de tesorería, pero la viabilidad económica de la Generalitat, según Moragues, pasa por un aumento de los ingresos, derivado del crecimiento de la actividad económica y de una mejora del sistema de financiación. “Gastamos más que ingresamos; tenemos que partir de una premisa de renegociación de esas posiciones de deuda e intentar atajar ese diferencial entre gastos e ingresos”. El conseller, quien reconoció que a corto plazo le preocupa el déficit, pero a medio y largo, la deuda, defendió la obligación de introducir criterios de eficiencia en la Administración Pública. “Los gestores públicos debemos ser valientes, comprometidos y responsables”. El objetivo de la Generalitat para 2014 es alcanzar un superávit primario neteado. “Necesitamos hacer reformas, ajustes, subir ingresos generando crecimiento, riqueza y empleo”. Para ello, lo que puede hacer la Administración Pública es “al menos, no molestar, no ser un problema; y ahora mismo, lo estamos siendo”, reconoció Moragues en referencia a la morosidad del gobierno autonómico. Por último, pidió “escuchar, mimar, dar privilegios y colocar en las empresas al capital humano” que ahora emigra por necesidad: “Vosotros tenéis que sacar esto adelante; apelo a vuestra profesionalidad y a la importancia del Colegio como instrumento institucional canalizador de ideas y sugerencias para mejorar la competitividad de las empresas y nuestra economía”. La ceremonia contó con la presencia de numerosas personalidades del ámbito económico, académico y social valenciano. Colegio de Economistas de Valencia economistes 438 G. de la Dehesa: “La oferta y el sector exterior van a ser los motores del crecimiento potencial” Guillermo de la Dehesa, presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres, organización que promueve, desarrolla y divulga investigaciones en el campo de la economía, fue el ponente invitado de la decimoquinta edición de la Ceremonia de Acreditación de Economistas, que se celebró el 26 de febrero en el Paraninfo de la Universitat de València. En su ponencia, titulada Factores de crecimiento de la economía española, explicó el origen y salida de la crisis económica, no desde el PIB nominal de la economía española, sino desde el PIB potencial, el que es sostenible a largo plazo. Además de presidir el CEPR, de la Dehesa es presidente no ejecutivo de AVIVA Corporación y miembro del European Advisory Board de Ely Lilly desde 1999, international advisor de Goldman Sachs y consejero independiente y miembro de la Comisión Ejecutiva del Grupo Santander. “A diferencia de la expansión de 2000 a 2007, basada fundamentalmente en la demanda interna, a partir de ahora la oferta y el sector exterior van a ser los motores del crecimiento potencial”, subrayó. Una de las razones para hablar sobre el crecimiento potencial fue, precisamente, que varios “notables economistas valencianos” habían realizado estudios sobre ella: Rafael Domenech, Ángel Estrada y Luis González-Calbet en 2008; José Emilio Boscá, Rafael Domenech, Javier Ferri y Juan Varela en 2011. También a finales de 2011, el Banco de España elaboró un estudio, “de enorme interés”, sobre el crecimiento potencial español hasta 2015. A pesar de su importancia, de la Dehesa lamentó que este tipo de estudios no trasciendan del ámbito académico. El PIB o crecimiento potencial no es observable. Hay que estimarlo, para lo cual existen diversas metodologías. A pesar de la complejidad, para sus políticas monetarias casi todos los bancos centrales siguen una Regla de Taylor en la que hay que calcular el output gap (diferencia entre crecimiento nominal y crecimiento potencial). Medir el crecimiento potencial es extremadamente complejo. Hay que calcular el stock de empleo, el stock de capital y la productividad total de los factores. El primero se calcula según la población, la tasa de actividad, la tasa de desempleo y el número de horas trabajadas. El stock de capital, por su parte, se calcula según la Colegio de Economistas de Valencia economistes 438 inversión residencial, la inversión pública y la inversión privada. Además, hay que calcular la productividad relativa de ese stock de capital, con los tipos reales de interés en cada momento. Por último, la productividad total de los factores, “que ha sido negativa todos los años del boom”, se estima indirectamente según muchos factores: la inversión tecnológica, las patentes, el nivel de capital humano, el grado de competencia en los mercados y su mayor o menor rigidez. Durante el boom económico, de 2000 a 2007 el crecimiento potencial anual fue del 2,9%, cuando el PIB nominal creció al 3,5%, incluso al 4% en algunos momentos. Cuando se crece por encima del potencial, se generan “distorsiones importantes” como la inflación, el déficit externo y una burbuja inmobiliaria financiada con ahorro externo. Al crecimiento potencial le corresponde también una tasa de desempleo tendencial no inflacionista (NAIRU, en sus siglas en inglés). Sin embargo, el crecimiento nominal provocó una inflación de salarios y precios. Después de quince años de crecimiento ininterrumpido, llegó una recesión reforzada por la crisis financiera de 2008 y 2009, año en el que el PIB cayó un 3,7%. “El efecto negativo que esta crisis ha tenido sobre el crecimiento potencial actual y futuro es muy grande”, concluyó de la Dehesa, en referencia a la caída de la inversión pública y privada, la destrucción de empleo, sobre todo en el sector de la construcción, y el cierre de empresas productivas, fundamentalmente pyme y microempresas. Todo incide directamente en el stock de empleo, el stock de capital y la productividad total de los factores. Consecuencias: si en 2007 había veinte millones de cotizantes a la Seguridad Social, ahora hay 16,5; ha crecido el número de parados de larga duración; desde el inicio de la crisis han cerrado más de doscientas mil empresas; hay una fuerte caída de la inversión asociada a la aversión al riesgo y una rebaja de las expectativas de crecimiento; una menor aportación del empleo potencial por la paralización de los flujos migratorios, que entre 1998 y 2006 trajo a España a cinco millones de inmigrantes (jubilados europeos incluidos). Desde 2012, la productividad total de los factores está empezando a recuperarse (“un buen indicador de cara al futuro”, destacó el ponente), en parte por el hundimiento del sector de la construcción, el de menor nivel de productividad. Se prevé que crezca entre el 0,4% y 0,5% los próximos años. Según el estudio citado del Banco de España, el crecimiento potencial, que ha caído al 1% con la crisis, podría ir mejorando paulatinamente; en 2015 podría alcanzar el 2%, siempre que se lleven a cabo las reformas estructurales, “que son las que van a hacer que el crecimiento potencial aumente más rápido o más lentamente en los próximos años”, Colegio de Economistas de Valencia economistes 438 puntualizó de la Dehesa. Según el FMI, el crecimiento potencial español será del 1,7% en 2015. El presidente del CEPR insistió en los “efectos muy positivos” que las reformas estructurales van a tener sobre el crecimiento potencial. La reforma laboral, a la que hay que dar “una vuelta de tuerca más”, la de los servicios, para lograr mayor competencia, la mayor reducción de los costes administrativos, la mejora del sistema impositivo, las mayores facilidades para emprender actividades económicas, la mayor inversión en las tecnologías de la información y la comunicación, la reestructuración del sistema financiero... Las reformas pueden compensar la situación de desapalancamiento general del sector público y privado, tanto empresarial como familiar. Si se llevan a cabo, en 2017 podría haber un PIB potencial del 2,5%, un nivel “bastante normal” para España, según el ponente. La Unión Europea decidió retrasar dos años el compromiso de reducción del déficit al 3%, “imposible de cumplir” en términos de PIB nominal. A partir de ahora, va a primar el cumplimiento del déficit estructural: el déficit publico de carácter permanente que se produce independientemente de la influencia del ciclo económico sobre los ingresos y gastos. Precisamente, las reformas constitucionales para fijar topes en el déficit público, que muchos países europeos han aprobado, aluden al déficit estructural. Aunque probablemente sea la Comisión Europea la encargada de medir el déficit de cada país, de la Dehesa reivindicó que lo hiciera un organismo totalmente independiente como el propio CEPR, que cuenta con 750 prestigiosos economistas, “muchos de ellos especialistas en el cálculo de crecimiento potencial”, de modo similar a lo que hace en Estados Unidos el National View of Economis Research. Colegio de Economistas de Valencia