44 LATERCERA Domingo 7 de agosto de 2016 Deportes Juegos Olímpicos RR Uno de los ejercicios de suelo que realizó Tomás González ayer, en la Arena Olímpica de Río 2016. FOTO: REUTERS GIMNASIA MASCULINA Un salto levanta a Tomás del suelo R González fracasó en su plan de llegar a la final de piso en Río 2016. Diego Hermosilla P. Río de Janeiro Una día de emociones vivió ayer Tomás González, el mejor gimnasta chileno de la historia. Ansioso por su debut en el suelo; feliz por cómo lo hizo; decepcionado por el puntaje obtenido y luego, indignado; minutos después, concentrado otra vez para hacer salto; indiferente con el primer brinco; eufórico con el segundo intento; desahogado ante la prensa (ver página 45) y finalmente feliz con la clasificación a la final de salto. Eso, en resumen. En detalle, el santiaguino no tuvo una buena presentación en el tapiz carioca. Los errores cometidos fueron sancionados por los jueces pero, finalmente, cometidos por el nacional, quien se fue a sentar con un 15,066 como nota para su presentación de 6,8 como nivel de dificultad. No podía más de enojo, pese a recibir el apoyo de su entrenador, Antonio Espejo, y en cierta medida de los miles de asistentes a la Arena Olímpica que se enmudeció con el puntaje entregado al chileno. Hasta pifias se escucharon, seguramente de PARA ENTENDER Dos jueces determinan previamente el grado de dificultad de la rutina que presentará el gimnasta. Usualmente no supera el 7.5. Seis jueces evalúan, en una escala de 1 a 10, la ejecución de la rutina y castigan errores, tales como caídas, técnica y presentación. La nota mayor y menor son descartadas. Las cuatro restantes se promedian y se suman a la nota de dificultad, dando el puntaje final. parte del buen número de camisetas rojas que llegaron a mirar a González. No se pueden apelar los descuentos, solo los valores de dificultad, por lo que el chileno, el técnico, la gente y todos lo sabían: el score sería insuficiente para alcanzar la soñada final, tal como en Londres 2012. Pero el chileno no se vino R El chileno sí clasificó en el brinco del caballete, sorpresivamente. abajo. Se sentó en el suelo, elongó y tomó la decisión de hacer también la clasificación del otro aparato. Lo curioso es que González iba a rechazar esta prueba si la clasificación de piso era tan buena que poner en peligro sus lesionados tobillos no fuera plausible. Pero se dio de manera muy distinta: sabiéndose fuera del suelo, tomó el salto como un reto. Ni siquiera había enfrentado este aparato en competiciones. La ultima vez fue hace 14 meses. El resto, solamente en entrenamientos, con elementos de aterrizaje más blandos, todo pensando en el suelo olímpico. Pero eso ya era pasado. El nacional optó por jugársela. El primer intento no fue especialmente feliz, la nota era de 15,233 y en el retorno a la salida el rostro se le veía más duro aún. Allí supo que era su momento, aquel en que intentaría el brinco más difícil, que no probaba hacía rato. La clasificación a la final y no terminar su aventura en Río en una sola mañana lo obligaba. Carrera y el doble carpado hacia atrás. Aterrizaje, brazos al aire, sacudidos en señal de triunfo. De desahogo, de venganza. Ahora sí, más que nunca González estaba feliz. Anotaba 15,066 y el promedio de 15,149 le daba esperanzas, aunque no seguras, de seguir en la competencia olímpica. La segunda de su vida. La última, seguramente. Mal que mal, es su mejor resultado en salto en todo este ciclo olímpico. “Nunca pensé en ningún puntaje, solo en caer parado. Tenía toda mi planificación puesta en suelo más que en salto. No pensé que iba a competir ahí hasta último momento, era una opción que tenía un poco de lado, la opción B y la verdad es que hice una muy buena ejecución y quedé muy contento”, confesaría más tarde. La final de salto es el lunes 15. Si no se había planificado la clasificación, menos la final. Por eso, González manifestó: “No sé si entrene triple giro, por mis tobillos, es un poco arriesgado. De principio, haría los mismos saltos. Igual, tengo una semana para pensar”. El futuro González debió esperar toda la tarde, hasta que el último gimnasta hiciera sus intentos de llegar a la final para R El lunes 15 será la definición de este aparato. El gimnasta pasó 8º. RR González realiza el salto de la clasificación. FOTO: AFP saber de su suerte. Pasó el día con su familia y cercanos. Supo de la clasificación casi ocho horas después. Antes de eso, aún con incertidumbre, se dio tiempo de analizar el futuro: “Como dije antes de los Juegos, quería esperar mi participación en Río, lo que tengo planeado para el segundo semestre es concentrarme en mi es- cuela, dirigir la parte técnica. El próximo año hay un Mundial de especialistas en Canadá, sería bueno ir, ahora me tomaré un mes más relajado, después retomaré la gimnasia y después veré si me proyecto uno, dos o tres años. No tengo nada definido, sólo el mes de descanso”. Eso sí, después del próximo lunes.b