Libertad de enseñanza Per.l Néstor Ribet Director Provincial de Educación de Gestión Privada. Maestro Normal Nacional. Abogado. Prof. de Política Educativa. Magíster en Ciencia Política. Especialista en Gestión de Políticas Educativas. Vicepresidente 2° del Consejo Gral. de Cultura y Educación, en uso de licencia. Secretario Ejecutivo del Consejo Pcial. de Educación y Trabajo, (COPRET); Dir. Pcial. de Educ. y Trabajo; Dir. Pcial. de Educ. Superior; Dir. Nacional de Actualización y Perfeccionamiento Docente del Mrio. de Educación de la Nación. Dir. Gral. y Rector del Colegio La Salle de Bs. As. Autor de varios libros sobre educación. La Educación de Gestión Privada, en la provincia de Buenos Aires, cuenta con 7.400 servicios educativos, 90.000 docentes -de los cuales más de un tercio, 30.000, están compartidos entre la gestión estatal y privada-, e involucra una matrícula de 1.500.000 alumnos. Es decir que de cada tres alumnos que concurren a la escuela pública, uno asiste a un establecimiento privado. O sea, más de un tercio de la totalidad de los estudiantes inscriptos en las escuelas de la Provincia. Los datos dan cuenta de la envergadura de la educación privada en el territorio bonaerense, y su importancia fue con-templada en la nueva Ley de Educación Provincial, al definir dentro de los principios generales un único sistema educativo de educación pública, compuesto de dos modalidades de gestión: estatal y privada. No obstante, varias creencias populares han rondado siempre a la educación privada. Suele decirse que tiene oferta de mayor calidad que la estatal y que es sólo para clases sociales pudientes. El Director de Educación de Gestión Privada, Néstor Ribet, desmitificó ambas. “La calidad de la educación -seña-la- se mide de otra forma y hay servicios educativos de calidad tanto en la gestión privada como en la estatal. Los docentes que actúan en uno u otro de los modos de gestión son compartidos, su título ha sido otorgado por institutos de Formación Docente, y los planes y programas de diseños curriculares son los mismos”. “Por otra parte –agrega- es fruto de la ignorancia creer que en una escuela privada la educación es sólo para ricos, ya que atiende a todos los sectores de la comunidad, desde los más carecientes hasta los más pudientes”. “La prueba está -subraya- en que más del 60 por ciento de la educación priva-da en la Provincia está subvencionada o sostenida por el Estado a través del aporte estatal. Y dentro de ese porcentaje, la gran mayoría es de escuelas gratuitas que se sostienen con el aporte del Estado y en las que los padres con-tribuyen con un arancel que muchas veces apenas supera el de la cooperadora escolar de la gestión estatal”. “Es cierto que también hay un porcentaje de escuelas -mucho menor- a las que sólo pueden acceder quienes tienen una capacidad contributiva muy importante. Pero eso también es signo de la libertad de enseñanza que en nuestro país existe desde los orígenes de la educación”. Precisamente, en el título IV, capítulo 8 de la Ley Provincial de Educación, donde se analizan características de la educación privada, queda establecido un principio fundamental que es el de la libertad de enseñanza. “Esto posibilita señala Ribet que los padres puedan elegir el tipo de educación que desean para sus hijos de acuerdo a sus propias convicciones, sean religiosas, políticas, culturales, etcétera. A partir de allí, la Ley reconoce que la acción educativa de los particulares pueda convertirse en una propuesta que le hace el Estado para el reconocimiento, supervisión y otorgamiento de validez a los títulos que entregue la entidad privada”. “Otro aspecto fundamental de la Ley -explica- es que detalla que tienen derecho a sostener, crear y dirigir establecimientos de educación privada, la Iglesia Católica, las demás confesiones religiosas, los sindicatos, las asociaciones civiles, las sociedades, fundaciones, la acción cooperativa, las organizaciones de la comunidad civil, y las personas, individuales o asociadas, que hubieran de dedicarse a la noble tarea de educar”. “También -aclara- se establecen las condiciones para que el Estado reconozca y permita la actuación oficial del establecimiento privado. Es decir, cumplimentar con las disposiciones que la normativa establece, y que a través de la red de supervisión que la Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP) mantiene con la Inspección General, sea el organismo encargado de controlar que se cumplan esas normativas” Quién conduce la Educación Privada La Dirección Ley Provincial de Educación establece -con claridad y firmeza que la Educación Privada es controlada, supervisada, fiscalizada, desde una Provincial de Educación de Gestión Privada. Esta Dirección Provincial depende en todo de la Subsecretaría de Educación, se integra y se articula con todas las áreas que forman parte de esa Subsecretaría, particularmente con las direcciones de nivel y de modalidades. Además, es parte de la Dirección General de Cultura y Educación. No es un organismo autónomo o que tiene la capacidad de acción que se diferencia del resto de las estructuras de la Dirección General. Y como contiene un aspecto ligado a lo administrativo financiero que es lo referido al aporte estatal, tiene relación también con la Subsecretaría de Administración. De manera que en su accionar, la DIPREGEP integra de una forma activa los planteos políticos y las decisiones estratégicas que la Dirección General a través de la Subsecretaría, sea de Educación o Administrativa- establece para la totalidad del sistema. Así, queda claro, que la educación privada no es un subsistema, sino que es un sistema de menor jerarquía. Tampoco es un sistema paralelo, pero sí es un sistema con características tales que lo convierten en un sistema autónomo. La Educación Privada en la Ley de Educación Provincial, y en la Ley Nacional también, es considerada parte integrante de un único sistema educativo, el público, de la provincia de Buenos Aires. Qué dice la Ley El Capítulo VIII de la Ley, en su Título V, establece: ⌂ Los establecimientos privados, con o sin aporte, deben su funcionamiento a la normativa vigente e integran el sistema educativo provincial según los principios, garantías, .nes y objetivos de la Ley. ⌂ En su funcionamiento están sujetos al reconocimiento, habilitación y supervisión de las autoridades educativas provinciales. ⌂ Se reconoce el derecho a brindar educación por parte de la Iglesia Católica y otras confesiones religiosas, las sociedades, asociaciones, fundaciones, cooperativas y empresas con personería jurídica, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil y las personas de existencia visible. ⌂ Tendrán derecho a crear y solicitar el reconocimiento, organizar, administrar y sostener escuelas; nombrar y promover a su personal; disponer sobre la utilización del edificio escolar; formular planes y programas de estudio de acuerdo con los programas y planes de los establecimientos de gestión estatal; otorgar certificados y títulos reconocidos y aprobar el proyecto educativo institucional. ⌂ Son sus obligaciones responder a los lineamientos de la política educativa provincial, atender a las necesidades educativas de la comunidad, abrirse solidariamente a las instituciones de gestión estatal y brindar la información necesaria para el control pedagógico, contable y laboral. ⌂ La Dirección Provincial de Educación de Gestión Privada (DIPREGEP) que depende de la Subsecretaría de Educación atiende la supervisión y contralor de las instituciones de gestión privada. Cuenta con un Consejo Consultivo Ad Honorem presidido por el Director General e integrado por un Secretario Ejecutivo, el Director Provincial de Educación de Gestión Privada y representantes de sindicatos docentes con personería gremial, de entidades representativas del sector, de los establecimientos educativos que dependen de la Iglesia Católica y de otras confesiones religiosas reconocidas, y por representantes de los padres de alumnos. Posee funciones de asesoramiento y sus aportes no tienen carácter vinculante. ⌂ A través de la Subsecretaría Administrativa se veri.ca el cumplimiento de todos los aspectos administrativos, contables y laborales. ⌂ El aporte estatal, cuyo destino es colaborar con las instituciones privadas que no puedan hacer frente a los salarios y otras cargas laborales y previsionales, de manera total o parcial, puede alcanzar hasta el 100% de la planta funcional aprobada. ⌂ Cumplir con las obligaciones legales vigentes es condición para obtener y mantener el aporte, siempre y cuando su asignación se fundamente en criterios objetivos de acuerdo al principio de justicia distributiva en el marco de la justicia social, y que garantice la función comunitaria en su zona de influencia, el tipo de establecimiento y la cuota que se percibe.