“ No se puede escapar a la naturaleza más que creándose otro mundo desde el cual la domine; este mundo es la sociedad.” Emile Durkheim Se puede considerar a Durkheim como el heredero más importante del método y la filosofía del Comte., no obstante, el propio Durkheim se encargo de señalar la distancia que lo separaba de la metafísica positiva de Comte y Spencer: “... hasta el presente, la sociología ha tratado de una manera más o menos exclusiva, no de cosas, sino de conceptos. Es verdad que Comte ha proclamado que los fenómenos sociales son hechos naturales, sometidos a las leyes naturales. Comte reconoció, pues, y de una manera implícita su carácter de cosas, pues solo hay cosas en la Naturaleza. Pero, cuando abandonando estas generalidades filosóficas, intenta aplicar su principio y hacer emerger de él la ciencia que contiene, toma a las ideas como objeto de estudio ... Comte ha tomado por desarrollo histórico la noción que tenía de él, y que no difiere mucho de la concepción del vulgo ... como no se concibe que la evolución humana pueda ser otra cosa que el desarrollo de alguna idea humana, parece completamente natural definirla por la idea que de ella tienen los hombres. Procediendo de esta guisa, no sólo se continúa en la ideología, sino que se da como objeto en la sociología un concepto que no tiene nada de propiamente sociológico.” (Durkheim, E.; 1912, p. 62 - 63). Durkheim se llama a sí mismo y a la corriente en la que se inscribe racionalista. Su principal objetivo fue aplicar el racionalismo científico al estudio de los hechos sociales estableciendo relaciones de causas y efecto. En este sentido, “operacionaliza” los principios básicos del positivismo, con un doble efecto, concreta sus objetivos generales, a la vez que los revisa y ajusta a las condiciones de aplicación que le impone su objeto de estudio. De esta forma, construye un abordaje basado en el modelo de las ciencias naturales, rupturista con la metafísica positivista y no positivista, que a su vez marca una distancia considerable con las ciencias naturales; esto es, son la referencia, pero su modelo no implica una subsunción de la sociología en la mismas. Más allá de la significación negativa que produce esta cosificación, decir que los hechos sociales deben se tratados como cosas implica otorgarles un status científico (como lo tienen las cosas naturales). Los hechos sociales deben ser tomados desde su exterioridad y no desde lo que el investigador cree que son; en este sentido, plantea que: “ ... las maneras colectivas de obrar o de pensar tienen una realidad independiente de la de los individuos ... Son cosas que tienen su existencia propia. El individuo las encuentra completamente formadas, y no puede hacer que no sean o sean de otra manera de los que son ... y le es tanto más difícil (no decimos imposible) modificarlas ... Claro está, que el individuo interviene en su génesis, pero para que exista un hecho social, es preciso que muchos individuos hayan, por lo menos, combinado su acción, y que de esta combinación se haya engendrado un producto nuevo. Y como esta síntesis se realiza fuera de nosotros (pues entran en ella una pluralidad de conciencias), tiene necesariamente por efecto el fijar, el instituir fuera de nosotros , determinadas maneras de obrar y determinados juicios, que no dependen de cada voluntad particular tomada separadamente ... existe una palabra ... que expresa bastante bien esta manera de ser muy especial; nos referimos a la palabra institución. Sin desnaturalizar el sentido de esta expresión, se puede , en efecto, llamar institución, a todas las creencias y a todas las formas de conducta instituidas por la colectividad; la Sociología podría , por tanto, definirse: la ciencia de las instituciones, de sus génesis y de su funcionamiento”. (Durkheim, E.;1912, p. 28 y 29).