VIII Área Empresarial VIII Contenido Informe especial Regulación del pago de obligaciones GLOSARIO empresarial VIII-1 VIII-4 Ficha Técnica Autor:Dr. Cristhian Northcote Sandoval Título:Regulación del pago de obligaciones Fuente: Actualidad Empresarial, Nº 236 - Primera Quincena de Agosto 2011 1.Introducción Una obligación constituye una relación jurídica en la que se vinculan dos personas con intereses contrapuestos. Por un lado, el acreedor de la obligación, que es la persona con derecho a exigir el cumplimiento de una prestación. Y por otro lado el deudor, que es la persona que tiene a su cargo el cumplimiento de la prestación a favor del acreedor. Una vez que esta relación obligacional nace, el acreedor y el deudor estarán vinculados hasta que la obligación se extinga. De acuerdo a nuestra legislación, los medios de extinción de obligaciones son el pago, la dación en pago, la compensación, la condonación, la transacción, la consolidación y el mutuo disenso. En el presente informe analizaremos la regulación del pago como medio de extinción de obligaciones. 2. Marco legal El pago se encuentra regulado en los artículos 1220º al 1276º del Código Civil. 3. Definición del pago Tal como se ha señalado, el pago es uno de los medios de extinción de obligaciones regulados en nuestra legislación. Y para ser exactos, es el medio de extinción natural de una obligación, pues se entiende que al formarse la relación obligacional entre un acreedor y un deudor, la finalidad que persiguen ambas partes es que la obligación sea pagada. N° 236 Primera Quincena - Agosto 2011 Debe tenerse en cuenta que de acuerdo a la definición de pago contenida en el Código Civil, el único medio de extinción de obligaciones que conlleva el cumplimiento cabal de la obligación es el pago, pues todos los demás medios de extinción implican variaciones de las condiciones en que fue pactada originalmente la obligación. Así por ejemplo, la dación en pago es un mecanismo que consiste en ejecutar una prestación distinta a la pactada inicialmente, pero que es aceptada por el acreedor. O por ejemplo, la condonación, que ni siquiera consiste en el cumplimiento de la prestación sino que extingue a la obligación por la voluntad del acreedor quien decide renunciar a su derecho de exigir el pago. Siendo así, el pago se presenta como el medio principal de extinción de una obligación y es definido por el Código Civil de la siguiente manera: “Artículo 1220º.- Noción de pago Se entiende efectuado el pago sólo cuando se ha ejecutado íntegramente la prestación”. De acuerdo a esta definición, podemos entender como pago al cumplimiento cabal de la prestación, tal como fue configurada por las partes. Así, un cumplimiento parcial, tardío o defectuoso no puede considerarse pago. La necesidad de que el pago deba hacerse en forma íntegra conlleva a que el acreedor no pueda ser obligado a recibir un pago parcial, salvo que así se hubiera establecido en el acuerdo con el deudor o que una norma legal disponga dicha posibilidad. Veamos a continuación, algunas de las principales disposiciones que se aplican al pago. 4. Sobre el pago realizado por un tercero Es una situación muy común que una obligación sea pagada por una persona distinta al deudor, ya sea con el consentimiento de éste o no. Y se trata de una situación perfectamente válida, salvo que el acuerdo entre el acreedor y el deudor hubiera prohibido esta posibilidad o que por la naturaleza de la obligación, no sea posible que el pago lo realice un tercero. Informe Especial Regulación del pago de obligaciones Una vez que el tercero ha efectuado el pago se produce una figura conocida como subrogación, en virtud de la cual el tercero pasa a ocupar el lugar del acreedor en la relación obligacional y, por lo tanto, será ahora el nuevo acreedor y podrá exigir el cumplimiento de la prestación al deudor original. Más adelante veremos la regulación de la subrogación y las distintas situaciones en las que se presenta, pero a efectos de este punto, debe quedar claro que la subrogación se produce a favor del tercero incluso si hizo el pago sin consentimiento del deudor. 5. Aptitud legal para recibir el pago Queda claro que el pago de la obligación lo puede hacer el deudor original o cualquier tercero, sin importar que cuente con la aceptación del deudor o no. Pero, ¿qué ocurre en el otro extremo de la relación obligacional? Es decir, ¿quién puede recibir el pago válidamente?. El artículo 1224º del Código Civil señala lo siguiente: “Artículo 1224º.- Aptitud legal para recibir el pago Sólo es válido el pago que se efectúe al acreedor o al designado por el juez, por la ley o por el propio acreedor, salvo que, Actualidad Empresarial VIII-1 VIII Informe Especial hecho a persona no autorizada, el acreedor lo ratifique o se aproveche de él”. Veamos las alternativas que regula este artículo. En primer lugar, claro está, el pago puede efectuarse directamente al acreedor. Pero es posible también que el pago se haga válidamente a una persona distinta al acreedor. Así, el artículo 1224º dispone que el pago puede realizarse a la persona señalada por mandato judicial o legal. Pero también es posible que el propio acreedor designe a una persona distinta para que reciba el pago. Esta situación es muy común y produce los efectos de extinguir la obligación tal como si se hubiera hecho el pago directamente al acreedor. 6. Pago efectuado a personas incapaces Como sabemos, las personas que son consideradas incapaces, ya sea por motivos de edad o situaciones físicas o mentales que les impiden ejercer por sí mismos sus derechos, requieren de la representación de otra persona para la realización de actos jurídicamente válidos. De esta manera, para recibir el pago de una obligación en la que ocupan la posición de acreedores, las personas incapaces también deben contar con el asentimiento de sus representantes, al punto que el pago efectuado sin dicha aceptación no surte efectos y no extingue la obligación. 7. Sobre la prueba del pago La acreditación del pago es una carga que le corresponde a la persona que afirme haber cumplido con la obligación, es decir, la carga de la prueba le corresponde al deudor. Esta regla está vinculada a la obligación a cargo del acreedor de entregar la constancia o recibo respectivo cuando le es efectuado el pago de la obligación. En el mismo sentido, el deudor puede retener el pago en tanto no se le entregue el recibo correspondiente. 8. Presunciones sobre el pago en cuotas y el pago de intereses Cuando una obligación debe pagarse en cuotas o en forma fraccionada, el pago se verifica cuando cada una de las cuotas es pagada en su totalidad en la oportunidad pactada. Sin embargo, existe la presunción de que si el deudor cuenta con la constancia o recibo de pago de una cuota, se asume que ha efectuado el pago de las cuotas anteriores. Esta presunción admite prueba en contrario. VIII-2 Instituto Pacífico Existe una presunción similar respecto a las obligaciones que generan el pago de intereses. Si el deudor cuenta con el recibo del pago del capital y éste no tiene ninguna observación con respecto al pago de los intereses, se presume que éstos han sido pagados. De la misma manera que con la presunción sobre el pago de cuotas, esta presunción admite prueba en contrario. 9. Sobre el pago con títulos valores Este punto genera muchas controversias en la práctica, pues se suele asumir que la entrega de un título valor, como una letra de cambio o un cheque, cumple los efectos del pago de la obligación. En realidad, la sola entrega de un título valor no constituye pago, pues un título valor incorpora una promesa o una orden de pago, por lo que es perfectamente posible que el título valor sea incumplido, con lo cual no habría pago alguno de la obligación. Por lo tanto, la regla contenida en el artículo 1233º del Código Civil dispone que la sola entrega de un título valor no surte los efectos de un pago, salvo que así lo hubieran acordado las partes o si el título valor es perjudicado, entiéndase imposible de ser ejecutado, por culpa del acreedor. Nótese que el Código Civil permite que las partes acuerden darle los efectos de pago a la sola entrega de un título valor, pero ello implica un riesgo para el acreedor ante la eventualidad que el título valor en cuestión nunca sea pagado. 10.Sobre el pago de obligaciones en moneda extranjera Nuestro régimen económico permite la libre circulación y tenencia de moneda extranjera en el país. En virtud de ello, muchas de las operaciones que se celebran en el Perú son pactadas en monedas distintas a la moneda nacional. Como es obvio, la posibilidad de pactar una obligación en moneda extranjera genera la necesidad de regular si dicha obligación debe ser pagada en la moneda pactada, si puede ser pagada en moneda nacional y, en tal caso, cuál debe ser el tipo de cambio aplicable. Nuestro Código Civil establece una serie de reglas aplicables a las operaciones pactadas en moneda extranjera. En primer lugar, si una obligación es pactada en moneda nacional, no puede exigirse el pago en una moneda distinta ni en una cantidad diferente al monto pactado. En otras palabras, si una obligación ha sido pactada en nuevos soles, el deudor no puede ser obligado a pagar dicha obligación en euros. Tampoco puede ser obligado a pagar un monto distinto al acordado. Sin embargo, existe la posibilidad de que las partes acuerden establecer mecanismos de actualización que permitan mantener el valor adquisitivo de la moneda. Se trata de una disposición que encuentra su fundamento en la situación de inestabilidad económica que vivía el Perú en la época de promulgación del Código Civil. Actualmente, no es una disposición que sea utilizada con frecuencia, pues nuestro sistema monetario es bastante estable, pero nada impide que las partes acuerden incluir en sus operaciones mecanismos de reajuste, tales como la aplicación de índices aprobados por el Banco Central de Reserva, referencias a monedas extranjeras o incluso a valores de mercancías. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando la obligación ha sido pactada en moneda extranjera? La regla general, es que la deuda contraída en moneda extranjera puede ser pagada en moneda nacional al tipo de cambio de venta del día y lugar del vencimiento de la obligación. Es decir, que el deudor tiene derecho a efectuar el pago de la obligación en moneda nacional y el acreedor no puede oponerse a ello, salvo que hubiera alguna controversia con respecto al tipo de cambio utilizado. Si en este supuesto el deudor pagara la deuda en forma tardía, el acreedor tendrá derecho a elegir el tipo de cambio a ser aplicado, pudiendo optar por el tipo de cambio venta del día en que vencía la obligación o el tipo de cambio del día en que se efectúe el pago. Pero, también es posible que las partes acuerden que la obligación deba ser pagada en la misma moneda en que fue pactada. 11.Sobre el lugar de pago Hemos señalado que el pago se considera efectuado cuando se realiza en forma integral y en forma oportuna. Pero ¿qué hay acerca del lugar de pago de la obligación? La regla general, es que la obligación debe ser pagada en el domicilio del deudor, salvo que por acuerdo de las partes, por efecto de la ley o de la naturaleza de la operación, el pago deba realizarse en un lugar distinto. Imaginemos por ejemplo que la obligación consiste en la instalación de una máquina en el local del acreedor. Evidentemente, la obligación será pagada en el N° 236 Primera Quincena - Agosto 2011 Área Empresarial VIII domicilio del acreedor y no del deudor, por lo que la regla general no sería aplicable en este caso. La ganancia o beneficio del acreedor son los intereses compensatorios que se generan hasta la fecha de pago. compensatorios, y gastos generados por la operación, tales como los gastos de cobranza. Si las partes hubieran acordado varios lugares en los que la obligación puede ser pagada, el acreedor puede elegir cualquiera de ellos para efectuar el cobro. A diferencia de lo que ocurre con los intereses moratorios, el derecho a cobrar intereses compensatorios sí debe ser pactado expresamente, salvo que por disposición legal, dicha obligación sea aplicable sin necesidad de pacto. Esto ocurre en el caso de las operaciones de mutuo, en las que por efecto del artículo 1663º el deudor siempre debe pagar intereses compensatorios, salvo que las partes acuerden que no se aplicarán intereses a la operación. Cuando existen estos conceptos en la operación, el pago efectuado por el deudor debe imputarse primero a los intereses, luego a los gastos y finalmente al capital, salvo que las partes acuerden un orden de imputación distinto. Cuando el pago debe realizarse en el domicilio del deudor y éste varía, entonces el acreedor tiene derecho a exigir el pago en el domicilio original o en el nuevo. La misma regla se aplica si el pago debe efectuarse en el domicilio del acreedor y éste cambia. 12.Reglas para el pago de intereses Probablemente, uno de los aspectos que generan mayores confusiones en la ejecución de una operación es el relativo al pago de intereses. Como sabemos, una obligación tiene por contenido una prestación de dar, hacer o no hacer. Estas prestaciones vendrían a ser el capital de la deuda o deuda principal. Sin embargo, por diversas circunstancias, ese capital puede generar además, una obligación secundaria o accesoria que es el pago de intereses. Para estos efectos, lo primero que debemos tener en claro es que existen dos clases de intereses, los moratorios y los compensatorios. Los intereses moratorios son aquellos que deben pagarse cuando se ha producido un retraso en el pago. Por lo tanto, la naturaleza de estos intereses es la de una indemnización por el daño que se causa al acreedor por recibir un pago tardío. La obligación de pagar intereses moratorios nace por el sólo retraso en el pago de la obligación, es decir, no es necesario que las partes pacten el derecho a cobrar intereses moratorios. Estos intereses se computan desde la fecha de incumplimiento de la obligación hasta la fecha en que se produzca el pago. Los intereses compensatorios tienen por naturaleza la de una retribución por el otorgamiento de un financiamiento o de un diferimiento en el pago. Así por ejemplo, en una operación de pago de una suma de dinero en cuotas, las partes pueden pactar el pago de intereses compensatorios que se computarán por todo el plazo de la operación hasta la cancelación total de la obligación. El caso típico en el que se aplican intereses compensatorios es en las operaciones de mutuo o préstamo. En estas operaciones, el acreedor entrega una cantidad de dinero o de bienes consumibles al deudor, quien queda obligado a devolver el dinero o los bienes en un determinado plazo. N° 236 Primera Quincena - Agosto 2011 Los intereses compensatorios se computan desde la fecha en que se celebra la operación o desde la fecha pactada por las partes para este efecto, hasta la fecha de pago de la obligación. Para determinar el monto de los intereses el Código Civil establece las reglas para fijar la tasa de interés aplicable y los efectos cuando no se ha pactado ninguna tasa. Así, la tasa aplicable para el cálculo de los intereses será aquella pactada por las partes. Sin embargo, en el caso de las personas que no forman parte del sistema financiero, existen límites para las tasas de interés que pueden aplicar a sus operaciones. Estas tasas máximas son fijadas por el Banco Central de Reserva. Si el acuerdo de las partes fija una tasa de interés que excede a la máxima establecida por el Banco Central de Reserva, entonces el deudor tiene derecho a que el exceso de los intereses pagados se aplique al capital de la deuda o a que le sea devuelto. En el caso de las empresas que forman parte del sistema financiero no se aplican los límites establecidos por el Banco Central de Reserva, pues para estas empresas existe libertad para la fijación de las tasas de interés en sus operaciones. ¿Qué ocurre cuando las partes no han acordado la tasas de interés aplicables? En estos casos, se aplica por defecto la tasa de interés legal, que es fijada también por el Banco Central de Reserva. La regulación contenida en el Código Civil prohíbe que las partes acuerden, al momento de la celebración de la operación, la capitalización de intereses. Sin embargo, este pacto es válido si se realiza con posterioridad a la celebración de la operación, siempre que hubiera transcurrido más de un año de atraso en el pago de los intereses. Si entre el mismo acreedor y el mismo deudor existen varias obligaciones homogéneas, el deudor puede indicar a cuál de ellas debe imputarse el pago. Sin embargo, este derecho del deudor no implica la posibilidad de compeler al acreedor a aceptar el pago parcial de una obligación. Asimismo, si el deudor realiza el pago sin indicar a cuál de las obligaciones debe imputarse y aceptando el recibo por el pago de alguna de ellas, no puede después solicitar una imputación distinta a otra u otras obligaciones. Cuando no existe indicación sobre la imputación del pago por parte del deudor ni del acreedor, el pago debe imputarse a la obligación menos garantizada. Si todas las obligaciones están garantizadas en la misma forma, entonces se debe imputar el pago a la más onerosa para el deudor. Y si las obligaciones son garantizadas de la misma forma y ninguna es más onerosa que las otras, entonces el pago debe aplicarse a la obligación más antigua. Si no se puede aplicar ninguno de estos criterios, el pago se imputará en forma proporcional. 14.La subrogación Hemos hecho mención a la figura de la subrogación cuando explicamos la posibilidad de que el pago de una obligación sea realizado por un tercero. Pero ¿qué es esta figura de la subrogación y cómo se relaciona con el pago de obligaciones? La subrogación es el efecto o la consecuencia de determinadas circunstancias que se pueden producir en el pago de una obligación. La subrogación implica que en la relación obligacional la persona que ocupaba originalmente la posición de acreedor, sale de la relación e ingresa otra persona a ocupar dicha posición. Las circunstancias que producen la subrogación son las siguientes: - 13.Reglas para la imputación del pago Tal como hemos visto, las obligaciones pueden estar conformadas no sólo por el capital de la deuda, sino que pueden generar intereses, tanto moratorios como - Cuando una persona paga una deuda a la que estaba obligada en forma indivisible o solidaria con otra u otras personas. En este caso, la persona que ha efectuado el pago pasa a tomar la posición de acreedor frente a los que eran inicialmente sus codeudores. Cuando una persona paga la obligación teniendo legítimo interés para ello. Actualidad Empresarial VIII-3 VIII Informe Especial - Cuando un acreedor paga la deuda de su deudor a otro acreedor que tiene un derecho preferente. En todas estas situaciones, la subrogación opera de pleno derecho, es decir, no es necesario que exista un acuerdo entre las partes para que se produzca la subrogación. Pero existen otras situaciones en que la subrogación se genera siempre que las partes estén de acuerdo. Estas situaciones son las siguientes: - Cuando el acreedor recibe el pago de un tercero y lo sustituye en sus derechos. - Cuando el tercero no interesado en la obligación paga con aprobación expresa o tácita del deudor. - Cuando el deudor paga con el dinero recibido de un mutuo y subroga al mutuante en los derechos el acreedor, para lo cual se requiere que el contrato de mutuo se haya celebrado por documento de fecha cierta y que se haya hecho mención de tal propósito en el contrato de mutuo. Ya sea en la subrogación de pleno derecho o en la subrogación convencional, la persona que ingresa en la relación obligación en lugar del acreedor original, asume todos los derechos de éste frente al deudor o deudores. 15. Sobre el pago indebido Hemos expuesto las distintas reglas y efectos del pago como medio de extinción natural de una obligación. Pero es posible también que una persona efectúe un pago sin estar obligada a ello. Esta situación es lo que se denomina como pago indebido y en vez de generar la extinción de una obligación, en realidad crea una, pues la persona que recibió el pago indebido está obligada a devolver lo pagado. La obligación de devolver el pago indebido no se presenta cuando la persona lo recibió de buena fe pensando que se trataba del pago de un crédito legítimo y subsistente, y como consecuencia de ello hubiera inutilizado los títulos que VIII-4 Instituto Pacífico sustentaban la operación, hubiese levantado las garantías o dejado prescribir la acción contra el deudor real. En este caso, la persona que efectuó el pago indebido podrá solicitar la restitución al deudor verdadero. Ahora bien, si la persona que recibió el pago indebido actuó con mala fe, deberá pagar el interés legal del capital recibido o los frutos del bien o bienes recibidos, desde la fecha del pago indebido. Pero además, si ha recibido un bien, deberá responder por la pérdida o deterioro que haya sufrido dicho bien y de los perjuicios generados a quien realizó el pago indebido. La persona que recibió el bien de mala fe no deberá responder por la pérdida o deterioro del bien ni por los daños si acredita que estos hechos se produjeron por una causa no imputable y que los daños se habrían producido incluso si el bien hubiera estado en posesión de quien efectuó el pago indebido. Si la persona que recibió el bien como pago indebido actuó de mala fe y lo transfiere a un tercero que también actúa de mala fe, la persona que efectuó el pago puede solicitar, además de la restitución del bien, la indemnización por los daños y perjuicios en forma solidaria. Si la transferencia del bien se hubiera realizado a título oneroso a un tercero que actuó de buena fe, la persona que efectuó el pago indebido sólo podrá solicitar a quien lo recibió de mala fe el valor del bien transferido y la indemnización de daños y perjuicios, pero no tendrá acción contra el tercero de buena fe. Si la transferencia se hubiera realizado a título gratuito y el tercero que adquirió el bien hubiera actuado de buena fe, la persona que efectuó el pago indebido puede exigir la restitución del bien. Sin embargo, sólo está obligado a pagar la correspondiente indemnización de daños y perjuicios quien recibió el pago indebido de mala fe. Asimismo, si quien aceptó el pago indebido actuó de buena fe y hubiese transferido el bien a un tercero que también actuó con buena fe, sólo estará obligado a restituir el precio o a ceder la acción para hacerlo efectivo. Como regla general, en todos los casos de pago indebido señalados, quien alega haber efectuado un pago indebido es quien debe probar su error. La acción para solicitar la restitución del pago indebido prescribe a los cinco años de efectuado el pago. 16.Dación en pago Al inicio del presente informe mencionamos que la dación en pago es un mecanismo de extinción de obligaciones distinto al pago, pero por la frecuencia con la que se presenta, consideramos conveniente exponer algunas ideas sobre esta figura. Cuando la obligación no puede ser cumplida en su forma original, es posible que las partes acuerden realizar una dación en pago, lo que significa que el deudor ejecutará una prestación distinta a la que se pactó originalmente en el contrato. Por ejemplo, si no se cuenta con el dinero para pagar la suma pactada, puede transferirse un bien por el valor adeudado. O si el bien que debía entregarse se ha extinguido y no es posible reemplazarlo por uno de iguales características, puede pagarse su valor en dinero o entregar otro bien que satisfaga al acreedor. Entonces, la dación en pago implica la ejecución de una prestación distinta a la que se había pactado inicialmente, y que surte los efectos del pago, por lo que la obligación queda extinguida. 17.Conclusión Como hemos visto, el pago, como medio natural de extinción de obligaciones, requiere de una serie de elementos para ser considerado como un pago eficaz. Asimismo, existen diversas situaciones que se pueden presentar en el pago de una obligación y que conllevan la aplicación de reglas acerca del pago de intereses, el pago en moneda extranjera, etc. El adecuado conocimiento de estos elementos y reglas es indispensable para ejecutar una obligación en forma adecuada y evitar las consecuencias que se pueden generar por un incumplimiento. N° 236 Primera Quincena - Agosto 2011