Edmond Halley (1656-1742) Nació cerca de Londres, el 8 de Noviembre de 1656. Fue hijo de un comerciante asesinado en extrañas circunstancias. Desde temprana edad demostró interés por la ciencia. Estudió cursos de Astronomía en la Universidad de Oxford, lugar en que destacó por su habilidad en matemáticas y su conocimiento del latín y el griego. Abandonó la universidad a los veinte años antes de haberse graduado, para complementar la obra de Hevelio y la que iniciaba Flamsteed en Greenwich, mediante observaciones de posiciones precisas de estrellas australes. Se trasladó a la isla de Santa Elena, la posesión inglesa más austral. Lamentablemente, las condiciones meteorológicas del lugar no son adecuadas para las observaciones astronómicas. Pese a ello Halley, con un telescopio de 8 m de distancia focal y un sextante de 1,5 m de radio, midió pacientemente durante 18 meses la posición de las estrellas más brillantes del inexplorado cielo austral. Allí también observó el tránsito de Mercurio por la faz del sol, el 7 de Noviembre de 1677, lo que le sugirió su uso para determinar la paralaje solar. Esta observación fue la cuarta de su tipo y la primera que se hizo observando el tránsito de comienzo a fin. En 1678 publica el “Catalogus Stellarum Australium” con 381 posiciones estelares. El catálogo de Halley tiene el privilegio de ser el primero en ser publicado en base a observaciones hechas con un telescopio. En 1679 visitó a Hevelio en Danzing para trabajar con él un tiempo. Observó con Cassini, en París, el eclipse de 1680. Recibió un título honorífico de la Universidad de Oxford por su obra astronómica, siendo elegido miembro de la Royal Society. Estableció una amistad muy duradera con Newton, con quien colaboró en los Principios Matemáticos de Filosofía Natural, en particular en lo que se refiere a cometas. Halley calculó, siguiendo los pasos de Newton, las órbitas de 24 cometas aparecidos entre 1337 y 1698. Usó los datos disponibles para todos los comentas que encontró en la literatura astronómica. Advirtió la semejanza entre las órbitas de los cometas de 1682, 1607, 1530 y 1456, por lo que dedujo que podría tratarse del mismo cometa describiendo una órbita elíptica, con un período de 76 años. Finalmente predijo la reaparición del cometa para el año 1758, lo que le valió que el cometa fuese bautizado con su nombre cuando apareciera ese año, pese a que Halley ya había fallecido para ese entonces. Esta predicción había sido publicada en 1705 en su estudio sobre cometas titulado “Treatise of Cometary Astronomy”. Propuso un método para medir la paralaje solar, gracias a la observación desde dos lugares diferentes de la Tierra del tránsito de Venus frente al disco solar. Presentó sus argumentos en una memoria publicada en 1716. Los tránsitos de Venus de 1761 y 1769 permitieron a los astrónomos del siglo XVIII probar el método propuesto por Halley, que mejoró los resultados que se tenían en la época, pese a que se sobreestimó la distancia real entre el sol y la Tierra. Dos años después de la publicación de su método para determinar la paralaje solar, Halley hace un descubrimiento muy importante, al presentar evidencias acerca del movimiento en el cielo de algunas estrellas brillantes, que habían cambiado su posición desde los tiempos de Ptolomeo. Estos cambios, aunque pequeños en valor, eran demasiado grandes como para atribuirlos a errores de las mediciones antiguas. Los movimientos estelares han sido plenamente confirmados y hoy en día se conoce el movimiento propio de muchas estrellas. A los 63 años fue nombrado segundo Astrónomo Real, tomando el cargo de Director del Observatorio de Greenwich. De sus observaciones lunares descubrió la aceleración secular de la luna. Murió a la edad de 85 años, el 14 de Enero de 1742.