Prevención Primaria del Cáncer Colorectal Dr. Gustavo Freier Especialista en Medicina Interna Sociedad Argentina de Medicina Interna General Introducción: El cáncer colorectal (CCR) es una enfermedad frecuente y letal. Su desarrollo está asociado a factores ambientales y genéticos. En los Estados Unidos es la tercera causa de muerte por cáncer en cada sexo y la segunda causa en general. (1) En la Argentina es la segunda causa de mortalidad por cáncer en las mujeres y la tercera en los hombres, con una tasa de mortalidad de 11,9% y 20,2% respectivamente. (2) En el mundo anualmente más de 1 millón de personas desarrollan CCR y su mortalidad en los países desarrollados es cercana al 33%. (4) El riesgo acumulativo en una persona a lo largo de su vida de desarrollar CCR es del 6%. Su incidencia fue aumentando progresivamente desde 1900 en paralelo con el desarrollo económico. El mundo entero la mayoría de los canceres colorectales ocurre en los países industrializados, viéndose también un rápido incremento en los países menos desarrollados que adoptaron un estilo de vida occidental y en inmigrantes de países con baja incidencia a países industrializados comparado con los nativos de su país de origen. (3) No debemos olvidar que en la actualidad la piedra fundamental de la prevención sigue siendo el rastreo y la detección precoz pólipos, sin embargo el mejorar nuestro entendimiento en la modificación de los factores de riesgo nos permitirá generar estrategias no solo para reducir el riesgo de cáncer colorectal sino también en otras enfermedades crónicas que se verían beneficiadas con estos cambios, obteniendo así un beneficio en la salud de nuestros pacientes. En esta revisión intentare focalizar aquellos factores de riesgo potencialmente modificables, evaluando la evidencia que avala el rol de la dieta, estilos de vida y uso de medicación en el riesgo del cáncer colon. Carcinogénesis: La descripción clásica de la carcinogénesis colorectal es la secuencia adenoma-carcinoma y los múltiples pasos que en este camino son determinados por guardianes y cuidadores moleculares, debiendo transcurrir muchos años hasta su desarrollo. Su clasificación se hace en base a los fenotipos específicos de acuerdo a su perfil molecular, los cuales representan diferentes tipos de inestabilidad genética. La forma más frecuente cercana al 85% representada por los casos esporádicos, es causada por la acumulación de mutaciones en oncogenes y genes supresores, cuya consecuencia principal es la activación aberrante de la B-catenina. (5) En contraste el 15% restante de los casos es causado por la presencia de inestabilidad microsatelital, con la consecuente incapacidad de reparar los errores que frecuentemente ocurren en la replicación del ADN, caracterizada por la acumulación de mutaciones en nucleótidos simples y alteraciones a lo largo de repetidas secuencias microsatelitales de nucleótidos en el genoma. Estos tumores se caracterizan por su localización proximal, histológicamente mucinosos, pobremente diferenciados e infiltración linfocitaria. (4) Un tercer tipo menos frecuente caracterizada por lesiones de tipo aserrado, que están gobernados por un mecanismo diferente a la secuencia clásica y sus lesiones precursoras son los pólipos hiperplasicos, sésiles aserrados y adenoma aserrado, usualmente se localizan en el colon derecho. (4) Factores de Riesgo Poliposis adenomatosa familiar: es la causa del 1% del total de todos los CCR, caracterizado por múltiples adenomas desde la infancia, síntomas aparecen en promedio a los 16 años y a los 45 años el 90% desarrollaron cáncer de colon. Existe una forma atenuada con menos pólipos y la edad promedio del cáncer es a los 54 años. Una variante de la FAP aparece en el 6% de la población de judíos askenazis, quienes también tienen una incidencia del 20-30% de CCR no asociada a pólipos; a pesar de ello no tienen mayor peso que el antecedente familiar en 1er grado. Es causada por la mutación del gen APC localizado cromosoma 5, en las formas atenuadas está comprometido el mismo gen pero en diferentes sitios. (6) Cáncer colorectal hereditario no poliposico: es un síndrome autonómico dominante más frecuente que la PAF, es aproximadamente la causa del 3% de todos los adenocarcinomas de colon. Es causado por una alteración en la reparación durante la duplicación del ADN. Se caracteriza por su compromiso del colon derecho, aparición temprana promedio a los 48 años y en muchos pacientes puede manifestarse a los 20 años. El 10% pueden tener lesiones sincrónicas o metacrónicas. Otros sitios extracolonicos son comprometidos, el 40% de las mujeres afectadas desarrollan cáncer endometrial. También tienen compromiso del duodeno, estomago, ovario, vía biliar, uréter y pelvis renal. (6) Historia personal o familiar de pólipos adenomatosos o cáncer colorectal esporádico: la historia personal de cáncer o pólipos aumenta el riesgo de cáncer a futuro. Aquella persona operada de un CCR simple puede desarrollar un cáncer metacrónico en los cinco años de la cirugía en un 1,5 a 3%. La presencia de un pólipo adenomatoso mayor de 1 cm, pólipos vellosos o tubulovellosos de cualquier tamaño tiene un riesgo relativo de desarrollar cáncer aproximadamente de 3,5 a 6,5. Aquellos cuyo tamaño es menor de 1 cm no tienen riesgo incrementado. La historia familiar de CCR de las formas esporádicas de un familiar en 1er grado aumenta el riesgo en 1,7 con respecto a la población general, este riesgo es aún mayor si hay 2 familiares afectados o uno menor de 45 años. La historia familiar de un adenoma colonico mayor de 1 cm o histológicamente avanzado pareciera tener la misma implicancia que el CCR. (6) Enfermedad intestinal inflamatoria crónica: La relación con el CCR está bien documentada, la pancolitis aumenta el riesgo 5 a 15 veces con respecto a la población general, cuando está comprometido únicamente el colon izquierdo el riesgo es 3 veces mayor y cuando únicamente está comprometido el recto no hay aumento del riesgo. La incidencia es de 0,5% por año cuando la duración de la enfermedad es entre 10 y 20 años, cuando es mayor es del 1% por año. El incremento del riesgo está directamente relacionado con la duración de la enfermedad aproximadamente a los 8-10 años en la pancolitis y 15 a 20 años en la colitis limitada al colon izquierdo. Después de 30 años de enfermedad los pacientes con pancolitis tienen un riesgo del 20 % de desarrollar CCR y un riesgo de morir por cáncer del 50%. Si bien la evidencia no es tan fuerte como en la colitis ulcerosa los pacientes con Enfermedad de Crohn tienen un riesgo similar. Un subgrupo de paciente con Colitis ulcerosa asociada a colangitis esclerosante tiene un riesgo mayor. La presencia de pesudopolipos es un factor de riesgo independiente y aun más si son de gran tamaño. (5-6) Etnias: como mencionamos anteriormente los judíos askenazis tienes una mayor incidencia de FAP y CCR no asociada a pólipos. En países como Singapur y Malasia cuya población esta constituida por chinos, malayos e hindúes la incidencia es mucha más baja en los malayos e hindúes comparada con los chinos. Muchos estudios en Asia demostraron mayor incidencia de CCR entre japoneses, chinos y coreanos comparado con otro grupo de asiáticos. (7) Diabetes Melitus e insulinoresistencia: un meta análisis de 15 estudios (6 caso-control y 9 de cohorte) que incluyen aproximadamente 2.500.000 personas estimaron un aumento del riesgo del 30% mayor en los diabéticos comparada con los no diabéticos (RR 1,30 IC 95% 1,20-1,40). (8). Una explicación es la relación de la insulina como un importante factor de crecimiento en la células de la mucosa colonica y estimulo para las células tumorales. La insulino terapia crónica incrementa también el riesgo de CCR. (8) Obesidad: El estudio HPFS mostro que el Índice de Masa Corporal (IMC) está directamente asociado al riesgo de cáncer de colon, los hombres en el quintilo mayor de IMC tienen un incremento del riesgo de veces comparados con el quintilo mas bajo. En el NHS las mujeres con un IMC mayor de 29 tienen un incremento del riesgo de 1,5 veces de cáncer de colon y de veces de pólipos mayores de 1,0 cm. (1) Un meta análisis publicado recientemente de 56 estudios caso-control y de cohorte que incluían más de 7.200.000 personas y más de 93.000 casos de cáncer de colorectal, mostro en el análisis un incremento del riesgo de comparado con un IMC < 23 del 14% para un IMC entre 23-24,9; 19% para un IMC de 25 a 27,4; 24% para un IMC del 27,5 a 29,9 y del 41% para un IMC igual o mayor a 30,0. La asociación fue mayor en hombres que para mujeres y colon que para recto. En un meta-análisis separado de estudios prospectivos el incremento del cáncer de colon relacionado con el aumento del perímetro abdominal fue del 33% en los hombres y 16% en las mujeres por cada 10 cm de aumento de la circunferencia. (9) (10) Alcohol: si bien la relación del consumo de alcohol y cáncer es controvertida, la mayoría de la evidencia indica que un alto consumo del mismo incrementa el riesgo de CCR. El estudio HPFS muestra que los hombres que toman más de 2 tragos por día tienen 2 veces más riesgo de cáncer de colon comparados con aquellos que toman menos de 0,25 tragos por día. Tanto el NHS y HPFS demostraron un incremento del incremento del riesgo de adenomas colorectales en las personas con un fuerte consumo de alcohol. En el análisis de 8 estudios de cohorte (incluidos el NHS y HPFS) que incluyen aproximadamente 500.00 participantes el riesgo fue de 1,24 en los que consumen más de 30 gr/día comparado con los de menor consumo. Similares resultado se encontraron en el estudio EPIC que un número similar de participantes incluidos. (1-6) Tabaco: La relación del tabaco con el aumento del riesgo CCR está resumida en 4 metanalisis que llegaron a las mismas conclusiones. (1) Uno de ellos evaluó 4 variables y con resultados estadísticamente significativos. El consumo diario de 40 cigarrillos por día incrementó el riesgo en un 38%, el consumo diario durante 40 años un 20%, 60 pack.year un 51% y dilatar el inicio del consumo en 10 años disminuye el riesgo un 4%. (11) Dieta: El reconocimiento de la potencial interacción y sinergismo entre varios componentes de la dieta, ha sido investigado y relacionado el CCR con varios patrones alimentarios, más que con específicos macro y micro nutrientes. La conocida dieta occidental compuesta por gran cantidad de carnes rojas, procesadas e hidratos de carbono refinados tiene mayor incidencia de CCR comparada con una dieta prudente con bajo contenido de los mismos. El estudio HPFS mostro que aquellas personas que comían carnes rojas más de 5 veces por semana tenían un aumento del riesgo de CCR 3 veces mayor que los que consumían menos de 1 vez por mes, resultado similares encontraron en el estudio EPIC donde el riesgo absoluto de desarrollar CCR después dentro de 10 años en mayores de 50 años fue de 1,78 % en el grupo de los grandes consumidores de carnes rojas y procesadas comparado con el 1,28% en el grupo de bajo consumo. Su potencial mecanismo de acción se lo relaciona con la hiperinsulinemia y la inflamación. En conclusión el potencial beneficio anti-cáncer de un patrón global de la dieta es más importante que la importancia individual de diferentes macro y micronutrientes. (1) Factores Protectores Frutas, verduras y fibras: el concepto de que la dieta rica en fibras provenientes de frutas y verduras disminuye el riesgo de CCR estuvo relacionado con la observación de la baja frecuencia en las poblaciones africanas y su alto consumo de fibras. Su acción está fundamentada en la dilución y adsorción de carcinógenos dentro de la luz intestinal, regulación del tránsito intestinal, reducción del PH colonico e incremento en la producción de ácidos grasos de cadena corta. La mayoría de los estudios caso-control mostraron una relación directa entre el alto consumo de fibras, vegetales y frutas con un menor riesgo de cáncer de colon. Un metanalisis de 6 estudios caso-control encontró una reducción del 40-50% del riesgo de CCR en las personas con alta ingesta de frutas y verduras. (12) Similares resultados encontró un análisis de 13 estudios caso-control donde encontraron también una reducción del CCR en las personas con alto consumo de fibras del 50%. (13) El Estudio Europeo de Investigación en Cáncer y Nutrición (EPIC) un estudio prospectivo en 10 poblaciones de Europa en más de 500.000 personas mostro una reducción de aproximadamente un 40% entre las personas con alta ingesta de fibras y una modesta reducción en las personas con alto consumo de frutas y verduras. (14-15) En la otra cara de la moneda grandes estudios prospectivos como el NHS no encontró relación entre el aumento de la ingesta de fibras y la incidencia de cáncer y adenomas colorectales. Resultados similares se encontraron en el estudio WHI donde no se encontró protección para el CCR en las pacientes con un bajo consumo de grasa e ingesta de grandes cantidades de frutas y verduras. (16-17) Un estudio Finlandés tampoco encontró asociación entre los quintilos bajos y altos de ingesta de fibras entre 16,0 y 34,1 gr/día. (1) Dos estudios americanos y uno australiano, controlados y randomizados no mostraron diferencias significativas entre la dieta con alto contenido de fibras y el riesgo de adenomas rectales. (18-19-20) Pueden ser muchas la explicaciones que se pueden dar con respecto a las diferencias entre estos estudios para poder definir cuál es el grado de protección del alto contenido de fibras en la dieta hasta que un gran estudio prospectivo sea realizado. La validez del estudio europeo que mostro una reducción del 40% aun no ha sido validada; algunos autores analizan la posibilidad en el tipo de fibra, un ejemplo de esto se puede ver en el estudio Australiano que mostro una disminución de adenomas avanzados relacionado con la ingesta de granos de trigo no procesado. Almidones resistentes: son aquellos almidones que escapan a la digestión del duodeno y en su paso por el colon fermentan produciendo ácidos grasos de cadena corta como el butirato. El butirato uno de estos ácidos grasos posee propiedades antineoplásicas. Un estudio randomizado en pacientes con Cáncer de Colon Hereditario no poliposico, 30 gr/día de Novelosa, no mostro beneficiosos en el desarrollo de pólipos o cáncer en un seguimiento de 4 años. (21) Acido Fólico y Vitamina B6: datos en animales y humanos sugieren que el acido fólico puede inhibir la cancerogénesis en numerosos tejidos incluyendo el colon, sin embargo su rol en la prevención de CCR aun no está claro, ya que estudios han sugerido la posibilidad de un aumento del riesgo. (6) El estudio NHS demostró una disminución del riesgo relativo en 0,25 en aquellas mujeres que recibieron complejo multivitaminico con un contenido de Ac. Fólico de 400 mcg/dia , beneficio que fue evidente luego de un periodo de 15 años. (22) Otros estudios sugieren que el beneficio protector es a través de la dieta y no de los suplementos. (23) Este efecto puede estar relacionado también con el genotipo de individual de la metilenotetrahidrofolato reductasa. Sin embargo 2 trabajos en pacientes con adenomas colonicos no demostraron disminución del riesgo y de recurrencia en aquellos que recibieron suplemento de 400 mcg/día de acido fólico. (24-25) Además en uno de los trabajos se observo un aumento del riesgo en los que tenían 3 o más pólipos. (24) Estos resultados controvertidos pueden estar relacionados con la concentración serica de acido fólico y el tiempo durante el cual las personas reciben suplemento de folatos, ya que estudios en modelos animales demostraron que un aporte adecuado de folatos tiene un efecto supresor en los estadios iniciales de la formación del tumor, pero un exceso del mismo en las etapas tardias de la carcinogénesis puede promoverla. (1) En relación a la Vitamina B6, la evidencia actual no demostró que un aumento en su aporte a través de suplementos en la dieta pueda disminuir el riesgo de CCR y/o adenomas, a pesar del déficit de la misma que pueda existir en algunas poblaciones. (1) Calcio y vitamina D: el mecanismo por el cual el calcio disminuye el riesgo del CCR está fundamentado en la fijación de tóxicos como las sales biliares y ionizando los ácidos grasos que forman un jabón insoluble en la luz intestinal o directamente reduciendo la proliferación celular, estimulando su diferenciación e induciendo la apoptosis en la mucosa colonica. Grandes estudios prospectivos demostraron un beneficio modesto y significativo entre la ingesta de calcio y el riesgo de CCR. Un análisis combinado del estudio NHS (87.998 mujeres) y el HPFS (47.344 hombres) encontró que la ingesta de calcio igual o mayor de 1200 mg/día vs 500 mg/día o menos, se asocio a una reducción significativa del CCR distal RR 0,65 (IC 95% 0,43-0,98) pero no en el CCR proximal RR 1,14 (IC 95% 0,72-1,81). (26) Una análisis reciente del pool de 10 estudios de cohorte prospectivos (534.000 personas) encontró una reducción del 22% en el riesgo de CCR con un RR de 0,86(95% IC 0.78-0.95) comparado de las personas con alta ingesta de calcio versus baja ingesta. Comparando la ingesta de leche entre 70 gr/día o menos de y 250 gr/día o mas los resultados fueron similares con un RR 0.85 (95% IC 0.78-0.94), esta asociación fue limitada al CCR distal. (27) Un metanalisis que evaluó la eficacia de la ingesta de calcio vs placebo en la prevención de la recurrencia de adenomas colorectales, 3 trabajos controlados y randomizados (1485 personas) concluyeron que la recurrencia de adenomas fue menor en las personas que recibieron suplemento de calcio con un RR 0,80 (95% IC: 0.68, 0.93; p = 0.004) (28) En 1980 Garland y Garland propusieron que los bajos niveles de Vitamina D como resultado de la baja exposición a la luz solar podrían explicar la alta mortalidad por CCR entre los países de las latitudes más altas. Los mecanismos por el cual la Vitamina D puede reducir el riesgo incluyen la reducción de la proliferación celular, inhibición de la angiogénesis, promoción de la diferenciación celular y el estimulo de la apoptosis. En humanos el polimorfismo de los receptores de la Vitamina D y el déficit de la misma están asociados a enfermedad inflamatoria intestinal, gingivitis y enfermedad periodontal. Un meta-análisis de estudios prospectivos encontró en 535 casos de CCR, las persona con niveles de Vitamina D igual o mayores a 33 ng/ml tenían un 50% menos riesgo de CCR que las que tenían niveles menores de 12 ng/ml (P < 0,01). Sin embargo el estudio WHI no demostró el efecto protector del calcio y la vitamina D en el riesgo de CCR durante un periodo de 7 años, no hubo diferencia significativa entre las mujeres que recibieron 1000 mg de calcio elemental más 400 UI de Vitamina D versus placebo. El HR 1,08 (95% IC 0,86-1,34) las características del tumor, la frecuencia del rastreo y lo presencias de síntomas fue similar en ambos grupos. (29) Las limitaciones de este estudio pueden estar relacionadas con que probablemente las dosis de Vitamina D puedan ser inadecuadas en relación con los estudios epidemiológicos en cual la diferencia entra los quintilos fue de 20 ng/ml, la dosis de calcio puede exceder el umbral del beneficio basado en los estudios observacionales y el tiempo puede ser insuficiente para mostrar beneficios en la incidencia de cáncer. Un último meta-análisis de 5 estudios confirma el efecto protector del calcio en la recurrencia de pólipos adenomatosos, no así en los pacientes con alto riesgo y riesgo promedio. (30) En resumen estos datos soportan una modesta capacidad del la ingesta de calcio para prevenir el CCR. La Asociación Americana de Gastroenterología recomienda el suplemento de calcio para la prevención primaria y secundaria de pólipos colonicos. Actividad Física: la asociación entre los niveles de actividad física y disminución del riesgo del cáncer de colon fue consistentemente observada. El mecanismo por el cual el ejercicio reduce este riesgo es desconocido pero en parte parece estar relacionado con la disminución de los niveles de insulina y la respuesta inflamatoria sistémica. También por un aumento de la motilidad colonica, aunque esta relación no fue definitivamente demostrada su relación con el riesgo de cáncer. Los estudios prospectivos HPFS y NHS demostraron esta relación. En el HPFS se observo un RR de 0,53 (95%IC 0,32-0,88) comparado los hombres del quintilo de mayor de actividad física con los del quintilo de menor actividad. Resultados similares se observaron en el NHS en las mujeres con un gasto energético mayor de 21 METS por hora en la semana con RR de 0,54 (95% IC 0,33-0,90) comparado con las mujeres que tienen un gasto menor de 2 METS por hora en la semana. (31-32) Aunque la asociación inversa entre la actividad física y el riesgo de cáncer de colon está bien establecida, una estimación formal de la magnitud de esta reducción de riesgos que incluya estudios recientes no está disponible, un meta-análisis con un total de 52 estudios confirmo la asociación inversa entre la actividad física y cáncer de colon encontrando un riesgo relativo global (RR) de 0,76 (intervalo de confianza del 95% (IC): 0,72, 0,81). Para los hombres, el RR fue 0,76 (95% CI: 0,71, 0,82); para las mujeres, esto era algo diferente, (RR 0,79, IC 95%: 0,71, 0,88). Los resultados de los estudios de casos y controles fueron más fuertes (RR = 0,69, IC 95%: 0,65, 0,74) que para los estudios de cohortes (RR = 0,83, IC 95%: 0,78, 0,88). Este estudio confirma estudios previos de presentación de informes una asociación inversa entre la actividad física y cáncer de colon en hombres y mujeres, y proporciona estimaciones cuantitativas de la asociación inversa. (33) En conclusión mantener una actividad física en forma regular e intensa, aun en ausencia de la pérdida de peso está asociada a un menor riesgo de cáncer de colorectal. Aspirina, anti-inflamatorios no esteroides e inhibidores de la COX2: desde los años 1980 y 1990 estudios caso-control seguidos de estudios prospectivos de cohorte, asociaron consistentemente el uso de aspirina en bajas dosis y el menor riesgo de CCR y adenomas. Estudios posteriores primero observacionales y más tarde randomizados controlados demostraron que AINEs como el sulindac e inhibidores selectivos de la COX 2 redujeron la carga de pólipos en pacientes con Poliposis Adenomatosa Familiar (FAP). La principal hipótesis que explica el mecanismo por el cual estos medicamentos previenen adenomas y CCR, está basada en la presencia de la COX 2 en los adenomas y no en el tejido colonico normal. Esta se encuentra sobre-expresada en el 40-50% de los adenomas y en el 85% de los CCR. Un trabajo doble ciego randomizado de 1121 pacientes con historia reciente de adenomas colorectales confirmados histológicamente que recibieron 81 mg (377) y 325 mg (372) de AAS vs placebo (372) se le realizo una colonoscopia al año (97%) de la randomizacion y se evaluó la presencia de uno o más adenomas y CCR, al menos un año después de la randomizacion. La incidencia de uno o más adenomas fue de 47% en el grupo placebo, 38% en el grupo de 81 mg de AAS y 45% en el grupo de 325 mg de AAS. El RR fue de para el grupo de 81 mg comparado con placebo fue de 0,81 (95% IC 0,69-0,96) y para el grupo de 325 mg 0,96 (95% IC 0,81-1,13). Para lesiones avanzadas el RR fue de 0,59 (95% IC 0,38-0,92) y 0,83 (95% IC 0,55-1,23) respectivamente. (34) Un meta-análisis de estudios controlados y observacionales demostró reducción en la incidencia de adenomas colonicos RR 0,82 (95% IC 0.7-0.95) en los trabajos controlados, en los caso-control RR 0.87 (95% IC 0.77-0.98) y en los de cohorte RR 0.72 (95% IC 0.61-0.85). En estudios de cohorte el uso regular de aspirina redujo un 22% el riesgo de CCR y en 2 trabajos controlados randomizados bajas dosis de aspirina no mostraron efecto protector. Los beneficios de quimio-protección estuvieron relacionados con altas dosis de aspirina y por periodos de tiempo prolongados mayores de 10 años. (35) Resultados similares se encontraron en un meta-análisis más reciente de 4 estudios controlados donde se evaluaron 2967 pacientes que tomaron aspirina en dosis de 81 y 325 mg una edad promedio de 58 años, el 60% eran varones y un seguimiento promedio de 33 mes; se redujo el riesgo en un 17% de adenomas recurrentes, con un RR 0,83 (95 IC 0,72-0,96) para adenomas y un RR 0,72 (95% IC 0,57-0,9) para adenomas avanzados, obteniendo un RRA del 6,7%. (36) Los 2 grandes trabajos WHS y PHS no pudieron confirmar el efecto protector de la AAS en bajas dosis contra el cáncer colorectal, estos datos pueden reflejar las bajas dosis usadas o tiempo insuficiente en la duración del tratamiento o en el seguimiento, esta explicación se fundamenta en los resultados de otros 2 trabajos randomizados que demostraron que altas dosis de AAS protege contra el CCR. Esta explicación está basada en hallazgos en el estudio de las enfermeras NHS, donde análisis por separado en pacientes con polimorfismo UGT1A6 alteran el metabolismo de la aspirina y están inversamente asociados a la formación de pólipos. (1) Debido a la incertidumbre entre de la dosis mínima y duración del tratamiento con aspirina para disminuir la incidencia del CCR, mezclado con los efectos adversos principalmente a nivel gastrointestinal y de sangrado cerebral, es necesario nuevos trabajos para definir la indicación en su prevención. El rol de otros AINEs que no sean aspirina ha sido reportado en muchos trabajos observacionales en la prevención del cáncer de colon, es limitada la publicación de trabajos randomizados y controlados. El sulindac demostró reducir la cantidad de pólipos en pacientes con FAP, sin embargo la regresión es incompleta y el grado de protección es desconocido. (3738) Otro trabajo randomizado doble ciego de 41 pacientes jóvenes genotípicamente afectados por FAP el sulindac en dosis de 75 y 150 mg 2 veces por día durante 48 meses, no demostró beneficio entre la cantidad y la medida de los pólipos en los diferentes grupos. (39) Para adenomas esporádicos los datos son limitados, un trabajo evaluó los efectos del sulindac combinado con difluormetilornitina (DFMO) un inhibidor de la ornitina decarboxilasa comparado con placebo, esta combinación demostró una reducción del 70% la recurrencia de adenomas, como el trabajo no fue diseñado para evaluar ambas drogas por separado no sabemos cuál es el efecto quimio-preventivo de cada agente usado separadamente. (40) Recientemente 2 trabajos randomizados que el inhibidor selectivo de la COX 2, celecoxib previnieron la historia de recurrencia en los pacientes con adenomas. En el estudio Adenoma Prevention with Celecoxib (APC) la recurrencia de adenomas fue reducida entre el 33%-45%, fueron evaluados 3 grupos de pacientes 200 mg 2 veces por día (n 685) 400 mg 2 veces por día (n 671) y placebo (n 679) con un RR 0,67 (95% IC 0,59-0,77) en los pacientes que recibieron 400 mg y un RR 0,55 (95% IC 0,48-0,64) en los que recibieron 800 mg. La aparición de efectos adversos serios fue del 18,8% en el grupo placebo, 20,4 % en el grupo con bajas dosis de celecoxib y 23,0 % en el grupo de altas dosis. Comparado con placebo los pacientes que recibieron celecoxib presentaron un mayor riesgo de eventos cardiovasculares mayores con un RR 2,6 (95% IC 1,1-6,1) para el grupo de 400 mg y RR 3,4 (95% IC 1,5-7,9) mostrando así un efecto preventivo del celecoxib en la recurrencia de los adenomas colorectales con una alta probabilidad de eventos cardiovasculares mayores. (41) Un análisis a los 5 años de este estudio demostró que los eventos cardiovasculares ocurrieron en los pacientes con historia previa de enfermedad ateroesclerótica. Un pool de de 6 trabajos randomizados en pacientes que recibieron celecoxib y no tenían artritis no hubo aumento de eventos cardiovasculares en aquellos pacientes con bajo riesgo de enfermedad cardiovascular. (42) Un segundo estudio doble ciego randomizado placebo-control en 1561 pacientes con adenomas recibieron una dosis única diaria de celecoxib 400 mg (n 933) vs placebo (n 628), la colonoscopia fue hecha al 1er año (88,7% de los pacientes) y a los 3 años (79,2% de los pacientes) después de la randomizacion. La tasa acumulativa a los 3 años fue del 33,6% en el grupo celecoxib y 49,3% en el grupo placebo, con un RR 0,64 (95% IC 0,56-0,75) y una P <0,001. La tasa acumulativa de adenomas avanzados fue 5,3% en el grupo celecoxib y 10,4% en el grupo placebo, con un RR 0,49 (95% IC 0,33-0,73) y una P < 0,001. Eventos cardiovasculares serios ocurrieron en el 2,5% de los pacientes que recibieron celecoxib comparada con el 1,9% del grupo placebo con RR 1,35 (95% IC 0,65-2,62) demostrando asi el efecto protector del celecoxib en la recurrencia de pólipos sin diferencia significativa en los eventos cardiovasculares mayores. (43) De acuerdo a esta evidencia podemos decir que la aspirina y el celecoxib son drogas eficaces para reducir el riesgo de adenomas y cáncer colorectal, pero su indicación en la población general sus potenciales efectos adversos superan al beneficio, sin embargo hay poblaciones especificas en cual el potencial beneficio supera a los riesgos para su uso. Conclusiones: La dieta, los estilos de vida y la medicación son las bases que actualmente tenemos, es sustancial el potencial efecto en los cambios del medio ambiente en la prevención primaria del cáncer colorectal. En cuanto a la dieta a pesar de la controversia que existe considero que es beneficioso el cambio del consumo de carnes rojas o elaboradas, grasas saturadas, granos refinados, azucares y almidones que se encuentran relacionados con mayor incidencia de CCR, reemplazarlos por carne de aves y pescado además de vegetales como fuente principal de roteínas; ácidos grasos mono y polinsaturados como fuente primaria de grasas; granos no refinados, legumbres y frutas como fuente de carbohidratos. Este cambio no solo está sustentado en su probable efecto anti- cancerígeno global sino sobre el impacto sobre la salud en general. Aunque el rol de suplementos como la vitamina D, Acido fólico y Vitamina B6 contio la vitamina D, Acido fólico y Vitamina B6 continua siendo incierto, es probable que el suplemento de calcio tenga un modesto beneficio, principalmente en las personas con bajo consumo de calcio. El aporte de 1000 a 2000 UI de Vitamina D puede mejorar la salud en general y disminuir el riesgo del CCR. Cambios en el estilo de vida como el tabaquismo y el consumo exagerado de alcohol, evitar el aumento exagerado de peso y mantener en forma regular niveles de ejercicio aeróbico puede tener un impacto positivo en el riesgo del CCR. La fuerte evidencia de la aspirina y AINEs como drogas preventivas, aunque no están recomendados en la población general por sus efectos adversos, tienen su beneficio la aspirina y el sulindac en prevención secundaria de adenomas y/o CCR; En los pacientes de alto riesgo que tienen Poliposis adenomatosa familiar el celecoxib está recomendado, balanceando el riesgo beneficio relacionado con el riesgo cardiovascular. Tomando en conjunto la modificación de múltiples factores de la dieta y estilos de vida probablemente tenga un fuerte impacto global en el riesgo. E.Giovannucci et al, desarrollaron un modelo en mujeres sobre la incidencia de cáncer colorectal en base factores de riesgo modificables, observando que aquellas de alto riesgo tienen 4 veces mayor riesgo comparado con las mujeres de bajo riesgo. (44) Alto riesgo: Fumadoras de más de 10 pack/year antes de los 30 años, peso corporal aumentado, actividad física de 2 MET hora x semana, consumo de carnes rojas o elaborada 1 porción por día e ingesta de ac.folico 150 mcg/dia. Moderado riesgo: No fumadoras, peso corporal promedio, actividad física de 13,5 MET hora/semana, sin consumo de carnes rojas o procesada e ingesta de acido fólico de 300 mcg/dia Bajo riesgo: No fumadoras, peso corporal bajo, actividad física de 21 MET hora/semana, sin consumo de carnes rojas o procesada e ingesta de acido fólico de 400 mcg/dia. Si le realizamos rastreo endoscópico a la pacientes de alto riesgo, reducimos la incidencia de cáncer colorectal, pero a pesar de ello sigue siendo todavía mayor que en las pacientes de riesgo moderado y bajo. Entre miles de personas, muy pocas mueren por muerte natural, la mayoría mueren por una forma irracional de vivir. Maimonides, A.D. 1135–1204 Bibliografia: 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7) 8) Chan A, Giovannucci E. Primary Prevention of colorectal cancer. Gastroenterology 2010; 138:2029-2043. Boletín 96. Mortalidad por T. Malignos. Min. Salud. Argentina. Junio 2002. **http://www.deis.gov.ar/publicaciones/Archivos/Serie12nro6.pdf Parking DM, Bray F, Ferlay J, Pisani P. Global cancer statistics, 2002. CA Cancer J Clinic 2005; 55:74-108. Cunninggham D, Atkin W, Lenz HJ, Lynch HT,Minsky B, Nordlinger B, Starling N. Colorectal Cancer. Lancet 2010; 375:1030-47. Terziodificc J, Grievennicov S,Karin E, Karin M. Inflamation and Colon Cancer. Gastroenterology 20010; 138: 2101-14. Ahnen D, Macrae F. 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