en busca de la aleta perfecta

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BOLETÍN MENSUAL
Boletín número 100. Agosto 09
1.- Artículo del mes:
EN BUSCA DE LA ALETA PERFECTA
2.- Producto recomendado.
LINTERNA BARBOLIGHT U-04. La mejor luz.
3.- Ofertas del mes.
4.- Consejos prácticos:
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EL BLOOD-SHIFT
BRADICARDIA
5.- Especies:
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Ficha nº 199: CABRA
Ficha nº 200: NORIEGA
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1.- ARTÍCULO DEL MES:
EN BUSCA DE LA ALETA PERFECTA
B
ucear con una aleta que se nos adapte correctamente
mejorará de forma notable el rendimiento de nuestro aleteo. Esto,
además de que nos permitirá avanzar más rápida y cómodamente,
también puede tener toda otra serie de ventajas físicas: nos
cansamos menos, las piernas no sufren tanto, disminuimos las
posibilidades de calambres...
En consecuencia, todos deberíamos poner un poco más de interés
a la hora de seleccionar nuestras aletas.
Sin embargo, esto no es siempre una tarea fácil: las posibilidades
son muchas y muy diferentes, apareciendo, en principio todas
como válidas. ¿Cómo saber cuál es la mejor opción para mi?, ¿en
qué debo fijarme?, ¿cómo puedo saber que dará buen resultado?...
En este artículo trataremos de dar respuesta a todas estas preguntas, intentando dar luz en el camino para la elección de
la aleta perfecta.
LA ALETA
Las aletas son, sin lugar a dudas, la parte más versátil del equipo de
buceo. Tienen una finalidad clara: aprovechar al máximo el impulso
de las piernas del buceador, disminuyendo el esfuerzo necesario
para avanzar, al tiempo que aumenta enormemente la velocidad.
A nivel general, podemos decir que las características básicas que
deben cumplir unas buenas aletas son las siguientes:
– Trazado oblicuo: que nos permitirá aprovechar el esfuerzo
de la palmada al máximo, al tiempo que nos evita adoptar
posiciones complejas que pueden producir calambres
(gracias a su trazado el pie queda en una posición muy
parecida a la normal).
– La pala de la aleta deberá ser lo suficientemente rígida para
contrarrestar la resistencia del agua.
– Carecer de durezas y adaptarse perfectamente al pie: le
aconsejamos utilizar un número mayor al del calzado
normal, con el fin de evitar presiones molestas.
EL MATERIAL
En los comienzos del buceo, las primeras aletas se realizaban en caucho, un material que pronto se desecharía puesto
que presentaba enormes limitaciones.
Los fabricantes se vieron obligados a investigar en la búsqueda de materiales alternativos que ofrecieran un mayor
rendimiento para el buceador. Todo este desarrollo tecnológico dio lugar a las aletas que en nuestros días conocemos,
realizadas con materiales denominados “tecnopolímeros”, especialmente pensados para resistir la corrosión marina, con
lo que su durabilidad se acrecienta enormemente.
Este material ha permitido además la realización de aletas de múltiples y diferentes formas, tal y como podemos
comprobar al echar un ojo al mercado. La más conveniente en cada caso depende de múltiples factores que a
continuación recogemos.
En la actualidad se combinan materiales de diferentes densidades en cada una de las partes de la aleta, con el fin de que
cada zona tenga la rigidez necesaria, así los bordes deberán ser más rígidos para garantizar un correcto aleteo, mientras
que la parte del centro será más flexible para una correcta movilidad del pie. Por su parte la zona del empeine deberá
tener la adecuada flexibilidad, para evitar rozaduras.
Resulta evidente que el material de la pala deberá ser lo suficientemente resistente para que no pierda sus prestaciones
ni con la profundidad ni con la temperatura del agua.
Conviene saber que la rigidez de una pala le viene dada por los nervios longitudinales que aseguran la trayectoria
correcta del agua, siempre paralela al eje longitudinal del cuerpo.
PALA LARGA O CORTA
Quizás esta sea una de las primeras cuestiones que se plantee
cuando necesite comprar unas aletas: ¿es preferible la pala larga o
la corta? La respuesta: depende.
Y depende de los siguientes puntos:
– Si se está iniciando en el buceo, decídase por una aleta
corta.
– Si usted va a practicar pesca submarina: necesitará una
pala larga.
– Si realiza apneas profundas, también le beneficia la pala
larga.
PALA RÍGIDA O BLANDA
Las palas rígidas (normalmente largas), requieren de un mayor esfuerzo para moverlas pero se obtiene un empuje muy
superior y se garantiza con ello que nos moveremos mucho más rápido.
Las aletas blandas, por su parte, nos permiten realizar movimientos breves y rápidos, con menor esfuerzo para las
articulaciones y musculatura de las piernas, aunque por supuesto su empuje es mucho menor.
En consecuencia, ambas opciones tienen sus ventajas y, por supuesto, también sus inconvenientes, por lo que a la hora
de decidirnos entre pala rígida o blanda, deberemos tener en cuenta lo siguiente:
– Si es principiante: le costará mucho mover una pala rígida con garantías, es preferible decantarse por una
blanda para ir “haciéndose” al movimiento y ganar la necesaria musculatura en las piernas.
– Si realiza apneas profundas: agradecerá poder ascender con la máxima rapidez: necesitará unas aletas rígidas.
– Las aletas rígidas también se recomiendan para los pescadores submarinos.
EL EFECTO CUCHARA
La tendencia actual en aletas es la de combinar unos nervios laterales rígidos con una
zona interior que sea mucho más flexible, con lo que se consigue el efecto cuchara
deseado, puesto que los nervios laterales mantienen la forma de la aleta, mientras que la
parte central adquiere la forma de una cuchara.
Con esto, el agua se canaliza hacia atrás, se evitan las pérdidas laterales de agua y todo
el esfuerzo se transforma en desplazamiento para el submarinista.
PALAS PARTIDAS
En los últimos años también resulta común encontrar palas con un
corte longitudinal.
Este corte permite la salida de una parte de agua por esa zona,
además de eliminar aristas y esquinas (que se reemplazan por formas
redondeadas).
Con este tipo de palas partidas se pretende disminuir la turbulencia
que se genera durante la progresión del movimiento, lo que redunda
en un menor cansancio para las piernas del buceador. Evidentemente
también tenemos que tener en cuenta que el desplazamiento será algo
menor.
Con una aleta de diseño “tradicional” el empuje se consigue durante
el movimiento de descenso del aleteo, mientras que el ascenso puede
considerarse como un “movimiento de recuperación”. Por el
contrario, muchos modelos de pala partida (aunque no todos), hacen
que la aleta trabaje tanto cuando desciende como cuando asciende.
ALETAS CALZANTES O REGULABLES
Esta es otra de las dudas más comunes e importantes a la hora de decidirnos por una aleta.
Una aleta “calzante” tiene la indudable ventaja de que elimina la necesidad de utilizar escarpines. Suelen ser muy
cómodas para el usuario, si bien cuentan con la desventaja de que únicamente se adaptan a un número de pie. Cuando
son de pala corta pueden usarse para el snorkel o para aguas de altas temperaturas. Las calzantes de pala larga se usan
para la apnea de competición, puesto que permiten un empuje y velocidad superiores (aunque por supuesto también
exigen una buena forma física y control técnico para moverse con ellas).
Por su parte las aletas regulables, con el extremo posterior abierto,
tienen la ventaja de que permiten ajustarse a cada pie en concreto
(gracias a una tira elástica normalmente realizada en tecnopolímero),
aunque requieren del uso de un escarpín. En estas aletas el talón es
más rígido, para mejorar el apoyo del pie, resultando ideal que esta
superficie coincida más o menos con la propia extensión del pie, para
mejorar el empuje.
En caso de que nos decidamos por las aletas regulables, resulta
evidente la necesidad de probarlas con los escarpines colocados para
determinar su correcto ajuste a nuestro pie: el pie deberá estar sujeto
en toda su longitud y esta sujeción deberá mantenerse todo el tiempo
de la inmersión, pero sin oprimir ni molestar en ningún momento.
Una aleta regulable de pala corta sería la opción ideal para un
principiante: suelen ser ligeras y muy fáciles de colocar,
proporcionando un aleteo cómodo (aunque proporcionan poco
desplazamiento). Hay que tener en cuenta que una anchura extra de la
pala también supondrá un empuje extra.
UNA ALETA PARA CADA BUCEADOR
Una vez comentado todo lo anterior, no está de más que, a modo de pequeño resumen, expongamos nuestras
recomendaciones sobre lo que sería una aleta adecuada según el tipo o nivel de submarinista del que se trate:
- PRINCIPIANTES: Si está iniciándose en el mundo del buceo, nuestro consejo es que se decante por aletas de pala
corta con anchura extra. Preferiblemente seleccione una aleta que cuente con canales, lo que le proporcionará un
rendimiento adicional del 25% respecto a las tradicionales (aproximadamente). Además, eliminan el efecto de torsión en
el tobillo, mejorando en consecuencia la elasticidad de movimiento y obteniendo una mayor propulsión en el
desplazamiento.
La anchura extra mejora además la estabilidad bajo el agua ya que presenta mayor equilibrio.
- BUCEADOR CON EXPERIENCIA: recomendamos el sistema “Hidrofoil”, que proporciona un mayor impulso con
menor esfuerzo que la aleta tradicional. Al reducir el esfuerzo, se facilita enormemente el aleteo, por lo que podremos
recorrer mayores distancias con menor nivel de cansancio.
- SALVAMENTO: en este tipo de buceo sin duda lo más importante es llegar cuanto antes al lugar necesrio, por lo que
nos decantaremos por aletas de pala ancha y larga, pero con muchos canales, que nos permitirán un mayor
desplazamiento con menos esfuerzo. Este tipo de aletas se usan también en el buceo contra corrientes.
Hay que tener en cuenta que estas aletas exigen de un mayor esfuerzo físico dado el volumen de agua que se desaloja
con cada palada.
- SNORKEL: se recomiendan aletas calzantes sin canales, blandas y de corta longitud, que permiten .
- APNEA: la elección entre aletas calzantes o regulables es algo personal, en función de las características del buceador
y del lugar en el que desarrolle la actividad. Conviene que sean aletas rígidas y de larga longitud.
CONSEJOS ÚTILES DE ELECCIÓN
Si se encuentra ante la necesidad de comprar unas aletas, puede que los siguientes consejos le aclaren algo más sus
dudas:
– En resumen y simplificando la cuestión,
podemos decir que cuanto más larga y
flexible sea una aleta, nos permitirá alcanzar
una mayor velocidad, pero también nos
exigirá más esfuerzo a la hora de moverla. Es
por tanto imprescindible que seamos capaces
de encontrar el equilibrio perfecto entre
longitud de la aleta y potencia de las piernas.
– Dentro
de
nuestras
posibilidades
económicas, siempre deberemos decantarnos
por los mejores materiales que sea posible.
En este sentido hay que tener en cuenta que
las prestaciones y calidad de la aleta son
mayores cuando está fabricada en materiales
de diferentes densidades: más rígidos en los
bordes, más flexibles en el centro y lo más
suave posible en la zona del empeine.
– Uno de los elementos más importantes de las
aletas son las HEBILLAS. Estas deberán ser
resistentes y fiables, pero además conviene
que dispongan de un ajuste progresivo, que sea fácil de manipular incluso con guantes puestos y debajo del
agua.
La hebilla deberá tener un sistema de bloqueo fiable, para evitar que se abra en el momento más inoportuno.
Además deberá permitir cierto ángulo de rotación vertical, para adaptarse al talón y evitar posiciones forzadas.
– La tira de sujeción también deberá ser resistente y de una anchura superior a la del talón.
– No está de más que nos decantemos por colores llamativos que puedan ayudarnos a localizar nuestras aletas en
condiciones de poca visibilidad o incluso cuando se encuentren mezcladas entre otras muchas.
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