Factores asociados a alteraciones morfológicas cardiacas en pacientes con infección por VIH-1/sida atendidos en el hospital general regional No. 36, IMSS, Puebla. El sello de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana en niños y adultos es un incremento en la susceptibilidad de las infecciones causado por patógenos comunes y organismos oportunistas. La infección por VIH es también asociada a una variedad de complicaciones a órganos específicos, incluyendo a la cardiomiopatía, nefropatía, anormalidades hematológicas, encefalopatía entre otras. La infección por el VIH se caracteriza por producir una inmunosupresión celular adquirida e irreversible que predispone al paciente a padecer una serie de infecciones oportunistas y tumores malignos con especial predilección por el pulmón, el tubo digestivo y el sistema nervioso. El virus causa la destrucción de los linfocitos CD4+ con lo que se provoca una inmunosupresión severa que favorece la aparición de la mayoría de las infecciones oportunistas y neoplasias características del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). La patogenia de la enfermedad inducida por VIH1 es compleja y multifactorial. Después de la infección primaria con VIH-1, la replicación masiva viral provoca la diseminación del virus a órganos linfoides. La gran respuesta celular y humoral del organismo usualmente inhibe la replicación viral dentro de las siguientes semanas a la infección, sin embargo, el virus invariablemente escapa de esta respuesta inmune y provoca una infección persistente y crónica dejando al individuo con la enfermedad clínica avanzada, cuyo periodo medio de vida es de cerca de 10 años. La replicación viral ocurre en tejido linfoide y tal vez en cualquier órgano a lo largo del curso de la infección aún cuando el paciente sea asintomático.