LA CINTA EXPRESS Un amigo me ha aconsejado que para deportiva sólo compre mosquetones con el cierre muy suave... Los cierres muy “blandos” podrán resultar ligeramente más cómodos para chapajes extremos, pero son desaconsejables. Cuanto más suave se muestre el muelle, más fácilmente podrá salirse de forma fortuita de la cuerda o la chapa. Y además provocará que el mosquetón trabaje peor durante una caída. 2) Esto último parece un poco raro ¿no? Las caídas generan mucho esfuerzo en sólo unas décimas de segundo, por lo que el mosquetón sufre a menudo una veintena de oscilaciones que abren imperceptiblemente el cierre. La resistencia de un mosquetón entreabierto es baja (entre 600 y 1.000kp) y los muelles suaves incrementan el tiempo que permanece sin cerrar del todo. 3) A ese respecto he oído hablar a algún listillo del whiplash. El whiplash es el término que emplean los americanos para denominar el fenómeno citado anteriormente. Aquí lo conocemos por “latigazo”. Fue descubierto en Francia en 1989, pero pocos escaladores le prestan atención. Aunque en teoría sólo acontece en factores de caída altos (superiores a 1,7) en España se han detectado casos con factores mucho más bajos, de entre 0,2 y 0,4. 4) ¡Siempre se ha mirado la resistencia de un mosquetón cerrado y ahora resulta que cuenta más su resistencia abierto! Efectivamente. Casi todos los casos de mosquetones rotos se deben a caídas poco espectaculares sobre mosquetones que marcaban abiertos 6-7kN. 5) Suena un poco alarmista. Hombre, ni todos los que beben vino son unos alcohólicos ni todos los que tienen ese tipo de mosquetones van a morir en su siguiente vuelo. Hay pocos accidentes por esa causa, pero existir existen. 6) Entonces ¿qué hago? Procura comprar modelos que soporten 9 o 10kN abiertos. Y desde luego recuerda a tu compañero que no te recupere cuerda con demasiada violencia cuando caigas (ya sabes, eso de dar un paso al frente con el Grigri y tal). 7) Estoy trabajando una vía desde abajo y siempre vuelo en el mismo punto ¿sufre mucho la exprés? El mosquetón superior presentará arañazos al contacto con la chapa, y el inferior se pulirá ligeramente, pero ná de ná. En teoría, por debajo de los 1.000kp (y cerrados) los mosquetones ni se enteran. 8) Pero ¿y si se sale la cuerda? Difícil, pero no imposible. Si el chapaje resulta cómodo mete un mosquetón de rosca, y si es muy tremendo quizá te interese usar un mosquetón especial, tipo Genius, que van abiertos en la exprés (rápida introducción de la cuerda) y que incorporan un sistema automático antiapertura. 9) Para convertirme en un paranoico, prefiero serlo con el peso. Comprar mosquetones finitos sólo porque pesen 10 gramos menos no te hará encadenar una letra más. Si quieres aligerar en tu arnés sube con menos cervezas en el estómago, algo menos de ropa, y usa mosquetones con cierre de alambre, que con poco más de 40 gramos son tan fuertes como los gordos clásicos. 10) No me fío yo de los cierres esos birriosos de alambre. Pues son más seguros y resistentes que los tradicionales. 11) Con tal de que nos gastemos la pasta en más material... Tú decides, pero pese a la desconfianza que generan entre los escaladores más tradicionales, poseen grandes ventajas: gran longevidad del cierre –más de 300.000 aperturas–, pesan entre 5 y 10 gramos menos, aumentan la apertura útil en unos 10mm, reducen el whiplash como mínimo en un 50 por ciento e “informan” en caso de sobrecarga transversal. 12) ¿Qué es eso de que “informan”? Aunque a la rotura aguantan más incluso que el resto del mosquetón, el alambre de acero inoxidable empieza a deformarse bajo carga transversal entre los 250 y los 500 kp, según la varilla sea de 2 o de 3 milímetros, lo que avisa al usuario de que debe ser desechado. Y además, y según pruebas reales realizadas por el fabricante FIXE, los cierres cilíndricos convencionales se comportan mucho peor en situaciones de torsión o palanca, en las que se han roto con cargas bastante ridículas. 13) Pero alguna desventaja tendrán. Claro, aunque muy pocas. No sirven para anclar el freno pues no tienen seguro y el muelle se muestra una pizca más duro de lo habitual. 14) También ahora hay cintas tan estrechas que dan miedo. Son preferibles a las de 20 o 25mm, porque también resisten más de 22kN, pesan menos y hacen trabajar mejor el cuerpo longitudinal del mosquetón. 15) Serán de kevlar ¿no? Pues no, han sido confeccionadas en un plástico especial (polietileno de alto peso molecular) conocido como Dyneema. Su versión más estrecha es de 12mm. 16) ¿Y duran más? Estudios americanos de 1992 indican que en teoría aguantan 8 veces más la abrasión que la poliamida normal. Sin embargo, en un uso práctico, su longevidad ha resultado muy parecida. 17) He observado que comienzan a usarse para deportiva expreses algo más largas. Estos dos últimos años algunos escaladores de elite han sustituido sus cintas de 10cm por las de 15 o 20. Prefieren un mejor deslizamiento de la cuerda en rutas largas, y no les importa caer unos pocos centímetros más. 18) El otro día un amigo rajó la camisa de la cuerda al caer sobre un mosquetón ladeado. En el momento de la compra conviene siempre pasar el dedo por el extremo interno del gatillo. Muchos mosquetones son abrasivos en ese lado del muelle. Con un modelo con cierre de alambre no habría pasado. Black Diamond comprobó en 1998 que con ese tipo de mosquetones se podían realizar tracciones de hasta 1.200kp en dicho punto sin dañar gravemente la cuerda. 19) ¿Hay alguna regla a la hora de hacer alargues o “scalextrics” sobre una chapa? Sí. Evita las cadenas de mosquetones en las que dos seguidos puedan abrirse por rotación. Cuando sea posible, incluye mosquetones de seguro en todos los puntos menos en el de la cuerda, y si el sistema es un anillo largo y no un harén de expreses mejor. 20) Lo malo es que se mueven mucho en los desplomes. Hay quien evita ese baile fijando el alargue con un poco de esparadrapo a la roca. En cuanto chapes, el peso de la cuerda despegará el sistema y todo trabajará bien. 21) Tampoco me gustan para hacer vías de descuelgue los mosquetones de alpinismo. Lógico. Las versiones robustas, de 11 o 12mm, no entran en muchas de las cadenas de los descuelgues. Acostumbran a poseer además un diente bastante ancho que puede dar problemas en las chapas antiguas que suelen tener los espits. Diez milímetros y un buen sistema de diente redondeado se muestran más aconsejables. Para mi gusto, los de 9mm son un poco-poco, a no ser que estemos anoréxicos. 22) Para evitar que el curvo se me mueva en la cinta he puesto un poco de esparadrapo. Psé, psé. Algunos de los componentes químicos de su adhesivo pueden microfracturar los filamentos de la cinta. Hay un estudio bastante divertido, realizado por Pit Schubert en 1998, en el que la coca-cola, el ketchup, la crema solar y la gasolina no parecen atacar la poliamida, pero pese a ello yo sigo pensando que las expreses hay que cuidarlas más que a un boleto premiado de bono-loto. Usa mejor gomas elásticas o las piezas de caucho que se comercializan (String, Fix, etc.). 23) He observado que muchos ponen un mosquetón de rosca en vez de una exprés sobre el descuelgue para hacer top-rope. Ni lo uno ni lo otro. Una sola rosca puede abrirse por el vaivén de la cuerda, y una sola exprés no basta. Dos cintas paralelas y con los cierres contrapeados, e incluso una de ellas ya preparado con dos roscas, es preferible. 24) ¿Sirven de algo los nuevos mosquetones con cinta integrada? Por supuesto. Hacen que el curvo baile menos a la hora de chapar y que siempre trabaje en la posición longitudinal. Lo malo es que resultan más caros y que con el tiempo la cinta debe ser sustituida por el propio fabricante. Hay algunas versiones recientes que permiten intercambiar la cinta manualmente, o con una pieza de termoplástico que indica la “fatiga” de la pieza (Simond y Lucky). Lo último es el Frog, una tecnoexprés de Kong-Bonaiti que facilita mosquetoneos desesperados sobre chapas que nos pillen un poco a desmano. 25) ¿Qué garantiza el CE que llevan ahora todos los mosquetones grabados? Pues que cumplen unos requisitos europeos obligatorios y que por lo tanto han sido homologados en función de unas pruebas determinadas, muy similares a las clásicas de la U.I.A.A. Debido a que algunas voces críticas se han alzado para denunciar que las resistencias exigidas les parecen algo paupérrimas, dicho organismo está planteándose el crear una nueva certificación más exigente y de carácter voluntario.