CRÃTICA A LA NARANJA MECÃNICA La Naranja Mecánica, considerada por muchos una obra maestra, nos muestra la vida de Alexander DeLarge un joven corrompido, adicto a la ultra−violencia y a la música de Beethoven. La pelÃ-cula se centra en las fechorÃ-as cometidas por este muchacho y su grupo de amigos, los drugos, de los cuales Alex es integrante y lÃ-der. En la cinta resalta la forma en que el director, Stanley Kubrick, logra ligar la música clásica y las impactantes escenas. Este factor acentúa cada uno de los hechos que se presentan, logrando convertirse en un elemento infalible de la producción. De esta manera es extrañamente cautivante ver a Alex hacer uso de la ultra−violencia acompañado por una sinfonÃ-a de Beethoven o alguna otra pieza de música clásica. La forma de utilizar los planos y ángulos también es un elemento fundamental, pues desde el mismo principio de la pelÃ-cula nos deja fascinados con la extraña mÃ-stica que posee. El inolvidable zoom−out del comienzo es un claro ejemplo, como también las escenas en que la angulación de la cámara nos deja en claro que Alex es el que manda, que él es superior a sus drugos. Las técnicas como el plano en detalle o el movimiento de travelling nos ayudan a concebir una idea más clara del personaje, de sus gustos y de su entorno. Esto queda notoriamente representado cuando nos muestran objetos de la habitación de Alex o cuando recorre su hogar. Luego nos encontramos con las interpretaciones de los personajes, destacando enormemente Malcolm McDowell, quien encarna al problemático y violento Alex. McDowell consigue imprimirle la cuota justa de locura y excentricidad necesaria para un papel genialmente logrado. Si bien es la interpretación más sobresaliente de la pelÃ-cula, no se puede ni por un momento desmerecer las otras. Estas actuaciones en conjunto permiten al espectador introducirse y comprender casi a cabalidad la sociedad representada. Por otra parte no hay que olvidar el mensaje que quiere entregarse, una crÃ-tica a la utilización de violencia por violencia, la permanente sociedad corrosiva y la difÃ-cil reinserción en un mundo corrupto. Estas ideas se ven reflejadas constantemente en la cinta. Los mismos policÃ-as aplican la violencia en lugar de la ley, la sociedad corrompe aún más a los ya corrompidos, los polÃ-ticos intentan hacerse un lugar en base de sobornos y violentas terapias que finalmente conducen a nada. La cinta también aborda la falta de valores por la que los jóvenes estaban y continúan pasando, ausencia de virtudes como la tolerancia y el respeto que, Alex y sus amigos durante todo el transcurso de la pelÃ-cula se encargan en remarcar. Cabe destacar que la pelÃ-cula va dirigida a un público adulto−adolescente, ya que a otras edades la crÃ-tica social no serÃ-a comprendida y además el alto contenido violento y sexual no es apto para menores. Todos los factores anteriormente expuestos nos introducen en un mundo para algunos desconocido para otros inaceptable, una condición muchas veces vetada socialmente, pero que de igual manera existe y se nos presenta en este film dirigido magistralmente por Stanley Kubrick. 1