INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 NITRÓGENO Y AZUFRE EN TRIGO. UN CASO PARTICULAR DE INTERACCIÓN ENTRE NUTRIENTES. FERRARIS, Gustavo N Profesional del Area Desarrollo Rural, INTA EEA Pergamino El trigo es uno de los cultivos con mayor respuesta a la fertilización. Los elevados requerimientos de la especie y la característica de desarrollar su crecimiento durante el invierno, donde los procesos químicos y biológicos que producen su mineralización a partir de la materia orgánica se encuentran atenuados, originan este comportamiento. En las localidades correspondientes al norte de la región triguera, la presencia de enfermedades y las temperaturas elevadas durante el período de llenado de los granos suelen afectar los rendimientos e interferir en la respuesta a la fertilización. En cambio, en ambientes con menor temperatura media y menor presión de enfermedades como Fusariosis de la espiga, los potenciales de rendimiento son más elevados, y como consecuencia, se incrementa la demanda de nutrientes y con ello la respuesta a la fertilización, a la vez de tornarse más estable y predecible. En ausencia de estas limitantes, la especie presenta una eficiencia agronómica muy alta al agregado de los principales nutrientes. Peso de los granos Establecimiento N° granos Nutrientes Establecimiento Area Foliar Número de macollos Enfermedades T° Hsuelo, T° y radiación Hsuelo T° y radiación H,T° Plantas/m2 Espiguillas/espiga Espigas/planta Granos/espiguilla Granos/m2 Peso de los granos Figura 1: Ciclo ontogénico de desarrollo del trigo, componentes del rendimiento, y procesos sobre los que incide la nutrición. 35 INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 Los componentes del rendimiento del trigo están representados por el número de granos por unidad de superficie y por su peso (Slafer et al., 2003). De ambos, el más importante es el número de granos. El número de granos se forma a lo largo de todo el ciclo del cultivo. Los subcomponentes que determinan el número final de granos comienzan a establecerse desde etapas muy tempranas del desarrollo, puesto que el principal elemento para la obtención de un elevado número de granos es la generación de un también elevado número de espigas por unidad de superficie, que comienza a definirse desde la implantación del cultivo. La nutrición afecta todas estas etapas (Figura 1), con efectos específicos según el nutriente considerado. Efectos específicos del nitrógeno y azufre en trigo. El nitrógeno interviene en la formación de tejidos verdes, adquiriendo singular importancia en el establecimiento de los macollos, y luego, en la generación de un área foliar suficiente que permita mantenerlos durante la encañazón, cuando estos compiten por los recursos. Un área foliar abundante va a permitir a su vez, suficiente producción de carbohidratos por fotosíntesis alrededor de la espigazón, lo que posibilita la fijación de un elevado número de granos. Por último, el nitrógeno afecta la duración del área foliar. Cuando su disponibilidad es cercana al óptimo, esto permite alcanzar tasas de llenado altas y sostenidas hasta el final del ciclo de cultivo. Por último, durante la etapa de llenado se produce una elevada removilización de nitrógeno desde los tejidos verdes a los granos. Cuando los rendimientos 36 son elevados, la acumulación de carbohidratos supera a la de nitrógeno y suele resultar en una reducción en el contenido de proteínas, que será más pronuciada cuanto más baja sea la disponibilidad de nitrógeno del ambiente en que se está produciendo. Por este motivo, el contenido de proteínas puede ser manipulado por el agregado de nitrógeno en forma tardía, cuando ya es tarde para incrementar el área foliar y el número de granos por unidad de superficie. El azufre en cambio, si bien en condiciones de deficiencia severa puede afectar el crecimiento del cultivo, es más común que lo haga sobre la eficiencia fotosintética. Respecto de la calidad, el azufre afecta más la composición de las proteínas que su contenido final, al incrementar la proporción de aminoácidos azufrados esenciales. Esto es de importancia para la calidad de las harinas, ya que dichos aminoácidos forman puentes azufrados muy persistentes que brindan firmeza y estabilidad a la masa durante el proceso de panificación. Interacciones entre nutrientes. naturaleza de la interacción nitrógeno x azufre. La interacción entre nutrientes es un proceso por medio del cual la respuesta conjunta a la incorporación de dos nutrientes supera a la sumatoria de las respuestas individuales a cada uno de ellos cuando son agregados por separado. En la Figura 2 se ejemplifica lo expuesto. En este caso hipotético, la fertilización con nitrógeno y azufre (S) producen diferencias en los rendimientos con respecto al testigo, en 500 y 200 kg/ha, respectivamente. La respuesta conjunta a nitrógeno-azufre a su vez, supera a la sumatoria de las anteriores alcanzando a 1000 kg ha -1. INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 1200 800 1000 No existe interacción 600 Respuesta (kg/ha) Respuesta (kg/ha) 1000 1200 700 400 500 Interacción positiva 800 1000 600 400 500 200 200 200 200 0 0 Nutriente A Nutriente B Nutrientes A y B Figura 2.a Nitrógeno Azufre Nitrógeno + Azufre Figura 2.b Figura 2: Modelo de respuesta para dos nutrientes sin interacción (a) y para la interacción positiva nitrógeno x azufre (b). A nivel de campo, se han mencionado diversos ejemplos de interacción entre nutrientes, tanto positivas p.e. nitrógeno x fósforo, nitrógeno x zinc, como negativas p.e. fósforo x zinc. La interacción nitrógeno x azufre es una de las que más frecuentemente se presentan a nivel extensivo. La naturaleza de esta interacción reside en la similitud de comportamiento de estos nutrientes en suelo y cultivo, y en la cantidad de procesos fisiológicos comunes en que intervienen. El principal reservorio de ambos es la materia orgánica del suelo, y en ausencia de fertilización, su mineralización constituye la mayor fuente de suministro de estos nutrientes para los cultivos. Nitrógeno y azufre son móviles en el suelo y, como sucede con la mayoría de los nutrientes, su demanda se vuelve considerable desde inicios de encañazón. Son absorbidos en forma inorgánica por flujo masal (es decir, disueltos 37 en solución en la corriente transpiratoria). Una vez en la planta, son reducidos e incorporados en estructuras orgánicas, particularmente en los tejidos verdes, favoreciendo el crecimiento e incrementando la eficiencia fotosintética. Esta última función es especialmente pertinente al azufre, y determina la tonalidad verde oscura que contrasta con el verde pálido de los cultivos deficientes. Si bien el nitrógeno presenta síntomas de deficiencia similares, en este se expresa a partir de la parte inferior de la planta, mientras que en el azufre aparece en las hojas más nuevas. Las principales diferencias entre nitrógeno y azufre se relacionan con la menor propensión a sufrir pérdidas, mayor residualidad y menor movilidad una vez incorporado en la planta de este último. En el cuadro 1 se resumen las semejanzas y diferencias entre ambos nutrientes. INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 Cuadro 1: Semejanzas y diferencias entre nitrógeno y azufre. Semejanzas Disponibilidad y dinámica en el suelo asociadas a la materia orgánica. Nutriente móviles, incorporados en la planta a través de la corriente transpiratoria. Período de mayor demanda entre inicios de encañazón y antesis. Intervienen en la formación de tejidos verdes, la fotosíntesis y el metabolismo proteico. Diferencias Nitrógeno Requerimiento 30 kg/ t de grano. Azufre Requerimiento 4,5 kg/ t de grano. Elevada movilidad en la planta, índice de cosecha 0,66. Sujeto a pérdidas moderadas, escasa residualidad. Sintomatología de deficiencia: Clorosis y necrosis en las hojas inferiores. Afecta el contenido proteico. Determinante de los rendimientos de trigo, induce deficiencias de azufre en soja de segunda Escasa movilidad en la planta, índice de cosecha 0,25. Pérdidas escasas, residualidad moderada. Sintomatología de deficiencia: Clorosis y necrosis en las hojas superiores. Afecta la composición de las proteínas. Mejora los rendimientos de trigo, determinante en soja de segunda. Implicancia agronómica de la interacción nitrógeno x azufre. El nitrógeno es el nutriente requerido en mayor cantidad por este cultivo. Las necesidades alcanzan a 30 kg de nitrógeno por tonelada de grano cosechado, de las cuales dos terceras partes son exportadas con los granos (García, 2000). El azufre absorbe en una cantidad casi siete veces menor, siendo los requerimientos de alrededor de 4,5 kg S por tonelada de trigo producida. Los rendimientos del cultivo dependen de manera directa de la disponibilidad de nitrógeno. La dosis de fertilizante a agregar habitualmente es calculada como N objetivo-X, siendo X la disponibilidad inicial de nitrógeno en forma rápidamente asimilable (N-nitratos 0-60 cm) y N objetivo la disponibilidad total de nitrógeno a reunir para alcanzar un rendimiento dado. Los límites críticos varían considerablemente 38 según la región, siendo menores en la zona triguera norte por la mayor expectativa de mineralización de la materia orgánica en regiones con temperatura media más elevada. Así, para rendimientos de hasta 4000 kg/ha Salvagiotti et al., (2004), trabajando en el centro-sur de Santa Fe, determinaron que era necesaria una disponibilidad de 92 kg de nitrógeno/ha a la siembra, mientras en el sudeste de Buenos Aires Calviño et al., (2002) presentan un nivel crítico de 150 a 170 kg nitrógeno/ha, variable con el nivel de rendimiento del cultivo. Estos niveles han sido determinados en condiciones no restrictivas de otros nutrientes. Cuando un nutriente que presenta interacción con el nitrógeno se torna deficiente, la eficiencia de uso del nitrógeno baja considerablemente, y la INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 saturación de la respuesta se produce en dosis más bajas. Este comportamiento ha sido mencionado para la interacción nitrógeno x azufre (Salvagiotti et al., 2004). A su vez, la respuesta al nutriente de menor importancia (en este caso el azufre) se produce a medida que se va cubriendo los requerimientos del nutriente principal, para el caso el nitrógeno. Bajo deficiencias de este último, la respuesta al azufre es escasa o nula (Figura 3). La interacción positiva nitrógeno x azufre hace que, cuando ambos son agregados, cambie considerablemente la eficiencia de uso del nutriente principal, y como consecuencia se incremente la rentabilidad de la fertilización. Rendimiento ( kg /ha ) 3800 3600 3400 3200 3000 2800 2600 40 60 80 100 120 Disponibilidad de nitrógeno a la siembra (kg/ha ) Figura 3: Respuesta a la disponibilidad de creciente de nitrógeno sin azufre (triángulos vacios) o con azufre (triángulos llenos). Salvagiotti, 2004. Efectos de la fertilización con nitrógeno y azufre sobre el rendimiento de soja de segunda. El esquema de fertilización nitrógenoazufrada realizado en el cultivo de invierno afecta los rendimientos de la soja de segunda. La fertilización con dosis crecientes de 39 nitrógeno incrementa considerablemente los rendimientos del trigo y otros cereales de invierno. Esto aumenta la extracción de azufre del suelo y, como consecuencia, induce INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 deficiencias de azufre en la soja de segunda, que pueden ser completamente compensadas fertilizando con este nutriente el trigo o en la soja de segunda. Este comportamiento fue determinado por Ferraris et al., (2005) trabajando sobre la rotación Cebada-Soja en el partido de General Arenales (Figura 4). Efectos residuales y directos de la fertilización azufrada en Soja de segunda han sido ampliamente mencionados en la región pampeana (Klein, 2002; Salvagiotti et al., 2004) (Figura 5). 6000 5000 8486 7353 4000 7642 5273 4080 5273 3607 4007 3346 3213 3122 Cebada Soja Cebada + Soja 2000 8000 7000 6000 3720 3000 10000 9000 7800 4520 8881 1000 5000 4000 3000 2000 1000 0 0 P0 N0 P0 N120 P20 N0 P20 N120 P20 N120 S15 Figura 4: Rendimiento de grano en Cebada, Soja de segunda y acumulados en los dos cultivos en la localidad de La Trinidad, partido de General Arenales. Los tratamientos de fósforo (P) y nitrógeno (N) fueron realizados al momento de la siembra de cebada. El azufre (S) se aplicó a la siembra de soja. 40 INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 1000 Respuesta (kg/ha) 800 Trigo Soja 600 400 200 0 Armstrong Leones Maciel Marcos Juárez Pergamino Maciel II Villa Eloisa Lobos -200 Figura 5: Respuesta al agregado de azufre en trigo y soja de segunda en ocho localidades de la región pampeana. Módulo de investigación del Proyecto Fertilizar, campañas 2000/01 y 2001/02. Salvagiotti et al., 2004. Consideraciones finales La fertilización de un cultivo debe orientarse a cubrir globalmente sus requerimientos nutricionales, favoreciendo las interacciones positivas entre nutrientes de modo de maximizar la eficiencia de uso de cada uno de ellos y, de esta manera, lograr el mayor retorno al capital invertido. Un concepto más amplio debe contemplar también aprovechar los efectos residuales de los nutrientes sobre los cultivos subsiguientes. Uno de los ejemplos más reiterados en este sentido es la respuesta de la soja de segunda al azufre aplicado en los cereales de invierno. Sin embargo, los efectos acumulativos de una buena nutrición no se agotan en el término de una campaña. Un ensayo conducido en la localidad de General Arenales dentro de la red 41 de nutrición de CREA Sur de Santa Fe ejemplifica este comportamiento. El agregado de diferentes combinaciones de nutrientes durante cuatro campañas originó diferencias de rendimiento sobre el testigo sin fertilización en una secuencia trigo-soja sembrada al quinto año, una vez finalizado el ensayo. La fertilización de todas las parcelas con dosis elevadas de nitrógeno, fósforo y azufre no logró anular los afectos acumulativos de los tratamientos efectuados en los años anteriores (Figura 6). La acumulación de nutrientes pero también cierta memoria de fertilidad, por el incremento de materia orgánica lábil, mayor cobertura de residuos y de sustrato para la población microbiana del suelo serían la probable causa de este comportamiento. INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 Finalmente, cabe consignar que aun cuando el correcto manejo de los nutrientes es el punto de partida para iniciar un proceso de reconstrucción de fertilidad de un suelo, al incrementar los rendimientos y los aportes de residuos, una estrategia global de manejo de la fertilidad debe contemplar aspectos adicionales como la siembra directa y la rotación de soja con cultivos que aporten un alto volumen de residuos de calidad. Ello permitirá una elevación de parámetros estables de calidad de suelo como el contenido de materia orgánica, la disponibilidad de nutrientes de baja movilidad y una mejora en las propiedades físicas (Figura 7), dando como resultado la una mayor fertilidad y aptitud productiva del suelo que se está cultivando. 6000 5180 5000 4549 4644 4599 4000 3000 2976 2715 2793 2980 5201 3224 3274 3478 2000 1000 0 Testigo PS NS Trigo NP NPS NPS Micros Soja Figura 6: Rendimientos de trigo y soja de segunda en 2004/05 sobre parcelas que recibieron diferentes tratamientos de fertilización NPS en los cuatro años previos. El doble cultivo trigo-soja recibió 86, 27 y 10 kg/ha de nitrógeno, fósforo y azufre, respectivamente. Red de nutrición del CREA Sur de Santa Fe. (García, 2005). 42 INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 Adecuado manejo de los nutrientes Incremento en los rendimientos Rotaciones con cebada, trigo, maíz Aumento en los aportes de residuos al suelo Aumento en la disponibilidad de nutrientes no móviles (fósforo) Mejora en las propiedades físicas del suelo Aumento en el contenido de MO Siembra directa MEJORA EN LA FERTILIDAD DE LOS SUELOS Figura 7: Esquema de manejo conducente a una mejora global en la fertilidad de los suelos. Bibliografía CALVIÑO, P., H. Echeverría y M. Redolatti. 2002. Diagnóstico de nitrógeno en trigo con antecesor soja bajo siembra directa en el Sudeste Bonaerense. Ciencia del Suelo 20: 36-42. FERRARIS, G., L. Couretot, R. Falconi, P. Traficante, P. Prystupa y F. Gutiérrez Boem. 2005. Efectos de la fertilización con nitrógeno, fósforo y azufre sobre la secuencia cebada-soja en el centro norte de la provincia de Buenos Aires. 43 Revista de Tecnología Agropecuaria, INTA EEA Pergamino (en prensa). GARCIA, F. 2000. Requerimientos nutricionales de los cultivos. pp 40-43. En: Jornada de actualización técnica para profesionales "Fertilidad 2000", INPOFOS, Rosario. *GARCÍA, F. 2005. Soja. Criterios para el manejo de la fertilización del cultivo. En: Mundo Soja 2005. Actas del Congreso: 135-141. INTA – Estación Experimental Agropecuaria Rafaela. INFORMACION TECNICA DE TRIGO Y OTROS CULTIVOS DE INVIERNO, CAMPAÑA 2007 Publicación Miscelánea Nº 107 KLEIN R. 2002. Experiencias en fertilización balanceada de trigo/soja en Alberti (Buenos Aires). Informaciones Agronómicas 17:1-6. INPOFOS Cono Sur. Acassuso, Buenos Aires, Argentina. SALVAGIOTTI, F., G. Cordone, J. Castellarín, S. Basigaluppo, J. Capurro, H. Pedrol, G. Gerster, F. Martínez, J. Méndez y N. Trentino. 2004. 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