PROCESO 125-AI-2004 Acción de incumplimiento interpuesta por la Secretaría General de la Comunidad Andina, en contra de la República Bolivariana de Venezuela, por incumplimiento de normas que conforman el ordenamiento jurídico andino, en particular del artículo 77 del Acuerdo de Cartagena, codificado; del artículo 4 del Tratado de Creación de Tribunal de Justicia; y, de la Resolución 759 de la Secretaría General, de la misma Comunidad. EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA COMUNIDAD ANDINA, Quito, a los quince días del mes de junio del año 2005. En la acción de incumplimiento incoada por la Secretaría General de la Comunidad Andina en contra de la República Bolivariana de Venezuela. VISTOS: El escrito de demanda contenido en la comunicación SG-C/0.5/1735/2004, suscrita en la ciudad de Lima, Perú, por el Titular de la Secretaría General de la Comunidad Andina el 17 de septiembre del año 2004, recibido por este Tribunal, vía fax, en el mismo día y, cuyos originales fueron recibidos el 20 de los indicados mes y año; escrito por medio del cual se solicita de este Tribunal que “...declare que la República Bolivariana de Venezuela ha incurrido en incumplimiento de normas que conforman el ordenamiento jurídico andino, específicamente, el artículo 77 del Acuerdo de Cartagena en el texto codificado a través de la Decisión 563; el artículo 4 del Tratado del Tribunal de Justicia; y la Resolución 759 de la Secretaría General.” ... ”al haber introducido restricciones al comercio intrasubregional, representadas por la exigencia de requisitos y determinada información mínima obligatoria contenida en el etiquetado de todo tipo de calzado y de prendas de vestir (textil) que se comercialicen en territorio venezolano; así como al no haber procedido a levantar tales restricciones dentro del plazo concedido por la Secretaría General”. El auto del 29 de septiembre del año 2004, mediante el cual el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina decidió “Admitir a trámite la demanda introducida por la Secretaría General de la Comunidad Andina, y ordenar su notificación a la República Bolivariana de Venezuela...”, disponiendo, adicionalmente, que en el término perentorio de cuarenta días, proceda a contestar la misma; término éste que feneció el 15 de noviembre del año 2004, sin que la República Bolivariana de Venezuela haya dado contestación a la demanda propuesta en su contra. El auto del 25 de noviembre del año 2004, a través del cual el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina decidió “Tener por contradicha la demanda tanto en los hechos como en el derecho, de conformidad con lo establecido por el artículo 60 del Estatuto de este Tribunal”; auto en el cual resolvió, además, no abrir etapa de prueba en esta causa y, convocar a las partes en la misma a la Audiencia Pública fijada para el día jueves 3 de febrero del año 2005, a las diez horas. El Auto del 2 de febrero también del año 2005, por el cual, a pedido de la República Bolivariana de Venezuela, este Tribunal decidió dejar sin efecto la convocatoria a Audiencia Pública determinada mediante auto de 25 de noviembre del año 2004 y, convocar a las partes en este Proceso a la nueva diligencia a tener lugar el día jueves 7 de abril del año 2005, a las diez horas, en la sala de audiencias del Tribunal. La Audiencia Pública celebrada en la fecha establecida y en concordancia con el procedimiento reglado; el acta de la misma signada con el número 04.AP-TJCA2005; la intervención en la diligencia de únicamente la parte actora; las expresiones en élla vertidas, su escrito de conclusiones presentado en término hábil; y, los demás documentos que obran del expediente relacionado con este proceso. Tomando en consideración: 1. ANTECEDENTES 1.1. Demanda La Secretaría General de la Comunidad Andina presentó demanda en contra de la República Bolivariana de Venezuela, argumentando el incumplimiento de normas y obligaciones derivadas del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina, en el que habría incurrido y persistido ese País Miembro, por la expedición y vigencia de las Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178 del Ministerio de Finanzas; y, Resoluciones 395 y 396 del Ministerio de la Producción y el Comercio del país demandado, todas de fecha 23 de septiembre del 2002; a partir de cuya vigencia se exigen requisitos que en su criterio configurarían “restricciones” al comercio de importación de productos originarios de los Países Miembros. La demanda se encuentra suscrita por el Doctor Allan Wagner Tizón, en su calidad de Secretario General de la Comunidad Andina, elegido por el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores mediante Decisión 568, de 14 de noviembre 2 del 2003, publicada en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena número 1012, de la misma fecha. Fundamentos de hecho a) La Secretaría General emitió la Resolución 759 , de fecha 29 de agosto del 2003, publicada en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena número 974 el 1 de septiembre del 2003, mediante la cual, luego de una amplia consideración de los hechos y fundamentos que la motivan, resolvió “Calificar como restricción al comercio intrasubregional, según lo dispuesto en el artículo 73 del Acuerdo de Cartagena...”, las siguientes medidas adoptadas por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, puestas en vigencia a través de las Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178 del Ministerio de Finanzas; y, Resoluciones 395 y 396 del Ministerio de la Producción y el Comercio; todas de fecha 23 de septiembre del 2002, como ha sido ya dicho: (i) (ii) (iii) (iv) “La exigencia de que el etiquetado de calzado y prendas de vestir (textil), originarios de la Subregión, se realice en el proceso de fabricación o producción; El requisito de que el etiquetado de calzado originario de la Subregión sólo se pueda realizar mediante impresión directa o la colocación de etiquetas impresas, pegadas, estampadas o cosidas; La exigencia de una autorización previa, en los casos en que resulta evidente la imposibilidad de que la etiqueta se imprima o adhiera en forma permanente a la prenda de vestir por razones de uso o estética de la prenda de vestir (textil) originarias de la Subregión; La prohibición de importar calzado y prendas de vestir (textil), originarios de la Subregión, que no cumplan con las disposiciones relativas al etiquetado.” b) En la mencionada Resolución 759, se concedió a la República de Venezuela el término de quince días calendario para el levantamiento de las restricciones señaladas precedentemente y, que pesan sobre las importaciones originarias de los demás Países Miembros. c) La República del Ecuador solicitó a la Secretaría General el 6 de noviembre del 2003, su pronunciamiento acerca del supuesto incumplimiento de normas del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina en el que habría incurrido la República Bolivariana de Venezuela, al haberse abstenido de levantar las restricciones determinadas en la Resolución 759. d) De acuerdo con lo previsto en el artículo 61 de la Decisión 425, que contiene el Reglamento de Procedimientos Administrativos de la Secretaría 3 General, el mencionado Organo Comunitario, a través de la comunicación SG-F/0.5/1939/2003, de 20 de noviembre del 2003, formuló una nota de observaciones al Gobierno del país demandado, en la cual le expresó que hasta la fecha, no había informado acerca de las medidas adoptadas para levantar las disposiciones internas calificadas como restricciones al comercio por medio de la Resolución 759 de la Secretaría General, concediéndole con esa oportunidad al mencionado Gobierno, un plazo adicional de diez días hábiles para que presentara sus descargos. e) El Gobierno de Venezuela dio contestación al requerimiento en referencia, mediante comunicación número 1070, de 5 de diciembre del 2003, en la cual sostuvo que las medidas impuestas no constituyen una restricción a las importaciones y que su finalidad es, en resumen, según se manifiesta en las respectivas consideraciones, la siguiente: (i) (ii) (iii) (iv) La protección de los derechos del consumidor, amparados en la Constitución de la República; Respeto al principio de trato nacional, lo que demuestra que la finalidad de la medida no es la de restringir el comercio intrasubregional, sino proteger al consumidor; Las resoluciones conjuntas mantienen un criterio de equilibrio y equidad entre los productores y comercializadores venezolanos, respecto a los extranjeros; Los medios empleados obedecen a criterios de proporcionalidad, causalidad e insustituibilidad mencionados en la Resolución 759, considerando que: - La exigencia de que el etiquetado se realice en el proceso de fabricación, responde la necesidad de que el fabricante sea el responsable directo y, de esta manera, evitar que quien lo comercialice realice modificaciones en desmedro del consumidor final. - La exigencia de que el etiquetado de calzado sólo se pueda realizar mediante impresión directa o colocación de etiquetas impresas, pegadas, estampadas o cosidas, tiene por objetivo evitar que sean cambiadas por el comerciante en perjuicio del consumidor final. - La exigencia de una autorización previa, en los casos en que resulta evidente la imposibilidad de que la etiqueta se imprima o adhiera en forma permanente a la prenda de vestir por razones de uso o estética, tiene por objeto evitar eludir las medidas impuestas, lo que no constituye un trámite adicional que restrinja el comercio, sino el cumplimiento de una formalidad que garantiza los derechos del consumidor. - La prohibición de importar calzado y prendas de vestir, originarios de la Subregión, que no cumplan las aludidas 4 disposiciones, constituye la sanción al incumplimiento de lo dispuesto. f) La Secretaría General expidió la Resolución 823 del 5 de mayo del 2004, publicada al día siguiente en la Gaceta Oficial número 1064 del Acuerdo de Cartagena; la cual incorporó el Dictamen 07-2004, de incumplimiento por parte de la República Bolivariana de Venezuela, al no haber adoptado las medidas necesarias para asegurar el cumplimiento de la Resolución 759, determinando que el mencionado País Miembro “...ha incurrido en incumplimiento de normas que conforman el ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina, en especial de la señalada Resolución 759 y del artículo 4 del Tratado que crea el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina”. En tal circunstancia y en armonía con lo previsto en el literal f) del artículo 65 del Reglamento de Procedimientos Administrativos de la Secretaría General, éste Organo Comunitario concedió al Gobierno de Venezuela un plazo de treinta días calendario, contados a partir de la fecha de publicación de la referida Resolución 823 en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena, para que ponga fin al incumplimiento. g) Mediante comunicación SG-F/0.5/1101/2004 del 16 de julio del 2004, la Secretaría General solicitó al Gobierno de Venezuela, información sobre las medidas adoptadas para dar cumplimiento al Dictamen 07-2004 contenido en la Resolución 823. h) El Gobierno del país demandado, hasta la fecha de presentación de la demanda en su contra, no ha informado a la Secretaría General acerca de la cesación de las medidas por él impuestas y calificadas como restricción al comercio intrasubregional por medio de la Resolución 759. Verificación de los trámites previos. De conformidad con lo previsto en las normas pertinentes del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, el ejercicio de la acción de incumplimiento está sujeto a la atención de determinados requisitos previos, los cuales, según expresión de la parte actora, fueron cumplidos así: (i) Con arreglo a lo dispuesto por el artículo 50 de la Decisión 425 de la Comisión de la Comunidad Andina, que contiene el Reglamento de Procedimientos Administrativos, La Secretaría General, mediante comunicación SG-F/4.2.1/2022/2002, de 14 de noviembre del 2002, dirigida al Gobierno de Venezuela, le notificó el inicio de las investigaciones por los hechos denunciados y concedió a ese país un plazo de 10 días hábiles a fin de que presente sus descargos. (ii) La Secretaría General, mediante Resolución 759, de 29 de agosto del 2003, decidió calificar como restricción al comercio intrasubregional, 5 según lo dispuesto en el artículo 73 del Acuerdo de Cartagena, las medidas establecidas por las Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178 del Ministerio de Finanzas; y, Resoluciones 395 y 396 del Ministerio de la Producción y el Comercio, todas de fecha 23 de septiembre del 2002, mediante las cuales el Gobierno de Venezuela establece la información mínima obligatoria que debe contener el etiquetado de todo tipo de calzado y de prendas de vestir (textil) que se comercialice en territorio venezolano. (iii) La Secretaría General dirigió al mencionado País Miembro, la nota de observaciones SG-F/0.5/1939/2003 de fecha 21 de noviembre del 2003, considerando que hasta esa fecha, no habría informado a ese Organo Comunitario acerca de las medidas adoptadas para levantar la referida restricción, concediéndole el plazo de 10 días hábiles para que presente sus descargos. (iv) Dicha nota fue contestada por el Gobierno de Venezuela, mediante comunicación Nº 1070 de 18 de diciembre del 2003; y, (v) La Secretaría General de la Comunidad Andina emitió entonces el dictamen de incumplimiento 07-2004, amparado en la Resolución 823, de fecha 5 de mayo del 2004, publicada en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena Nº 1064, de 6 de mayo del 2004, respecto del cual se sostiene que guarda concordancia con el contenido de la nota de observaciones y con los fundamentos de la demanda propuesta. Fundamentos de Derecho a) Incumplimiento del artículo 77 del Acuerdo de Cartagena La Secretaría General de la Comunidad Andina puntualiza, que de conformidad con lo establecido por el artículo 77 del Acuerdo de Cartagena, los Países Miembros tienen la obligación de abstenerse de introducir restricciones de todo orden a las importaciones de bienes originarios de la Subregión. A tal efecto, el Acuerdo de Cartagena prevé, en su artículo 74, que corresponde a la Secretaría General determinar si una medida adoptada unilateralmente por un País Miembro constituye gravamen o restricción. En ejercicio de tales competencias, procedió a determinar, que constituyen restricción, en términos del artículo 73 del Acuerdo de Cartagena, las medidas determinadas en las Resoluciones conjuntas 1174 del Ministerio de Finanzas y 369 del Ministerio de la Producción y el Comercio; y, 1178 del Ministerio de Finanzas y 395 del Ministerio de la Producción y el Comercio, todas de fecha 23 de septiembre del 2002 y, cuya especificación se hizo ya en el punto de este fallo relativo a los fundamentos de hecho. 6 Señala, consecuentemente, que la República Bolivariana de Venezuela, al haber introducido las mencionadas restricciones a las importaciones originarias de la Subregión, incurrió en incumplimiento de normas del ordenamiento jurídico andino; concepto que expresa se encuentra apoyado en el pronunciamiento del Tribunal Jurisdiccional Comunitario incorporado en la sentencia dictada dentro del proceso 2-AN-98, en el sentido de que “La aplicación unilateral de una medida restrictiva implica un incumplimiento de las normas del ordenamiento jurídico andino”. b) Incumplimiento de la Resolución 759 de la Secretaría General La Resolución 759 ya citada, fundamentada en una amplia exposición de situaciones de hecho y consideraciones técnicas y de derecho, determinó que constituye restricción, a los efectos de la aplicación del programa de liberación del Acuerdo de Cartagena, los requisitos y medidas contenidas en las Resoluciones Conjuntas del Ministerio de Finanzas y del Ministerio de la Producción y el Comercio de Venezuela, ya referidas. Adicionalmente, en su artículo dos concedió el plazo de quince días al Gobierno de ese país, para que proceda al levantamiento de la restricción referida a las importaciones procedentes del resto de Países Miembros. Consecuentemente, sostiene que tanto la Resolución mencionada, como el plazo en ella establecido son de obligatorio cumplimiento para el País acusado, a partir de la publicación de aquélla en la Gaceta Oficial del Acuerdo de Cartagena, al tenor de lo dispuesto por los artículos 1, 3 y 4 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. La Secretaría General cita a este respecto, jurisprudencia existente sobre casos análogos y hace referencia al pronunciamiento emitido por el mencionado Tribunal dentro del proceso 43-AI-99, de 13 de octubre del 2000, que en la parte pertinente determina: “Las resoluciones que califican una medida interna como restricción al comercio, a los efectos del Capítulo V (actual Capítulo VI) del Acuerdo de Cartagena, constituyen actos decisorios que crean en el País Miembro destinatario una obligación de cumplimiento inmediato, independientemente de que su validez pueda ser cuestionada por la vía de acción de nulidad...”. Afirma de otra parte, que la legalidad y la validez de una Resolución que califica una medida como restricción al comercio, no puede ser materia de un procedimiento de incumplimiento, tal como lo ha puesto de relieve el Tribunal en la citada sentencia, la misma que en la parte pertinente dice: “...no resulta admisible que el País Miembro demandado pretenda desvirtuar los argumentos o la parte decisoria de tal Resolución, pues la vía apropiada para dicho efecto es la correspondiente acción de nulidad, debiendo entenderse que si el País afectado no ejerció su derecho de impugnación, de manera oportuna y a través de la acción pertinente, implícitamente habrá consentido el acto que no recurrió en tiempo y forma debidos.” 7 Por todo lo anterior, es de su opinión, que “...al no haber procedido a levantar la restricción en los términos y plazo establecidos en la Resolución 759, la República Bolivariana de Venezuela ha incumplido normas que forman parte del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina, en especial la propia Resolución 759.” c) Incumplimiento del artículo 4 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina La actora transcribe en su demanda, las disposiciones del Tratado de Creación de este Organo Jurisdiccional, en especial las contenidas en su artículo 4, a través de las cuales impone a los Estados Miembros de la Comunidad, la obligación de adoptar las medidas que fueren necesarias para asegurar el cumplimiento de las normas del ordenamiento jurídico comunitario; y, además, consagra la expresión de su compromiso de no adoptar ni emplear medida alguna que fuere contraria a dichas normas o que obste su aplicación. Para este efecto, ilustra el contenido jurídico de las normas evocadas, con el pronunciamiento concordante realizado por este Tribunal de Justicia, registrado en su jurisprudencia, el cual, al referirse a la tipificación que surge de la inobservancia de estas normas señala lo siguiente: “El incumplimiento de cualquier norma jurídica, originaria o derivada, por parte de un País Miembro, comporta inevitablemente la infracción del referido artículo 4o …”. La Secretaría General concluye señalando, en lo sustancial, que la introducción de restricciones al comercio intrasubregional por parte de Venezuela, así como su abstención respecto del levantamiento de las mismas, dentro del plazo concedido, configuran la infracción del artículo 4o del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. 1.2. Contestación de la demanda Toda vez que la República de Venezuela no dio contestación a la demanda propuesta en su contra, mediante auto de 25 de noviembre del año 2004, este Organo Jurisdiccional decidió, en lo fundamental, …”tener por contradicha la demanda tanto en los hechos como en el derecho, de conformidad con lo establecido por el artículo 60 del Estatuto de este Tribunal”. 1.3. Pruebas Las partes en esta controversia no solicitaron la práctica de pruebas que indujeran al Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina a abrir un término especial para su ejecución, ya que todas las que pretendieron hacerlas valer son de carácter documental y las acompañaron a los memoriales que quedan reseñados. Aquéllas han sido apreciadas por este Organismo según su naturaleza y mérito, de manera previa a la emisión del fallo. 8 1.4. Audiencia Pública Mediante auto del 25 de noviembre del año 2004, debida y legalmente notificado, el Tribunal de Justicia, entre otras determinaciones, convocó a las partes a la Audiencia Pública en principio dispuesta para el día jueves 3 de febrero del año 2005, a las 10h00, en la Sala de Audiencias del Organismo. En relación con la citada convocatoria, la República Bolivariana de Venezuela, mediante comunicación de fecha de 27 de enero del 2005, solicitó la suspensión de la referida Audiencia Pública y, su diferimiento, con el propósito de que las transformaciones ministeriales que afirmó se encontraban en proceso en su país, culminaran y fuere entonces factible, la concurrencia de sus funcionarios representantes a una nueva audiencia. En atención a la solicitud formulada, la referida convocatoria fue dejada sin efecto por este Tribunal, mediante auto del 2 de febrero del año 2005, debida y legalmente notificado a las partes, habiendo sido convocada esta diligencia para el día jueves 7 de abril del año 2005 a las 10H00, en la sala de audiencias de la Sede del mencionado Organo Comunitario, a la cual, sin embargo, no concurrieron representantes de la parte demandada. 1.5. Escritos de conclusiones relativos a la audiencia pública a) Conclusiones de la parte actora El día 15 de abril del año 2005, la actora, dentro de término, remitió a este Tribunal sus conclusiones relacionadas con la audiencia pública celebrada dentro de este proceso, consignadas en su Oficio SG-C/0.11/621/2005 y que se resumen de la siguiente manera: La Secretaría General reiteró, de inicio, su solicitud a este Tribunal para que “...declare que la República Bolivariana de Venezuela ha incurrido en incumplimiento de normas del ordenamiento jurídico andino, específicamente, los artículos 77 del Acuerdo de Cartagena, 4 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina y, de la Resolución 759 de la Secretaría General de 29 de agosto del 2003”. De modo general, reproduce los planteamientos formulados en su demanda y pone énfasis en que “...dicho incumplimiento se configura al no haber levantado, la República Bolivariana de Venezuela, las medidas restrictivas al comercio intrasubregional, contenidas en las Resoluciones Conjuntas1174 y 1178 del Ministerio de Finanzas; y, Resoluciones 395 y 396 del Ministerio de Producción y Comercio de Venezuela, todas ellas de fecha 23 de septiembre del 2002...”. Destaca, en forma específica y singular, lo ocurrido en el entorno procesal y señala los siguientes hechos: La “...representación de Venezuela no se hizo presente en la audiencia convocada para el día 7 de abril pasado, mediante auto 9 de 2 de febrero de 2005”. “Asimismo, durante el procedimiento llevado a cabo por la Secretaría General, el cual concluyó con la expedición de la Resolución 759, Venezuela no dio respuesta alguna a los requerimientos de información cursados durante la investigación realizada y tampoco impugnó dicha Resolución”…“El Gobierno de Venezuela no dio contestación a la demanda de incumplimiento incoada por la actora el 17 de septiembre de 2004”. La Secretaría General expresa, además, que “…Consideramos que Venezuela, al no presentarse a la audiencia, luego de haber sido ésta pospuesta atendiendo su solicitud, no ha mostrado disposición de avenirse al cumplimiento del ordenamiento jurídico andino en este caso”. Por todo ello, solicita la demandante que este Tribunal “...tenga en cuenta la actuación procesal de la República de Venezuela”. Prosigue y señala, que su Resolución 759 de 29 de agosto de 2003 es de aplicación obligatoria y además, “...está revestida y amparada de la presunción de legalidad y ejecutoriedad. En consecuencia, debe ser cumplida por los Países Miembros, mientras no se declare su nulidad”. Solicita del Tribunal de Justicia, adicionalmente, “...que confirme su jurisprudencia sobre la obligatoriedad de cumplimiento inmediato de las Resoluciones de la Secretaría General que califican medidas de restricción, al amparo del artículo 73 del Acuerdo de Cartagena”. Por otra parte, manifiesta que la restricción materia de la acción planteada “...contraría los principios de proporcionalidad, causalidad e insustituibilidad creados jurisprudencialmente. Estos principios y su no observancia están presentes en cada medida denunciada, conforme fue declarado por la Secretaría General en su Resolución 759”. Expresa que “...la exigencia de que el etiquetado del calzado y las prendas de vestir (textiles)..., se haga en el mismo proceso de producción o fabricación, viola el principio de causalidad...” y “...no tiene relación alguna con la protección al consumidor...”. “No existe en opinión de la Secretaría General, vínculo alguno entre la medida y el objetivo que se quiere alcanzar, el cual es proteger al consumidor”. Agrega, además, que la exigencia de que el etiquetado del calzado sólo deba hacerse de manera impresa o mediante estampado, la impresión o costura, “...violenta el principio de insustituibilidad desarrollado por la jurisprudencia comunitaria, pues esta exigencia puede ser suplida por requisitos menos complicados y no restrictivos”. Sostiene también, que “la exigencia de autorización previa cuando a la prenda de vestir (textil) sea imposible estamparle, imprimirle o adherirle de forma permanente la etiqueta, por la estética o uso del producto, es una medida desproporcionada, pues la autorización previa es un trámite más en el proceso de importación de 10 mercancías, lo que dificultaría injustificadamente el comercio intrasubregional de estos productos”. En lo que corresponde “...a la prohibición de importación de las mercancías que no cumplan con el etiquetado, se trata de una medida injustificada al amparo del artículo 73 del Acuerdo de Cartagena”. Aparte, según se dice, de que el mencionado artículo no contempla la protección del consumidor como excepción para autorizar restricciones. Por todas las consideraciones que preceden y los fundamentos que han sido resumidos, la Secretaría General de la Comunidad Andina reitera y confirma su solicitud al Tribunal Jurisdiccional de la misma, en el sentido de que se pronuncie sobre el incumplimiento en que ha incurrido el país demandado. b) Conclusiones de la parte demandada No obra del expediente asignado al Proceso 125-AI-2004, escrito alguno presentado dentro de término, ni fuera de él, relacionado con conclusiones de la Audiencia Pública celebrada el 7 de abril del año 2005, que hubiere sido presentado por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. 2. CONSIDERANDO: 2.1. Competencia del Tribunal La competencia del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina para conocer de la presente causa, emana de las normas establecidas por los artículos 23 y 24 de su Tratado de Creación, concordadas con las disposiciones de su Estatuto, aprobado mediante Decisión 500 del Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores y, de su Reglamento Interno, en las cuales se regula lo pertinente a la acción de incumplimiento. Una vez que se ha dado atención a todas las formalidades inherentes a la acción que origina a esta causa; no habiéndose comprobado la existencia de irregularidad procesal alguna que invalide lo actuado; y, considerando que el estado del proceso es el de dictar sentencia, el Organo Jurisdiccional Comunitario, procede a ese efecto, con base en los siguientes fundamentos: 2.2. Naturaleza, fines y trámite de la acción de incumplimiento En el ámbito del Derecho Comunitario, la acción de incumplimiento puede definirse como el derecho de obrar o ejercitar el poder jurídico que tiene la Comunidad Andina, sus representantes y actores, para acudir ante los órganos de la jurisdicción, exponer sus pretensiones y formular la petición prevista en el derecho comunitario, frente a una eventual acción u omisión no concordantes con una obligación pendiente o un deber impuesto a la parte demandada. La 11 obligación no satisfecha o el incumplimiento, surgen como aspectos esenciales del objeto dentro de la relación jurídica, los mismos que constituyen materia principal de la acción. El propósito final es la restauración del orden jurídico, a través del cumplimiento inmediato de la providencia que tenga por objeto garantizar el resultado del juicio y la subsanación de la irregularidad declarada. La referencia doctrinaria precedente, concuerda con los pronunciamientos emitidos por el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. En el proceso 4-AI98, de 27 de octubre de 1999, al respecto mencionó lo siguiente: “En cuanto hace a la naturaleza de la acción de incumplimiento, ésta es esencialmente contenciosa y la sentencia que de ella se derive no sólo es declarativa en el sentido de limitarse a la mera declaración de la existencia de un derecho o de una obligación, sino que está llamada a imponer el cumplimiento de una prestación de hacer o no hacer (Couture).” Este pronunciamiento se encasilla también dentro de las previsiones del artículo 25 del Tratado de Creación del Tribunal, cuando establece que “...la sentencia de incumplimiento implica para el País cuya conducta ha sido objeto de reclamo, la obligación de adoptar las medidas necesarias para la ejecución de la sentencia, dentro del plazo determinado de tres meses, contado a partir de su notificación” En el marco específico del Derecho Comunitario, sin embargo, el restablecimiento del orden jurídico que persigue la acción de incumplimiento, es apenas una parte del todo exigible, ya que existen otras metas y objetivos de orden económico, social y político de la integración andina, todos ellos descritos, estructurados y definidos en las normas que conforman el ordenamiento jurídico comunitario. Consecuentemente, por su importancia y naturaleza imponen la observancia irrestricta y oportuna de los compromisos asumidos voluntariamente por las naciones andinas en el seno de la Comunidad, como condición necesaria de su sobrevivencia. Estas son consideraciones que de manera permanente están incorporadas en los pronunciamientos y fallos de este Tribunal, así como en el ejercicio de sus responsabilidades y funciones, bajo el convencimiento de que sólo la observancia y aplicación, sin excepciones, de la norma comunitaria, garantizan su existencia y el desarrollo del proceso de integración subregional. En cuanto al trámite de la acción de incumplimiento, el Tratado de Creación de este Tribunal fija, en sus artículos 23 al 31, el procedimiento, la secuencia de actos y solemnidades que deberá cumplir la actuación preprocesal y procesal, para encausar una demanda de esta naturaleza en contra de un País Miembro. En el caso sometido a la resolución de este Tribunal, éste puede confirmar que han sido cumplidas a satisfacción tales exigencias procedimentales. 2.3. Verificación de los trámites previos Efectivamente, en armonía con lo requerido por la normativa jurídica andina, este Tribunal constata que se han cumplido los siguientes requisitos previos: la notificación sobre inicio de las investigaciones por los hechos denunciados y la 12 concesión de un plazo a fin de que el demandado presente sus descargos; la calificación como restricción al comercio intrasubregional de las medidas objetadas; la emisión de la nota de observaciones y la concesión de un plazo para la presentación de descargos; el conocimiento que tuvo el País Miembro demandado, de todos los actos que se cumplieron en la etapa preprocesal, así como de su respuesta a uno de los requerimientos formulados por la Secretaría General, hasta culminar en la emisión del dictamen de incumplimiento. Este Organo Jurisdiccional, observa, además, la correspondencia puntual y la suficiente congruencia entre las razones del incumplimiento aducidas en el pliego o nota de observaciones y las contenidas en el dictamen de incumplimiento, con las alegadas posteriormente en la demanda formulada, tal como impone la jurisprudencia de este Organo Jurisdiccional en el trámite de estas causas; requisito éste que también se observa cumplido. La Secretaría General, en concordancia con lo previsto en el artículo 23 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, considerando que el incumplimiento declarado se ha mantenido sin modificación y que la República Bolivariana de Venezuela ha persistido en la conducta materia de las observaciones y del dictamen ya mencionados, procedió a solicitar al Organismo Jurisdiccional su pronunciamiento. Una vez que ha sido cuidadosamente examinada la acción interpuesta por la Secretaría General a la luz de estos requerimientos jurídicos y, teniendo en cuenta las normas aplicables a la materia, así como la jurisprudencia existente; este Tribunal estima que no se han registrado errores o defectos de fondo o de forma que vulneren el procedimiento o Derecho Adjetivo, tanto en la etapa administrativa cuya competencia radica en la Secretaría General, como en la fase que corresponde a la jurisdicción de este Tribunal. Es decir, el derecho al debido proceso y al ejercicio de la legítima defensa han sido respetados y aplicados en toda su extensión y sin limitación ni condición alguna. 2.4. El procedimiento de investigación y la emisión de las Resoluciones 759 y 823. En torno al procedimiento de investigación aplicado por la Secretaría General y a la emisión de la Resolución 759, este Tribunal destaca que se ha realizado un despliegue exhaustivo y satisfactorio de diligencias y acciones, en orden a ilustrar el contenido de la presente causa y, a establecer el mandato de las normas comunitarias confrontadas con el cumplimiento de las mismas y las correlativas responsabilidades, derechos y obligaciones que de su observancia derivan. En tal sentido, este Organo Jurisdiccional ha tenido en cuenta la secuencia y significación de los actos jurídicos y circunstancias más notables que se resumen a continuación: 13 a) Resolución 759. El 26 de julio del 2002, amparándose en la Decisión 419, el Servicio Autónomo de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos de la República Bolivariana de Venezuela (SENCAMER), remitió por correo electrónico a la Secretaría General de la Comunidad Andina, dos proyectos de resoluciones conjuntas de los Ministerios de Finanzas y de la Producción y el Comercio de ese país, destinadas, por un lado, a “establecer un registro de fabricantes nacionales e importadores de prendas de vestir (textil) y, la información mínima que debe contener la etiqueta aplicable a todo tipo de prendas de vestir (textil) que se comercialicen en Venezuela, sean de procedencia nacional e importada” y, por otro, a “establecer un registro de fabricantes nacionales e importadores de calzados y la información mínima que debe contener la etiqueta aplicable a todo tipo de prendas de vestir (textil) que se comercialicen en Venezuela, sean de procedencia nacional o importada”. Tales proyectos fueron puestos en conocimiento de todos los Países Miembros, para su correspondiente examen, mediante comunicación también de 26 de julio del 2002. El 28 de agosto del 2002, el SENCAMER envió a la Secretaría General una versión actualizada de dichos proyectos, la misma que fue remitida a todos los Países Miembros, para su consideración, el 29 de los mismos mes y año. El 1 de Octubre del 2002, la Secretaría General recibió una nota del Gobierno de Colombia, a través de la cual ese país formuló observaciones a los citados proyectos, las mismas que fueron trasladadas para conocimiento del SENCAMER, el 3 de octubre del mismo año. El Gobierno del Perú, por su parte, mediante comunicación 205-2002-MINCETUR/ VMCE/DNINCI, de 11 de octubre del 2002, formuló también observaciones, las que fueron puestas en conocimiento del SENCAMER, el 16 de ese mes. El 6 de noviembre también del año 2002, el Gobierno del Perú comunicó a la Secretaría General, que en la Gaceta Oficial de Venezuela, del 23 de septiembre del 2002, se habrían publicado dos reglamentaciones técnicas, las cuales transgredían el artículo 32 de la Decisión 419, por lo cual solicitó de dicho Organo que inicie el correspondiente procedimiento administrativo, por supuestas restricciones al comercio, de acuerdo con lo previsto en el artículo 8 de la Decisión que establece el Sistema Andino de Normalización, Acreditación, Ensayos, Certificación, Reglamentos Técnicos y Metrología. No consta en el expediente, respuesta alguna de Venezuela acerca de las observaciones formuladas. De conformidad con el artículo 50 de la Decisión 425 de la Comisión de la Comunidad Andina, que contiene el Reglamento de Procedimientos Administrativos, la Secretaría General, mediante comunicación SG14 F/4.2.1/2022/2002, de 14 de noviembre del 2002, dirigida al Gobierno de Venezuela, notificó el inicio de las investigaciones por los hechos denunciados y concedió a ese país un plazo de 10 días hábiles a fin de que presente sus descargos. De este hecho fueron informados todos los Países Miembros el 19 de los indicados mes y año. El 3 de diciembre del 2002, el Gobierno de Colombia reiteró los comentarios expuestos en su comunicación anterior y señaló que la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado, el Cuero y sus Manufacturas (ACICAM), había expresado la dificultad que se presenta en el proceso de producción de algunos tipos de calzado al exigirse el etiquetado mediante impresión directa o colocación de etiquetas impresas, pegadas, estampadas o cosidas en, al menos, una de las piezas en cada par de calzado. El reclamo interpuesto a la Secretaría General por el Perú, tanto como su petición para que se de inicio a la investigación, tuvieron como propósito o finalidad obtener el pronunciamiento del órgano comunitario competente, en orden a determinar si la medida impuesta por Venezuela constituía o no una restricción al comercio subregional. La medida objeto de reclamo por parte de los mencionados Países, se encuentra plasmada en dos resoluciones conjuntas de los Ministerios de Finanzas y de la Producción y el Comercio, de Venezuela, publicadas en la Gaceta Oficial de ese país el 23 de septiembre del 2002, cuya exacta descripción consta en el texto de la demanda y reproducido en este fallo. En consideración a tales circunstancias y antecedentes, la Secretaría General tomó la decisión de establecer, si la medida objeto del reclamo constituía o no una infracción que pudiera ser considerada como incumplimiento de normas que forman parte del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina. Del examen de las reglamentaciones adoptadas por Venezuela se observa, que las exigencias impuestas están destinadas a ser aplicadas tanto a los productos importados, sin excepción, como a los de origen nacional. Para que este tipo de medidas unilaterales puedan ser consideradas concordantes con el derecho comunitario andino, según la jurisprudencia sentada, deben reunir condiciones especiales tales como: guardar proporción con el fin perseguido; estar vinculadas directa e inmediatamente con la solución del problema y, además, no deben existir otros medios para lograr dicho fin (sentencias de 24 de marzo de 1997, 26 de febrero de 1998 y, 8 de junio de 1998). La protección de los derechos del consumidor, fundamento sobre el que Venezuela sustenta sus reglamentaciones, ha sido reconocida expresamente por diversas disposiciones comunitarias, sin embargo, las mismas “no deberán tener por objeto o efecto crear obstáculos al comercio intrasubregional”, “tal como 15 prescribe la normativa andina, por lo que los medios utilizados por los Países Miembros para alcanzar un objetivo digno de protección deberán cumplir con los criterios de proporcionalidad, causalidad e insustituibilidad”; principios que han sido exhaustivamente analizados por la Secretaría General. Los Gobiernos de Colombia y Perú coinciden en señalar que los requisitos impuestos por el Gobierno de Venezuela constituyen un obstáculo al comercio subregional; que no aportan información respecto a la calidad, naturaleza, origen o valor del producto; que, además, generan sobre costos; que perjudican el uso o la estética de los productos y pérdida de su valor, por lo que carecen de efecto para cumplir el objetivo de proteger al consumidor. La Secretaría General, por su parte, considera “...que no queda demostrado que la exigencia impuesta por Venezuela se encuentre vinculada directa e inmediatamente con el objetivo legítimo que aparentemente perseguiría.” En su opinión, ninguna de las medidas adoptadas por Venezuela a través de las Resoluciones mencionadas y que se vinculan con la prohibición de importaciones, se encuentran fundamentadas en alguna de las excepciones previstas por el artículo 73 del Acuerdo de Cartagena. En consecuencia, la prohibición de importar productos que no cumplan con los requisitos exigidos debe ser considerada como restricción al comercio intrasubregional, a los efectos del programa de liberación del Acuerdo de Cartagena. El artículo 77 del Acuerdo de Cartagena prescribe que los Países Miembros se abstendrán de aplicar gravámenes y de introducir restricciones de todo orden a las importaciones de bienes originarios de la Subregión. La Secretaría General, por su parte, tiene atribuciones para determinar, en este caso, si las medidas adoptadas por el Gobierno de Venezuela, que han sido precisadas, constituyen o no una restricción al comercio intrasubregional. En uso de tales facultades la Secretaría General de la Comunidad Andina, mediante Resolución 759, de 29 de agosto del 2003, calificó como restricción a ese comercio, según lo dispuesto en el artículo 73 del Acuerdo de Cartagena, las medidas incluidas en los reglamentos puestos en vigor por Venezuela. A través de la misma Resolución, se concedió a Venezuela el plazo de 15 días calendario para el levantamiento de la restricción. b) Resolución 823. El Gobierno de la República del Ecuador, mediante nota de fecha 6 de noviembre del 2003, solicitó a la Secretaría General su pronunciamiento acerca del supuesto incumplimiento de normas del ordenamiento jurídico comunitario en el que habría incurrido Venezuela, al haberse abstenido de levantar la restricción determinada mediante Resolución 759. 16 La Secretaría General, por medio de comunicación SG-F/0.5/1939/2003, formuló una nota de observaciones al Gobierno del mencionado país, en la cual le expresó que hasta la fecha, no había informado acerca de las medidas adoptadas para levantar las referidas restricciones, concediéndole a ese Gobierno un plazo adicional de diez días hábiles para que presente sus descargos. El Gobierno de Venezuela, en respuesta concretada en la comunicación número 1070, de 18 de diciembre del 2003, cuestionó la validez y eficacia de la Resolución 759 y reiteró que las medidas impuestas no constituyen una restricción a las importaciones, arguyendo las razones que han sido ya mencionadas. La Secretaría consideró al respecto, que al haberse impuesto restricciones a las importaciones para calzado y textiles originarios de los demás Países Miembros, a las que se refiere la Resolución 759 y, al no haberse procedido a levantarlas después de lo resuelto al amparo del artículo 73 (actual 74) del Acuerdo de Cartagena, la República Bolivariana de Venezuela ha incumplido normas que forman parte del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina. Consecuentemente, en ejercicio de las atribuciones conferidas por el literal a) del artículo 30 ibidem, expidió la Resolución 823, que contiene el Dictamen 07-2004 de incumplimiento que expresa: “Dictaminar que la República Bolivariana de Venezuela, al no haber adoptado las medidas necesarias para asegurar el cumplimiento de la Resolución 759, ha incurrido en incumplimiento de normas que conforman el ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina, en especial de la señalada Resolución 759 y del artículo 4 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina”. La Resolución 823, adicionalmente, concedió al Gobierno de Venezuela un plazo de 30 días calendario para que ponga fin al incumplimiento. Posteriormente, mediante comunicación SG-F/0.5/1101/2004, de 16 de julio del 2004, la Secretaría General solicitó al Gobierno de Venezuela información sobre las medidas adoptadas para dar cumplimiento al Dictamen 07-2004 contenido en la Resolución 823. El Gobierno del país demandado, hasta la fecha de presentación de la demanda en su contra, no ha informado a la Secretaría General acerca de la cesación de las medidas por él impuestas y, calificadas como restricción al comercio intrasubregional por la Resolución 759. 2.5. De la jurisprudencia del Tribunal Existen precedentes jurisprudenciales generados por el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, concordantes con la naturaleza jurídica de la presente causa, cuya referencia se constituye en orientación valida para el pronunciamiento que debe emitir el Organismo. 17 En alusión a las obligaciones de hacer o no hacer que los Países Miembros tienen en el ámbito del Derecho Comunitario, el proceso 4-AI-98, contiene, por ejemplo, las siguientes expresiones de este Tribunal: “por obligaciones de hacer, los Países Miembros adquieren el compromiso de adoptar toda clase de medidas –sean legislativas, judiciales, ejecutivas, administrativas o de cualquier otro ordenque contengan manifestaciones de voluntad del Estado expresadas en leyes, decretos, resoluciones, decisiones, sentencias o en general actos de administración, destinados a garantizar el cumplimiento del ordenamiento jurídico comunitario. Por las obligaciones de no hacer, deben abstenerse de adoptar toda medida, de la misma índole o naturaleza, que pueda contrariar u obstaculizar dicho ordenamiento”. En cuanto a la declaratoria como restricción al comercio, de una medida adoptada singularmente por un País Miembro, el Organo Jurisdiccional Andino ha declarado en sentencia emitida el 2 de junio del 2000, dentro del proceso 2-AN-98, que: “Las Resoluciones que determinen que una medida adoptada unilateralmente por un País Miembro constituye restricción al comercio, de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 73 (actual 74) del Acuerdo de Cartagena, deben limitarse a tal declaratoria, expresando los motivos que la justifiquen, sin que sea admisible utilizar el procedimiento de calificación de restricciones para fines distintos a los previstos en la norma invocada”; presupuesto que este Tribunal observa cumplido con la expedición de la Resolución 759. El Organo Jurisdiccional Andino se ha pronunciado también, acerca de la validez y ejecutoriedad de las Resoluciones de la Secretaría General, precisando que dichos actos “...se encuentran revestidos o amparados de las características de presunción de legalidad y ejecutoriedad.” (Sentencia de 24 de marzo de 1997, dentro del proceso 3-AI-96). En torno a la obligatoriedad de cumplimiento inmediato de una Resolución que califica a una medida interna como restricción al comercio intrasubregional, el Tribunal ha reiterado que “Las Resoluciones que califican una medida interna como restricción al comercio, a los efectos del Capítulo V (actual Capitulo VI) del Acuerdo de Cartagena, constituyen actos decisorios que crean en el País Miembro destinatario una obligación de cumplimiento inmediato, independientemente de que su validez pueda ser cuestionada por la vía de la acción de nulidad.” “...dentro de un proceso de incumplimiento por inobservancia de una Resolución que califique una medida interna como restricción a las importaciones intracomunitarias no resulta admisible que el País Miembro demandado pretenda desvirtuar los argumentos o la parte decisoria de tal Resolución, pues la vía apropiada para dicho efecto es la correspondiente acción de nulidad, debiendo entenderse que si el país afectado no ejerció su derecho de impugnación, de manera oportuna y a través de la acción pertinente, implícitamente habrá consentido el acto que no recurrió en tiempo y forma debidos” (Sentencia emitida el 13 de octubre del 2000, dentro del proceso 43-AI99). 18 2.6. Sobre la configuración del incumplimiento demandado Queda pues resumido el marco jurídico que atañe a este proceso, dentro del cual se incluye la reseña y análisis de los hechos, circunstancias y antecedentes jurisprudenciales sobre la materia; el examen minucioso de la demanda y de las demás piezas procesales, en especial, de las normas citadas del Acuerdo de Cartagena, codificado y, de las Resoluciones 759 y 823, mediante las cuales, la Secretaría General, calificó de restricciones a las medidas contenidas en las Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178 del Ministerio de Finanzas; y, Resoluciones 395 y 396 del Ministerio de la Producción y el Comercio de Venezuela; y, por otra parte, dictaminó el incumplimiento de normas que conforman el ordenamiento jurídico Andino, específicamente del artículo 4 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, del artículo 77 del Acuerdo de Cartagena, codificado y, de la Resolución 759. Corresponde, en consecuencia, el pronunciamiento de este Organo Jurisdiccional sobre el punto, el mismo que considera que se ha configurado efectivamente dicho incumplimiento, cuyo testimonio se encuentra constituido por los instrumentos normativos expedidos por el Gobierno de Venezuela. Agravan la situación de incumplimiento aludida, la inacción evidenciada por el Gobierno del País demandado, tanto en la etapa preprocesal como en la jurisdiccional, así como la persistencia del indicado Gobierno en pretender justificar sus determinaciones, absteniéndose, conscientemente, de poner fin al incumplimiento de normas comunitarias esenciales para el comercio en la Subregión. 2.7. Incumplimiento del artículo 77 del Acuerdo de Cartagena El Acuerdo de Cartagena prevé, en su artículo 77, con carácter imperativo, que los Países Miembros se abstendrán de introducir restricciones de todo orden a las importaciones de bienes originarios de la Subregión; en tanto que el artículo 74 ibidem, dispone que corresponde a la Secretaría General determinar si una medida adoptada unilateralmente por un País Miembro constituye gravamen o restricción. En ejercicio de tales competencias y facultades, el mencionado Organismo procedió a determinar que constituyen restricción, en los términos expresados en el artículo 73 del Acuerdo de Cartagena, las medidas establecidas por las Resoluciones Conjuntas 1174 y 1178 del Ministerio de Finanzas; y, 395 y 396 del Ministerio de la Producción y el Comercio; todas de fecha 23 de septiembre del 2002. La Decisión 376 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena, relativa al “Sistema Andino de la Normalización, Acreditación, Ensayos, Certificación, Reglamentos Técnicos y Metrología”, modificada por la Decisión 419, otorga a los Países Miembros competencia para la expedición de Reglamentos Técnicos que tengan 19 por objeto “propiciar la mejora progresiva de la calidad de los productos y servicios que se intercambian en el comercio internacional, y para la protección de la salud, la seguridad, el medio ambiente y la protección del consumidor”. No obstante, esa Decisión exige que la aplicación de tales Reglamentos Técnicos debe hacerse “de forma tal que no constituyan un medio de discriminación o una restricción encubierta al comercio”; previsión normativa que a juicio del Tribunal implica que las medidas de protección de los derechos de los consumidores tienen como límite el que su aplicación no represente obstáculo para el comercio intraregional. En el caso en estudio, la prohibición de importar calzado y prendas de vestir (textil) que no cumplan con las exigencias relativas a que: 1. 2. 3. El etiquetado de calzado y en prendas de vestir se realice en el mismo proceso de fabricación o producción. Dicho etiquetado solo se pueda realizar mediante impresión directa o la colocación de etiquetas impresas, pegadas, estampadas, o cosidas. Se requiera autorización previa en los casos en que resulta evidente la imposibilidad de que la etiqueta se imprima o se adhiera en forma permanente. Impuesta en las Resoluciones Conjuntas de los Ministerios de la Producción y el Comercio y de Finanzas de la República Bolivariana de Venezuela, constituye restricción al comercio Subregional, en los términos establecidos por la Secretaría General de la Comunidad Andina en la Resolución 759 de 29 de agosto del 2003, emitida en uso de sus específicas competencias y acto respecto del cual pudo el mencionado País Miembro, de estimarlo procedente, ejercitar los recursos legales previstos en el ordenamiento jurídico andino. Concluye este Tribunal, en consecuencia, que la República Bolivariana de Venezuela, al haber introducido la mencionada restricción a las importaciones originarias de la Subregión y, al haber persistido en mantenerla, pese a los requerimientos de la Secretaría General, incurrió en incumplimiento de las correspondientes normas del ordenamiento jurídico andino. 2.8. Incumplimiento de la Resolución 759 de la Secretaría General La Resolución 759 determinó que constituyen restricción, a los efectos de la aplicación del programa de liberación del Acuerdo de Cartagena, los requisitos y medidas determinadas en las Resoluciones Conjuntas ya referidas. En dicha Resolución, se concedió el plazo perentorio de quince días al Gobierno de la República de Venezuela, para que proceda al levantamiento de la restricción constituida. Tanto esa Resolución, como el plazo en ella establecido, son de obligatorio cumplimiento para el País incumplidor, a partir de su publicación en la Gaceta 20 Oficial del Acuerdo de Cartagena, al tenor de lo que dispuesto por los artículos 1, 3 y 4 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. Como se observó antes, existe jurisprudencia generada por este Organo Jurisdiccional, respecto del acatamiento y aplicación inmediatos de esta clase de Resoluciones. El Tribunal considera, por tanto, que el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, al no acatar las obligaciones que le fueron impuestas mediante la Resolución 759 y, como consecuencia de ello, al abstenerse de levantar la restricción constituida, en los términos y plazo establecidos para el efecto, ha incumplido esa Resolución, la cual, por lo expresado, forma parte del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina. 2.9. Incumplimiento del artículo 4 del Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina El Tratado de Creación del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, a través de lo establecido en su artículo 4, impone a los Estados Miembros de la Comunidad, la obligación de adoptar las medidas que fueren necesarias para asegurar el cumplimiento de las normas del ordenamiento jurídico comunitario; y, además, estatuye el compromiso de los Países Miembros, de no adoptar ni emplear medida alguna que fuere contraria a dichas normas o que obste su aplicación. Este Tribunal concluye, en ese contexto, que la restricción impuesta por Venezuela al comercio intrasubregional, así como su inacción respecto del levantamiento de la misma, dentro del plazo concedido, configuran el incumplimiento del artículo 4o del Tratado de su Creación, el cual es obviamente parte del ordenamiento jurídico de la Comunidad Andina. Observa también este Tribunal, que la naturaleza de la restricción impuesta tiene carácter de objetiva y no discutida y, por ende, genera mayor riesgo para el comercio intrasubregional, toda vez que de acuerdo con las circunstancias, el flujo de exportaciones de los productos afectados con la medida desde la Subregión a Venezuela, puede ser indebidamente sometido a regímenes de licencia previa y aún de cierre de mercado. Con base en lo expuesto, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina concluye, que la demanda incoada por la Secretaría General de la Comunidad Andina tiene mérito suficiente, condición que debe ser así declarada en sentencia. 2.10. Inaplicabilidad de las Resoluciones Conjuntas expedidas por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela 21 La Secretaría General de la Comunidad Andina, en la demanda interpuesta ante este Tribunal, plantea en el respectivo petitorio, entre los otros aspectos analizados ya en este fallo, que el Organismo declare, de manera expresa, “…la inaplicabilidad en el territorio venezolano de la Resolución Conjunta 1174 del Ministerio de Finanzas y 396 del Ministerio de la Producción y el Comercio del 23 de septiembre de 2002, así como de la Resolución Conjunta 1178 del Ministerio de Finanzas y 395 del Ministerio de la Producción y el Comercio del 23 de septiembre de 2002, en aquellos aspectos calificados por la Secretaría General como restricción de Comercio para las importaciones originarias de la Subregión”. Considera al respecto este Tribunal, que el artículo 27 del Tratado de su Creación determina, que si la sentencia que el Organo Jurisdiccional emita fuera de incumplimiento, el País Miembro cuya conducta haya sido objeto de la misma, quedará obligado a adoptar las medidas necesarias para su cumplimiento, en un plazo no mayor de noventa días a su notificación. En armonía con esta facultad, dirigida a establecer los efectos del fallo en materia de incumplimiento de las normas del Ordenamiento jurídico andino, desarrollada también en el artículo 111 del Estatuto, este Tribunal se pronunciará estrictamente en tal sentido, reservándose, por cierto, la competencia de velar por la cabal ejecución de la sentencia que pronuncie y, consiguientemente de aplicar, de ser el caso, las disposiciones previstas por el artículo 27, inciso segundo, de su Tratado de Creación, así como por la Sección Segunda del Capítulo II del Estatuto, relativa al procedimiento sumario por desacato a las sentencias que sean emitidas en acciones de incumplimiento. 2.11. Condena en costas En vista de que las consideraciones precedentes conducen inequívocamente a la determinación de que el País Miembro demandado ha incurrido en el incumplimiento de normas que conforman el ordenamiento jurídico andino, estado que es objeto de la acción deducida, de conformidad con lo establecido en el artículo 90 del Estatuto de este Organo Jurisdiccional, la sentencia condenará a la parte demandada al pago de las costas del proceso, oportunamente solicitadas por la Actora. Por todo lo expuesto, EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA COMUNIDAD ANDINA, En ejercicio de la competencia que le asigna la Sección Segunda del Capítulo III de su Tratado de Creación, así como de las atribuciones a él reconocidas por la Sección Primera del Capítulo II, Título Tercero, de su Estatuto, 22 DECIDE: PRIMERO: Declarar con lugar la acción de incumplimiento instaurada por la Secretaría General de la Comunidad Andina y, en consecuencia, determinar que la República Bolivariana de Venezuela ha incurrido en incumplimiento del artículo 4 del Tratado que crea el Tribunal de Justicia de esa Comunidad; así como del artículo 77 del Acuerdo de Cartagena; y, de la Resolución 759 de la mencionada Secretaría General. SEGUNDO: En observancia de lo previsto en los artículos 27 del Tratado de Creación de este Tribunal y 111 de su Estatuto, la República Bolivariana de Venezuela queda obligada a llevar a cabo las acciones necesarias para el cumplimiento de este fallo, en un plazo no mayor de noventa días contados a partir de la fecha de su notificación, adoptando las medidas conducentes a la eliminación, en su normativa interna, de las restricciones al comercio intrasubregional, así calificadas por la resolución 759 de la Secretaría General de la Comunidad Andina, sin perjuicio del derecho de los afectados por el incumplimiento declarado en esta sentencia, para que puedan perseguir, en la vía interna, la reparación de los daños y perjuicios que pudieran corresponder. TERCERO: Condenar a la República Bolivariana de Venezuela al pago de las costas causadas. NOTIFIQUESE, COMUNIQUESE, PUBLIQUESE Y CUMPLASE. Moisés Troconis Villarreal PRESIDENTE ...Continuación de las firmas impuestas en el texto de la sentencia proferida por el Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina, en el PROCESO 125-AI-2004. 23 Walter Kaune Arteaga MAGISTRADO Rubén Herdoíza Mera MAGISTRADO Ricardo Vigil Toledo MAGISTRADO Olga Inés Navarrete Barrero MAGISTRADA Mónica Rosell Medina SECRETARIA PROCESO 125-AI-2004 24