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Segundas líneas en cáncer de ovario ¿hay un estándar?
A. González Martín, M. Murcia, M. A. Vaz, E. López Miranda, M. López García
Resumen
La recaída del cáncer de ovario es habitualmente incurable y el tratamiento se basa en el empleo de
quimioterapia paliativa. En pacientes con recaídas consideradas platinosensibles (más de 6 meses tras
la última dosis de platino) existe suficiente evidencia científica para recomendar una combinación de
quimioterapia basada en carboplatino, pues se ha demostrado un impacto en la supervivencia. Por el
contrario, en las pacientes con progresión a platino (refractarias) o con recaídas antes de 6 meses (resistentes) el tratamiento recomendado es la monoterapia secuencial con los fármacos activos en segunda línea. La ausencia de tratamiento estándar en este contexto hace que la elección se deba basar en
criterios de toxicidad, calidad de vida y preferencia de la paciente.
Palabras clave: Recaída de cáncer de ovario. Segunda línea de cáncer de ovario. Platino sensibilidad. Platino resistencia.
Oncología, 2007; 30 (1):3-11
Servicio de Oncología Médica
Hospital Ramón y Cajal
Madrid (España)
Recibido: 04.09.06
Aceptado: 05.09.06
13
A. González Martín y cols.
Summary
Recurrent ovarian carcinoma is usually incurable and palliative chemotherapy is the treatment of
choice. In those patients considered as platinum-sensitive (with a platinum-free interval over 6
months) we have enough evidence to recommend carboplatin-based combination chemotherapy, due
to the impact in survival observed in clinical trials comparing carboplatin monotherapy versus
combination chemotherapy. On the other band, in those patient with progression to a platinum based
chemotherapy (refractory) or with relapse in a period of less than 6 months (resistant), sequential
monotherapy with active drugs in the second line is the recommended approach. The absence of a
standard drug in this context makes that the choice should be based on toxicity criteria, quality of life
and the preference of the patient.
Key words: Recurrent ovarian cancer. Second line. Platinum sensitive. Platinum resistant.
TABLA I
Introducción
El cáncer de ovario sólo representa el 3% de las
neoplasias diagnosticadas en la mujer, sin embargo
es el responsable del 6% de las muertes por cáncer
lo que le sitúa en la 4a causa de muerte por cáncer
en la mujer tras el cáncer de pulmón, mama y colorrectal1. Varios factores influyen en la alta mortalidad de esta neoplasia, pero el más determinante es
que la mayoría de pacientes (70-80%) se diagnostican en estadios avanzados de la enfermedad.
El tratamiento estándar del cáncer de ovario
avanzado consiste en la realización de una cirugía
con el máximo esfuerzo citorreductor seguida de un
tratamiento de quimioterapia intravenosa con carboplatino y un taxano, habitualmente paclitaxel2. Con
este abordaje se consigue una remisión completa
clínica en la mayoría de pacientes, pues se trata de
una enfermedad quimiosensible. Sin embargo, la
mayoría de las pacientes recaen y fallecen por la enfermedad. Incluso en las pacientes de mejor pronóstico, aquellas con una excelente cirugía que obtiene
una citorreducción óptima inicial y son tratadas posteriormente con quimioterapia intraperitoneal, se
observa una tasa de recaída del 50% a los 2 años y
del 70% a los 4 años3.
La recaída del cáncer de ovario es habitualmente
incurable, y el tratamiento tiene una intención esen14
Objetivos del tratamiento de segunda línea del cáncer
de ovario
•
•
•
•
•
Mejorar los síntomas relacionados con la enfermedad
Alcanzar una respuesta objetiva del tumor
Optimizar la calidad de vida global de las pacientes
Retrasar el tiempo hasta la progresión de los síntomas
Prolongar la supervivencia global
cialmente paliativa cuyos objetivos son controlar
los síntomas relacionados con la enfermedad, mantener o mejorar la calidad de vida, aumentar el tiempo hasta la progresión y prolongar la supervivencia
(Tabla I). Salvo algunos casos seleccionados que
pueden ser subsidiarios de una cirugía de rescate4, el
tratamiento de la recaída para la mayoría de pacientes consiste en quimioterapia. La gran heterogeneidad en el comportamiento clínico de las recaídas y
la variedad de tratamientos de segunda línea disponibles, hacen que no se pueda estandarizar el tratamiento de la recaída2. Por ello para la elección del
tratamiento hay que tener en cuenta un conjunto de
factores dependientes de la enfermedad y de la paciente (Tabla II).
En ocasiones el único dato de recaída consiste en
el ascenso del marcador tumoral CA-125 mientras
Oncología, 2007; 30 (1):3-11
TABLA II
Factores a considerar en la elección de segunda línea
del cáncer de ovario
Dependientes del tratamiento:
• Respuesta a último tratamiento y tiempo transcurrido.
• Actividad y toxicidad de los tratamientos de segunda línea disponibles.
• Comodidad de administración y coste.
Dependientes de la paciente:
• Toxicidad experimentada con los tratamientos previos.
• Situación clínica de la paciente y enfermedades asociadas.
• Preferencia de la paciente.
que la paciente está asintomática sin evidencia de
enfermedad clínica ni en las exploraciones radiológicas convencionales. Aunque nuevas tecnologías
como el PET- TAC pueden cambiar esta situación5,
el ascenso del CA-125 puede preceder la recaída
clínicamente detectable una media de 2 a 6 meses, y
hoy por hoy no existe evidencia de que iniciar el
tratamiento antes de que se detecte clínicamente la
enfermedad suponga un beneficio en la supervivencia para las pacientes.
Factores pronóstico y predictores
de respuesta
La probabilidad de respuesta a una segunda línea en la recaída depende fundamentalmente de la
respuesta previamente obtenida al tratamiento con
platino y del tiempo transcurrido hasta la recaída,
concepto denominado “intervalo libre de platino”
(ILP). En un clásico estudio retrospectivo de
Markman se observó que cuanto mayor era el intervalo libre de platino mayor era la probabilidad
de respuesta a un nuevo esquema con platino 6.
Desde esta observación se han propuesto varias
clasificaciones en función de la respuesta a la primera línea y del intervalo libre de platino (Tabla
III)7-10. La más usada por su sencillez y aplicabilidad clínica es la propuesta por Thigpen que sólo
establece 2 grupos de pacientes: platino-sensibles,
aquellas con respuesta inicial a un esquema de platino y recaída por encima de los 6 meses, y platino-resistentes, las que no tienen respuesta o recaen
antes de 6 meses tras finalizar un tratamiento de
primera línea con platino8. Sin embargo, otras clasificaciones como la propuesta en la guía NICE
(Nacional Institute lor Health and Clinical Exce-
TABLA III
Clasificación de la recaída
Autor
Mejor Respuesta a Platino
ILP
Taxonomía Platino
Markman7
Progresión
No respuesta
Respuesta
Respuesta
cualquiera
< 6 meses
> 6 meses
Resistencia primaria
Resistencia primaria
Potencialmente sensible
Potencialmente sensible
Thigpen8
Progresión
No respuesta
Respuesta
Respuesta
cualquiera
< 6 meses
> 6 meses
Resistente
Resistente
Resistente
Sensible
Consenso 19989
Progresión
No respuesta
Respuesta
Respuesta
Respuesta
cualquiera
< 4 meses
> 4-12 meses
> 12 meses
Refractaria
Refractaria
Refractario
Intermedio
Sensible
NICE 200510
Progresión
No respuesta
Respuesta
Respuesta
Respuesta
cualquiera
< 6 meses
> 6-12 meses
> 12 meses
Refractaria
Refractaria
Resistente
Parcialmente sensible
Sensible
15
A. González Martín y cols.
llence) refleja mejor la heterogeneidad clínica de
las pacientes en la recaída10.
Además del intervalo libre de platino, un estudio
multivariante sobre 704 pacientes previamente tratadas con platino que recibieron posteriormente en
segunda o tercera línea paclitaxel, docetaxel o epirubicina demostró que otros factores predictores
de respuesta eran: un tamaño tumoral máximo < 5
centímetros, no presentar más de 2 localizaciones
tumorales y el tipo de histología serosa11.
Más recientemente se ha demostrado que la recaída con un patrón clínico predominante de carcinomatosis peritoneal es un factor pronóstico adverso (independiente del intervalo libre de platino)
frente a un patrón de recaída en forma de lesiones
concretas12.
Tratamiento de las pacientes
con recaída platino sensible
Desde los trabajos previamente citados de Markman, era un hecho conocido que las pacientes con
recaídas de cáncer de ovario y un intervalo libre de
platino de al menos 6 meses tras la primera línea
podían volver a responder a tratamiento con platino.
Siendo la probabilidad de respuesta tanto mayor
cuanto mayor fuera este intervalo. En este contexto,
la monoterapia con carboplatino ha sido para la mayoría el tratamiento de referencia para estas pacientes dada su facilidad de administración (una infusión de 30 minutos) junto con su aceptable perfil de
toxicidad (ausencia de alopecia, náuseas y vómitos
moderados, mielotoxicidad moderada y escasa neurotoxicidad).
Actualmente, disponemos de evidencia procedente de 2 estudios fase III que demuestran que la poliquimioterapia con una combinación de platino bien
con paclitaxel o bien con gemcitabina es superior a
la monoterapia con platino.
Paclitaxel-carboplatino vs carboplatino
El estudio ICON4, es el resultado del análisis combinado de 3 estudios paralelos desarrollados por el
Medical Research Council (MRC) en el Reino Unido,
el Grupo AGO en Alemania y el Instituto Mario Negri en Italia13. Aunque existieron algunos matices diferentes en los criterios de inclusión de los 3 estudios,
16
se reclutaron 802 pacientes con recaída de cáncer de
ovario que fueron randomizadas a una combinación
de paclitaxel y platino (mayoritariamente con carboplatino) (n=410) o un régimen de platino sin paclitaxel (mayoritariamente carboplatino) (n=392). Todas
las pacientes habían recibido previamente al menos
una primera línea de platino y tenían un intervalo de
recaída superior a 6 meses. De hecho, el 92% sólo habían recibido una línea de tratamiento previa y el
75% tenía un intervalo libre de platino superior a 12
meses. Hay que destacar que sólo el 40% habían recibido un taxano en la primera línea.
Con una mediana de seguimiento de 42 meses se
observó un beneficio en supervivencia libre de enfermedad (mediana de 12 meses vs 9 meses; HR:
0.77; 95% CI: 0.66-0.89; p=0.0004) y en supervivencia global (mediana de 29 meses vs 24 meses;
HR: 0.82; 95%CI: 0.69-0.97; p=0.023) a favor de la
rama de paclitaxel-platino. En un análisis de subgrupos realizado a posteriori, se observó que el beneficio en supervivencia era más evidente en el grupo de pacientes con recaídas por encima de 12 meses y en las que no habían sido expuestas previaI
mente a taxanos. En cuanto a la tolerancia, aunque
el esquema de combinación se asoció con mayor incidencia de toxicidad en forma de alopecia (86%), y
neuropatía periférica moderada-severa (20%), no se
observaron diferencias en el análisis de calidad de
vida de las pacientes.
Un estudio fase II randomizado realizado por el
Grupo GEICO (Grupo Español de Investigación en
Cáncer de Ovario), arrojó unas conclusiones similares14. Se aleatorizaron 81 pacientes con recaída de
cáncer de ovario platino sensible a paclitaxel 175
mg/m2 más carboplatino AUC 5 frente a carboplatino AUC 5. Se observó un incremento en la tasa de
respuesta (75% vs 50%; p 0.003), tiempo a progresión (12,2 meses versus 8,4 meses; log rank
p=0.021) y supervivencia global a favor del esquema de combinación. A pesar de las limitaciones por
el tamaño muestral, los resultados de este estudio se
sumaron a la evidencia procedente del ensayo
ICON4 de la superioridad de la combinación de paclitaxel-carboplatino sobre carboplatino.
Algunos autores han sugerido que un tratamiento
secuencial con paclitaxel y carboplatino obtendría los
mismos resultados que la combinación pero con menor toxicidad, hipótesis cuya confirmación requeriría
el desarrollo de un ensayo clínico bien diseñado.
Oncología, 2007; 30 (1):3-11
TABLA IV
Estudios randomizados con monoterapia en cáncer de ovario recurrente
Autor
Med ILT
(meses)
Fármaco
N
(PR+PS)
TR (%)
(PR/PS)
MTP (semanas)
(PR/PS)
MSG (semanas)
(PR/PS)
Ten Bokkel Huinink16
¿?
Topotecan
Paclitaxel
112 (60+52)
114 (59+55)
20,5 (13,3/ 28,8)
13,2 (6,7/20)
23
14
p=0.002
61
43
Gordon17
6,7
7
Topotecan
DLP
235 (124+111)
239 (130+109)
17 (8/32)
19,7 (16/31)
17 (13,6/23,3)
16,1 (9,1/28,9)
p=0,037 para PS
56,7 (41/71)
60 (35/108
p=0.008 para PS
O’Byrne18
6,6
6,7
DLP
Paclitaxel
106 (40% PS)
107 (37% PS)
19
24
22
22
46,7
56
Vermorken19
< 12
Oxaliplatin
Topotecan
79 (51+28)
79 (53+26)
11,4 (3,9/25)
8,9 (5,7/15)
–
–
–
–
Rosenberg20
¿?
Paclitaxel/sem
Paclitaxel/3 sem
104
104
31
32
5,5 meses
8,3 meses
14,6 meses
19,2 meses
Med ILT: mediana de intervalo libre de tratamiento; PR: platino-resistente; PS: platino-sensible; TR: tasa de respuesta; MTP: mediana de tiempo a progresión; MSG: mediana de supervivencia global; DLP: Doxorubicina Liposomal Pegilada.
Gemcitabina-carboplatino vs carboplatino
El estudio alemán AGO OVAR 2.5 coordinado
por el grupo AGO con la participación de la
EORTC-GCG (European Organization for Research and Treatment of Cancer Gynaecological Cancer Group) y el grupo canadiense del NCIC (Nacional Cancer Institute of Canada Clinical Trials
Group) demostró que la combinación de carboplatino y gemcitabina era superior a carboplatino en la
recaída platino-sensible, confirmando la superioridad de la poliquimioterapia con platino en este contexto15.
En este estudio se reclutaron 383 pacientes con
recaída platino sensible que fueron aleatorizadas a
la combinación de carboplatino AUC 4 día 1º y
gemcitabina 1000 mg/m2 días 1º y 8º frente a carboplatino AUC 5 en monoterapia. La combinación de
carboplatino y gemcitabina fue superior en tasa de
respuesta (47% vs 31%; p=0.0016) y supervivencia
libre de progresión (HR 0.72; 95% CI: 0.58-0.90)
que era el objetivo principal del estudio. Un análisis
de subgrupos mostró que la combinación beneficiaba tanto al grupo de pacientes con recaídas de menos de 12 meses como a las que habían recibido
previamente paclitaxel en primera línea.
La toxicidad principal de este esquema fue la hematológica grado 3-4 consistente en: neutropenia
(70% de pacientes), anemia grado 3-4 (27% de pacientes) y trombopenia grado 3-4 (35% de pacientes). Aunque no resultó clínicamente relevante, dado
que no se observaron diferencias en la incidencia de
fiebre neutropénica o en el empleo de antibióticos, sí
motivó el aumento en el uso de G-CSF y el requerimiento de transfusiones de hematíes. Por otra parte,
la incidencia de neuropatía y alopecia fue muy baja.
Los resultados de este estudio han motivado la
aprobación de gemcitabina en la recaída del cáncer de
ovario platino sensible en asociación a carboplatino.
Monoterapia no platino
La década de los 90 asistió al desarrollo de nuevos fármacos con actividad en segunda línea de
cáncer de ovario tras recaída a un tratamiento basado en platino. Entre estos fármacos hay que destacar
por su actividad a: paclitaxel, topotecan, doxorrubicina lipososomal pegilada, oxaliplatino, docetaxel y
gemcitabina.
Varios estudios fase III desarrollados en dicha década compararon estos fármacos en monoterapia entre sí en la segunda línea de tratamiento (Tabla IV),
17
A. González Martín y cols.
y sus resultados motivaron la aprobación de paclitaxel, topotecan y la doxorrubicina liposomal pegilada para el tratamiento de la segunda línea de cáncer
de ovario16-18. De hecho son los tratamientos de uso
habitual en pacientes con recaída platino-resistente
como veremos más adelante.
Sin embargo, su aplicación en monoterapia en pacientes platino sensibles no puede ser recomendada
hoy día a la luz de los conocimientos actuales. Hay
que tener en cuenta que la interpretación y aplicabilidad de los estudios de registro se hace compleja en
este momento debido fundamentalmente a dos motivos: 1) no todas las pacientes habían recibido el
estándar actual de primera línea con paclitaxel-carboplatino, y 2) se incluyeron pacientes platino-resistentes y platino-sensibles.
Es cierto que el análisis de pacientes platino-sensibles muestra tasas de respuesta en torno al 30%
con topotecan o doxorrubicina liposomal pegilada,
y que esta última alcanza una mayor supervivencia
que topotecan en este grupo de pacientes. Por este
motivo se ha considerado una opción de tratamiento
en pacientes con sensibilidad parcial a platino
(aquellas con recaídas de 6-12 meses)21. Sin embargo, esta consideración tiene un sesgo importante
pues nunca se han comparado estos fármacos con
carboplatino que era el estándar en este contexto, y
con el que se consiguen tasas de respuesta del 3050%. Además, es un hecho hoy reconocido que la
poliquimioterapia con carboplatino es aún superior
al carboplatino en monoterapia.
Conclusiones
Como conclusión de los estudios expuestos, podemos afirmar que la poliquimioterapia con platino debe
ser el tratamiento de elección para las pacientes con
recaída de cáncer de ovario platino sensible. El empleo de monoterapia no platino no está comparada
con esquemas de poliquimioterapia por lo que no puede ser recomendada como tratamiento de elección.
La elección de una u otra combinación debe realizarse más teniendo en cuenta aspectos de toxicidad
y preferencias de la paciente que a un particular
análisis no planeado de subgrupos dentro de los estudios expuestos. La principal limitación de la combinación de paclitaxel-carboplatino es la neurotoxicidad y la alopecia. Dado que hoy día casi todas las
18
pacientes reciben en primera línea dicha combinación, no es infrecuente que presenten cierto grado
de neuropatía residual en la recaída que podría agravarse con el retratamiento con taxanos. La combinación de carboplatino y gemcitabina, con un diferente perfil de toxicidad principalmente hematológica,
representa una alternativa en estas pacientes.
En búsqueda de una mejor tolerancia se han desarrollado otros dobletes de platino como la combinación de carboplatino y doxorrubicina liposomal pegilada22. Los prometedores resultados con esta combinación han motivado la activación de un estudio
fase III en el Gynecological Cancer InterGroup que
compara paclitaxel 175 mg/m2 y carboplatino AUC
5 cada 3 semanas con carboplatino AUC 5 y doxorrubicina liposomal pegilada 30 mg/m2 cada 4 semanas (estudio CALYPSO).
Tratamiento de las pacientes platino
resistentes
El grupo de pacientes platino resistentes se caracteriza por un pésimo pronóstico determinado por
una limitada tasa de respuesta a la quimioterapia y
una esperanza de vida que no supera los 10 meses.
Lógicamente en este grupo de pacientes el objetivo
fundamental del tratamiento es el control de los síntomas relacionados con la enfermedad, procurando
no empeorar la calidad de vida de las pacientes por
los efectos secundarios del tratamiento. Como se ha
comentado previamente varios agentes desarrollados en los últimos 15 años han demostrado cierta
actividad en pacientes resistentes con tasas de respuesta del 10 al 15%. Entre los fármacos activos se
encuentran paclitaxel, topotecan, doxorrubicina liposomal pegilada, docetaxel, gemcitabina, oxaliplatino, etopósido, ifosfamida, vinorelbina y hexametilmelamina. Dado que ningún fármaco se ha mostrado claramente superior en los ensayos fase III realizados (Tabla IV), la elección del tratamiento debe
basarse en la comodidad de administración y la toxicidad esperada con el tratamiento, así como la
preferencia de la paciente. Desde el punto de vista
de coste-efectividad, la doxorrubicina liposomal pegilada resulta coste efectiva en este contexto comparada con topotecan y paclitaxe21.
En los últimos años se han publicado datos de estudios fase II con combinaciones de topotecan, pa-
Oncología, 2007; 30 (1):3-11
clitaxel, doxorrubicina liposomal pegilada y gemcitabina, que han mostrado tasas de respuesta algo superiores a las observadas en estudios fase III con
monoterapia23-25. Sin embargo, ningún ensayo randomizado ha demostrado una superioridad de las
combinaciones sobre la monoterapia26. El ejemplo
más reciente ha sido un estudio presentado por el
grupo alemán NOGGO en el congreso de ASCO de
2006, en el que se incluyeron 505 pacientes con recaída tras paclitaxel-platino que fueron randomizadas a topotecan monoterapia, topotecan-etopósido o
topotecan-gemcitabina. No se observaron diferencias en los parámetros de supervivencia pero sí una
mayor toxicidad con las combinaciones27.
Por todo lo anterior podemos concluir que, en ausencia de ensayos clínicos, el tratamiento de elección de las pacientes platino-resistentes continúa
siendo el empleo secuencial de fármacos en monoterapia.
Mención aparte requiere el empleo de hormonoterapia en este grupo de pacientes. Varios ensayos
clínicos han demostrado una tasa de respuesta en
torno al 10% con Tamoxifeno en la recaída de cáncer de ovario. Esta respuesta es independiente de la
expresión de receptores de estrógeno y progesterona. Dada la escasa toxicidad asociada a Tamoxifeno, este debe ser un fármaco a considerar en pacientes que no sean candidatas a quimioterapia o cuando
se han agotado las distintas opciones terapéuticas.
El interés por la hormonoterapia se ha renovado en
el reciente congreso de ASCO 2006 por los resultados de dos estudios fase II con inhibidores de aromatasa. En un ensayo fase II con exemestano en
una población de pacientes refractarias se observó
una tasa de estabilizaciones duraderas (> 14 semanas) en el 36% de las pacientes28. En otro estudio se
empleó letrozol en 46 pacientes que expresaban el
receptor de estrógeno obteniendo una tasa de respuesta del 9% y un 42% de estabilizaciones en las
33 pacientes con enfermedad evaluable radiológicamente29.
Nuevos fármacos
Al igual que en otras áreas de la oncología, en
cáncer de ovario se está estudiando la eficacia de
los nuevos agentes terapéuticos frente a las nuevas
dianas biológicas, aunque hay que decir que el desa-
rrollo de estos fármacos va por detrás del observado
en otras patologías como el carcinoma de mama,
colorrectal o de pulmón.
En estos momentos el fármaco cuyo desarrollo está más avanzado en cáncer de ovario es bevacizumab. En la edición de ASCO de 2005 se presentaron
los datos de un estudio fase II del grupo GOG americano (Gynecologic Oncology Group) que demostró
una tasa de respuesta del 17,7% en 62 pacientes con
persistencia o recaída de cáncer de ovario y un máximo de 2 líneas de tratamiento previo30. Además, se
observó una tasa de ausencia de progresión a 6 meses del 58%, que es muy superior a la observada en
otros estudios del GOG en este contexto. Estos prometedores resultados han motivado que se activen 2
ensayos fase III multicéntricos, uno americano
(GOG 218) y otro dentro del grupo internacional
GCIG (ICON7), en los que se explora el papel de
bevacizumab en la primera línea. No obstante, el papel de bevacizumab en la segunda línea puede estar
limitado por la alta tasa de perforaciones intestinales
(hasta el 11,4%). Dado que este evento se observa
cuando se administra a pacientes con clínica o datos
radiológicos de oclusión intestinal o engrosamiento
de la pared intestinal, el empleo de bevacizumab en
segundas o siguientes líneas requerirá una selección
cuidadosa de las pacientes31.
A diferencia de otras patologías, curiosamente en
cáncer de ovario existe aún interés en el desarrollo
de nuevos agentes quimioterápicos para su empleo
en segunda línea. Dos de los fármacos cuya actividad resulta más prometedora en la recaída son patupilona y trabectedina.
La patupilona es una epotilona natural cuyo mecanismo de acción citotóxico es la estabilización del
microtúbulo, que ha demostrado actividad clínica en
tumores sensibles y resistentes a taxanos. En un estudio fase I/II en 31 pacientes platino-resistentes se
observó una tasa de respuesta bioquímica del 28%,
además se observaron 2 respuestas completas, 1 respuesta parcial y 7 estabilizaciones en las 19 pacientes con enfermedad evaluable radiológicamente.
Los principales efectos adversos de esta epotilona
que se administra mediante infusión intravenosa cada 3 semanas son diarrea, astenia y neuropatía periférica moderada32. Estos resultados han motivado la
puesta en marcha de un estudio fase III en el que se
compara la patupilona con la doxorrubicina liposomal pegilada en pacientes platino-resistentes.
19
A. González Martín y cols.
Trabectedina (YondelisTM) es un compuesto derivado marino cuyo mecanismo de acción es la unión
al surco menor del ADN lo que distorsiona el ADN
e induce una apoptosis independiente de p53. Trabectedina ha demostrado una tasa de respuestas próxima al 30% en pacientes con recidiva platino-sensible tanto en su administración en 3 horas, en infusión de 24 horas o en esquema semanal33-34. Actualmente un estudio fase III compara la combinación
de trabectedina con doxorrubicina liposomal pegilada (DLP) frente a DLP en monoterapia en pacientes
con recaídas antes de 12 meses.
Correspondencia:
Dr. A. González Martín
Servicio de Oncología Médica
Hospital Ramón y Cajal
Ctra. Colmenar Viejo, Km. 9,100
E-28034 Madrid
agonzalezm@seom.org
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