Ciberantropología: las redes sociales y el caos

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Ciberantropología: las redes sociales y el caos.
"Se sabe que las redes sociales y la afluencia de información
masiva sirven para ampliar diferencias." Jorge Miceli,
antropólogo.
"Si cambian las cosas off line, tarde o temprano podrán
cambiar en el ciberespacio." Marián Moya, antropóloga.
"Estos movimientos radicales no tienen jerarquía, así que el
Estado no tiene con quién negociar, no los pueden
cooptar.” James Scott, antropólogo y miembro de Ocuppy Wall
Street.
”Los gobiernos odian internet fundamentalmente porque es un
desafío básico a lo que siempre fue el fundamento de su poder: el
control de la información de la comunicación”, afirma Manuel Castells,
sociólogo.
“Los gobiernos dicen Internet sí, pero para lo que a mí me sirva, y
ponen los mismos casos: pornografía infantil y el terrorismo, como si
fueran problemas de internet y no de la sociedad. Los gobiernos
odian que algo se escape a su control, pero al mismo tiempo
tampoco pueden tener un poquito de internet. Internet o está o no
está”
"Sin ánimos de desautorizar al
prestigioso Manuel Castells" -comenta por su parte el antropólogo
Daniel Miller, autor de "Tales of Facebook"- "Facebook es
diametralmente opuesto a internet. En Facebook sientes que
perteneces a una comunidad, tanto para las cosas buenas como para
las malas, mientras que internet promueve el anonimato. Internet
no es una comunidad como tal, es decir, un pequeño grupo de
personas que viven juntas, donde todo el mundo lo sabe todo de los
demás, donde hay chismes, donde todo se acaba sabiendo..."
"Es así hasta el punto de que hay gente que siente la presión de vivir
en un pueblo pequeño dentro de Facebook. Un joven me explicó que
se sentía presionado porque sus primos querían que jugara con ellos
a Farmville y no sabía cómo decirles que no."
"Se ha dado demasiada importancia a la confidencialidad y, en
cambio, no se ha analizado por qué hay tantos usuarios en Facebook:
porque mucha gente se siente sola. La soledad es un problema
mucho más importante en nuestra sociedad que la confidencialidad.
En el fondo, Facebook nos da lo que nos falta en la vida real."
El antropólogo Marc Augé, opina que "Basta con abrir Internet para darse cuenta de que casi todo lo que
circula allí es oralidad primitiva, primaria. Se cree que basta con ingresar en ese universo para
pertenecer a la comunidad de los comunicantes. Eso es ilusorio. No pertenecemos a nada. En nuestra
computadora tenemos toda la ilusión del mundo, pero ese conocimiento sólo es útil para quienes
ya
saben
algo."
David Le Breton, antropólogo del cuerpo, afirma que "Internet es el universo de la máscara, porque
no es una presencia viva del otro. Como dicen los norteamericanos, "en Internet nadie sabe que usted
es un perro". Uno no es más que quien dice ser, uno se construye un personaje y es un relato que
hace sobre sí mismo. Hay una construcción ficticia del mundo. Cuando en Facebook una persona dice
"tengo 300 amigos", eso basta para mostrar que hay un cierto ridículo allí. Nos sentimos cada vez
menos
dentro
de
nuestro
cuerpo."
Las redes sociales están de moda. Sitios para empacharse de amistad
como Facebook y Myspace, sitios para contactar ex compañeros de
trabajo o de colegio como Linkedin, blogs de todo tipo y color:
diversas maneras de contactarse y cumplir con el mandato de la era
informacional: comunicarse o perecer. Pero, en realidad, las redes
sociales están hace tiempo.
Los
estudios
del
antropólogo Carlos Reynoso se centran en las redes sociales en su
extensión, que no es poco: difusión de modas, clientelismo político,
tráfico de armas y de estupefacientes, problemas de epidemiología,
difusión de ideas y rumores... por mencionar algunas de las múltiples
aplicaciones. “Es que cualquier fenómeno dinámico, puede llegar a
ser
estudiado
mediante
las redes
complejas”,
asegura.
“Antropocaos”, un colectivo académico de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos
Aires, bajo el ala de Reynoso, analiza este tema a través de la Te oría del Caos y la Complejidad, para el
diseño de programas, simulaciones, modelos... Los antropólogos Jorge Miceli, Ramón Quinteros, Marián
Moya,
Mora
Castro
y
Sergio
Guerrero
explican
su
trabajo.
Guerrero utilizó: "un método que se llama “bola de nieve”. Empecé
con algunos blogs centrales fui viendo con cuáles se relacionaban.
Esto también se da con la distribución de una nueva droga: se
transmite
del
boca
a
boca.
Moya da más ejemplos "Es más, para el primer análisis del origen del sida se utilizó análisis de redes
sociales para inferir los nodos generadores de la epidemia. También se ve en política: las redes
clientelares son redes inherentemente sociales y el fenómeno de la corrupción es justamente un
fenómeno de redes sociales." Quinteros añade "el análisis de redes sociales en el fútbol, en el desarrollo
del juego. Se ve cómo se distribuyen las cadenas de pases que se dan dentro de un partido."
"Es una derivación de la teoría de grafos del siglo XVIII ideada por el matemático Leonard Euler. De
alguna manera habla de la unidad de los procesos en la naturaleza. Los procesos sociales no son tan
distintos a los procesos naturales, o incluso a procesos inorgánicos. Aunque muchas veces pensemos
que somos más complejos, más evolucionados, en muchos aspectos funcionamos de la misma manera
que los organismos más simples."
“Los cambios fueron un baldazo de agua fría hasta para los autores
de ciencia ficción –se anima CarlosReynoso–. Prácticamente nadie
anticipó la Web. Es más: las computadoras personales iniciaron su
auge a mediados de los ochenta, y por esa misma época la
antropología canónica insistía en reivindicar el‘contacto cara a cara’
y el trabajo en aldeas exóticas. Justamente lo contrario de lo que
precisábamos.”
Ante el tsunami informático, se hizo urgente reconocer que en esos
reinos pixelados se estaban desarrollando procesos de socialización
importantes. Así surgieron los “ciberantropólogos”, “estudiosos de
las ciberculturas” o “antropólogos virtuales".
Aún hoy “En general, Internet no es tenida en cuenta como
herramienta para hacer trabajo de campo, y los que se dedican a
estos problemas son acusados de ‘no estar comprometidos con la
realidad’”, denuncia.
Para Jorge Miceli, “‘red social’ es un slogan con buen marketing que
se usa acá o allá. En rigor, casi nadie sabe qué son”.
Reynoso continúa: “La noción de ‘redes sociales’ viene justamente de
la antropología. Es un aporte que hizo la escuela de Manchester en
la década del cincuenta. Lo insólito es que cuando la web estaba
por explotar, alrededor del ’97-’98, estos tipos empezaron a decir que
aquella idea era –cito textualmente– ‘un caballo muerto’”, recuerda
Reynoso.
"Se encontraron con que la estructura de las redes era muy distinta
de lo que se suponía. Y acá cuando decimos “red” estamos hablando
de algo que no tiene que ver necesariamente con Internet, sino que
puede referirse a un conjunto de amigos, de colegas, etcétera. Hasta
entonces, había dominado la concepción “aleatoria” de las redes. Se
creía que dejaban que te relacionaras de forma relativamente
azarosa. Sin embargo resultó que, luego de cierto período, tendían a
estabilizarse con unos pocos que tenían mucho y muchos que
no tenían nada. Y eso en términos de status, poder económico y
muchos otros aspectos.
Se trata del célebre “efecto San Mateo”. El nombre, acuñado por el
sociólogo estadounidense Robert Merton, se inspira en el inquietante
versículo: “Porque a cualquiera que tiene, le será dado, y tendrá
más; pero al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado”.
"O sea que en las redes sociales la horizontalidad sería una ilusión.
Son un ámbito donde se construyedesigualdad. Ahí la fórmula para
ir “trepando” es relacionarse con el que está en mejor posición que
uno. De ahí que se cumplan las “leyes de los mundos pequeños”.
Esto es, que la mayoría de los “nodos” –que en el caso de Facebook
son las personas– pueden ser alcanzados desde cualquier otro nodo a
través de un número pequeño de conexiones. Eso es porque uno no
se detiene en los nodos “poco importantes”, sino que jerarquiza y va
cortando
camino
hasta
llegar
adonde
quiere."
Jorge Miceli añade: "Es importante tener en cuenta eso, porque es
muy corriente oír que “la tecnología es democratizante” en sí misma.
Por el contrario, se sabe que las redes sociales y la afluencia de
información masiva pueden servir –y de hecho sirven– para
ampliar diferencias. Hay estudios que demuestran que el
bombardeo informativo hace que los que menos saben sepan cada
vez menos. Ante información en cantidad, hay sujetos que ven
decrecer su capital cognitivo, se marean. Porque recibís la data y te
linkeás con otros en función de tu condición de clase, de tus
herramientas de lectura, etcétera. Entonces se habla de “contactarse
a Internet” como si eso fuera necesariamente positivo. Es una
estupidez: te contactás rápido, sí. No obstante, es como si plantearas
que mirar televisión es bueno per se.
"Al mismo tiempo, al interior de una red social, el que tiene más
vínculos tiende a crecer más que los otros. Es como si en un
momento la gente se plegara a lo que hacen otros y canjeara su
sentido crítico por eldeseo de obedecer a la moda, lo que origina
estas popularidades “explosivas” que se dan periódicamente.
Reynoso opta por rememorar su paso por Microsoft. “Fui contratado
como gurú, para evaluar hacia adónde debían ir. Sin embargo, por
más que propusieras modificaciones, la última palabra siempre la
tenía ‘la gente de negocios’. Esa es la situación dominante.”
“En consecuencia –cierra Marián Moya– lo que vendrá no tiene que
ver con desarrollos que ocurran en la Web, sino sobre todo con lo que
pase afuera. De última, la relación fundamental es la que se
establece entre humanos, no la de los humanos con las máquinas.
Si cambian las cosas off line, tarde o temprano podrán cambiar en
el ciberespacio. De lo contrario, la tendencia general será seguir
reproduciendo adentro las desigualdades de afuera.”
Al hilo de esta idea, otro antropólogo, James Scott, decía: “La
paradoja de la democracia es que – supuestamente – debe crear un
sistema para hacer posibles cambios sociales a gran escala, sin
violencia y sin irrupciones, mediante un proceso legal en el que se
eligen personas; pero el hecho es que los grandes cambios radicales
no han sucedido como producto de una legislación o elecciones, sino
que han sucedido en las calles, en levantamientos que amenazan
con salirse de control y en los que las élites estaban asustadas,
aterrorizadas y tomaron cartas en el asunto rápidamente para poder
apagar la revuelta.”
"Estos movimientos radicales no tienen jerarquía, así que el Estado
no tiene con quién hablar (negociar).No hay liderazgos. Son
movimientos populares sin estructura jerárquica, así que no los
pueden cooptar.”
“No importa tanto hasta qué punto estos grupos logren o no sus
objetivos inmediatas, pues lo realmente importante es que están
creando redes que son un muy valioso recurso para la movilización
popular.
Si surgen ocupaciones espontáneas, hay que aprovechar la capacidad
de los movimientos autónomos locales de crear redes sociales.”
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