EL TRIBUNAL SUPREMO ESTIMA EL RECURSO INTERPUESTO CONTRA LA CONVOCATORIA PARA PROVEER 44 PLAZAS DEL CUERPO DE SALUT PÚBLICA DE LA GENERALITAT POR LA INDEBIDA EXCLUSIÓN DE LOS LICENCIADOS EN VETERINARIA DE ENTRE LAS TITULACIONES QUE PODIAN PARTICIPAR EN ELLA. Como se informó en su día, el Colegio de Veterinarios de Barcelona y el Consell de Col·legis Veterinaris de Catalunya interpusieron en el año 2010 sendos recursos contencioso administrativos contra la Resolución GAP/2265/2010, de 12 de julio, que aprobó la convocatoria del proceso selectivo para proveer 44 plazas del Cuerpo superior (subgrupo A1), Generalitat de Cataluña, Salud Pública, por cuanto en las bases de la convocatoria no se incluía la titulación de Licenciados en Veterinaria sin que por parte de la Generalitat se motivase la razón de tal exclusión, que resultaba totalmente injustificada dada la competencia profesional e idoneidad de los Licenciados en Veterinaria para ocupar los puestos de trabajo objeto de la convocatoria. Estos recursos fueron estimados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña mediante sus Sentencias de fechas 16 y 19 de julio de 2013. Dichas Sentencias fueron recurridas en casación por la Generalitat y el Colegio de Farmacéuticos de Girona ante el Tribunal Supremo, el cual ya se ha pronunciado en el recurso del Colegio de Barcelona en el sentido de estimarlo. En efecto, en la Sentencia de fecha 26 de enero de 2015 el Tribunal Supremo anula “…la base específica 2.1 de las recogidas en el Anexo I de la resolución GAP/2265/2010, de 2 de julio, que aprobó la convocatoria del proceso selectivo para proveer 44 plazas del Cuerpo de Titulación Superior (subgrupo A1) de la Generalidad de Cataluña, Salud Pública (núm. de registro de la convocatoria 185) en tanto no incluye entre las titulaciones que permiten participar en el proceso selectivo la licenciatura en veterinaria.” Para el Tribunal Supremo la Generalitat no ha explicado por qué no incluyó, entre las licenciaturas que podían concurrir a la convocatoria, “…no una licenciatura cualquiera, sino la de veterinaria en particular”. Justificación que entiende “…era imprescindible, no porque los estudios de veterinaria versen sobre algunas de las tareas propias de las plazas ofrecidas, sino porque tienen una clara relación con la salud y porque la formación que suponen en esa materia no es menor que la que aseguran las titulaciones en biología y en químicas sino todo lo contrario”, y añade que tales estudios “…no pueden ser considerados como marginales o alejados cuando de la salud pública se trata, apreciación ésta muy razonable que debemos confirmar no sólo desde la perspectiva de los principios de mérito y capacidad en el acceso a la función pública sino también desde la ofrecida por el principio de eficacia de las Administraciones Públicas. Y, naturalmente, la solución alcanzada en la instancia no es contraria al principio de igualdad. Al contrario, sentada esa especial idoneidad de los licenciados en veterinaria, no hay motivos para excluirlas en aplicación de la jurisprudencia”. Por lo que hace al recurso del Consell de Col·legis Veterinaris de Catalunya aún no se ha dictado la correspondiente sentencia por el Tribunal Supremo ya que se ha retrasado hasta el 8 de abril de 2015 la fecha para votación y fallo del recurso. Barcelona a 23 de enero de 2015.