El Depurador. G. Rodríguez-Zurita Con el nombre de “depurador”, los abyectos NEOtecnócratas en el poder se refieren con petulancia al “Filtrado Paramétrico de Materia Enhebrada con Correlación Bell”. Realmente, se trata de un producto colateral del “Teleportador Cuántico por Efecto Einstein-Podolsky-Rosen” (abreviado como TeQ). El TeQ se halla equipado con un compensador para incertidumbre mínima y por un protocolo de identificación-rechazo genético state-of-the-art que supera inconveniencias como el trágico Síndrome de Delambre-Brundle, sufrido por algunos desdichados pioneros. Es curioso que los primeros experimentos de teletransporte se hayan iniciado desde la postguerra de la II Guerra Mundial, a mediados de siglo XX, justamente la etapa histórica que nos señalan los maestros de la escuela elemental como el inicio del Oscurantismo Tecnocrático. El TeQ ya se emplea eficientemente para transporte de materia prima hasta distancias iguales al radio promedio del cinturón de Kuiper y ha sido el factor primordial en la colonización del Sistema Solar por parte de las súper potencias tras la instalación de receptores TeQ sobre Marte, Europa, Titán, Umbriel, Quaoar y, recientemente, sobre el gélido planetoide Eris. Se conoce que dos partículas se hallan “enhebradas” cuando la medición del estado de una influye en la medición del estado de la otra sin importar la distancia existente entre ellas, como si estuvieran perennemente ligadas; y para el TeQ se necesitan pares iguales de masa previamente “enhebrada”, pero físicamente separada en una cápsula emisora y en otra receptora. Sólo se debe trasladar el paquete con materia “enhebrada” (la llamada auxiliar) - El Depurador - para la cápsula receptora usando, por ejemplo, naves enteramente robotizadas propelidas con combustible fusionable. Estas naves, por supuesto, pueden ser convenientemente desechables. Actualmente, la materia “enhebrada” correspondiente de la cápsula emisora se halla en Tierra o en Luna. La información es obtenida por scanner tomográfico del objeto o sujeto para “moldear” a la materia enhebrada emisora. Desde el centro emisor, se envía a la materia auxiliar la información molecular, genética y sináptica en su caso, usando para ello ondas electromagnéticas. Una vez recibida y correlacionada bajo el procedimiento Bell, le voilà, el teletransporte en un sentido es efectuado. Los TeQs han convertido en obsoleta a la ingenua fantasía del traslado de humanos en naves espaciales. Con los TeQs, la colonización galáctica es inminente, a completarse en 1.5 millones de años una vez atravesada la Nube de Oort y suponiendo una expansión geométrica. Claro que la tardanza actual proviene del transporte físico del equipo receptor con materia auxiliar; pero una vez el sistema opere en su sitio, la teleportación se lleva a cabo. Y sólo son de las primeras fases. El depurador, por su parte, consiste en un TeQ con cápsulas contiguas al scanner porque su propósito no es el transporte, sino la supresión de características indeseables previamente a la recepción. Originalmente diseñado para correcciones genéticas a fin de alcanzar longevidades cercanas al límite impuesto por la capacidad de procesamiento de información propia de cerebros orgánicos, los diseños de depuradores fueron banalizados luego en modelos simplificados para cosmetología y otras aplicaciones más frívolas y baladíes. *** G. Rodríguez-Zurita Página 2 - El Depurador - El proyecto local basado en depuradores ha sido bautizado de modo ridículamente mercadotécnico como Ying-Yang. Fue anunciado desde el Informe Popular Anual con la incesante y envanecida demagogia escupida por el insufrible Ministro Regidor-Ejecutor como la Solución Última a nuestra rampante crisis demográfica, inundando así nuestra contaminada atmósfera al usar todos sus infames medios de control de masas, por si no tuviéramos suficiente con la abominación material y moral en que nos mantiene hundidos desde el II Gran Retorno. Con el inicio del siglo XXI, los Tecnócratas cumplieron fiel y eficientemente las tareas típicas de su ala política y su lacayo papel global by the book, como si consultaran un manual canónico de unánime acuerdo antes de realizar cada acción. Encumbraron a la oligarquía, incrementaron el racismo, desmembraron prácticamente al país por primera vez (por razones misteriosas se decía en el argot de la época: “balcanizaron al país”), permitieron el aumento de la población a niveles incontrolables, agotaron todas las fuentes de energía, incrementaron la dependencia tecnológica extranjera. Ahogaron a los ciudadanos con cyber-burocracia y los agobiaron con impuestos. Suprimieron la libertad de cultos y combatieron las opciones laicas. Se favorecieron con el saqueo colonial por parte de los piratas de la Globalización, refinaron la esclavitud, suprimieron con sorna a las endebles tendencias democráticas, y sepultaron a la cultura, a la ciencia y a la ingeniería. Ocuparon el poder por 30 años. El Gran Retorno resultó de la oscilación del péndulo político en su viaje de regreso hacia otro extremo, pero quedándose a la mitad del camino. Fue propiciado por los excesos no sustentables, sin freno, de los Tecnócratas. Pero tras una sangrienta guerra civil de diecisiete años repletos de penurias, enfermedades viejas y nuevas, y arrastrando un atraso G. Rodríguez-Zurita Página 3 - El Depurador - tecnológico de más de 250 años, los herederos de los cansados sobrevivientes se autoproclamaron los líderes que redistribuirían la riqueza remanente. Tecnológicamente situados a mitad del siglo XIX, su sistema implacable degeneró en una corrupción extrema que recordaba la desplegada por sus ancestros del siglo XX (de ahí el apelativo de “Retorno”). La confabulación con el tráfico internacional de drogas ilegales revitalizó el uso del sesudo término “Narcocracia”. Después de ocupar el poder por los siguientes 33 años, surgieron los Ácratas, apasionados vigilantes anarquistas necesariamente suicidas que, individualmente, se dieron a la tarea de exterminar implacablemente a diputados, senadores y gobernadores de territorios semi-autónomos o co-dependientes de la federación. Los blancos de algunos Ácratas eran también los jerarcas de los partidos políticos, en un afán de aniquilar al inoperante sistema partidista. Los Ácratas no se comunicaban ni siquiera entre sí. No dejaban huella de su identidad civil para proteger a sus respectivas descendencias. Su ideología era tácita, simple y efectiva. Sus premisas las expresaban en consignas de Justicia Social, que resultaban ser sus propios epitafios. Refiere la conseja que la mayoría eran mujeres originalmente. Antes de ser manipulados por la reacción oligárquica (absorbidos como vulgares grupos paramilitares semi-mercenarios) lograron derrumbar al sistema del Gran Retorno cuando desataron una crisis asesinando a la mayoría de los presidentes regionales en turno. Los NEOtecnócratas se hicieron del poder ocupando rápidamente el vacío generado por los Ácratas. Asesorados y financiados por los colonizadores globales, recogieron el nombre del sistema aniquilado, rescatando con ello su demagogia populista, y se otorgaron el ambiguo nombre de “II Gran Retorno”. Reunieron bajo su control a gran parte del otrora país, reconstruyendo los fragmentos dejados por los Tecnócratas e instaurando el “Registro G. Rodríguez-Zurita Página 4 - El Depurador - Patriótico del ADN (Genoma Nacional)” con el propósito, entre otros, de contrarrestar las evasiones de identidad que libraran de la aniquilación a las familias de los Ácratas. Uno de los pivotes sobre los que se ha apoyado el programa de los NEOtecnócratas es el proyecto demográfico Ying-Yang. Consiste en un programa de depuración genética al cual se sometería un determinado porcentaje de la población. Los ciudadanos escogidos perderían sus inconveniencias genéticas para, con ellos, construir una población más robusta, más sana, más disciplinada y más competitiva. Pero no se dice por sabido, que el Ministerio de Tecnología Prioritaria Nacional ha recibido inusitados alientos del Consejo Global para el Desarrollo de las Lumpen-Democracias a fin de montar la planta prototipo depuradora en que yo he trabajado humillantemente como Técnico Fotónico Épsilon durante siete años, sin ascenso alguno ni créditos digitales adicionales. Los apoyos plasmados en transferencia tecnológica crucial y pormenorizada, junto con los créditos frescos extraordinarios tan elevados, han despertado la suspicacia de innumerables voces, que se han ido desacreditando una a una de modo siniestramente sistemático. Se busca, dicen aquellas, una provisión de materia “enhebrada” barata, mano de obra desechable para las caóticas minas del cinturón de asteroides, y el eludir cuestiones bioéticas. Sé, por cierto, que el Banco Eugenético Global ha presionado al Ministerio con particular exceso y adivino la perversidad de su complot. Animado por ello, es a la planta prototipo que ahora invado. *** G. Rodríguez-Zurita Página 5 - El Depurador - Ante mí, se alzan los gigantescos alimentadores energéticos del depurador prototipo controlado por complejos ordenadores de tecnología spintrónica con chips foto-cuánticos de varios iota-SQubits, dotados de relojes zeptosegundo auto-adaptables, y dispuestos en arquitecturas paralelas verticales, con memorias fotorrefractivas activas de direccionamiento fractal y super-autopistas de datos mediados por solitones grisáceos polarizados elípticamente. El disponer del único guardián, no ha significado especial obstáculo ni para el hilo tensor de aluminio-titanio oculto en mi cinturón de nano-herramientas, ni para mis escasos escrúpulos. Al arrinconar el cuerpo del desprevenido guardia, tibio aún, pasa por mi memoria la imagen de un viejo amigo de tendencias místico-psicotrópicas. Cierta vez, él me externó el siguiente inesperado comentario: “…el miembro menos apto de una manada se rezaga de modo consecuentemente natural. Ante el ataque del predador, perece. Es como si se ofreciera en sacrificio para apartar al predador del resto de su grupo. Su función distractora constituye un tributo exigido por la especie depredadora. ¿No crees que resulte el mismo tipo de sacrificio de Jesús por la humanidad? ”. Pero cuando le pregunté “¿y quién es el predador en ese caso? ”, mi camarada quedó lastimosamente petrificado por la sorpresa. Yo primero pensé que la respuesta obvia a mi inquisición podría haber sido “Satán”, lo cual hubiera resultado en una explicación insatisfactoria, por vacía e insustancial. Pero como mi amigo no pudo atinar contestación alguna, su pasmo me exasperó. Tuve que degollarlo prestamente para mostrarle una realidad distinta a sus rígidos, vagos e ingenuos esquemas. ¿Él por quién moría? Luego, lo vi todo claro. A fin de cuentas, el paralelo establecido por mi amigo sí podría ser válido cuando admitiéramos como predador al hombre mismo. Instintivamente, yo mismo había respondido a la pregunta planteada: homo homini lupus. G. Rodríguez-Zurita Página 6 - El Depurador - La especie humana no requiere de otra distinta como depredadora. Debo decir, sin embargo, que echo de menos nuestras animadas tertulias filosóficas de café “presencial”, no virtual. Poco después, conocí a una linda y fascinante mujer en un eco-antro “anti-cyber”. Ella sostenía que los seres vivos de cierta complejidad irremediablemente debían adquirir sus nutrientes a partir de otros seres vivos, los cuales sintetizaran los necesarios ingredientes vitales previamente. Por ello, defendía ella, la depredación era parte imprescindible en el ciclo vital. Para sustentar las fallas en sus razonamientos, en un arrebato atávico la ahogué violentamente con su propio vino. Yo nunca ingerí parte alguna de su cuerpo para nutrirme. Lo dejé ahí, intacto, volcado sobre la mesita redonda de nuestro sitio privado. Eso sí, tuve que cerrarle los ojos para atenuar un poco su antiestética mueca de horror. Aunque a veces llego a pensar que, de algún modo, quizá sí alimenté mis ideas con la agonía de las suyas. Pero eso, claro, es solo una pequeña metáfora. En fin, ahora tengo la certeza de que la muerte del guardián será mi asesinato postrero. Y es que el depurador me quitará hasta el último bit de efectos inarmónicos y discordantes que en mi personalidad hayan desarrollado mis homicidios, si así lo Quprogramo en el filtrado post-scanner del depurador. *** No es problema el desactivar los candados ni superar los defectuosos dispositivos de seguridad para tener acceso a la consola virtual holográfica maestra desde la cual activo al depurador y configuro el ajuste de sus parámetros a mi entera conveniencia. G. Rodríguez-Zurita Página 7 - El Depurador - En los depuradores convencionales “de vanidad”, el cuerpo original sometido al scanner se desintegra en el vacío, dejando tras de sí unos inocuos micro-agujeros negros de efímera existencia. La construcción de un nuevo cuerpo se realiza en una cápsula sobre materia enhebrada con los datos capturados, resultando en el llamado “molde”, que es inerte. La transferencia depurada se realiza del molde a la segunda cápsula con materia “auxiliar”. Esta segunda es la copia animada, el nuevo ser depurado. Algunos copias animadas deciden conservan su molde como un recuerdo temporal. Temporal, porque este clon inanimado resulta, a la postre, un hastío más por desechar. Pero el sistema Ying-Yang me concede la opción de dejar depositado en el molde las características “sobrantes” no deseadas por mí, para destruirlo una vez finalizado el proceso. Antes de introducirme al scanner con premura y nerviosismo, vislumbro de soslayo a las dos cápsulas aureoladas del fulgor verdoso propio de la materia “enhebrada”, sabiendo que emergeré renacido de una de ellas. El brevísimo lapso de disociación y la revelación de una unidad cósmica multiuniversal preceden a la euforia provocada por la posesión de una desdeñosa ecuanimidad, ajena de todo conflicto material. Una consideración retrospectiva del sistema en el cual me encuentro descubre las verdades últimas de la conspiración genocida del Consejo Global, alimentando otra oleada de euforia por su revelación. Euforia... siempre he desconfiado de ella. Debo extremar precauciones para aniquilar los propósitos de exterminio total escondidos en el Ying-Yang que ya identifico claramente. Abro ahora mis ojos e inspecciono mi nuevo cuerpo, evolucionado al punto de carecer de vellos, de poseer un cráneo de mayor volumen, y de tener en cada mano sólo tres dedos pulgares en recíproca oposición. Mi visión con espectro ampliado se dirige a la G. Rodríguez-Zurita Página 8 - El Depurador - segunda cápsula para comprobar lo que mi aun obnubilado intelecto presagia: una ominosa silueta avanzando hacia mí, apartando a su paso la fosforescente niebla de materia auxiliar residual. Y al momento en que su atroz garra depredadora rompe mi cápsula para atrapar mi translúcido cuello y despedazarlo sin preámbulos, me doy cuenta de que eso soy yo mismo, que siempre lo he sido: de todos los brutos, soy yo la bestia. Y me yergo triunfante con una mueca babeante y con una mirada desorbitada, inyectada y llorosa, antes de sucumbir bajo una fulminante lluvia de letales dardo-pulsos con fase conjugada de radiación X penetrante, disparados en intermitente tracking-mode por el sistema de seguridad sincrotrónico autónomo redundante. G. Rodríguez-Zurita Página 9