SITUACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL DE AFGANISTÁN (actualizado a diciembre de 2003) Tabla de contenido: 1. SITUACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL DE AFGANISTÁN 1.1 VIOLACIONES DE DERCHOS HUMANOS COMETIDAS POR LOS MUYAJEDINES 1.2 PERSECUCIÓN A LA POBLACIÓN CIVIL POR LOS GRUPOS TALIBÁN 1.3 EXISTENCIA DE PERSONAS REFUGIADAS PROCEDENTES DE AFGANISTÁN Situación de Afganistán La situación de Afganistán desde el colapso del Régimen Talibán en noviembre de 2001 es de una enorme inestabilidad política y una creciente inseguridad y violencia armada. La Escola de Cultura de Pau de la Universitat Autònoma de Barcelona, en su informe más reciente, Barómetro nº 3 1, considera que este empeoramiento y escalada de la violencia que se ha venido produciendo a lo largo del año 2003 permite hablar de una situación de conflicto armado abierto. Además, el Secretario General y el Consejo de Seguridad de la ONU, en sus informes publicados en el año 2003 2 recogen con preocupación el constante deterioro de la seguridad en el país, y las continuas violaciones de derechos humanos que por parte de diferentes actores armados y con el consentimiento de las autoridades locales, se están produciendo en Afganistán. Violaciones de derechos humanos cometidas por los Muyajedines La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denuncia3 que importantes jefes militares, funcionarios de los ministerios de defensa e interior, antiguos líderes Muyajedines son responsables de abusos contra la población civil de Afganistán que incluyen el secuestro, la extorsión y los ataques armados, además de violaciones de derechos humanos específicamente cometidas contra las mujeres. HRW denuncia que antiguos líderes Muyajedines y mandos militares que actualmente no forman parte del Gobierno, pero que mantiene el control político-militar de diversas zonas del país son responsables o han consentido violaciones de derechos humanos en los lugares bajo su control. La impunidad y la grave crisis que atraviesa el sistema judicial afgano hacen que estas violaciones de derechos humanos no sean castigadas, creándose así el clima propicio para su aumento. Así lo señala el Secretario General4 de Naciones Unidas cuando afirma que de no producirse una pronta reforma de las instituciones judiciales, continuará la situación de impunidad que se vive actualmente. El informe de la Misión del Consejo de Seguridad5 señala la lucha entre las facciones armadas como uno de los principales problemas que atraviesa el país. Tal y como se recoge en el informe “Los comandantes locales y los líderes de las facciones violan con demasiada frecuencia los derechos básicos de los individuos y las comunidades. La misión escuchó quejas vehementes de organizaciones de mujeres y grupos de la sociedad civil relacionados con casos de intimidación, acoso y exclusión de actividades sociales, económicas y políticas. Las instituciones judiciales siguen siendo débiles […]. La inseguridad debida a las actividades de las facciones y los grupos extremistas siguen desestabilizando muchas regiones.” Además se denuncia las numerosas víctimas que han ocasionado los enfrentamientos armados entre comandantes locales y facciones en diversos puntos del país. Por otra parte, la comunidad pashtun se está viendo seriamente discriminada en el ejercicio de sus derechos, además de haberse convertido en el blanco de numerosos actores armados. El Relator Especial de Naciones Unidas para Afganistán constata que decenas miles de personas de la etnia pashtun han tenido que desplazarse de sus lugares de residencia como consecuencia de los abusos cometidos por parte de los actores armados. Las organizaciones de derechos humanos también denuncian las intimidaciones y persecución que sufren las personas que expresan determinadas opiniones políticas o pertenecen a grupos políticos, la falta de libertad de prensa y las escasísimas mejoras que han experimentado las mujeres. 1 Escola de Cultura de Pau, Barómetro sobre conflictos, derechos humanos y construcción de paz, nº 3, JulioSeptiembre 2003 http://www.pangea.org/unescopau 2 Informe del Secretario General, La situación en el Afganistán y sus consecuencias para la paz y la seguridad internacionales, 23 de julio de 2003, A/57/850-S/2003/754; Informe de la Misión del Consejo de Seguridad en el Afganistán, 31 de octubre a 7 de noviembre de 2003, S/2003/1074 3 Human Rights Watch, Killing you is a very easy thing for us. Human Rights Abuses in Southeast Afghanistan, Vol. 15, No 5 (c), Julio 2003 4 Informe del Seretario General, op. Cit. 5 Informe de la Misión del Consejo de Seguridad, op. Cit. 2 Persecución a la población civil por los grupos Talibán A pesar de la caída del régimen Talibán en noviembre de 2001, Naciones Unidas denuncia un recrudecimiento de las actividades de las milicias Talibán en los últimos meses. Los enfrentamientos armados entre estas milicias Talibán (que ejercen el control en diversos distritos principalmente en las zonas fronterizas con Pakistán) y las FFAA afganas y soldados de la coalición, han causado numerosas víctimas. Un ejemplo de esta situación es la provincia de Zabul, bajo control Talibán y en la que Naciones Unidas ha prohibido trabajar a su personal, ante la peligrosidad e inseguridad que allí se vive. Son frecuentes los ataques de estas milicias al personal humanitario, tanto internacional como local, lo que está dañando seriamente los esfuerzos de reconstrucción del país. La resistencia de milicias Talibán está poniendo en grave peligro la seguridad del país mediante ataques a miembros de la Autoridad Interina, a la población civil, a las fuerzas militares de la coalición y finalmente al personas humanitario que opera en el país. Existencia de personas refugiadas procedentes de Afganistán Según informó ACNUR, a finales del mes de octubre de 2003, permanecían refugiadas (principalmente en Pakistán e Irán) aproximadamente dos millones de personas. Tal y como señaló el Jefe de la misión de ACNUR en Afganistán, la mayoría de estas personas refugiadas no retornarán al país por voluntad propia hasta que los señores de la guerra sean desarmados. En este sentido es importante destacar que ACNUR suspendió las operaciones de retorno de personas refugiadas desde Pakistán, además de numerosas actividades de asistencia a la población y del cierre de diversos centros de tránsito para la población retornada, después del asesinato de una trabajadora de la agencia en el mes de noviembre de 2003. Desde la caída del régimen Talibán se ha denunciado que población refugiada que había retornado a Afganistán se ha visto obligada a desplazarse nuevamente a otras zonas del país, tras haber sido víctima de la violencia. Las organizaciones de derechos humanos Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado que las condiciones en las que se encuentra actualmente Afganistán no permiten garantizar un retorno de la población refugiada o de aquellas personas a las que se les haya denegado el asilo en condiciones de dignidad y seguridad y pone en riesgo a las personas repatriadas frente a graves violaciones de derechos humanos. Así mismo, la Comsión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en su resolución 200/77 sobre Afganistán, observa con preocupación las denuncias de actos violentos perpetrados contra ciertos grupos étnicos, desplazados internos y refugiados que han regresado y los ataques contra mujeres y niñas. Por otra parte, y de acuerdo con las estadísticas ofrecidas por ACNUR, desde el año 2000 algo más de 111.000 personas afganas han obtenido asilo político fuera de su país alegando alguna de las razones recogidas por la Convención de 1951 y el Protocolo de 1967 sobre el Estatuto del Refugiado. Además, Afganistán continúa estando en el año 2003 entre los cinco países de origen del mayor número de solicitantes de asilo del mundo. 3