El Equipo Nº 9 trabajó un proyecto ambicioso cuyos objetivos principales se verán cumplidos en pocos años: la eliminación de la desnutrición infantil. Ello se hará a través del consumo de huevos de codorniz enriquecidos con Omega 3, cuyas propiedades no solo inciden en la salud de las personas, sino también en el rendimiento académico de los estudiantes. Katia Bravo Jaimes, egresada de la EAP de Medicina Humana de la UNMSM, explicó que a través de un proceso de transferencia del Omega 3 hacia las codornices, se enriquece no solo los huevos, sino también la propia carne de estas aves, las cuales pueden ser consumidas de diferentes formas. El proyecto también contempla la comercialización de las codornices y de los huevos a centros comerciales, lo que significará un ingreso económico para las familias del asentamiento humano San Francisco de Asís, en Ancón. “Las madres que puedan colaborar con este proyecto tendrán ingresos económicos importantes a través de la venta y sus hijos se beneficiarán pues podrán consumir los huevos”, señaló Katia En el diseño de este proyecto se plantea la construcción de un galpón en excelentes condiciones, que garantizará la óptima crianza de las codornices. Esto es esencial para ofrecer un producto de calidad y competitivo en el mercado. Además de las capacitaciones técnicas para la crianza de codornices, las pobladoras recibirán charlas sobre distintos temas como liderazgo, trabajo en equipo y cómo llevar un negocio. Esto les permitirá un desarrollo persona más integral que podrá ser replicado en sus propios hijos e hijas.