101| VELÁZQUEZ, Isidro (Madrid, 1765-1840) Alzado y planta del Templo de Neptuno, en Paestum (1794-1796) Dib/15/86/37 2 dibujos (1 h.) sobre papel agarbanzado verjurado : pincel, pluma, compás, lápiz, tinta negra y aguadas de colores ; 528 x 734 mm. Barcia n.º 1197. El viaje a Paestum era en 1793, cuando Isidro Velázquez lo realiza, un destino obligado para un arquitecto en Italia. Pero en su ánimo era una directa consecuencia de sus estudios sobre el orden dórico de la mano de Azara, junto a Silvestre Pérez y Evaristo del Castillo, y de sus conversaciones con el padre Márquez. Es entonces cuando el ideal artístico de la vuelta a los primeros principios de naturaleza, razón y verdad de la arquitectura le lleva a los templos de Paestum. Lo raro es que don Isidro viajara solo y que sea el único de los arquitectos españoles del siglo XVIII de quien tenemos la certeza de la visita a los tres templos de la antigua colonia magnogriega para medirlos y dibujarlos lo más exactamente posible. Paestum tuvo su origen como fundación griega hacia el año 600 a. C., con el nombre de Posidonia. El floreciente y rico asentamiento comercial acabó contando con tres templos dóricos. El menor, junto al ágora, estaba dedicado a Ceres (ca. 500 a. C.) y los otros dos, muy próximos entre sí, eran nombrados comúnmente como el templo de Neptuno (ca. 450 a. C.), de mayor tamaño que sus compañeros y en una posición intermedia, y la basílica (ca. 550 a. C.) o templo de Hera, el más antiguo y singular por su número par de intercolumnios y su columnata central interior. El 3 de septiembre de 1793 Isidro Velázquez obtiene de Carlos IV una ayuda de costa de cincuenta doblones sencillos para trasladarse de Roma a Nápoles, y el 11 de octubre siguiente está firmado su pasaporte para esa misma ruta por el representante del rey de las Dos Sicilias cerca de la Santa Sede, un documento, según consta en él, válido por doce días. Tuvo que ser entonces, por tanto, durante ese mes de octubre de 1793, cuando don Isidro iniciara su viaje. Nápoles, Portici, Pompeya, Paestum y Pozzuoli fueron recorridos por Isidro Velázquez a partir de mediados de octubre de 1793. Sabemos que estaba ya de vuelta en Roma el 26 de febrero de 1794, cuando otorga ante el notario apostólico un poder general a su hermano Zacarías para que en su nombre y representación ejerciera las acciones que le correspondían en los trámites de la testamentaría de su padre, recientemente fallecido. Más tarde, cuando Isidro Velázquez concluyó su pensionado en Roma y regresó a Madrid, remitió en diciembre de 1796 un escrito a la Academia de San Fernando adjuntando seis planos del templo de Vesta en Tívoli y cuatro del templo de Neptuno en Paestum con el fin de obtener el grado de académico de mérito. Al mostrar estos cuatro últimos planos —uno de ellos sería el que nos ocupa, los otros tres están sin localizar— exponía ante los ojos de la Academia el levantamiento de la ruina pestana que solo José Ortiz y Sanz conocía in situ. Además, ningún libro sobre la Posidonia magnogriega estaba entonces en la biblioteca de la corporación fernandina y, por tanto, no existía entre sus miembros una predisposición a aceptar o comprender ni la rudeza, ni el arcaísmo, ni las insólitas y primitivas proporciones de lo que don Isidro traía personalmente medido y dibujado como primicia a España. En consecuencia, no fue creado entonces académico. Tuvo que esperar a que dos reales órdenes en 1799 obligaran a la de San Fernando a recibirle en su seno. [PMG] 29