INSTITUCION EDUCATIVA LA PRESENTACION NOMBRE ALUMNA AREA : CIENCIAS SOCIALES ASIGNATURA: CIENCIAS SOCIALES DOCENTE: GLORIA INÉS GIL SALGADO TIPO DE GUIA: CONCEPTUAL Y EJERCITACION PERIODO GRADO FECHA DURACION 4 7° SEPT. 10 4 UNIDADES INDICADORES DE DESEMPEÑO Explica, de forma oral y escrita los principales procesos de transformación y ocupación del espacio de África, América, Asia y Europa, durante los siglos VII al XV y XVI al XVII. Conoce las principales formas de abordar la relación ser humano-entorno natural y plantea estrategias al respecto. LOS SERES HUMANOS PUEBLAN LA TIERRA El planeta Tierra no siempre estuvo poblado por seres humanos. De hecho, de los 4.500 millones de años que tiene el planeta, nuestra especie sólo lo habita desde hace aproximadamente 2 millones de años. Es necesario tener en cuenta que hasta hoy el conocimiento científico sobre la historia temprana del ser humano, como especie, no es muy completo. Los cálculos de población y la descripción de sus comportamientos, han sido producto de investigaciones arqueológicas, en las cuales se han descubierto y analizado restos humanos, huellas o señales y objetos en los lugares donde habitaron los primeros humanos. Por esto, muchas de las descripciones son conjeturas o especulaciones, y seguramente con el avance de la investigación, algunos aspectos serán comprobados y otros serán refutados. LOS ORÍGENES EN ÁFRICA Y LA DISPERSIÓN. Los primeros seres humanos evolucionaron en África. Los hallazgos arqueológicos más antiguos se encuentran en la región oriental de este continente. Se piensa que los primeros grupos humanos comenzaron a dispersarse, a través de los continentes, en comunidades compuestas de 30 a 60 personas. Estos desplazamientos ocurrieron desde hace 1,6 millones de años hasta hace 12.000 años. Por esta época, los seres humanos se encontraron con diversas circunstancias que les exigían adaptarse a distintas condiciones climáticas y a desplazarse en busca de alimento. Gran parte de los desplazamientos de los seres humanos sucedieron al seguir a las manadas de animales que emigraban. Para este período temprano, se cree que hubo unos valores de natalidad y mortalidad muy altos. Por las duras condiciones ambientales y el escaso desarrollo técnico, la esperanza de vida al nacer debió ser de apenas 25 años. Hace más o menos20.000 años todos los continentes del planeta se encontraban habitados por el ser humano. Pasando de África a Eurasia, y desde allí a América y a Oceanía, cada continente tenía sus propios grupos que comenzaban a desarrollarse simultáneamente, cada uno en un medio muy distinto. Para ésta época, se ha calculado que el número de seres humanos en todo el planeta era de menos de cinco millones. LA PRIMERA REVOLUCIÓN POBLACIONAL Hace unos 8.000 a 10.000 años, los seres humanos comenzaron a domesticar la vida, es decir, comenzaron a controlar el crecimiento y el desarrollo de ciertas especies vegetales y animales, con el fin de obtener una fuente de alimento un poco más segura que la caza y la recolección. Este fue el nacimiento de la agricultura y el pastoreo. Conforme se desarrolló la agricultura, se produjo una transformación del medio, debido a la adecuación de terrenos para el cultivo. La mayor producción de alimentos condujo al aumento de la población, a la 1 permanencia de la gente en un mismo lugar (fenómeno denominado sedentarismo) y a la posibilidad de construir las primeras ciudades desde hace unos 6.000 años. Es necesario observar que no todos pueblos sobre el planeta desarrollaron la agricultura al mismo tiempo. Por esto, las ciudades surgieron en muchos lugares del mundo antiguo en tiempos diferentes. Se calcula que hace unos 6.000 años la población del planeta tuvo un incremento cercano a los 10 millones de seres humanos. Posteriormente, se comenzaron a desarrollar las primeras civilizaciones, que consolidaron imperios agrícolas y comerciales, hecho que permitió el crecimiento de la población. Con el desarrollo de estas sociedades se presentaron diferencias demográficas entre los diversos grupos sociales. En primer lugar, el crecimiento de la población se diferenció entre el campo y la ciudad, pues se necesitaba cada vez una mayor población para mantener la existente. Por ejemplo, se necesitaban 50 agricultores para mantener un solo citadino. En segundo lugar, aunque la esperanza de vida aumentó, el tamaño de la población se "controló" por fenómenos como las pestes y la guerra. Además, la esclavitud, condición de gran parte de la población de los imperios, hacia que la natalidad bajara, pues en ese sistema se mantenía a hombres y mujeres separados y los trabajos forzados, a los cuales eran sometidos, causaban una gran mortalidad. Se considera que cuando los imperios de la Antigüedad se desintegraron, la población disminuyó debido a la guerra y a la falta de alimentos; luego, entre los siglos V y XV, hubo un leve incremento en el número de habitantes. No obstante, para esta misma época en Asia oriental y en América, la población presentó un crecimiento relativo e importante, como ocurrió con pueblos Maya y Azteca en Centroamérica e Inca y Chibcha en los Andes suramericanos. EUROPEIZACIÓN DEL MUNDO Y SUS CONSECUENCIAS DEMOGRÁFICAS. El comportamiento demográfico en el mundo, a partir del siglo XVI, no puede comprenderse en su totalidad si no se tiene en cuenta el proceso de conquista y colonización emprendido por las monarquías europeas, el cual afectó el movimiento de la población en los cinco continentes. La primera consecuencia demográfica de la conquista y la colonización europea fue la reducción de las poblaciones autóctonas, especialmente en América, en las islas del Caribe, y en Oceanía. Esto se debió a circunstancias como el contagio de enfermedades infecciosas europeas como la gripa, las guerras de conquista y de resistencia, y los trabajos forzados. En todo el continente americano, la colonización redujo en un 80% la población autóctona y, en el caso de Oceanía, hasta en un 95%. En África también se produjo un descenso de la población, debido al comercio de esclavos. EL REPOBLAMIENTO DEL MUNDO Entre los siglos XVIII y XIX, la población de Europa aumentó en gran proporción, mientras que los recursos económicos, la producción de alimentos y los terrenos de cultivo eran insuficientes para su mantenimiento. Como consecuencia, se desató una oleada migratoria a continentes como América y Oceanía, por parte de las personas más pobres, y en algunos casos marginales, de Europa. Por esta misma época, América y Oceanía comenzaron a repoblarse, pero la nueva población tuvo una conformación étnica diferente, por cuanto las culturas autóctonas quedaron eliminadas o en un estado de marginalidad, como minorías, y se dio paso a la población europea o a la población mestiza como detentadoras del poder de la sociedad. Desde el siglo XIX, en América y Oceanía la población comenzó a presentar una alta natalidad. La población indígena se fue recuperando lentamente y la población de ancestros africanos comenzó a crecer de forma rápida con una alta natalidad después de la abolición de la esclavitud, la cual fue promulgada a lo largo del siglo XIX. Este hecho, se sumó al crecimiento de la población por inmigración. Así, se comenzó a conformar un mundo totalmente multiétnico, en el cual muchas personas viven en 2 lugares diferentes a donde nacieron. Este fenómeno de encuentro étnico y cultural le da a la población mundial su actual carácter cosmopolita. LA TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA En Europa occidental, especialmente, durante los siglos XIX Y XX, bajo el auge del desarrollo industrial, se presentó una tendencia de crecimiento de la población que generó una especie de modelo, llamado transición demográfica. Este "modelo" sobre el movimiento de la población consiste en el desarrollo inverso entre las curvas de natalidad y mortalidad en el tiempo: la natalidad tiende a disminuir y la mortalidad a estabilizarse y, posteriormente, a aumentar. Se han distinguido varias fases en la transición demográfica. Algunos distinguen hasta seis momentos diferentes, aunque, éstos pueden resumirse en tres fases: Fase 1: Hace referencia al crecimiento acelerado de la población o explosión demográfica, que se presenta por el aumento o mantenimiento de una alta natalidad y por el descenso de la mortalidad, debido a la suficiencia de alimentos, a los avances de saneamiento básico (alcantarillados, disposición de basuras) y o los avances en la medicina. Fase 2: Esta fase tiene relación con el crecimiento estacionario de lo población. Después de un período de gran crecimiento, la natalidad comienza a disminuir; las familias reducen el número de miembros y el matrimonio se lleva a cabo a una edad cada vez mayor. Esto significa que la población ni aumenta ni disminuye. Fase 3: Con esta fase se presenta una disminución del crecimiento natural de la población, pues la natalidad llega a ser más baja que la mortalidad. Esto se debe a cambios sociales como la incorporación plena de la mujer al mercado laboral y o cambios en las expectativas de los individuos respecto a la reproducción: cada vez las parejas tienen menos número de hijos, por lo cual se reduce el tamaño de las familias. RELACIÓN DEL HOMBRE CON LA NATURALEZA El hombre es un ser vivo y, como tal, forma parte de la Naturaleza. El hombre es un ser natural, cuya naturaleza específica consiste en la racionalidad, en poseer una inteligencia y una voluntad libre. Dicha naturaleza humana es universal y lo coloca en una situación privilegiada ya que, a diferencia del resto de los seres naturales, su comportamiento no está determinado por los instintos y necesidades naturales sino que, gracias a su voluntad libre, incluso puede obrar en oposición a los mismos (sacrificio de la propia vida, huelga de hambre...). No obstante, en el hombre no existe oposición entre naturaleza y libertad, ya que la libertad pertenece a su naturaleza. Desde sus orígenes, el hombre siempre ha intentado conocer la Naturaleza, ya que de ello dependía su supervivencia. El conocimiento del marco natural, así como su transformación y aprovechamiento motivó e impulsó el conocimiento científico y la técnica. Gracias a su inteligencia, el hombre ha sabido adaptar la realidad a sus propias necesidades, ha sido capaz de utilizar la naturaleza y perfeccionarla acomodándola al modo de ser y necesidades humanas. Así por ejemplo, el hombre no se ha conformado con recolectar los frutos que la naturaleza le ofrece, sino que aprendió a sembrar y cosechar: primero manualmente, luego ayudado por animales y finalmente creando máquinas con esa finalidad. Nuestros sistemas de embalse y canalización permiten tener agua corriente en lugares en los que las lluvias son prácticamente inexistentes. El hombre "usa" la naturaleza para satisfacer sus necesidades, pero también es cierto que, lamentablemente, muchas veces "abusa" de ella y acaba destruyéndola: extinción de especies animales y vegetales, deforestación, contaminación del agua y de la atmósfera... Que el hombre no sea un ser natural más, no significa que sea "dueño de la naturaleza" o que pueda utilizarla de un modo arbitrario o agotar sus recursos indiscriminadamente: el hombre no posee derechos absolutos sobre la naturaleza, sino que debe administrar sus recursos naturales en un marco de respeto hacia la realidad natural en sí misma considerada y hacia las generaciones futuras. Destruir la naturaleza, no respetar su riqueza, dinamismo y leyes equivale a no respetar al hombre que ha de vivir de ella y en ella. Cuando no tratamos adecuadamente y con benevolencia la naturaleza, tampoco nos estamos comportando nosotros de acuerdo con nuestra naturaleza humana y dignidad. La ecología no parte de consideraciones éticas, sino que es la "ciencia que estudia las relaciones de todos los organismos vivos entre sí y con el medio físico en lo que se refiere a producción o intercambio de materia orgánica". Sin embargo, sus valoraciones sí que pueden tener un carácter normativo para la conducta humana. De hecho, la progresiva conciencia de los peligros que entraña la explotación no equilibrada de la naturaleza por parte del hombre ha llevado a incorporar los resultados y métodos de la ecología a la economía, la sociología y la política. El hombre cada vez va tomando una mayor conciencia de la necesidad de preservar el medio natural. De ahí la importancia creciente de los movimientos 3 ecologistas. Los problemas ecológicos son, en el fondo, problemas morales ya que el bienestar del hombre y la subsistencia de la humanidad dependen de su solución. La relación hombre-medio ambiente natural es, antes que nada, una relación unitaria, que implica una interacción recíproca entre ambas entidades, que aisladas de su dialéctica carecen de sentido. No existe un medio ambiente natural independiente del hombre: la naturaleza sufre siempre su acción transformadora y a su vez lo afecta y determina en un proceso dialéctico de acciones e interacciones. La historia del hombre ha sido la búsqueda constante de instrumentos y formas de establecer relaciones con la naturaleza y, a través de este proceso histórico, la ha ido utilizando y adaptando a sus necesidades. Dicha modificación permanente de la naturaleza afecta al mismo tiempo al hombre, originando cambios en sus condiciones de vida y en las relaciones con sus semejantes. El contexto general dentro del cual se mueve el hombre está determinado, por un lado, por aquellos fenómenos físicos, geofísicos, biológicos, químicos, etc., que plasman una realidad ambiental y cuya dinámica es la de los fenómenos naturales. Y, por otro lado, por la presencia de la actividad humana, que define la realidad social, realidad que --al transcurrir en una dimensión histórica-- trasciende el medio natural. A lo largo de la historia, la acción del hombre sobre los procesos naturales se ha ido materializando en lo que podría llamarse un medio ambiente construido, que se superpone al medio ambiente natural: el proceso social-histórico se lleva a cabo en un lugar dado, en un espacio que pre-existe a la vida humana y a cualquier sociedad. Se trata del espacio físico, natural o, en su acepción más común, del medio ambiente. Con el devenir histórico se va creando otro espacio que está básicamente determinado por las relaciones humanas y por su modo de organización social. Junto al espacio físico pre-existente se construye así un espacio social. Ambos están estrechamente interrelacionados, a tal punto que no es posible distinguir el uno del otro de no mediar un proceso analítico. Al abordar la dimensión temporal, la existencia de dos tipos de tiempos se hace evidente: el tiempo en que transcurre la sociedad humana y el de los sistemas naturales. El primero corresponde a la realidad social, que va generando su propia sucesión a través de un proceso dialéctico, originando nuevas relaciones entre los individuos y, por lo tanto, nuevos mecanismos de regulación del proceso social y natural. Este recurso temporal está organizado en secuencias, cuyo término está definido por el cambio cualitativo que resulta de la interacción dialéctica producida en su seno. La realidad social es regulada y modificada por el grupo de acuerdo con su forma de organización, su sistema económico y su universo valórico. La realidad natural es regulada a su vez por la dinámica de los fenómenos naturales. Entre los sistemas sociales y el medio natural existe un mediador: la tecnología. Cada vez en mayor medida el grupo social se sirve de este mediador para obtener los bienes que requiere la satisfacción de sus necesidades. Dichas necesidades cambian, dependiendo de las pautas culturales, de las estructuras económicas, de las características políticas del sistema social en cada momento histórico y del proceso de desarrollo. Se va produciendo así una progresiva diversificación y una complejidad creciente en las necesidades sociales, que requieren, para ser satisfechas, un proceso productivo más sofisticado. Con ello, la relación sociedad-medio ambiente se torna más intrincada e interdependiente. ACTIVIDADES. A. SELECCIÓN MÚLTIPLE. 1. Los primeros seres humanos evolucionaron en: a. b. c. d. América. Asia. Europa. África. 2. El fenómeno que condujo al aumento de la población, la mayor producción de alimentos y la permanencia en un mismo lugar, se denomina: a. b. c. d. Socialismo. Sedentarismo. Feudalismo. Nomadismo. 4 3. La primera consecuencia demográfica de la conquista y la colonización europea, fue: a. b. c. d. La reducción de las poblaciones autóctonas. El aumento indiscriminado de la población. El incremento de la natalidad. El crecimiento de la pobreza. 4. El hombre es un ser natural cuya naturaleza específica consiste en: a. b. c. d. La Irracionalidad. La Explotación. La racionalidad. La personalidad. 5. La ciencia que estudia la relación de todos los seres vivos entre sí y con el medio físico, es: a. b. c. d. La economía. La política. La sociología. La ecología. 6. Entre los sistemas sociales y el medio natural existe un mediador, denominado: a. b. c. d. Sociología. Tecnología. Ecología. Informática. B. RESOLVER. 1. Investiga cuáles fueron algunas de las ciudades más antiguas de la humanidad y sus características. 2. En el texto se ha hecho referencia a la primera revolución poblacional como proceso ligado a la sedentarización. ¿Por qué este proceso permitió un crecimiento poblacional? 3. Explica con tus propias palabras la siguiente frase: “Que el hombre no sea un ser natural más, no significa que sea "dueño de la naturaleza" o que pueda utilizarla de un modo arbitrario o agotar sus recursos indiscriminadamente: el hombre no posee derechos absolutos sobre la naturaleza, sino que debe administrar sus recursos naturales en un marco de respeto hacia la realidad natural en sí misma considerada y hacia las generaciones futuras.” “EN EL HOMBRE NO EXISTE OPOSICIÓN ENTRE NATURALEZA Y LIBERTAD, YA QUE LA LIBERTAD PERTENECE A SU NATURALEZA.” 5