LOPERENA ROTA, Demetrio . Aproximación al Régimen Foral de Navarra, Instituto Vasco de Administración Pública (Colección Manuales , 1) , Oñati , 1984,304 pp . El libro que se comenta no es ciertamente reciente, ya que data de 1984 . Sin embargo, la posterior aparición de una revista jurídica que se titula «de Navarra» es un motivo justificado para no dejar pasar la ocasión de ser un eco -aunque modesto-­ de un trabajo que aborda directamente nuestro Régimen Foral , e incluso una obliga­ ción en ra zón al propio perfil de la «R evista Jurídica de Navarra». J Una de las novedades, unánimemente dest acada, de la Constitución Española de 1978 es la constitucionalizaci ón e integración en dicha norma fundamental de los derechos históricos de los territorios forales (Disposición Adicional Primera y Di spo­ sición derogatoria , 2) . Ahora bien, este retorno del Derecho foral aparece con todas las connotaciones polémicas que la cuestión foral ha comport ado siempre , al ser un tema fuertemente debatido y, además, desde posiciones encontradas . No podía ser ajena a esta espino­ sa polémica, la constitucionalización de los derechos históricos, que ha dado lugar a un rico, acalorado y constante debate, en el que se han evidenciado las profundas implicaciones constitucionales que dicha cuestión supone, así como las importantes consecuencias , y problemas , derivadas de tal constitucionalización (BARTOLOMÉ CLAVERO, El Código y el Fuero. De la cuestión regional en la España Contemporá­ nea, Ed . Siglo Veintiuno de España , Madrid, 1982, p. 15). Mientras que el desarrollo e integración de los derechos históricos se ha efectua­ do en el País Vasco a través de un Estatuto de Autonomía; en cambio, Navarra ha seguido una vía «especial, apartada o peculiar», al parecer de difícil explicación y comprensión jurídicas, mediante la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra . Frente a los numerosos trabajos que han ocupado a los investigadores respecto de la Ley de 16 de agosto de 1841, paccionada (o Pacto-Ley) para unos , ordinaria para otros, yen posición ecléctica entre las precedentes para algunos terceros -aun cuando quedan todavía aspectos por investigar y clarificar- , los estudios relativos al Régimen Foral en la etapa postconstitucional son escasos y, además, abordan funda­ mentalmente cuestiones puntuales dejando aparte un análisis global o general de la cuestión . De otra parte, fuera de Navarra la abundante literatura jurídica relativa al tema de los derechos históricos se ha centrado fundamentalmente en el análisis de la cuestión bien desde una perspectiva general y constitucional , bien desde una perspec­ tiva limitada a los territorios históricos de la Comunidad Autónoma Vasca, manifes­ tándose incluso la concurrencia de condiciones específicas o peculiares , que impiden un análisis conjunto de tal cuestión incluyendo a Navarra (FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Tomás-Ramón, Los derechos históri cos de los territorios forales », Editorial Civitas­ Centro de Estudios Constitucionales, Madrid 1984, pp. 21-23), o porque la foralidad navarra es independiente y de mayor entidad que las foralidades vascongadas (BAR­ TOLOMÉ CLAVERO , op. cit., p . 17). A nadie se le ocultan , amén de esa peculiaridad , las dificultades para encarar serenamente la cuestión en relación con Navarra , ya que la polémica se ha reabierto nuevamente desde posiciones enfrentadas ; y ello más aun , cuando las distintas tesis jurídicas pueden servir a posiciones políticas divergentes , que reducen aquéllas al juego político parcial, aunque a veces las conclusiones políticas mal se compadecen ... ---,----- - - - - - - - -- - - - con rigurosas y estrictas consideraciones jurídicas , que están más próximas de lo que, a primera vista y en ocasiones interesadamente, se nos quiere hacer ver.. Sin embargo, la propia complejidad de la cuestión foral navarra, y esas dificulta­ des para su comprensión, aconsejan evitar posturar antagónicas, e incluso tópicas, encerradas en sí mismas y que pretenden reducir aquella polifacética cuestión a una sola de sus vertientes o caras, olvidando su esencialidad variada y su simbiosis de elementos heterogéneos, esto es, no pueden adoptarse para acercarse a la cuestión ni un foralismo a ultranza ni un positivismo formalista . Obviamente, como ha señalado el profesor LUCAS VERDÚ (Historicismo y positivismo ante la constitucionaliz acion de los derechos históricos vascos, en Jornadas de estudios sobre la actualización de los Derechos Históricos Vascos, ed. Servicio Editorial Universidad del País Vasco, Bil­ bao , 1986, pp. 253-286) la constitucionalización de los derechos históricos entraña una tensión peligrosa entre la concepción historicista y la positivista sobre el modo de configurar la convivencia política; pero no puede olvidarse, como había advertido anteriormente el propio LUCAS VERDÚ (Penetración de la Historicidad en el Derecho Constitucional Español. El artículo 149.1.8. ° y la disposición adicional primera de la Constitución, ponencia del Primer Congreso de Derecho Vasco: la actualización del Derecho Civil, ed. Instituto Vasco de Administración Pública , Oñati, 1983, p . 39) , que si la formalización constitucional del derecho foral «e ntraña la superación, exce­ sivamente racionalista-iluminista-garantista del constitucionalismo decimonono , al mismo tiempo significa, también, aventajar la arcaizaci ón y marginar del uso distor­ sionante y separatista de la foralidad». En este estado de cosas, la aparición de un trabajo de un joven investigador navarro, Dernetrio LOPERENA ROTA, sobre el Régimen Foral de Navarra es de agradecer , toda vez que intenta participar activamente en esa espinosa cuestión que es el R égimen Foral de Navarra en la etapa postconstitucional. Lo que nos induce a pensar que este trabajo, será una obra introductoria obligada al Régimen Foral de Navarra postconstitucional. Este carácter introductorio del trabajo , que creemos que el propio autor ha querido destacar con el título, le ha llevado a realizar un manual donde se compendian los aspectos elementales del Régimen Foral de Navarra. Pero no qued a ahí el ánimo ni el esfuerzo del autor, quien trata también de establecer un punto de arranque para el debate, eso sí en términos jurídicos , de esta conflictiva cuestión, al aproximarse a la naturaleza actual y postconstitucional de nuestro Régi­ men Foral. Ello nos permite pasar ya a un análisis rápido y breve del contenido del libro . El carácter «histórico» de! Derecho foral, según la propia calificación constitu­ cional, obligan al autor a efectuar un veloz recorrido expositivo so bre el proceso histórico del Régimen Foral de Navarra , que arranca con la anexión de Navarra a Castilla ; pasa por el ocaso del Antiguo Régimen, donde analiza el surgimiento de la nueva foralidad tras la primera guerra carlista y la naturaleza jurídica del Régimen Foral de Navarra; sigue con la evoluci ón del Régimen Foral , donde refiere tanto su desarrollo institucional y funcional como sus caracteres (la indeterminación del con­ tenido cornpetencial, la determinación por parte del Estado de las competencias imprecisas y la quiebra del principio de legalidad); para, tras referirse a la Constitu­ ción de 1978, abordar finalmente el punto nuclear del trabajo ; el Amejoramiento del Fuero (Ley Orgánica 13/1982, de 10 de agosto). Para LOPERENA ROTA la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra es «un Estatuto de Autonomía equiparable a los estatutos ex art . 151 CE» (pág. 119); cuyos elementos son su carácter pactado (voto de ratifica­ ción de las Cortes) , la estru ctura institucional semejante y la articulación competen­ cial no limitada por el artículo 148 CE. Esta concepción estatutaria -y «sólo y exclusivamente» estatutaria-, le impulsa a - ­ - - - - --- --- - - - señalar como caracteres de la Ley Orgánic a de Amejor amiento del Fuero, entre otros: su carácter no originario ; la equiparación de los fueros a régimen autonómico ; el respeto de la vía negocial o paccionada de actualización y reforma; la homologa­ ción jurídica de Navarra , que pasa a constituir una Comunidad Autónoma , desapare­ ciendo la singularidad del régimen foral en su aspecto sustantivo; y, por último , la preconstitucionalidad, limitada -a.juicio del autor- al mero hecho de que pretende ser una continuación del régimen precedente , conclusión a la que parece llev arle un cierto pr ejuicio sobre el sentido «fora lista » de tal calificativo de «preconstitucio na l», pese a la necesidad de su depuración y riqu eza de matices (vid . SANCHO REBULLIDA, Navarra en la Constitución ) en El Derecho Na varro tras el A m ejoramiento del Fuero) ed. EUNSA , Pamplona , 1985 , pp. 21-58) . La inve stigación de LOPERENA ROTA parte de unas premisas, que con stante­ mente est án presentes a lo lar go de todo el trabajo , cuales son la negación de virtuali­ dad jurídica alguna tanto a la preconstitucion alid ad como a la historia , y la significada mutación del fundamento del régimen for al que , a partir de ahora, está clara e incuestionablemente en la Constitución. Sin embargo, ello no le impide cerrar su investigación con unas consideraciones sobre los fueros y el Régim en Foral en las que destaca la doble acepció n del término fueros , de un lado, como fundamento jurídico-político de un sistema de derecho , y de otro , como contenido material del sistema for al , tanto form al (leye s o disposicion es llamadas fueros ) como material (contenid o de ese conjunto normativo); así como una últ ima y escue ta reflexión sobre la unidad constituciona l como límite del Régimen Foral, a la que configura como algo din ámico, no referido sin embargo al área competencial , sino precisamente al respeto de los principios que inspiran la Constitu­ ción. Este car ácter dinámico del concepto jurídico indeterminado «unidad constitu­ cional», es se ñalado tambi én por PULIDO Q UECEDO , (En torn o a la Le y Orgán ica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de N avarra: su sístema de compe­ tencias , e n R .A .P . n ." 99/1982, pp . 155-199) , quien , no obstante , enmarca tal concep­ to en el campo competen cial , si bien parece negar la virtu alidad que ello pudiera implicar (STC n." 11/1984, de 2 de febrero , f. j . 4 YSTC n.:' 94/19 85, de 29 de julio , f.j. 6) , al fin alizar afirmando qu e la LORAFN A «ha ajustado , a través del principio recogido en su disposición adicio nal primera, el marco de competencias de la CEa las posibilidades autonómicas de la Constitución ». El tr a baj o de LOPERENA R OTAha re avivado unas id ea s embrionarias qu e bullen en nu estra m ente en relación con el Régimen Foral , y que no han pasado todavía a un estadio de mayor madurez , dada la necesidad de andar cauta y serenamente en esta compl eja cuestión , pero que ahora encuentran la ocasión para dejarlas hu ir, por si esa nebulos a pudiera ser -en el futuro- clarificada y despejada , si todavía es tal. Esta nebulosa aprecia primeramente en el trabajo de LOPERENA R OTA un claro decantam iento metodológico suby acente a lo largo de todo el libro: el autor se posiciona en una metodología positivista, que le hace adoptar una concepción de la Constitución positivista y demoliberal, cuando la Constitución de 1978 ha rectificado el tratami ento neopositivista (Vid. en est e sentido , HERRERO R. DE MIÑÓN , Miguel , Territorios Históricos y Fragmentos de Estado (Sobre el libr o de R. Fernández ) en Revista Española de Derecho Constitucional , n," 14/1985 , pp. 345-351; L UCAS VER­ DU , Pablo , Penetración de la Historicidad en el Dere cho Constitucional Español. El artículo 149.1.8. y disp osición adicional primera de la Constitución, ponencia del «Primer Congreso de Derecho Vasco: la actualización del Derecho Civil», ed. Institu­ to Vasco de Administraci ón Pública, Oñati, 1983, pp . 19-71); Y LUCAS VERDÚ, Pablo , Hist oricismo y positivismo ant e la conceptuación de los derechos históricos vascos, en Jornadas de estudios sobre la actuali zación de los Derechos Históricos Vascos, San Sebastián, jul io , 1985, ed . Instituto Vasco de Administración Pública , Oñati , 1986, pp. 253-286) . . 0 _-.- - - - - - - --- - _. Es a concepci ón racion al-normativa le lleva a concluir qu e la naturaleza jurídica de la Ley de 1841 es la de un a Ley ordinaria, modificable ulteriormente a voluntad del poder legislativo central, y a disociar dos fenómenos indisolublemente unidos (P ULIDO QUECEDO, op. cit. , y RUBIO TORRANO, Enrique, El Amejoramiento del Fuero , en El Derecho Navarro tras el Amejoramiento del Fuero, ed. EUNSA , Pam­ plana , 1985, pp. 59-94), y no tan fácilmente separables, como son el proceso confor­ mador o génesis de la Ley y su posterior formali zación como Ley ordinaria, recono­ ciendo a aquél un carácter pacticio qu e luego se niega , desde una óptica racionalista , a la Ley. \ . Y ello ni le permite explicar con claridad el significado, jurídico y pol ítico , de los procesos negociales o pacticios previos a la formalización de la Ley; ni le induce a abord ar , aunque sólo sea aproxim ativamente , una explicaci ón diferente como pudie­ ra ser la determinación de un binomio indi soluble , las Leyes de 1839 y 1841 , Y su relaci ón con el constitucionalismo , no sólo formal , sino también real y efectivo , del siglo XIX, para preguntarse quizás si aquella ley no ha operado, como se ha dicho (Gregario MONREAL CíA Entidad y problemas de la cuestión de los derechos histári­ cos vascos , en Jornadas de estudios sobre la actualización de los Derechos Históri cos Vascos, San Sebastián, julio 1985, ed. Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco , Bilbao , 1986, p. 64) , como Disposición Adicional material de las Constitucio­ ne s del siglo XIX . Tal postura nos llev a a formular el interrogante de difíc il-o imposible- respu esta de ¿có mo explicar desde una opción metodológica positivista la pervivencia y actual vigencia - d e formal , la ca lifica LOPERENA R OTA- de las Leyes de 1839 y 1841 para Navarra (Disp osición derogatori a , 2, de la CE , Ley Orgánica de Amejoramiento del Fuero y STC n. 094/1985, de 29 de julio , f.j . 2) ? Y, desde otra perspectiva, ¿Pudiera la conceptuación de la Ley de 1839 como Disposición Adicional de las Constituciones del siglo XIX explicar de modo diferente al del innominado «pase foral» (Bartolomé Clavero , Fueros Vascos . H istoria en tiempo de Constitución , Ed . Ariel , Barcelona , 1985) la refracción constitucional del Derecho foral? Carecemos, por el momento , de respuesta propia a est os interrogantes. En todo caso , habrá de explicarse desde la posición po sitivi st a la recepción de la historia en Navarra , contenida e n el preámbulo -de cuy a imp ortancia no podemos dudar- y títul o preliminar de la propia Ley de Amejoramiento del Fuero, en la que el tr abajo de LOPERENA ROTA no se detiene , pese a que esta recepción es divergente de la propia postura del autor. Son indudables las dificultades para explicar lo que se ha denominado «el ser, históricamente cambiante, de la [oralidad» (Tomás Ramón Fernández, op. cit., pp . 45 Y ss .) , Ysu integración con st itucional , más aún habida cuenta del inicial conflicto entre Con stitución y fueros , que es preciso solventar . Tal entendimiento no casa exactamente con una metodología exclusivamente po sitivista y normativista , que difícilmente permite explicar un fenómeno tan complejo, en el que se residencian factores institucionales y materi ales contrapuestos , al menos e n principio , que es preciso , pues a ello obliga la Constituci ón, conjugar. Y esa dificultosa combinación de «Constitución-Fueros», ya viva en el siglo XIX y constantemente presente en el e te rn o debate de la cu estión for al , reclama encontrar una explicación satisfactoria de la Disposición Adicion al Primer a y de la Disposición derogatoria , 2, de la CE , en las que se pr oduce una penetración de la historia , que exige superar el concepto demoli­ beral del poder constituyente , máxime cuando exi sten otros datos en la propi a Cons­ titución de 1978 , en los que se adv ierte la recepción por la misma de elementos externos , aj enos a ese debate constituyente , puesto qu e su integración constitucional se hacía indefectible , so pena de malograr el feliz ejercicio del propio poder consti­ tuyente . - - - - - - - - - - - -. .11 La configuración de Navarra , para LOPERENA ROTA, como Comunidad Autó­ noma , es también producto de esa metodología absolutamente positivista , que le lleva a formular tal conclusión como una consecuencia más de la calificación otorgada a una norma jurídica , el Amejoramiento del Fuero . Es esa posición la que le conduce a centrar el punto de inflexión de su tesis sobre una base positiva , la Ley Orgánica, sin analizar otro fenómeno , el institucional, de la Comunidad Foral, que aunque regulado en aquella norma , no tiene por qué estar necesariamente y sin más unido a ella en 10 que se refiere a su naturaleza jurídica. No puede negarse que dicha perspec­ tiva pudiera estar inducida doctrinal mente y que el autor entiende plenamente avala­ da por la Sentencia constitucional de 6 de febrero de 1984 (respecto de la que incluye en el libro, como Addenda , un breve y urgente comentario), aunque ésta ve rse sobre un supuesto concreto , y por tanto su proyección general requiera modulaciones, en razón a la pluralidad y riqueza de matices de la propia realidad no siempre fáciles de in tegrar uqitariamente . Pues bien, el propio Tribunal Constitucional ha matizado la tesis sustentada en dicha sentencia , en la posterior Sentencia constitucional n. a 28/1984 , de 26 de febrero, en la que se afirma que «Con posterioridad , la Ley Orgánica 13/1982, de 10 de agosto, de Reintegración y Arnejorarniento del Régimen Foral de Navarra viene a reformar y modernizar el Régimen Foral -como señala su preámbulo-, teniendo en cuenta lo dispuesto en la Disposición Adicional Primera , párrafo 1.0, de la Constitu­ ción , siguiendo el proceso de reintegración y amejoramiento reflejado en el Decreto anterior» (Real Decreto de 26 de enero de 1979) . Es más, esta posición peculiar de Navarra , incluso previa a la Ley Orgánica de Amejorarniento del Fuero, queda reflejada en la Sentencia constitucional 94/1985 , de 29 de julio , que ahora califica a Navarra de Comunidad Foral (I.j. 10) . Excede con mucho de este limitado y modesto comentario , abordar tan ardua cuestión como es la naturaleza jurídica del Régimen Foral de Navarra . Sin embargo , para aproximarse a ese difícil objetivo , se esbozan dos embrionarias ideas que, amén de la superación de la aludida tensión entre historicismo y positivismo, tal vez pudie­ ran coadyuvar en esa andadura : de un lado, la existencia de otras instituciones , si bien diferentes, igualmente difíciles de calificar, los Territorios Históricos en el País Vasco , respecto de los cuales se ha señalado una naturaleza jurídica dual (LARUMBE B¡URRUN, Kepa, Naturaleza jurídica dual de las instituciones forales de los Territorios Históricos, en Jornadas de estudios sobre la actualización de los Derechos Históricos Vascos , San Sebastián , julio 1985, Ed. Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco, Bilbao, 1986 , pp. 469-508) , lo que nos hace interrogarnos sobre si un a dual naturaleza jurídica no pudiera predicarse también del Régimen Foral de Navarra, ya que no resulta fácilmente reducible a una conformación única y exclusiva , puesto que la misma no explica la simultánea diversidad y complejidad subyacentes; y, de otro , la crisis del modelo clásico de norma jurídica , y de sus caracteres, que ha supuesto un renacer de la normación paccionada -crisis de la unilateralidad- (SANTAMARÍA PAS­ TOR, Juan Alfonso, Fuentes del Derecho y norma jurídica: la crisis de dos conceptos clásicos, conferencia inédita dictada en el Seminario interdisciplinar de Profesores , Jueces y Magistrados , celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Navarra el 25 de enero de 1985. Con carácter general, sobre la crisis de la legalidad donde «está inmersa la del concepto racional normativo de constitución y, por ende , la de la ciencia jurídico-constitucional que en ella se sustentaba», vid. GARCÍA­ PELAYO, Manuel , Derecho Constitucional comparado, Ed . Alianza Editorial , Ma­ drid, 1984 (1.' edic. 1950, págs . 67-78). Nos referiremos , para finalizar, a lo que LOPERENA ROTA califica entre los caracteres del Amejoramiento del Fuero como «deficiente redacción técnica»; para afirmar que la imprecisión existente en dicha Ley Orgánica -que nos recuerda simila­ res calificativos otorgados a otros textos normativos, también de gran funcionalidad y --- - - - - - _._-- - _.­ virtualidad jurídica y política- pueda ser una consecuencia de ese carácter dual -que sólo aventuramos, sin negar ni afirmar-, ya que en la Ley Orgánica aparecen tanto unas competencias de carácter estatutario, como al mismo tiempo otras en las que se explicitan derechos históricos de Navarra, incuestionablemente territorio foral (STC n." 94/1985,29 de julio, f.j .2) ; dicotomía que pudiera comportar también una diversi­ dad de reglas delimitadoras o de reparto para ambas competencias. En fin, el libro de LOPERENA ROTA abre un camino en el que es necesario continuar, día a día , constantemente , para clarificar difíciles cuestiones de nuestro Régimen Foral, a fin de alcanzar -si es posible-la determinación final de su naturale­ za jurídica. Es, pues, un primer paso que no dudamos atraerá otros caminantes a esta ardua andadura . José Antonio Razquin Lizarraga VV . AA., Actas de las jornadas de Derecho Civil aragonés: Jaca, 27, 28 Y 29 de septiembre de 1985, Cortes de Arag ón, Zaragoza, 1986, 254 pp. l.-Con el fin de estudiar la Ley aragonesa de 21 de mayo de 1985, que adoptó e integró en el ordenamiento jurídico de aquella Comunidad Autónoma la Ley de 8 de abril de 1967, sobre Compilación del Derecho civil de Aragón, y adecuó aquélla a los dictados de la Constitución, las Cortes de Aragón convocaron en Jaca, los días 27, 28 Y29 de septiembre de 1985, unas «Jornadas de Derecho Civil aragonés» . Contaron éstas con la asistencia de gran número de estudiosos del Derecho foral que aportaron al desarrollo de las sesiones una más que notable dosis de altura científica , todo ello en el marco de una perfecta organización. Los resultados de la reunión fueron, por ello, muy fructíferos para el Derecho aragonés y los Derechos forales en general. Recientemente ha aparecido el volumen, editado por las propias Cortes de Aragón , que recoge las distintas ponencias y comunicaciones presentadas en las Jornadas . El reconocido parentesco entre el Derecho civil de Aragón y el de Navarra hace siempre interesantes para los juristas de esta tierra las conclusiones e investiga­ ciones de nuestros colegas aragoneses, pero tal interés es doble en este momento, en puertas de una imprescindible modificación del Fuero Nuevo como consecuencia de la entrada en vigor de la Constitución y de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral. 2.-El primero de los trabajos contenidos en el volumen se debe al profesor LACRUZ BERDEJO, insigne foralista, que se ocupa de la formulación aragonesa del principio de libertad civil: la regla standum est chartae (págs. 21 a 42), que es la versión aragonesa del paramiento fuero vienze del Derecho navarro o de la máxima convenallces vainquenl loi del Droit coutumier francés . A partir de la observancia 16 De fide instrumentorum , donde se contiene la principal formulación del apotegma, expone el profesor LACRUZ los dos extremos entre los que se ha movido la doctrina: la interpretación trascendentalísta, represen­ tada por Joaquín COSTA , y la que el autor denomina «pesimista», esto es, la de aquellos autores que, con apoyo en la observancia 3. a De equo vulnerato, redujeron el alcance de la regla a que «los fueros no reciben interpretación extensiva» y que «por fuero estamos a la carta». Para el profesor LACRUZ, «la observancia De equo vulnerato, a cuyo tenor [ori non recipiunt interpretationem extensivam es , sencillamente, una muestra de la impo­ sición del Derecho romano sobre el Derecho propio. Está formulada por un jurista para eliminar, en lo posible, la vigencia de los fueros a fin de aplicar, en lo posible, el Derecho romano; que es el que conoce quien ha hecho la regla» (pág. 28) . Con ello,