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Salud y Violencia de Género
Cuando los derechos humanos definen políticas públicas.
Definir la salud como un concepto integral introduce la idea de un proceso sobre el
cual influyen tanto la biología como el contexto social y las experiencias vividas
desde una subjetividad particular.
Esto obliga a pensar cómo y cuánto afectan los factores sociales y de
vulnerabilidad psicosocial generando discriminación, desigualdad e inequidad y
repercutiendo directamente sobre el proceso de salud.
El concepto de Género, entendido como una construcción cultural y social en
continuo cambio, que asigna atributos y funciones diferentes a hombres y mujeres
y que por esas mismas diferencias puede generar desigualdades en materia de
salud;
se convierte en una herramienta valiosa al momento de definir e
implementar políticas públicas que atiendan las particularidades que hacen de las
mujeres un grupo vulnerable. Esta herramienta entonces, debería ser utilizada en
la promoción del ejercicio de los derechos humanos de las mujeres.
Violencia de Género
La violencia basada en el género es una violación a los derechos humanos de las
mujeres y uno de los problemas de salud pública más difundidos en el mundo
actual; afectando, según las estadísticas, a una de cada tres mujeres.
Es también una manifestación extrema de la desigualdad relacionada con el
género, impuesta a las mujeres y a las niñas a causa de su posición subordinada
dentro de la sociedad.
Sus consecuencias a menudo son devastadoras, prolongadas y afectan tanto su
salud física como su bienestar psíquico y social
La violencia contra las mujeres es una clara forma de discriminación y como tal ha
sido definida en múltiples documentos de organismos internacionales, incluidos la
Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.
En tal sentido Mirta Roses Periago, directora de la Organización Panamericana de
la Salud (OPS) ha señalado que “la violencia de género mutila el potencial creativo
y productivo de un tercio de las mujeres del continente".
Es un grave y preocupante problema para el cual las respuestas no pueden ser
aisladas ni parciales. El sector de la salud no puede resolverlo por sí solo. Pero la
sensibilidad y el compromiso pueden empezar a marcar una diferencia. El sistema
de atención de salud juega un papel importante junto con muchos otros sectores,
como los servicios judiciales, policiales y sociales.
Sobre estas directrices surge el ¨¨ Programa Provincial de Salud para la
Prevención de la Violencia Familiar y Sexual y la Asistencia a las Víctimas ¨¨
creado en 2007 por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires
(Resolución 304/07);en la actualidad y siguiendo los lineamientos que ha
dispuesto el Sr. Ministro. Dr. Alejandro Collia el mismo se haya dependiendo de el
Área de Políticas de Genero, conjuntamente con el Programa de salud
reproductiva y procreación responsable.
Quienes trabajan en el sistema de salud desempeñan una función esencial al
atender a las mujeres y niñas que viven situaciones de violencia, aún cuando no
acudan expresamente o no lo manifiesten en la consulta.
En este sentido las intervenciones de médicos/as, enfermeras, psicólogas/los,
trabajadores/ras sociales y demás agentes de salud, son decisivas porque tienen
la posibilidad de intervenir en profundidad sobre la problemática. El compromiso
de una intervención a tiempo puede salvar la vida de una mujer y de una en
situación de violencia.
Los equipos de salud deben estar capacitados para reconocer no solo los signos
obvios de la violencia sino también aquellos que se presentan de manera mas
sutil. Las personas que trabajan en la comunidad, los centros de salud y los
consultorios pueden tener indicios de que una mujer está siendo golpeada o una
menor
abusada, o advertir pruebas de la violencia cuando la mujer se hace
atender por otras afecciones.
Los/las que trabajan en las áreas de emergencia en los hospitales pueden ser
los/las primeros/ras en examinar a una mujer lesionada por violación o violencia
en el hogar y por lo tanto garantizar el registro de datos para identificar formas de
violencia y propiciar los contactos interinstitucionales para desarrollar distintas
respuestas que intenten resolver la situación.
Los conceptos antes expresados dejan en claro que la violencia contra las mujeres
y las niñas siempre tiene un impacto severo en su salud física y mental, y debe
considerarse como un problema de salud pública de primera prioridad, por eso es
inevitable señalar que el ¨¨ Programa Provincial de Salud para la Prevención de la
Violencia Familiar y Sexual y la Asistencia a las Víctimas ¨¨ responde a una
demanda ampliamente expresada en diversos foros a nivel nacional e
internacional, en el sentido de diseñar políticas públicas que brinden herramientas
y recursos a los profesionales de la salud para atender la complejidad de la
violencia contra las mujeres, niñas y niños.
Características del Programa Provincial para la Prevención y la Atención de
la Violencia contra las Mujeres, Niñas y Niños en el Sistema de Salud
El Programa diseñado y puesto en práctica desde el Area de Políticas de Género,
tiene como premisa fundamental el reconocimiento de que la violencia contra las
mujeres, niñas y niños constituye un factor de riesgo para su salud integral y
obviamente una violación a sus derechos humanos.
Se centra en la atención y prevención e incluye acciones de sensibilización para la
comunidad y de capacitación para los equipos de salud dado que para la mayoría
de las personas en situación de violencia el sistema sanitario es el único lugar
donde pueden buscar ayuda.
En todo el mundo, se ha calculado que la violencia contra la mujer es una causa
de muerte e incapacidad entre las mujeres en edad reproductiva tan grave como
el cáncer y puede causar enfermedades de transmisión sexual, embarazos no
deseados y otros problemas de salud sexual y reproductiva. En el caso de la niña,
las consecuencias para su salud pueden persistir en su vida adulta.
Según la Organización Panamericana de la salud a medida que pasa el tiempo,
son cada vez más numerosas las pruebas y mayor la concienciación entre los
proveedores de servicios de salud y las personas encargadas de formular las
políticas de los resultados negativos para la salud causados por la violencia
basada en el género, que ha sido asociada con riesgos y problemas para la salud
reproductiva, enfermedades crónicas, consecuencias psicológicas, lesiones y la
muerte.
El Programa, en tal sentido se propone desarrollar acciones de prevención para
sensibilizar a la población en general en el tema de violencia familiar y sexual y
concientizar a las mujeres y niños en la defensa de sus derechos, pero también
propone el abordaje intersectorial de la problemática, convocando a otras
instancias de la gestión pública, instituciones públicas y privadas y organizaciones
sociales.
Para lograrlos se centra en varias líneas de intervención: la capacitación de los/las
profesionales de la Salud, la prevención de la Violencia Familiar y Sexual, la
atención a las Víctimas y la investigación y registro de los casos propiciando la
articulación interinstitucional.
El abordaje interdisciplinario de la problemática de la violencia familiar y sexual
desde una concepción integral de la salud y de la defensa de los derechos
humanos se concreta en la constitución de los Centros Emergencia Mujer (CEM)
que el Programa propicia en cada uno de los 77 hospitales provinciales, también
los municipales.
Estos equipos integrados por médico/a, enfermero/a, psicólogo/a, trabajador/a
social son los responsables de brindar atención tanto en la emergencia como en el
seguimiento a largo plazo, con la finalidad de lograr la asistencia de las diferentes
lesiones, el cese de los actos de violencia, facilitar el acceso a la justicia a las
víctimas, así como promover su recuperación emocional y social
Finalmente cabe señalar como una característica destacada del Programa la
protocolización de las actuaciones, herramienta muy útil ante casos de violencia
familiar y sexual, que ha dado lugar a la elaboración de cuatro protocolos:
Detección y Asistencia a Mujeres Víctimas de Maltrato, de Acción ante Víctimas de
Violación, para la detección e intervención en situaciones del maltrato infantil
desde el Sistema de Salud y de abortos no punibles.
Protocolo y guía de prevención y atención de víctimas de violencia familiar y
sexual para el primer nivel de atención.
Como se expresaba anteriormente la violencia contra las mujeres en su magnitud
y su profundidad no acepta respuestas únicas ni aisladas, por lo tanto las
acciones, las políticas que se definan para su erradicación deberán caracterizarse
por reconocer la gravedad del problema e identificar la violencia contra la mujer
como una prioridad.
En tal sentido recientemente el Programa conjuntamente con la Dirección de
Atención Primaria, incorporó el Protocolo y Guía de prevención y atención de
víctimas de violencia familiar y sexual para el primer nivel de atención.
Se trata de lineamientos que proponen direccionar la intervención en los centros
de salud teniendo en cuenta que las situaciones que emergen en lo cotidiano de
su labor son siempre singulares, en condiciones especificas, con personas
siempre diferentes y presentaciones diversas, reconociendo que los equipos
interdisciplinarios son estratégicos a la hora de facilitar el acceso a la asistencia.
Fundamentalmente identifica una serie de pasos conceptuales básicos para el
abordaje de situaciones de violencia familiar y sexual en el primer nivel de
atención porque se lo valora como uno de los ámbitos propicios para el
tratamiento de situaciones de violencia pues constituye un espacio próximo y
accesible que permite alojar y ofrece la oportunidad de percibir señales, signos y
demandas
La prevención facilita la detección temprana de las situaciones de violencia, lo cual
constituye un requisito indispensable para brindar seguridad, asistencia y
protección a las victimas, tornándose a su vez en un paso para detener el maltrato
de diversa índole y el abuso sexual.
La consolidación de los equipos de salud, la prevención y la asistencia y la
conformación de redes propician y refuerzan el valor del espacio privilegiado que
resultan los centros de salud para trabajar sobre los primeros síntomas de la
violencia contra las mujeres.
En su integralidad el Programa Provincial de Salud para la Prevención de la
Violencia Familiar y Sexual y la Asistencia a las Victimas se constituye en una
política pública con perspectiva de Género que se sostiene con el convencimiento
de que contribuye a atender la emergencia, modificar pautas culturales y prevenir
conductas que violen los derechos humanos de las mujeres , accionar que
contribuye a la construcción de una sociedad más justa, más equitativa donde
tanto mujeres como hombres puedan ejercer sus derechos con total armonía.
Lic. Magdalena Grau
Coordinadora Programa Provincial de Salud
Para la Prevención de la Violencia Familiar
Y Sexual y la Asistencia a las Victimas
Área de Políticas de Género
Ministerio de Salud de la Pcia. De Buenos Aires
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