“Al político hay que exigirle capacidad de gobernar y no que baile o

Anuncio
22 ENTREVISTAS
EL CORREO GALLEGO
MIÉRCOLES
9 DE DICIEMBRE DE 2015
josep antoni duran i lleida Candidato de Unió Democràtica de Catalunya (UDC) a las elecciones generales del 20-D
“Al político hay que exigirle capacidad
de gobernar y no que baile o escale bien”
maría almodóvar
Santiago
La Constitución cumplió 37 años
el domingo. ¿Qué balance hace?
¿Qué es lo mejor de nuestra Carta
Magna? ¿Y lo peor? La Constitución ha sido un muy
poderoso instrumento de democratización, homologación y progreso de nuestra sociedad. El
balance es enormemente positivo.
Ha permitido instaurar la convivencia y los hábitos democráticos
en España. Lo peor, sin duda, su
falta de valentía en ­reconocer la
plurinacionalidad del Estado.
¿Qué les diría a los que no la
respetan o pretenden hacer cambios a su antojo?
La Constitución no son las tablas de la ley, y es evidente que
tiene defectos que un día u otro
deberán ser corregidos. Pero
cualquier reforma constitucional
exige consenso, respeto al principio de legalidad y también respeto
por los derechos de las minorías.
Cualquier constitución ha de ser
un instrumento de constante progreso democrático y en modo
alguno puede comportar una involución política.
Estamos en plena campaña
electoral, oficialmente ­hablando,
pero no me negará que parece
que llevamos meses y meses. Por
qué esa obsesión, si me permite
la palabra. La política española siempre
ha dado la impresión de estar
en campaña permanente. Es obvio que existe un cierto desapego
entre la ciudadanía y sus representantes, y esa inquietud genera una constante lucha política y
estrategias a corto plazo cuya meta siempre es ganar las próximas
elecciones, sin visión de futuro ni
sentido de estado.
Además, los candidatos se pasean por programas de máxima
audiencia. Parece que hay que conocer el lado más humano y personal de los políticos. Por qué.
No es negativo que los ciudadanos conozcan el día a día y la
forma de ser de los políticos, pero
deberíamos evitar convertir la política en un espectáculo mediático.
Al político hay que exigirle capacidad para gobernar y no que baile
o escale bien. Si confundimos ambos escenarios, acabaremos confundiendo las instituciones y los
parlamentos con las tertulias.
Todavía no ha llegado una solución para investir al presidente
de la Generalitat. Perdóneme, pero estos pactos son dañinos.
Totalmente de acuerdo. Convergencia, ERC y la CUP han sido capaces de ponerse de acuerdo
{ Alcampell (Huesca), 1952 } Prudente, fiel a sus ideas, consecuente, demócrata y, en consecuencia, antiextremista. Estos son solo un ejemplo de cinco adjetivos que se pueden atribuir a este abogado y político con clase –afortunadamente, aún quedan– que aspira a representar y mantener a la auténtica UDC en el Congreso tras el desasosegante 20-D. Foto: Efe
para votar la desconexión de España y no para investir a Mas. Como bien ha dicho públicamente
Miquel Roca, Convergencia ha
pasado sus límites.
¿Qué o quién es responsable
de que los partidos emergentes
sean más que una esperanza, una
­amenaza?
Creo que los partidos tradicionales, en general, hemos contribuido al descrédito de la política,
con sus constantes acusaciones
de unos a otros y generando la
sensación de que los restantes
partidos están minados por la corrupción. La sociedad ya no sabe
en quién confiar y por eso avanzan posiciones muy a menudo
fundadas en discursos demagógicos y populistas.
¿El poder, señor Duran... cueste
lo que cueste?
No. Eso es una actitud suicida para la democracia. El poder,
cuando se ejerce, ha de ser fruto de la responsabilidad y de la
­confianza en un programa e idearios ­concretos.
Hábleme de Unió. Qué ofrece
su partido a diferencia del resto.
Unió es un partido con más de
80 años de historia. No somos de
blanco y negro. Siempre buscamos el matiz y así nos va. Somos
un partido humanista, social-
cristiano y catalanista y, a la vez,
hemos entendido siempre la política como un acto de servicio, en
el que ninguna de las partes tiene
la verdad absoluta, y que para lograr el bien común es necesario
el diálogo, la centralidad y el entendimiento.
Además, propone la creación
del Defensor del Autónomo...
Sí, el autónomo es una de las
figuras más heroicas de nuestra
sociedad, tratado injustamente
como empresario y como trabajador. Desde siempre hemos impulsado medidas para su protección.
La estabilidad y el progreso de un
país depende muchísimo de tantos miles y miles de personas que
luchan cada día por sacar su pequeña empresa adelante, generar
empleo y proporcionar bienestar. Usted conoce muy bien Madrid y Cataluña. Dígame que le
gusta y qué le disgusta de ambas
­comunidades.
Me disgusta, de ambas, el hecho de que vivan de espaldas y
ello dé lugar a todo tipo de malentendidos. Una mayor proximidad
permitiría constatar la falsedad
de muchísimas de las cosas que
se dicen de Catalunya, especialmente en materia de lengua o
de educación y a la vez permitiría deshacer muchos tópicos que
“Lo peor de nuestra
Constitución es su falta
de valentía en reconocer
la plurinacionalidad del
Estado”
“La sociedad ya no sabe
en quién confiar y por eso
avanzan posiciones
fundadas en la demagogia
y el populismo”
“Catalunya y Madrid
viven de espaldas y ello da
lugar a malentendidos”
circulan en Catalunya a propósito
de la sociedad madrileña. En ambas sociedades existen personas
formidables y también personas
que no lo son tanto. De Catalunya
yo destacaría su afán renovador,
la defensa de su personalidad na-
cional propia y, de Madrid, el gran
esfuerzo de modernización y progreso que ha desarrollado en las
últimas décadas.
¿Alguna vez se ha sentido extraño en Cataluña?
Jamás podré sentirme extraño en una sociedad con la que
comparto lo más esencial de mí
mismo. Reconozco, sin embargo, que no me siento cómodo en
una situación en que se ha roto la
­cohesión y en que ha desaparecido la centralidad política. Ha habido demasiada confusión entre
propaganda y realidad.
Don Josep, ¿realmente Cataluña es una comunidad «marginada» por el Estado, como sostienen
algunos políticos?
Deberíamos precisar conceptos: el problema de Catalunya es
que no se le ha reconocido debidamente su condición de sociedad nacional, y eso ha generado
frustración en la sociedad catalana. No se trata de reivindicar
privilegios –que no han de corresponder a ningún territorio–, sino
avanzar hacia una España plural
y en la que el Estado sea percibido como un instrumento común
y compartido. Y en segundo lugar,
es cierto que Catalunya padece un
déficit fiscal reconocido por todas
las partes y que ha agravado la
crisis en nuestra sociedad.
Si comparamos la capacidad
de Catalunya o la de Euskadi para responder a una misma crisis,
veremos que el déficit fiscal influye. Y luego existen numerosos
incumplimientos de conceptos
reconocidos en el Estatut, o inversiones cruciales que, aunque aparezcan en los presupuestos, luego
no se ejecutan.
¿Cree que el pueblo español
­será responsable el próximo 20
de diciembre?
El pueblo siempre es responsable y creo que votará con inteligencia. Y en última instancia, la
sociedad siempre es responsable
de sus decisiones, porque siempre
acaban repercutiendo en ella.
Por último, cómo se definiría.
Es complicado, porque cuando uno habla de sí mismo no posee ningún tipo de perspectiva.
Creo que soy una persona fiel a
mi ideario, humanista, que cree
en la dignidad de la política y en
la fuerza del diálogo y del entendimiento. Me gustaría creer que
soy una persona sensata, que antepongo la voluntad de servicio
a cualquier otra consideración,
que no regateo esfuerzos y que,
­además, me siento muy apegado a mi familia, a la que quisiera
­dedicar mucha más tiempo del
que puedo.
Descargar