UNIDAD III MÉXICO INDEPENDIENTE L.A.V.R. Almendra Vázquez Vergara Autora PRESENTACIÓN 1810, fue un año crucial para la vida nacional. Apenas unos años antes se había nombrado virrey a Francisco Javier Lizana quien fue sustituido por Francisco Javier Venegas un año más tarde, año de la insurrección de Miguel Hidalgo en contra del régimen colonial. Un año más tarde, el 21 de marzo, fue tomado prisionero en Acatita de Baján. Ése mismo año se dieron a conocer ocho iniciativas para abolir la esclavitud. Para ese entonces ya se encontraba la famosa ACADEMIA DE SAN CARLOS. Fundada por Real Cédula de 25 de diciembre de 1783 como Real Academia de San Carlos de las Nobles Artes, se encuentra localizada en lo que hoy se conoce como Centro Histórico de la Ciudad de México, en la antigua calle del Amor de Dios, actualmente, y por ubicarse ahí la escuela, calle de Academia. Arquitectura, pintura y escultura fueron las ramas principales que se impartieron. Ha sido objeto y consecuencia de las ideologías de las épocas. En un primer momento surge como la "academia" que pregonaban los ilustrados dieciochescos, que manifestaban la necesidad por poseer un lugar y un grupo colegiado para teorizar y practicar un método de estudio. “La instauración de la Academia constituyó el inicio del arte moderno en México puesto que a su llegada rechazó el arte barroco, estilo ya descontinuado en Europa.” 1 Si no es propiamente el comienzo del arte moderno, sí puede observarse en las obras académicas mexicanas un cambio de gusto supeditado 1 Velázquez Guadarrama, Angélica, "La pintura mexicana del siglo XIX" en La Colección pictórica del Banco Nacional de México, Fomento Cultural Banamex, México 1992, Pág. 123. fuertemente a la estética neoclásica del siglo XVIII. Un gusto que inclusive se rescató aún después de los cambios políticos a partir de la Independencia, pero que en gran parte promovió lienzos que trataron de adecuarse a las obras europeas a través de la copia. Desde su nacimiento la Academia de San Carlos ha sido el lugar donde han convergido los artistas más importantes del país, por esa razón ha tenido durante su trayectoria momentos varios de auge. Como formadora, bajo preceptos clásicos y ortodoxos de enseñanza, tuvo una ruptura radical en la segunda década del siglo XX, cuando el arquitecto Antonio Rivas Mercado fue destituido de su puesto como director luego de una huelga instigada en parte por el Dr. Atl en contra de los preceptos anquilosados de enseñanza. A partir de este momento (1913), puede decirse que la Academia inicia su incursión en una etapa moderna de enseñanza, pues, entre otros sucesos notables, ingresan a su cuerpo docente personalidades que serán hito de la pintura mexicana y que podrían parecer hasta opuestos en estilos. Simultáneamente, nacen también las Escuelas de Pintura al Aire Libre, que serían respuesta y crisol de nuevas formas de ver el arte. La Academia ha tenido los siguientes nombres: Academia Nacional de San Carlos de México (1821); Academia Imperial de San Carlos de México (1863); Escuela Nacional de Bellas Artes (1867); Escuela Nacional de Artes Plásticas (1929; en este año se divide en Escuela de Artes Plásticas y Facultad de Arquitectura, dependiente de la Universidad Nacional). En la actualidad, integrada a la Universidad Nacional Autónoma de México, la Academia de San Carlos alberga la División de Estudios de Posgrado de la Escuela Nacional de Bellas Artes El siglo XIX, el SIGLO DEL ROMANTICISMO en México, tiene su antecedente en los años virreinales, en los que surgen dos manifestaciones: el ULTRABARROCO (como el Sagrario y el Retablo de los Reyes en la Catedral Metropolitana, lo mismo que algunas obras en provincia), y el NEOCLÁSICO (como el Palacio de Minería y la ya mencionada escultura ecuestre de Carlos IV); sus representantes son Francisco Tresguerras y Manuel Tolsá . El neoclásico significó modernidad y reacción contra lo barroco, contra lo virreinal. Antonio Villanueva Manuel Tolsá En este siglo sobresalieron José Rodríguez Alconedo, Pelegrín Clavé, Rafael Flores, Joaquín Rodríguez, José Salomé Pina, Santiago Rebull, José Francisco Rodríguez, Claudio Linati y Juan Cordero, entre otros. Con la obra de artistas como F. Waldeck y Thomas Egerton se dio a conocer en el extranjero la cultura de México. siglo XIX y durante la transición al XX destacaron pintores como José María Velasco (1840-1912), reconocido con premios en la Exposición Universal de París y en la Feria Mundial de Chicago, entre otros. Hermenegildo Bustos, Manuel de Ocaranza, Leandro Izaguirre, Félix Parra, Gonzalo Carrasco, Germán Gedovius y Julio Ruelas también son autores del arte de esta época. De los escultores de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX destacan: Julio Ruelas, La crítica Martín Soriano, Manuel Vilar, Felipe Sojo, F. Jiménez, Carlos Cordier, Gabriel Guerra, Jesús F. Contreras y Antonio Rivas Mercado, entre otros. ESCENAS COSTUMBRISTAS DEL MÉXICO DEL SIGLO XIX. A pesar de que predominan las imitaciones serviles de los estilos europeos (básicamente franceses), se busca ya una temática nacional: costumbrista, romántica, naturalista, realista o modernista, la literatura mexicana descifra aspectos importantes de nuestra realidad, aunque encontraremos sus limitaciones, por un lado el nulo compromiso del escritor con el pueblo, y por el otro, en el papel asignado a la novela, tiene la finalidad didáctica encausada por principio a los sectores medios y altos de la sociedad. El poeta mexicano se define ante todo como un personaje alejado de una realidad social critica; atrás han quedado Antonio Plaza y Guillermo Prieto, los poetas rebeldes, ante la olas de poetas acomodaticios al régimen y de espaldas a su realidad histórica. El tema mexicano (paisaje, gente, historia y folklore) logra conmover, pese a todo, a notables naturalistas como Félix Parra, Leandro Izaguirre y el genial Saturnino Herran, autentico vértice de dos generaciones. Pintores modernistas importantes fueron Germán Gedovius y sobre todo Julio Rúelas, quienes prefiguran posteriores tendencias plásticas. El español Fabrés tuvo a discípulos que mas a delante llevarían el nombre de México a los museos internacionales: Saturnino Herran, Roberto Montenegro, Diego Rivera y José Clemente Orozco. En resumen, se trata de una cultura pensada por y para monopolio de una clase social que lucha por “pertenecer”, a los pueblos avanzados, una cultura fundamentalmente elitista y europeizante, acomplejada de nuestras tradiciones, de nuestras raíces hispano-indias. Críticos en alguna medida, a ultranza conservadores y moralizantes o paternalistas, los intelectuales del porfiriato se esfuerzan por dar brillo a una elite de espaldas y a costa de millones de hambrientos analfabetas que en el campo, y aun en las ciudades desconocen esa “modernidad importada” y guardan celosos sus creencias y formas de representación, sus fiestas y su odio de clase. Carl Nebel (1805 -1855), fue un ingeniero, arquitecto y dibujante alemán muy conocido por sus paisajes y retratos costumbristas de México y por pintar los más importantes escenarios de las batallas de la guerra de norteamericana. A continuación veremos sus litografías costumbristas: intervención El hacendado y su mayordomo 1835 INDIAS DE LA SIERRA AL SURESTE DE MÉXICO CHINA POBLANA 1835 China poblana. En su sentido más amplio y común en la actualidad, es el nombre del que se considera el traje nacional de las mujeres de la República Mexicana, aunque en realidad era propio sólo de algunas zonas urbanas en el centro y sureste del país, antes de su desaparición en la segunda mitad del siglo XIX. El Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México, D.F. La construcción del Palacio de Bellas Artes inició en 1904 como una propuesta del arquitecto italiano Adamo Boari para crear un nuevo teatro nacional que formaría parte de los festejos por el centenario de la Independencia de México, promovido por el entonces presidente Don Porfirio Díaz que legó a la ciudad algunos de sus más notables monumentos como el Ángel de la Independencia o el Hemiciclo a Juárez. El nuevo Teatro Nacional estaba concebido para ser uno de los mayores del mundo y estar a la altura de foros tan importantes como la Ópera de París. El proyecto se vio retrasado por el estallido de la Revolución Mexicana de 1910, por lo que de ese sueño ecléctico construido en mármol de Carrara solo quedó todo el exterior y el magnífico telón de cristal diseñado por la prestigiosa firma Tiffany's que sirve de fondo a las presentaciones de las diversas orquestas nacionales e internacionales que ahí se presentan. Referencias Aken, Mark J. van, Pan-Hispanism. Its Origin and Development, Berkeley, University of California, 1959. Brubaker, Roger, “Mitos y equívocos en el estudio del nacionalismo”, en HALL, en John A. (ed.), Ernest Gellner “Estado y nación. y la teoría del nacionalismo”, Madrid, Cambridge University Press, 2000. Pérez Vejo, Tomás, “Pintura de historia e identidad nacional en España”, Madrid, Universidad Complutense, 2001. Velázquez Guadarrama, Angélica, "La pintura mexicana del siglo XIX" en La Colección pictórica del Banco Nacional de México, Fomento Cultural Banamex, México 1992