Cuento del disgusto: Érase una vez un disgusto con mucho gusto y una niña con extremada simpatía hacia los disgustos, resultó con esta extraña combinación, que un día, siguiendo las indicaciones del destino o quizás por un capricho de vaya usted a saber quién, ambos personajes de este cuento se encontraron… en ese encuentro fortuito o casual, cabía esperar que ambos se quedasen fascinados al encontrarse, y por no romper la rutina de lo esperado, así la vida provocó este resultado: Nuestros dos protagonistas hicieron tan buenas migas, que estaban juntos todo el día, todos los días. Jugaban juntos, hablaban juntos, reían juntos, lloraban juntos y así con todo el listado de cosas imaginables e inimaginables, que se nos puedan ocurrir … pasaron los días, pasaron los meses y finalmente los años, y tras muchos, muchos años, ocurrió lo inevitable : el disgusto, con tanto gusto , se alimentó y mucho de la gustosa niña, con extremada simpatía por los disgustos, y la niña se consumió y mucho; o quizás deberíamos decir , que se dejó consumir, y mucho, por esa extraña simpatía suya hacia los disgustos, hasta tal punto, que enfermó, perdió la sonrisa y perdió la ilusión …; pasaron los años, y como es de esperar, la cosa no mejoró. Por aquel entonces, nuestra niña ya más bien mujer, estaba en cama, cuidada por su amigo disgusto, el cual, al ver el gran desánimo de su amiga, pensó en hacerle una fiesta para animarla; así 3 días después, congregó en aquella habitación a todos sus amigos disgustos, para que acompañasen y animasen a su amiga … y la niña-mujer, al ver tanto disgusto a su alrededor, comprendió finalmente la situación, y al grito de ¡Fuera de mi vida los disgustos! , sacó a todos aquellos disgustos de su vida, de su casa y de su listado de cosas que le causaban simpatía. MORALEJA: lo mires como lo mires, los problemas están claros que existen, pero convertir esa situación en un gusto por los disgustos , no sólo demuestra cierta pauta masoquista en nosotros, sino que además, manifiesta ¡un claro mal gusto! Lourdes Pérez Marrero.