BELLAS ARTES una columna sin capitel, cuyo fuste tiene esculpidas las figuras de tres apóstoles, y la de la página inmediata otra columna semejante á la primera, también ornada con tres figuras de otros tres apóstoles. Dichos soportes están labrados en piedra muy fina, y medirán, aproximadamente, un metro cincuenta centímetros. Figuraron tan singulares soportes en la: exposición celebrada en Santiago el año último, y procedían del convento de San Payo de la citada ciudad. Examinando atentamente las figuras de estas columnas, se advierte, desdeluego, marcadísima la procedencia bizantina en el estilo, pero con fuertes reminiscencias del arte clásico. De tal origen me parecen los tipos, con sus cabellos rizados al estiio greco-romano y las barbas. Los ojos tenían gemas, detalle bizantino indudable, así como la Indumentaria, bajo cuyos pliegues se acusan las líneas del desnudo: otro detalle que advierto en las escasas esculturas de Bizancio, anteriores al periodo iconoclasta, que han llegado hasta nosotros, y que nada tienen que ver con los plegados de las esculturas románicas del segundo período, señalado por los arqueólogos. Los pies de estas figuras de que hablo están bien modelados; no así las manos, las cuales acusan falta de dominio del dibujo, si bien no carecen de vida. Por lo que atañe á la terminación de los pliegues de las túnicas, formando ligeras cornetas, sabido tenemos que en las obras escultóricas bizantinas, como la famosa Madona orante de Ravena, tal forma del plegado es característica. Estas figuras presentan evidentes señales de haber estado policromadas. Según todas las probabilidades, tan singulares monumentos debieron pertenecer á la iglesia que Fagildo, abad del monasterio de Ánteal tares, celebrada la famosa concordia entre éste y el obispo de Santiago, Sisnando, erigió hacia el año 1077, al separarse los monjes del servicio del Apóstol. De ser esto cierto, y no conozco dato alguno que se oponga á tal supuesto, es preciso reconocer la existencia en Compostela, durante el siglo xr, de una escuela artística, anterior á las francesas, pues los famosos pórticos de San Trófimo de Arles, de Moisac, etc., son posteriores á la fundación del templo de AntealColumna bizantina del siglo XI, procedente tares, de que vengo hablando, y al cual perdel convento de Saü P a y o en la ciudad de tenecieron al parecer, los soportes aquí reSantiago producidos. Además de lo dicho, distíaguense estas figuras compostelanas, por su factura, -tipos y el detaüe de la policromía, entre otros del resto de la escultura coetánea, (muy escasa ciertamente hasta los comienzos del siglo xn.) Ei grabado inferior de la página 182 representa la parte inferior deuna estátua,labradaen purísima piedra caliza, muy semejante á las de los soportes precedentes. Tal fragmento es