VIOLACION Arrancándole ecos al silencio HACIENDO ECOS Abordar un tema tan delicado y tan poco tratado en nuestro medio social, como lo es la violación, impone una serie de análisis que no pueden partir de la violación per se sino de los determinantes y condicionantes sociales que la expresan. A partir de las inquietudes generadas por el Seminario Historia de Vida y Métodos Cualitativos para investigar en Ciencias Sociales; sentimos que un tema como éste, encontraba por fin nuevos y mas humanos espacios de estudio, reflexión y análisis. Hacer investigación en el área de la mujer en nuestro país, resulta harto difícil. Las investigaciones que se conocen están en su mayoría enmarcadas dentro de los métodos cuantitativos, no siendo tornados en consideración muchos aspectos de la vida femenina, por carecer éstos de representatividad, validez y confiabilidad. Dentro de nuestras motivaciones, como estudiosas de la mujer y la sociedad, este tema ha sido siempre interesante además de representar un reto dentro de las expectativas de investigación de la Unidad "Mujer y Salud", a la cual estamos adscritas. Hoy podemos ver materializada esta vieja idea, a través de un relato de vida, donde se plasman todos los momentos presentes en un acto de violencia sexual, además de inferir aspectos medulares de un fenómeno que siempre se ha mantenido silenciado, bajo el peso de la vergüenza y de la culpa; y que hoy deja de ser un problema de una para convertirse en el problema y la angustia de todas. El relato de Astrid, es la historia de millones de mujeres, es la historia de profundos y desgarradores gritos, que en ninguna parte han conseguido eco. Continuamos atados a los mitos, a los cuentos de brujas, a un silencio que nos cuestiona a todos y nos hace cómplices. Escribir sobre Astrid es hacer eco. BUSCANDO OTROS ECOS En una sociedad de desigualdades sociales tan marcadas, donde la violencia forma parte de la vida misma, la violación no pasa de ser un acto mas dentro de la cotidianidad. Nos atrevemos a pensar en voz alta, ya que para nadie es un secreto cuan penetrados estamos por los medios de comunicación quienes han convertido a lo violencia y a la violación en actos plenamente justificados y aceptados. A través de la pantalla se presentan a los violadores deseados y amados por sus victimas, la victima siempre sale recompensada socialmente por el violador a través del matrimonio, las victimas se sienten honradas con una maternidad producto de la violación. Así, infinidad de exabruptos que pasan a la conciencia como "actos naturales". Pocos reflexionan al respecto, y las responsabilidades y retos para asumir la critica, la confrontación de ideas y la desmitificación de tantos anti-valores que confunden y enajenan la conciencia, son mediatizados de tal manera que ni la institución familiar, ni escolar, ni el Estado están interesados en lograr otro tipo de socialización de la sexualidad que no sea la violencia, la sexualidad sexista, la genitización de la sexualidad, es decir la sexualidad burguesa. En una sociedad como la nuestra, se moldean y crean violadores dentro de un marco de normalidad. Todo lo connotado en líneas anteriores, justifica el por que la pertinencia de un tema como la violación dentro de unas determinantes eminentemente sociales. No podemos continuar haciendo eco de todos los mitos que justifican la violación desde otras perspectivas; con el único fin perverso de desvirtuar las verdaderas causas que en ella subyacen. Uno de los tantos mitos, difundidos y perpetuados a través de "expertos" y "especialistas", es hacer creer que en toda mujer hay un sustrato de violencia que la lleva a desear ser violada. Este deseo se manifiesta a través de sueños y fantasías, donde la fuerza y la agresión son fuente de placer. Otra forma de desvirtuar la violación, es concebir al hombre como dotado de un potencial sexual incontrolable que lo excusa de un acto consciente de violación. Otro mito, es hacer creer que todos los violadores son enfermos sexuales, sicópatas, sádicos, etc., etc. La mayoría de ellos, son gente que se desenvuelve dentro de cierto grado de normalidad. Finalmente, la mujer ha sido considerada como estimuladora de la violación. Ella incita, provoca, despierta pasiones y seduce. Este mito no es casual si miramos los efectos de la cultura judeo-cristiana con relación a la mujer. 'Tentadora del pecado", "pérdida del paraíso", "provocadora del mal". Desde esta perspectiva, no existen determinantes socioculturales que expliquen la violación. Se hace necesario reflexionar sobre la socialización burguesa de la sexualidad, y su influencia en la violencia sexual. El proceso de socialización del ser humano se inicia en la familia, es allí donde el niño comienza a incorporar patrones de conducta, valores y creencias con relación al sexo; y toda una carga ideológica que va a pautar la vida del individuo. La familia con su carga represiva y coercitiva inicia su proceso de violencia y castración, convirtiendo nuestro cuerpo, deseos, necesidades, en producto del pecado, algo de lo que no debe hablarse, especialmente cuando de la mujer se trata. Coerción que va a convertirse en un ciclo interminable de reproducción ideológica; donde la socialización es eminentemente sexista. Veamos: la socialización del varón es permisiva, agresiva, con rudeza, fuerza y poder; donde la violencia forma parte de los criterios de crianza aceptados. Patrones que son reforzados en el cotidiano, a través del lenguaje, tareas y roles asignados tanto en el hogar como en la escuela y que tos medios de comunicación se encargan también de introyectar en la conciencia. Por otro lado, la socialización de la hembra constituye la otra cara de la moneda, sumisión, entrega, miedo, sacrificio, victima, silencio, y "rosado". Los patrones socializadores de la mujer diseñan una personalidad proclive a una actitud de subordinación frente al sexo, frente a la agresión masculina, culpa y vergüenza. Focalizar los aspectos sexistas de la socialización sexual, nos permite reafirmar cómo la violación es expresión de condicionantes socio-culturales. EL RELATO DE ASTRID Y SUS MOMENTOS Transitar metodológicamente, el relato de Astrid, implicó planificar una serie de fases, las cuales podemos dividir en cinco momentos: - Encuentro espontánea. Búsqueda de ayuda. - Sesión abierta. - Sesión semi-estructurada. - Sesión estructurada. - Sesión de retroalimentación entre investigadoras-investigada. El primer encuentro con Astrid fue espontáneo. Ella, a través de lazos afectivos que nos unen, se acercó hasta la Unidad conociendo del trabajo que desarrollamos en el campo de la mujer. Este primer contacto sirvió a nuestra amiga para liberar sus angustias y buscar ayuda. Fue un encuentro muy abierto, afectivo y muy cálido. Astrid tomo la palabra y narró su historia. Segunda sesión: interesadas en ella y en su relato, solicitamos de Astrid permiso para un segundo encuentro donde se grabaría la historia; explicándole nuestro interés en el tema para un futuro trabajo de investigación. Fue un relato completamente libre, donde quedaron en evidencia toda una serie de elementos de gran importancia para el abordaje de la violación. Una vez escuchada la grabación, discutimos lo mas resaltante de lo vivido y nos planteamos una tercera sesión de trabajo. Tercera sesión de trabajo. Discutimos con Astrid los elementos que consideramos medulares en su relato, coincidiendo ella con nuestra apreciación. Fue una sesión semi-estructurada y grabada. Nuestra amiga ahondó mucho mas en los elementos de análisis, el cual se concretó en los siguientes temas: • • • • Violación y virginidad. "Himenolatría". Violación, culpa y vergüenza. "La serpiente ganó la partida". Violación y violador. "El diablo anda suelto". Violación y actitud módica. "Sufrir de módico". Cuarta sesión. Cada uno de los temas fueron tocados con mas precisión a través de una entrevista estructurada y grabada. Con este material procesado organizamos y analizamos el relato de -Astrid, con el objeto de presentárselo en un ultimo encuentro. Quinta sesión. Discusión con Astrid sobre el análisis del relato. Hizo algunas observaciones que enriquecieron nuestras observaciones y nos llevaron a reconceptualizar algunas aspectos. Finalmente, le presentamos nuestro trabajo corregido y organizado. Es importante señalar que luego del primer encuentro, los restantes se realizaron un ano después. Cada una de las sesiones de trabajo se llevó el tiempo necesario que requiere una investigación sobre un tema tan delicado y cuidadoso, donde el efecto, la credibilidad y la confianza son fundamentales. En el relato de Astrid, asumimos con gran respeto, el valor sociológico de sus mitos y sus sensaciones; donde lo expresado fue ciertamente un hecho, tanto como lo que realmente sucedió. Donde su imaginación tuvo pertinencia y donde se cristalizó su verdad. EL RELATO DE ASTRID Astrid, es una joven con todas las ilusiones de sus 18 años. Alegre, inteligente, bonita, dulce y muy sociable. Estudiante aventajada de medicina. Su familia, de clase media alta, conformada por el padre, un general retirado, y su madre, una ferviente evangélica, ama de casa. Dos hermanas y un hermano. Astrid, viene a Caracas con su novio, a celebrar su cumpleaños, sin el conocimiento de sus padres, por las características de su familia. La idea original era ir al cine, a comer, visitar algunas exposiciones, actividades que en la ciudad donde residen, no tenían oportunidad de hacerlo. Los novios hacen un pacto "de honor", el cual consistió en que ella se quedaría en el apartamento de un amigo del novio, quien era un aventajado estudiante de estadística en una reconocida universidad. El amigo no estaría ese fin de semana en la ciudad. Este convenio pretendía evitar cualquier acercamiento amoroso entre la pareja. Astrid, quería mantenerse virgen y su novio lo aceptaba. Fue convenido por teléfono que se verían en Caracas con el dueño del apartamento, para recibir las (laves y el amigo conocer a Astrid. Las cosas ocurrieron como habían convenido, el viernes en la noche cenaron juntos, compartieron un rato y el amigo se despidió de la pareja, entregándoles las (laves y los buenos augurios para el fin de semana. Donald, deja a su novia en el apartamento para buscarla en la mañana y continuar sus planes. Astrid cierra las puertas, llena de temores como presagiando que algo iba a suceder, intenta dormirse. En la madrugada despierta sobresaltada por unos fuertes golpes en la puerta de su cuarto. Aterrada se levanta y pregunta quien toca. Escucha la voz del dueño del apartamento (ese, quien horas antes le había deseado buenos augurios), éste le dice que necesita entrar para buscar unas pertenencias. Ella le ruega que espere a que sea de mañana. El insiste y frente a la negativa de Astrid, la amenaza de palabra y comienza a golpear la puerta con mas fuerza. No quedándole otro recurso que abrir, y allí estaba e1, con un punzón de hielo en la mano y agresivo se le va encima, la golpea y comienza a desvestirla. En el forcejeo ella logra desarmarlo y arroja el punzón por la ventana. El joven se violentó aun mas y con toda rudeza la tumba al suelo y la viola sin piedad. Astrid sabia que e1 estaba fuera de si, dispuesto a cualquier cosa. En ese momento donde la vida esto en juego todo lo demás es pequeño. Se desplomó frente a la agresión física y moral a la cual estaba sometida. Cuando el violador había logrado su cometido, entró en un estado de depresión y decaimiento. Astrid, aprovechó para salir corriendo del cuarto, abrió la puerta del apartamento y bajó desesperada pidiendo auxilio. Una pareja que iba saliendo, la auxilió y la condujo a las autoridades donde puso la denuncia. "La experiencia en la PTJ fue traumatizante, todos los hombres me veían horrible, y me hacían preguntas sarcásticas, me preguntaron por que estaba sola en ese lugar, dudaban de mi sinceridad, dando a entender que una muchacha que se quedaba sola en un apartamento, era provocadora de esa situación; preguntándome constantemente si era virgen o no, con una carga de mala intención y morbosidad. Sentía que disfrutaban de lo que me había sucedido y lo que mas me dolía era que daban a entender que un hombre frente a una mujer, joven, bonita y sola, era natural que no controlara sus deseos..." "La medica forense, tuvo una actitud similar, una actitud indiferente. Era un caso mas en su ejercicio profesional. Ella consideró que era ciertamente una violación, cuando comprobó con el examen medico que yo era virgen, cuando vio las desgarraduras. Mi confesión, mi dolor, mi llanto, mi sinceridad, no eran pruebas suficientes, así me lo hizo sentir y saber...". "Durante un largo periodo me sentía perseguida, acosada, sola, angustiada, y lo mas extraño para mi era que sabiendo habla sido agredida, me sentía culpable y avergonzada, fueron sentimientos que por mucho tiempo me acompañaron...". "Sabia que me encontraba sola en ese lugar, para evitar una situación amorosa con mi novio, preservando la virginidad para cuando me casara. Fui violentada en mi cuerpo y en mis creencias por un desconocido y, sin embargo, la vergüenza me ahogaba. Sentía que era menos que cualquier mujer, que no era digna de andar igual que siempre con mis amigas y hermanas. Entre las cosas mAs graves que tuve que confesarme en las terapias, era que en el fondo estaba convencida de que el violador solo le había dado rienda suelta a sus deseos propios de hombre. Mes fuerza tomaba mi rabia, cuando reflexionaba que el hombre que me habla agredido no era ni loco, ni sádico, era un estudiante universitario..." HASTA CUANDO CUENTOS La Temática VIOLACION - VIRGINIDAD Himenolatría ... "me había quedado sola en ese lugar, para evitar quedarme sola con mi novio y propiciar una situación amorosa. Preservaba mi virginidad para cuando me casara". ... "me sentía doblemente violentada, en mi cuerpo y en mis creencias..., me sentía a partir de ese momento indigna, sucia, quería romper la relación con Donald, ya no era la misma..." Son profundamente conmovedoras estas confesiones, si nos detenemos un poco a pensar que Astrid es una joven estudiante de Medicina, perteneciente a una familia acomodada económicamente, lo cual le ha permitido relaciones y oportunidades de vida con cierto privilegio, sin embargo su valorización como mujer estaba determinada por el mito de la virginidad, su himen era guardado para ofrecerlo a su novio para que el a su vez la pudiera considerar digna. Sus convicciones reflejan que la mujer en nuestra sociedad es exclusividad sexual del hombre, siendo objeto, su posesión debe ser individual, si no pierde interés, así, la violación transgrede la prerrogativa masculina de la exclusividad de la mujer; exclusividad que define, por otro lado, a esta como mercancía. Subyace en todo esto la exclusividad del acceso y posesión sexual por el hombre individual y único. Una mujer que ha sido poseída antes, sea por la violencia o el consentimiento, es una mercancía que ha perdido gran parte de sus atributos intrínsecos. Es de gran interés para nosotros como investigadoras esta consideración sobre la virginidad, pues aquí se expresa con toda fuerza la carga ética-religiosa que arrastra la mujer y la mantiene en una condición de subordinación frente al hombre. El poder de la religión ha sido determinante en [as costumbres de los pueblos, ha impuesto una "moral" que expresa castigo para lo placentero, que controla la sexualidad humana, donde la mujer representa el pecado para el hombre y al mismo tempo la pureza de la virgen, dualidad moral maniquesita que cataloga las mujeres en "honestas" y "no honestas", en "dignas" e "indignas", "puras" e "impuras". La valoración de la virginidad tomó su mas contundente acervo con el pensamiento judeocristiano, no olvidar que la expulsión del paraíso esto íntimamente ligada al pecado de la carne, mantener la virginidad es una forma de estar mes cerca de Dios y mas alejada de la diabólica serpiente que nos hizo perder el paraíso. A través de los siglos han regido estos mitos, todavía la preservación de la virginidad sigue siendo un precepto ético que connota un sentido de la moral social. Llama profundamente la atención que Astrid es una joven que ha recibido información "científica" sobre la anatomía y fisiología del cuerpo humano a través de su formación universitaria, sin embargo la valoración que tiene de si misma no manifiesta un crecimiento integral de su personalidad y expresa una moral inconsciente que la domina. Ella misma nos expresaba que en sus noches de angustia recordaba constantemente los consejos de su mame sobre la pureza de su cuerpo. ... "hija, recuerda que una mujer vale por su pureza. La virginidad es lo mayor tesoro, si la pierdes, no seres respetada por el hombre con quien te cases... ... "Astrid no quiero verte montada en bicicleta, ni moneando palos con tu hermano, un movimiento brusco y pierdes lo que Dios te dio, y, ahí si te embromas..." Una rabia incontenible la asediaba cuando pensaba en todas las inhibiciones y artimañas que había inventado para no estar sexualmente con su novio y el significado de haber perdido su virginidad en una experiencia sexual con un desconocido y en situación de violencia y dolor. Sentimientos contradictorios la acosaban, rabia en contra de su madre que toda su vida la paso atada a la religión y predicando una falsa moral que agrava el dolor de Astrid, además de la violación, el hecho de haber sido virgen para ella fue algo que tardó macho en superar. Es oportuno señalar cómo a través de los preceptos manejados por el cristianismo, la virginidad fue y ha sido un criterio ideológico muy valioso para asustar, aterrorizar, disminuir a la mujer. Nunca nadie nos explicó eso que inventó la iglesia para crear mitos: los misterios. La virgen Maria fue una mujer, tuvo marido, salio embarazada, concibiendo por obra y gracia del Espíritu Santo y siguió siendo virgen. ¡Un gran desafío para la bio-genética moderna! En el fondo, el discurso, las representaciones ideológicas y cognitivas subyacentes lograron un fin: todas debemos imitar a la virgen Maria. El predominio de un cierto tipo de mentalización (en detrimento del cuerpo y la mente) asegura de antemano un régimen de verdad que se reproduce incesantemente como una precondición de la racionalidad dominante (1). Otro aspecto interesante en el caso de Astrid es el tipo de padre, quien por su formación militar impartió una educación farrea, donde el machismo fue el mejor condimento de sus experiencias como niña, Astrid hace memoria: ... "el prestigio de papa estaba expresado en el comportamiento "digno" de nosotras, sus mujeres, la mala reputación de nosotras era la muerte moral para CI. Mi hermano siempre ha gozado de plena libertad para salir y llegar a cualquier hora, nosotras hemos sido controladas y las recriminaciones frente a un comportamiento "inadecuado" han venido a expresar la vergüenza que papa siente frente a los vecinos y amigos, si se entera de que sus hijas llegan tarde o acompañadas por amigos..." En estas reflexiones vemos claramente que dentro del concepto de moral, la mujer debe observar una conducta social y sexual tales que la mantengan en un piano de reputación lejos del deshonor, el valor y la consideración de la familia se delega en las mujeres, que deben reafirmar en su vida cotidiana un comportamiento tranquilo, ordenado, en el fondo no es mas que garantizar explícitamente la virginidad. Por razones políticas y económicas una proporción considerable de nuestra población logró emerger a lo que se llama clase media. Estos grupos sociales han provenido en su mayoría de familias estructuradas de forma no tradicional (concubinato, madres solteras, promiscuidad, etc.), es decir, de un origen reñido con los valores morales burgueses. Sin embargo, esta clase media asumió su nuevo status incorporando esa nueva moral. Este acto de hipocresía social, trae como consecuencia el vivir con una "doble moral" que menoscaba el crecimiento sano de los hijos, especialmente la mujer que paga el mas alto costo de esa moral que ha servido para subordinarla y marginaría. (1) Rigoberto Lanz. `Razón y Dominación". Contribución a la Crítica Ideológica. UCV. 1988. p. 75. Felipe Carrera Damas considera que: Se requiere nuevos principios normativos, una nueva moral y sobre todo, que las relaciones hombre-mujer sean de otra naturaleza. El macho-trovador-déspota-raptor de mujeres-burlador de honras- terrateniente-comerciante-etc., fue el personaje de una apoca como también toco serlo a sU substituto -el macho burgués- que puso la honra de la familia por encima de todo valor nacional (siendo por lo general la virginidad de las mujeres su mayor presea) y consagro el hogar como reducto de su honorabilidad (2). Es de haber notar que este concepto de la virginidad y el honor de la familia a nuestra manera de ver y por experiencia de otros relatos, no es el predominante en la familia promedio, recordemos que el padre de Astrid es militar, lo cual le da otra connotación al concepto de honor y familia. Los tiempos han cambiado, la permisibilidad en materia sexual ha creado nuevos patrones de moral, se ha cambiado en algunos aspectos el concepto de sexualidad, la información en materia sexual ha dado algunos lucecitas sobre los derechos sexuales de la mujer, por lo menos en un sector de la sociedad. Esto no es casual, esa apertura se la debemos a los movimientos feministas, ecológicos, de defensa de la educación sexual, quienes desde diferentes trincheras han contribuido al análisis, reflexión y confrontación sobre la sexualidad. Sin embargo, el patrón medio, sigue dándole importancia a la virginidad, quizás no como honor de la familia, pero si como un atributo positivo femenino. Dentro de ese patrón medio, sumido en el mas absoluto oscurantismo están los encargados de atender a la mujer violada. Nos confesaba Astrid que la actitud de los hombres representantes de la autoridad fue agresiva, irónica, dubitativa. ¿Es usted virgen?; ¿que hacías en ese apartamento sola? ¿Eres mayor de edad? ¿Tienes novio?..." "Dudaban de mi sinceridad, dejando implícito en sus comentarios lo extraño de que una joven "virgen", "bonita", "atractiva", se quedara sola en un apartamento de un hombre provocando la situación". "Solamente cuando el informe de la médica forense corroboro mi confesión, ellos me trataron como una persona "digna" Sus comentarios y sus actitudes cambiaron: "perdón señorita", "¿quiere un cafecito?"; "¿se siente mejor?"; "no tema, aquí estamos para ayudarla"... (2) Felipe Carrera Damas. "¿Es usted un macho?". Publicaciones Seleven. Caracas. 1980. p. 155. El oscurantismo es aún mas palpable cuando observamos que nuestras leyes hacen una diferencia muy manifiesta entre "mujer honesta" y mujer "no honesta", valor moral que se le exige a la mujer para ser protegida, no ocurriendo as! para los hombres, para quienes tai designación no existe, en ningún lugar del código penal existe la referencia de la pureza u honestidad del hombre; e1 es protegido como ser humano, mientras la mujer viene a representar un "valor social" y no una persona. La Lic. Magally Huggins señala en su trabajo "Violencia Social contra la Mujer", que: El Código Penal es sexista define la forma tradicional y discriminatoria de la mujer. Cargado de estereotipos moralistas sustentados en una moral sexista opresora, que degrada los sexos y "genitalizando nuestra sexualidad y justificando, explícitamente o por omisión la oposición y no complementariedad de los sexos y la violencia sexual (3) Finalmente, como aún no hemos salido del culto al himen, es decir, a la himenolatría; la "técnica, el progreso y el cientificismo han resuelto el problema: reparar un himen es cuestión de segundos y de clase social. VIOLACION, CULPA Y VERGUENZA La serpiente ganó la partida... "Durante mucho tiempo sentí vergüenza, no quería que nadie supiera lo que me había ocurrido, porque creía que no me iban a apreciar igual..." "La vergüenza me ahogaba, sentía que era menos que cualquier mujer, que no era digna de andar igual que siempre, con mis hermanas". La culpa y la vergüenza son estados síquicos que se presentan en la mayoría de las victimas. Investigaciones realizadas demuestran la presencia de estos estados como constantes después de una violación. La superación de ello, depende de las condiciones personales de la mujer, del apoyo familiar, del apoyo de profesionales idóneos, afecto, amistad, comprensión. Lo relevante, es que se presentan tales traumas sicológicos en todos los casos. Resulta interesante señalar que al analizar la culpa y la vergüenza, encontramos que las mujeres siendo agredidas, contradictoriamente se sienten culpables, es decir, de agredidas pasan a ser agresoras. ¿Que elementos subyacen en esta contradicción? Retomando la discusión sobre la socialización de la sexualidad y su concepción sexista; podemos ver claramente cómo en el relato de Astrid se hacen conscientes los valores familiares. (3) Magally Huggins.'Violencia Social contra la Mujer". AVESA. Caracas. Multigrafiado. "Si no hubiera mentido a mis padres no me hubiese pasado nada. A lo mejor fue un castigo..." "Mi mayor malestar venia, porque había hecho algo en contra de mi educación, siempre que hacia algo sin la protección de mi papó y hermano, me sentía insegura y juzgada por los demás..." Desde niñas, las mujeres introyectamos una manera de valoramos como seres subordinados, incapacitadas de valemos, por nosotras mismas, necesitadas de los hombres para que nos defiendan y representen, etc., etc. Esta tradicional valoración queda patéticamente evidenciada en el relato de Astrid, donde los elementos religiosos juegan un papel preponderante (castigo por desobediencia a la autoridad). "Me cuesta mucho decir estas cosas, pero la verdad es que yo sentía en cierta forma como natural que ese muchacho, sabiendo que estaba sola, de noche, en su casa, se le ocurriera tai cosa..." ... "era yo como mujer quien me lo había buscado, por salir sola tan lejos de mi casa". Ver con naturalidad que un hombre no pueda controlar sus impulsos, es otra de las evidencias que demuestran la libertad que tiene el sexo masculino para dar rienda suelta a sus ímpetus, sin que medien los valores que operan en la socialización de la sexualidad de la mujer. Sentirse Astrid como un objeto, cosificada y enajenada, la lleva a racionalizar el peligro no como persona, que dentro de un elemental sentido común entiende que quedarse sola en una Ciudad y en un apartamento donde no conocía a nadie, era un riesgo; sino como objeto social, es decir, por ser exclusivamente mujer. "Es importante decides que la ayuda familiar es fundamental a pesar de que mi padre nunca lo ha sabido. Mi mamó y mis hermanos fueron el apoyo afectivo mas grandes; lo mismo que las terapias con buenos profesionales..." "Hoy en día comprendo todo lo ocurrido. He vencido la culpa y lo mas importante es que entiendo también que una violación, no es el problema de una sola persona sino un problema social; por ello a quien pueda contarle mi experiencia lo hago para ayudar". "Me atrevo a decir que entre una mujer violada y un violador, siento en lo humano mAs dolor por el violador, quien a fin de cuentas es el menos reflexivo, el que menos ayuda social va a tener y es la expresión de la parte oscura de la sociedad. La victima, si corre con suerte puede superar el trauma y a través de esa experiencia tan dolorosa, ayudar a otras mujeres". Esta conmovedora reflexión encierra una serie de aspectos que no podemos pesar por alto. En primer lugar, es muy importante la cercanía, ayuda y afecto que pueda brindar el núcleo familiar. El hacer sido excluido el padre de la verdad, nos parece una acertada decisión; conociendo las características de este superviril papó, compulsivo de los himnos, de las banderas, el honor, la patria y la familia. ...el proceso psicológico mediante el cual se forman los militares es uno de los mas significativos fenómenos de la compactación humana, quo pasa inadvertido en nombre de la 1ógica universal de todo ejercito. Este aparato no funciona sino sobre la base de un completo vaciado del individuo a partir del oral, se va configurando una mentalidad monolítica fundada en el conocido esquema de estimulo-respuesta. Semejante homogeneización tiene que estar fuertemente compensada por valores identificadores: la idea de "superioridad ; el sentido heroico de la vida, disciplina, la entronización de los valores patrióticos sobre todo bajo la cobertura de una continuidad con los "libertadores ; la Bandera, el Himno y el Escudo Nacional (4) La asesoría y ayuda que puedan brindar los "expertos" y terapeutas es vital. Lamentablemente no podemos obviar ni la formación, ni las creencias de estos especialistas, quienes en múltiples ocasiones distorsionan cargando a la victima de mayor culpa, vergüenza y confusión. Muchos han sido los testimonios que hemos recibido en nuestro quehacer cotidiano, donde la agresión, el irrespeto y el manejo inadecuado de los casos, originan verdaderos e irreversibles traumas, llevando a la victima a sufrir un síndrome conocido como "enfermar de terapeuta". A la luz de estas observaciones es meritorio resaltar la labor que llevan adelante especialistas y terapeutas con otra formación. Gente humana, deslastrada de mitos y antivalores, gente que ha repensado la vida. Nos referimos al equipo de AVESA (Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa); quienes con mucha mística y entrega han tratado con gran acierto el drama de la violación, además de estar siempre abierta a todas las búsquedas que tocan sus puertas. VIOLACION-VIOLADOR "El diablo anda suelto" ... "Creo que este tipo puede tener problemas sexuales, o mas bien creo que los hombres llevan el diablo por dentro, como decía mi mama..." El hombre tiene socialmente como atributo masculino la violencia, que le institucionaliza su poder sobre la mujer. La mujer tiene socialmente como atributo femenino la subordinación que le institucionaliza la culpa frente a la agresión del hombre. (4) Rigoberto Lanz. Op. Cit. p. 209. 90 Existe una cantidad de mitos en relación al violador, comúnmente se les cree sicópatas, negros, malandros, feos, ignorantes, etc. Lo que se conoce sobre violadores en nuestro país es muy exiguo. Los estudios realizados se concentran en una población perteneciente a estratos socio-económicos bajos. El resto de los violadores tienen cómo pagar el silencio, el perdón y la excarcelación. Esto ayuda al mito de la negritud, malandraje, pobreza, ignorancia. Lamentablemente, la realidad es otra y a través de los testimonios de miles de mujeres, es harto conocido que en su gran mayoría son hombres que se conducen dentro de los limites de la normalidad, profesionales, familiares o cercanos a las victimas, estudiantes, hombres que jamás reflejan ningún rasgo sicopático. En el caso de Astrid, el violador fue un estudiante avanzado de Ciencias Estadísticas, joven, buenmozo, bien vestido, clase media. La violación es un acto donde generalmente si se denuncia, se conoce es a la victima. Generalmente los agresores quedan impunes bajo la sombra del silencio, los mitos y la indiferencia de la justicia social. De allí, establecer en Latinoamérica una tipología sobre el violador, resulta difícil, las características que rodean el fenómeno social como: la mujer, su silencio y vergüenza, la injusticia social, el Código Penal prehistórico, determinan esa dificultad de conocer mas sobre los violadores. En otros países se han estableado tipologías, lo cual resulta poco significativo para nuestra realidad. . Astrid contaba: "...ó1 fue muy agresivo de palabra y de acción, me golpeó para someterme y luego continuó hasta vencerme..." El acto agresivo es la manifestación mas cruel del poder ejercido por el hombre. El proceso de socialización del varón esta marcado por la violencia como una forma de reafirmar su virilidad, su poderlo y territorialidad. "Demuéstrale que eres hombre" "Los hombres pegan duro" "¿Quien es el rey de la casa? tu papi" Valores machistas que incorpora el entorno social y que nosotras las mujeres nos encargamos de reproducir. ... "mientras yo mas resistía, e1 mas se enfurecía. Cuando decide ser pasiva y dejar hacer, el suavizó la agresión". Frente a la pasividad, el poder se reafirma y el machismo queda consolidado, es el ego-alter que obnubila la conciencia y fragmenta la personalidad. ... "e1 me decía insistentemente: dime que te gusta, dime que sientes, dime que eres mía, dime... dime..." Frente a un falso super-yo, se esconde un niño indefenso, que pide a gritos ser reforzado en sus afectos, que clama por seguridad, que desea sentir que lo sienten, un ser disminuido y fracturado en su mes profunda vida interior. ... "¿de que te asustas? Tu sabias que yo vivía aquí y que soy un hombre, ahora lo vas a poner con esas mariqueras..." Cinismo y manipulación para devolver a la mujer la culpa. Hacerla sentir provocadora de la situación, tentadora, el propio demonio. Se cumple aquí la perversa profecía, expresada en forma brillante por Cioram: Desde que separado del creador y de lo creado por culpa de la serpiente, el hombre se convirtió en individuo, es decir, en fractura y fisura del ser, y que asumiendo su nombre hasta la pro vocación supo que era mortal, su orgullo creció tanto como su confusión (5) La sociedad burguesa abrazada a las sotanas y a los rosarios dieron hasta siempre permiso al diablo para que ande suelto, poseyendo a los hombres, obnubilándoles su conciencia y responsabilidad. VIOLACION Y ACTITUD DEL MEDICO "Sufrir del medico" "La medica forense tuvo una actitud indiferente, como un caso mas de su ejercicio profesional. Fue muy fría frente a mi confesión. Mi dolor, mi llanto y mi sinceridad, no fueron pruebas suficientes y así me lo hizo sentir y saber..." "Cuando me di cuenta que quien iba, atenderme era una mujer, sentí un gran alivio. Respire y me sentí mes confiada, pues pensé que iba a entender por lo que estaba pasando..." Hemos hablado de la violencia, como un acto, reforzado y reproducido constantemente. Hoy, la violencia, ha tornado posesión en todos y cada uno de los intersticios de la vida. Vivimos dentro de un marco de violencia institucionalizada, donde el ejercicio de la medicina es un ejemplo cotidiano de lo que es la agresión social. Resulta interesante en la confesión de Astrid, que la agresión, la duda y la indiferencia partieran precisamente de una mujer. Una de las características mes resaltantes de nuestros profesionales, es la desvinculación total de la realidad. Pareciera ser que transitan mundos paralelos, la vida por un canal y la información por otro. En todos los diseños curriculares y especialmente en la carrera de Medicina, se habla de un eje integrador, precisamente para formar un individuo critico, reflexivo, transformador de la realidad. Simples discursos, vacíos, perversos y vehiculizadores de la ideología del poner. (5). E.M. Cioram. "La Caída en el Tiempo". Edit. Monte Avila. 1988. p. 17. El predominio de cierto tipo de mentalización (en detrimento del cuerpo y )a palabra) aseguran de antemano un régimen de verdad" que se reproduce incesantemente, como una precondición ,de la propia racionalidad científica. El modo de producción del conocimiento dominante, impone su propio criterio de verdad, en un circulo que se retroalimenta sistemáticamente. Un patrón de verdad, conocimiento verdadero, de nuevo el patrón de verdad y así sucesivamente.(6) Por mes que se quiera hacer creer que estamos formando, la vida cotidiana nos demuestra la verdadera formación del medico: insensible, lejano, irrespetuoso, deshumanizado, es decir un "tecnócrata de la medicina". Para quien el paciente es una cosa y su importancia va a depender, del valor social que representa el paciente ante el saber y la práctica medica. Valor social que ha convertido el acto medico en una vil mercancía. Para Astrid, no hubo palabras afectivas, consuelo, ni credibilidad. Ella solo representó un "caso mes". "La doctora solamente demostró credibilidad, cuando comprobó que hubo desfloración, golpes y desgarradura, cambiando entonces su actitud hacia mi..." La formación tecnocrática de la doctora, evidencia la credibilidad a través de un examen, y su actitud humana cambia frente a un valor: la virginidad. Llama la atención, como existen lugares comunes entre las personas encargadas de orientar y canalizar la violación. La medica forense tuvo la misma actitud de los funcionarios policiales. Astrid nos comentaba, que la medica le formu1ó el mismo tipo de preguntas y a través de su expresión no verbal las mismas dudas de los representantes de la Ley. Estas reflexiones de Astrid, nos traen a la memoria una experiencia vivida en nuestra actividad docente (XI Semestre de Medicina), con estudiantes próximos a recibirse de médicos. Organizamos una discusión y el tema central era la violación. Suponíamos que a este nivel las reflexiones iban a tener una valoración diferente a la que comúnmente se tiene sobre el tema. Nuestra sorpresa fue mayor, cuando evidenciamos que repetían, al igual que la forense, la misma receta aprendida y deslastrada de contenido social. Los estudiantes manejaban los mitos, creencias y valores del común. No hubo ninguna oposición que evidenciara una formación integral. Los estudiantes manifestaron, que james en su formación profesional alguien se habla permitido presentar la otra cara de la moneda. (6) Rigoberto Lanz. Op. Cit. p. 75. Sufrir de médico, es lo único que a través de la historia han ofrecido los galenos a la humanidad. !Pobre Hipócrates! BIBLIOGRAFIA CONSULTADA CARRERA D., Felipe.,¿Es Usted un Macho? Publicaciones Seleven. Caracas 1980. CARRERA D. , Felipe. Sexología de A a Z. Edit. Anafesi. Caracas 1989 HUGGINS Magaly “La Mujer Victima de Violación. Un Problema Social”. AVESA. (Multigrafiado). HUGGINS, Magaly. "Violencia Social Contra la Mujer". AVESA. (Multigrafiado) LANZ, Rigoberto. Razón y Dominación. Contribución a la Critica de la Ideología. U.C.V. 1988. LOPEZ, Josa R. El Culto a la Virginidad. Editores Vadell Hermanos. Valencia 1984. LUGO , Carmen. Machismo y Violencia. Edit. Nueva Sociedad. Caracas 1989. p. 219. MONZON, Ana S. "El Machismo. Mito de la Supremacía Masculina". Revista Nueva Sociedad Nº 93. Edit. Nueva Sociedad. 1988. p. 148. PAPPATERRA, Nely. Notas Sobre la Violación en la Republica Dominicana. Edit. Aries Gráficas Profesionales. Santo Domingo, Republica Dominicana. 1988. TORO B., Olga. "Violencia, Sexualidad y Violación: una Mirada Critica". Centro de Información y Recursos para la Mujer. Bogota, 1987. (Multigrafiado). VEGA, Magaly. 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