GES: ALCOHOL Y DROGAS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES. EPIDEMIOLOGÍA: PREVALENCIA DE VIDA DE CONSUMO DE OH: 62,85%. PREVALENCIA DE CONSUMO DE ÚLTIMO AÑO: 54,71%. PREVALENCIA DE CONSUMO EN ÚLTIMO MES: 31,56%. El OH es la droga de mayor consumo en escolares de nuestro país. PREVALENCIA DE VIDA DE CONSUMO DE MARIHUANA: 38,9%. PREVALENCIA DE CONSUMO DE ÚLTIMO AÑO: 6,5%. PREVALENCIA DE CONSUMO DE ÚLTIMO MES: 2,32%. Un 28% del total de consumidores problemáticos corresponden a adolescentes entre 12 - 19 años, 58.736 personas, y sólo un 10,3% refiere requerir tratamiento, es decir, 6.075 adolescentes. ( Sexto estudio nacional de drogas en población general. 2004 ). Contemplando los niños y adolescentes institucionalizados en SENAME, se estima una población de alrededor de 11.500 adolescentes beneficiarios GES. En el quinto estudio nacional de consumo de drogas en la población escolar de Chile, 2003, se encontró que la mediana de edad de inicio del consumo de drogas en población general era: 17 años para marihuana. 19 años para pasta base. 21 años para cocaína. PREMISAS: EL CONSUMO DE OH Y DROGAS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES TIENE UNA SIGNIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS ESPECIFÍCAS DIFERENTES AL CONSUMO EN LA ETAPA ADULTA. A.- El patrón de uso y dependencia a sustancias es distinto: En esta etapa se produce frecuentemente el inicio del uso, abuso y la dependencia a la sustancia ( Compton et al. 2005). Mayor tendencia al abuso de múltiples sustancias. El uso de sustancia se encuentra altamente influido por las conductas de su contexto familiar y de pares ( Clark 2004). Una vez iniciado el consumo, y a veces sin pasar por un abuso, los adolescentes pueden escalar en una rápida progresión a la dependencia (Clark 2004; Winters 1999). El síndrome de dependencia a sustancias posee características clínicas diferentes entre adolescentes y adultos, Fulkerson et al. 1999; Harrison et al. 1998 han evidenciado que: • • • • El síndrome de abstinencia es raro en este grupo etáreo. La tolerancia tiene baja especificidad para el diagnóstico de la dependencia. Los problemas de salud físicos asociados al uso de sustancias no son tan frecuentes como en los adultos dependientes a OH. El abandono de actividades habituales para utilizar OH puede no estar presente en adolescentes dependientes. B.- Problemas derivados del consumo: Presentan menos acumulación de problemas médicos que los adultos portadores de igual diagnóstico ( Clark 2004; Mack and Frances 2003), hecho que podría incidir en una menor motivación al cambio por parte de los adolescentes. Al estar en los comienzos adictivos los adolescentes tienden a ver más las ventajas que las desventajas del consumo ( Monti et al. 2001). El consumo perjudicial o la dependencia en adolescentes pueden afectar el logro de una serie de tareas propias de esta etapa del desarrollo, las que de no cumplirse significarían una merma en el desempeño sicosocial posterior del sujeto (Monti et al. 2001). C.- Desarrollo biológico del adolescente: Uno de los aspectos críticos en el desarrollo de los adolescentes es el cerebro, que atraviesa un profundo proceso de maduración en la cual pueden verse afectadas funciones que dependen en gran medida del lóbulo frontal, tales como el control de impulsos y el manejo de estados motivacionales ( Champer et al. 2003). Variables a considerar en el análisis de estrategias de intervención: Género.. Vulnerabilidad social. Etnia. Etapas de la adolescencia. Conflicto con la justicia. ADOLESCENCIA Y DROGAS. • • • El primer objetivo del consumo de sustancias en la adolescencia, es la curiosidad y luego el placer Afortunadamente muchos de los adolescentes se dan cuenta que la satisfacción es momentánea. Los que continúan con el consumo indicarían una segunda gran motivación, la del “soporte artificial”, es decir, adolescentes que no encuentran en su vida personal o relacional, en sus actividades cotidianas o en sus reflexiones propias, los medios para relajarse, y sólo lo hacen mediante un producto químico que les aportaría los espacios y los recursos necesarios que no encontrarían en sus vidas a través de medios naturales. El uso de drogas, puede tener una significación común: proteger un yo demasiado frágil, enfrentado a sentimientos ansiosos o depresivos demasiado intensos. (Marcelli-Braconnier, Psicopatología del adolescentes, 1996) ¿Cuál es el lugar que ocupa el Uso de la droga en el mundo del Adolescente? (MARCELLI y BRACONNIER, 1996) “L’Adolescence aux mille visages”1998. CARACTERÍSTICAS Efecto buscado Modo social consumo Escolaridad de Actividades sociales Factores de riesgo Individual Factores de riesgo Familiar TIPO DE CONSUMO RECREATIVO AUTOTERAPEUTICO Euforizante En grupo ADICTIVO Anestesiante Solitario y en grupo Escolaridad Habitual Conservadas Ansiolítico Solitario +++ (en grupo) Abandono escolar paulatino Limitadas Ausentes Presentes Presentes Ausentes Ausentes o presentes Presentes Deserción escolar Marginales Otros autores han vinculado el consumo de OH y drogas con las carencias afectivas (Spitz) y como la situación de angustia interaccional genera estructuras síquicas detenidas, atrofiadas, desintegradas (Aubry). Experiencias de Abandono (Chartier,1997) Dimensión depresiva Autoagresión y conductas internalizadas • • Dimensión Psicopática Heteroagresión y conductas externalizadas FRAGILIDAD YOICA (Kalina,1999) Aquellos que han sufrido grandes frustraciones, que han lesionado su YO, debilitando y distorsionando sus posibilidades de un normal funcionamiento. • Tienen más problemas para aceptar sus limitaciones, su finitud, por eso cuando tienen que enfrentarse a situaciones que experimentan como terribles, se refugian defensivamente en sí mismos. • Generalmente, su mundo interno está muy dañado, carente de objetos buenos internalizados (que ayuden a encontrar sentido a la vida) es decir, un mundo interno desilusionante • Su sensibilidad a la oferta externa de substancias o soluciones “mágicas” que les brinden ilusiones aumentan peligrosamente. PERFIL GENERAL DE LOS CONSUMIDORES ADOLESCENTES (Arbex, 2002). Inicio a edades tempranas, estables en lo personal realizan alguna actividad normal (estudio o laboral), conviven y dependen de la familia, uso social de sustancias con un consumo ligado a sus contextos de tiempo libre Con policonsumo (sobre todo alcohol, cannabis y estimulantes), Con poca percepción de riesgos Con alta percepción de control con una percepción del uso de drogas como algo masivo y muy extendido en su generación Diagnóstico basado en CIE-10 (F10- F19), incluye tanto el consumo perjudicial como el síndrome de dependencia: Consumo perjudicial: Forma de consumo de alguna sustancia sicoactiva que causa daño a la salud. El daño puede ser físico ( ej. Hepatitis) o mental ( ej. Trastornos depresivos secundarios), incluido el deterioro del juicio o alteraciones del comportamiento. Debe existir pruebas claras que el consumo de una sustancia ha causado o contribuido al daño y que el consumo ha persistido por lo menos un mes o se ha presentado en reiteradas ocasiones en un período de un año. Dependencia: Conjunto de manifestaciones físicas, conductuales y cognitivas, que demuestran que el consumo de una o más sustancias adquiere, para la persona afectada, una prioridad desproporcionada con relación a otras conductas que antes tenían mayor valor. El aspecto clave de la dependencia de una droga no es la existencia del problema sino más bien la incapacidad de abstenerse del consumo de la droga a pesar de ser consciente de las dificultades que ésta acarrea. Para establecer el diagnóstico de dependencia es necesario que hayan estado presentes simultáneamente 3 o más de los siguientes criterios (persistentes durante al menos un mes o en forma repetida en un período de 12 meses): 1.- Deseo intenso o compulsivo de consumir la sustancia. 2.- Dificultades para controlar el consumo de la sustancia, sea con respecto a su inicio, a su finalización o a su magnitud. 3.- Estado fisiológico de abstinencia al detener o reducir el consumo de la sustancia, puesto de manifiesto por el síndrome de abstinencia característico de esa sustancia o por el consumo de la misma sustancia ( u otra muy parecida), con la intención de evitar o aliviar los síntomas de abstinencia. 4.- Presencia de tolerancia, que hace que sean necesarias mayores dosis de la sustancia sicoactiva para lograr los efectos producidos originalmente por dosis menores. 5.- Abandono progresivo de otras fuentes de placer y de diversión a causa de la sustancia sicoactiva y aumento del tiempo necesario para obtener o tomar la sustancia, o para recuperarse de sus efectos. 6.- Persistencia en el consumo de la sustancia, pese a la existencia de pruebas evidentes de sus consecuencias perjudiciales. GES: OH Y DROGAS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES. ROL DE LA ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD. Detectar los problemas asociados al consumo de OH y drogas en adolescentes, tanto en los consultantes espontáneos como en la población en riesgo (familia con adolescente consumidor), así como el trabajo en red con escuelas, organismos comunitarios, programas de prevención de OH y drogas, equipos de SENAME, CONACE, ONGs, juzgados y otras instituciones. En los adolescentes que no presenten un Trastorno mental y del comportamiento debidos al consumo, el equipo de salud general debe realizar las actividades preventivas necesarias. El equipo de salud general, al detectar adolescentes con problema de sustancias y realizar un diagnóstico inicial, su rol, comprende también: Realizar acogida. Llevar a cabo una entrevista motivacional. Efectuar atención por problemas de salud física. Confirmar diagnóstico de consumo perjudicial o Dependencia. Efectuar Plan ambulatorio básico. Favorecer la participación en Grupos de autoayuda. Mantener a lo largo del tiempo una adecuada relación con el adolescente, velando por la continuidad del tratamiento y su reinserción en la comunidad. Realizar derivación asistida al equipo de salud mental y siquiatría cuando corresponda. CONFIRMACIÓN DIAGNÓSTICA: El médico general hace el diagnóstico integral, estableciendo el consumo perjudicial o la dependencia a OH y drogas, de acuerdo a los criterios CIE-10, incorporando al adolescente a plan ambulatorio básico o derivándolo a equipo de salud mental y siquiatría con el objeto de complementar el diagnóstico integral y efectuar un tratamiento de mayor intensidad. Se requiere la revisión del caso en conjunto con un especialista de salud mental (consultoría de salud mental) El diagnóstico debe considerar, además de la entrevista con el adolescente, la información obtenida de otras fuentes. En caso de duda de consumo reciente se debe efectuar un examen toxicológico. Los profesionales que brindan la atención, requieren: a.- Ampliar su mirada más allá de la presencia de patología en los usuarios y se permitan descubrir y respetar los recursos y competencias personales de ellos. b.- Superar su rol de expertos diagnosticadores y etiquetadores de la realidad del otro, situarse como colaboradores y acompañantes en la construcción de nuevos significados personales de los usuarios. c.- Ser auténticos en su postura empática e interés por la persona, siendo capaces de diferenciar a la persona de su comportamiento. d.- Reconocer e incorporar que su rol de colaboradores y acompañantes de los usuarios trasciende lo técnico y los involucra como personas, debiendo por lo tanto hacerse cargo de su propia salud. (extraído de Modelo de intervención en personas con consumo problemático de sustancias sicoactivas, recluidas en los establecimientos penitenciarios chilenos, 2006) Diagnóstico Integral: Dos dimensiones Ligada al consumo Ligada al compromiso biosicosocial Edad de inicio Sustancia consumida Frecuencia actual Continuidad del consumo Socialización del consumo Vía de administración Consecuencias Criterios de dependencia Motivación al consumo Salud física y mental Desarrollo sico-emocional y tareas evolutivas Familia Reparación Socialización y modulación de conductas transgresoras Integración social Criterios para establecer derivación a planes de tratamiento La comorbilidad con otra Enfermedad Mental Familia Multi-Problemática Esquizofrenia o Psicosis de larga evolución Depresión Grave Trastorno Bipolar Cuadro Orgánico Grave Retardo mental Trastornos del Desarrollo Graves Trastornos del Comportamiento Graves Se han perdido los roles y figuras de autoridad, No existe un reconocimiento del hijo o hija, Existe cesantía permanente, Falta de cohesión, VIF o maltrato, Alcoholismo y/o consumo de drogas Enfermedades mentales en algunos o todos sus miembros. TRATAMIENTO. PRINCIPIOS GENERALES. La evidencia empírica sobre tratamiento en adolescentes dependientes afirma categóricamente que es mejor tratar que no tratar a quienes sufren este problema (Bukstein 2004). Los programas de tratamiento deben considerar las variables propias de esta etapa del desarrollo, los grupos específicos, las fases con distintos objetivos, intensidades y profundización. Además se debe enfatizar en las barreras que dificultan el acceso como la mantención del tratamiento. TRATAMIENTO. AMBULATORIO BÁSICO. Adolescentes que presentan un consumo problemático de riesgo moderado, sin una enfermedad mental severa, y compromiso biosicosocial moderado, que desempeñan una actividad educacional parcial o total y cuentan con apoyo familiar. INTERVENCIONES: 1.- Entrevista motivacional. 2.- Terapia cognitivo conductual. 3.- Intervenciones familiares. 4.- Desintoxicación ambulatoria. 5.- Consejería individual y grupal. 6.-Tratamiento de enfermedad mental leve o moderada. 7.-Intervenciones recreacionales. 8.- Sicoeducación. 9.- Terapia farmacológica cuando corresponda. 10.- Intervenciones sicosociales en la comunidad. 11.- Consultoría de salud mental. 12.- Derivación asistida a Grupos de autoayuda. La duración del plan y la frecuencia de las intervenciones deben adecuarse a las necesidades de cada adolescente y deben estructurarse en un plan individual. La duración óptima para la mayoría de los adolescentes es de 6 meses, con una frecuencia de 2 a 3 días por semana y sesiones de 3 a 4 horas de duración. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO. Constituye un pilar dentro del tratamiento integral, no se realiza sin las otras intervenciones. El abordaje de las dependencias en adolescentes debe incluir la administración de medicamentos debidamente prescritos y monitoreados. Está indicado el uso de BDZ para el tratamiento del síndrome de dependencia a OH en adolescentes. Se deben tratar las enfermedades mentales de los adolescentes con consumo perjudicial/dependencia del mismo modo como se tratan los pacientes sin abuso de sustancias. Los adolescentes con patología dual deben recibir tratamientos integrados.