EXCEPCIÓN “NON ADIMPLETI CONTRACTUS”

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EXCEPCIÓN “NON ADIMPLETI CONTRACTUS”
Miércoles, 29 de Junio de 2011 14:19
EXCEPCIÓN “NON ADIMPLETI CONTRACTUS”
La jurisprudencia ha distinguido, entre la exceptio non adimpleti contractus y la exceptio non rite adimpleti contractus, distinción
que se ha basado en la gravedad del incumplimiento.
La llamada exceptio non adimpleti contractus enerva la reclamación hasta que no se realice la prestación de la contraparte, como
cabe ver en numerosas sentencias del Tribunal Supremo.
La excepción requiere que se trate del incumplimiento de una obligación básica (Sentencias de 28 de abril de 1999, 26 de junio de
2002 y 3 de diciembre de 1992) y no basta el cumplimiento defectuoso de la prestación, ni el incumplimiento de prestaciones
accesorias o complementarias (Sentencias de 22 de octubre de 1997, 17 de marzo de 1987 y 20 de junio de 2002), pues el contratante
que pretenda ampararse en la excepción ha de probar que el daño originado por el incumplimiento del demandante, frente a quien se
ejercita la excepción, tiene suficiente entidad (Sentencias de 12 de julio de 1991, 10 de mayo de 1989 y 17 de febrero de 2003).
De otra suerte, estaríamos ante supuestos de defectos que, no haciendo la prestación impropia para su destino, habrían de dar lugar
a subsanación por la vía de reparación in natura o por reducción al precio, que alguna sentencia califica como "cumplimiento por
equivalencia
"
(Sentencia de 15 de marzo de 1979). Se trata de incumplimientos o de cumplimientos defectuosos que carecen de entidad para
justificar que el contratante que los sufre pueda acudir a la resolución (Sentencias de 8 de junio de 1996, 22 de octubre de 1997, 30 de
enero de 1992, 24 de octubre de 1986, 13 de abril de 1989, 27 de marzo de 1991, 21 de marzo de 2003, 12 de junio de 1998, entre
otras).
La cuestión, a partir de la constatación de este tipo de deficiencias, carencias o imperfecciones de la prestación, consiste en saber si
tales defectos, o el incumplimiento de deberes accesorios, instrumentales o complementarios, puede justificar que el otro
contratante, acreedor de la prestación de que se trate, puede suspender la que le corresponde hasta en tanto haya efectuado la
contraparte la subsanación (acepte la reducción de precio, o se avenga a realizar la conducta apropiada para llevar a efecto la
reparación o reposición, etc.).
Solo la distinción entre una excepción que faculte para suspender la propia prestación y otra que no alcance este efecto justifica, a
criterio de la Sala, la diferencia entre las llamadas exceptio non adimpleti y exceptio non rite adimpleti contractus. Ambas tendrían,
así, el efecto común de producir la valoración de la gravedad del incumplimiento. En ambos casos no estaríamos ante un efecto
resolutorio, con los consiguientes efectos sobre la
mora debitoris
de las obligaciones sinalagmáticas, de cuyo régimen se ocupa el párrafo final del artículo 1100 CC.
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