y especie de involución fatalista, de naufragio ineludible. Podría ser, pero el testigo únicamente dice lo que ve -o cree ver- y lo que es -o cree ser. La realidad, en definitiva, es básicamente cuestionable, y sólo de su cuestionamiento surgen sus posibilidades de cambio, su mejoramiento --o empeoramientoeventual. Musil habla del hombre real -con atributos-- y del hombre, diríamos, "posibilitantei ' -sin atributos. En otras palabras, del hombre dentro del status y del hombre fuera de él, aunque sea por reacción a su propia inmersión en un medio que lo convierte en out sider. Sainz mira las cosas desde este ángulo, y así las expresa en Obsesivos días circulares. Por eso el final, tan ama'l"go y aparentemente pesimista, de su novela: "De generación en generación las generaciones se degeneran con mayor degeneración", el mismo que va repitiéndose hasta el infinito, aumentándose en volumen, amplificándose, hasta terminar en una enorme G que es como la afirmación de que lo que resta, en definitiva, es el principio, la evolución constante y dialéctica de las generaciones y la espera de las que vendrán, el recomienzo de un círculo del que todos somos responsables. Gustavo Sainz, Obsesivos días circulares. Editorial J oaquÍn Mortiz, colección Novelistas Contemporáneos, México, D. F., 1969, 266 páginas. un modelo para el estudio de la clase dominante Por Arturo Anguiano La investigación de las clases sociales, constituye una cuestión central para el conocimiento de la sociedad capitalista contemporánea. Su importancia aumenta cuando se trata del estudio de una clase que ha extendido su dominación a todos los países que, de una u otra forma, son eslabones del sistema capitalista internacional, en su época de decadencia. Esta importancia se explica, pues en tal sistema todas las naciones integran un todo cuyas partes se encuentran interrelacionadas e interconectadas. De esta manera, para conocerlo, en su conjunto o en alguna de sus partes, no se pueden aislar algunos de sus elementos y olvidar a los demás, puesto que obtendríamos una visión deformada y parcial. Quienes en América Latina se interesan por conocer realmente la formación socio-económica de nuestros países, no pueden olvidar lo anterior, ya que el carácter de naciones dominadas les imprime una dependencia que determina y conforma de modo peculiar su estructura interna y sus relaciones sociales. Lo mismo podemos decir de los países dominantes. William Domhoff, estudioso norteamericano, nos ofrece una visión clara y precisa de la clase dominante de su país. En su libro, é· Quién gobierna Estados Unidos?, intenta demostrar (y lo logra brillantemente) la existencia de "un grupo social observable, diferenciado, cuyos miembros actúan entre sí, con límites más o menos definidos" y que constituye una "clase nacional superior" que es, al mismo tiempo, una "clase gobernante". El autor expresa una preocupación especial por utilizar un lenguaje y una terminología "neutros", ya que no quiere aparecer "endeudado" con ninguna teoría sobre el desarrollo histórico, la estructura de la sociedad o el futuro de la humanidad; pero, como podremos ver, tal pretensión se convierte en una mera cuestión semántica, coincidiendo, en gran medida, sus conceptos esenciales y. su metodología con una muy determinada teoría. Domhoff, rechaza el término "clase dominante" (aquí es importante hacer notar que en la edición española ruling class -clase dominante- es traducido como "clase dirigente", el cual no se apega al original ni expresa su verdadero significado. Este término es impreciso, erróneo y crea confusión, pues no existe, como da a entender, una clase que "dirige" y otras que son "dirigidas", sino una que domina a todas las demás. "Dirección" y "dominación" son términos con significados completamente dis- tintos. Cfr. la edición inglesa: Who rulel America?, Prentice-Hall, Inc. Englewood Cliffs, New Jersey, 1967; p. 3) v prefiere utilizar el más "neutro" de "cl¡se gobernante". Ésta es, para él, "una clase social superior que posee una parte desproporcionada de la riqueza de la nación, recibe una cantidad desproporcionada del ingreso anual de un país y proporciona un número desproporcionado de sus miembros a las institucio. nes rectoras y a los grupos que deciden los destinos del país" (p. 11). En esta definición, podemos observar algunos elementos esenciales: a) la posesión de los medios de producción que determina la estructura económica de la sociedad y las relaciones sociales; b) las sobreganancias capitalistas que se embolsa la clase superior, como resultado de su propiedad; y c) el control, por dicha clase, del poder político que (esto lo decimos nosotros) posibilita el mantenimiento de su dominación, mediante la "generalización" o "universalización" de los intereses de esta clase a todas las demás que integran la sociedad, esto es, imponiendo el interés de la clase superior como el de la sociedad en general. lQuién gobierna Estados Unidos? está dedicada íntegramente a demostrar, a lo largo de todas sus páginas, la existencia en ese país de la clase superior go· bernante, que comprende aproximada. mente el 0.5% de la población. El método de investigación de Domhoff, es el que él llama de "sociología del liderazgo", y consiste, esencialmente, en estudiar los antecedentes sociológicos de los miembros de los grupos dirigentes y de las instituciones y asociaciones que ejercen gran influencia en cierta clase de cuestiones y poseen facultad de decisión, para saber si forman parte o no de una determinada clase socio-eeonómÍ· ca; especificando, de manera estricta, el objeto y los límites de los poderes de los grupos, instituciones y asociaciones con· siderados (en toda la obra se puede ob· SI h p: ni di "e ur "a cu qL (p qu sUI no COl su ob~ (p; pal cla a , "m dre din det req sidl Y1 con bro ten' ma mu) mat a lo nue' nes' más cied tua! que, cioll fectl sidel CiOn U estuI de 1< a lo neth man vare' Dorr cual gran y las Jan I yoría supe] empl cioni se!eCi do TI tadm señal de la de 1: grupc dispu tores Contr servar esta metodología, pero el autor habla específicamente sobre ella en las páginas 12-14 y 203 Y ss.). El autor pasa revista a las insti.tuciones sociales que se encuentran en la base de la clase superior y que constituyen su "columna vertebral": escuelas privadas, universidades elitarias, hennandades "apropiadas", casinos, organizaciones culturales, etc. Examina las fonnas en que nuevos miembros ingresan a la clase (pp. 34-36) Y comprueba, de este modo, que los límites inferiores de la clase superior no son, como consideran algunos teóricos, vagos, sino relativamente concretos; mostrando, al mismo tiempo, su cohesión nacional -reconoce, no obstante, sus contradicciones internas (pp. 37, 38, 41, 43, 55). Más adelante, detennina los criterios para identificar a los miembros de la clase estudiada. Como son la asistencia a ciertas escuelas privadas y a clubes "muy exclusivos". U na persona cuyo padre haya sido empresario millonario, director o abogado de una compañía con determinados ingresos, y si cumple los requisitos anteriores, también puede con· siderarse miembro de la clase superior. y si el individuo considerado se casa con una persona definida como miembro de dicha clase, confonne a los criterios anteriores, forma parte de la misma (aquí comenta el autor, lo que es muy importante, que la "cooptación por matrimonio es uno de los medios gracias a los cuales la clase superior ... infunde nuevos talentos e inteligencias a sus fines", p. 54). Menciona otros criterios más que son muy peculiares de la sociedad norteamericana. El rigor intelectual del autor, lo obliga a. manifestar que, por supuesto, "ningún índice sociológico tiene probabilidades de ser perfecto" (p. 55), pero, sin embargo, considera que los criterios señalados proporcionan una noción bastante aceptable. Uno de Jos temas más importantes que estudia, es el de la propiedad y el control de las grandes empresas. Contrariamente a los estudiosos que, como John Kenneth Galbraith y Ralf Dahrendorf, afirman, en el sentido de que existe un divorcio entre los gerentes y los accionistas, DornhoH averigua la clase social a la cual pertenecen los directores de las grandes empresas industriales, los bancos y las compañías de seguros, que controlan la economía, y constata que la mayoría de ellos son miembros de la clase superior. Respecto a los que son simples empleados, observa que los mayores accionistas participan activamente en su selección, pudiendo destituirlos "cuando no están satisfechos con los resultados de la compañía" (p. 73). También señala que "la vastedad de la economía de las grandes compañías y la pequeñez de la clase superior explica que este grupo social no tiene más hombres ... dispuestos o capaces... para ser directores de grandes empresas. Los gerentes Contratados son necesarios y sirven a los otra ve% sobre la muerte de trotsky Entre los premios europeos de literatura, el Fémina 1969 fue concedido a un escritor español proscrito en España. Hijo de exiJados, de un republicano gobernador en Toledo en los años anteriores a la guerra civil, y refugiado desde su comienzo. Jorge Semprún, que era entonces un adolescente, vio en las provincias vecinas el asesinato masivo de trotskistas del Partido Obrero de Unificación Marxista, por manos comunistas. Conoció el ambiente en que creció y se forjó la mentalidad de quien habría de ser el asesino de León Trotsky. A los cuarenta y cinco años de edad y al cumplirse el trigésimo del asesinato, Semprún ha ya producido una obra que revela a un hombre comprometido totalmente en la lucha política. El éxodo no le ha dejado, sin embargo, ninguna huella de amargura, sino todo lo contrario. Al ser expulsado del Partido Comunista español en 1965 su fe en los principios generales del marxismo se ha fortalecido; no así su lealtad al control burocrático y centralista ejercido sobre las organizaciones comunistas desde el exterior. Tampoco estuvo de acuerdo con su partido, sobre el que se ejerce más claramente la influencia de la URSS, ni con las críticas a la posición china. Ha destacado como escritor cinematográfico. Ha sido llevado a la pantalla con un guión suyo, La guerre est tinie ("La guerra ha tenninado"), dirigida por Alain Resnais. Su protagonista -Yves Montandes un hombre de acción que lucha en contra del fascismo. El guión de Z ha salido también de su pluma. La segunda muerte de Ramón Mercader es la novela premiada. Se trata de una meditación sobre la realidad revolucionaria, política e histórica de los últimos años. Es una reflexión novelada semejante a Ironías de la historia, de Isaac Deutscher. Con la habilidad de quien escribe una trama de novela policiaca o de espionaje más bien, plantea su tema: el desdoblamiento de personalidad. Un militante del partido que termina siendo agente de infonnación, o la historia verídica de Ramón Mercader, el espía comunista que asesinó a Trotsky, y la otra vida de un Ramón Mercader elaborado en la imaginación del autor, pero no como personaje arbitrariamente hecho, a capricho, sino dentro de la lógica del engranaje que ayudó a aniquilar la República Española con la ola de crímenes desatada. El recuerdo de Andrés Nin aún está vivo en la clase obrera española. Se espera una gran difusión de este libro en España, cuando sea nevado de Francia. Jorge Semprún se define a sí mismo como comunista, pero conscientemente al margen del partido. l' I -Gastón Pardo Pérez intereses de los miembros de la clase superior" (p. 85). De aquí la importancia de la cooptación de los gerentes "afortunados". "El gerente se hace millonario", dice, y lo demuestra. (Sobre esta cuestión, véanse los interesantes puntos de vista de E. Mandel, Tratado de economía marxista, t. Il, México, 1969; pp. 157-159). También investiga, el autor, el papel de los bancos principales (a los que considera la "liga del sistema económica"), las compañías de seguros y las más grandes empresas, llegando a la conclusión de que sus "juntas directivas entrelazadas muestran... que hay una economía nacional de los grandes negocios que es controlada por el mismo grupo [la clase superior] de algunos miles de individuos" (p. 84). En el capítulo sobre la fonnación de la política norteamericana, analiza la función de las asociacio- nes que tienen "ascendiente en el gobierno y la opinión pública en los problemas importantes" (p. 93), las fundaciones, las universidades y los "medios de masa", comprobando que las más destacadas de ellas se encuentran "íntimamente entrelazadas entre sí y con la economía de las grandes compañías" (p. 94). En fin, en los siguientes capítulos muestra rigurosamente el control que posee la clase superior de: el poder ejecutivo, los militares, la CIA, el FEI y los partidos políticos; y detennina la influencia (no control) que ejerce en el poder legislativo y en los gobiernos locales. Por cierto, la cuestión de los militares es, también, central. Wright MilIs (La élite del poder, México, 1963; pp. 190 Y ss.) les atribuyó una trascendencia excesiva. Según él, han negado a poseer una "autonomía considerable" y 9 "gran influencia" entre sus colegas económicos y políticos; tienen medios para ejercer su poder en zonas de la vida de KU. que eran dominios civiles; y "actúan en una nación cuya élite y cuya población de base han aceptado. . . una definición militar de la realidad". Los "señores de la guerra", sostiene, históricamente "han tenido pocas e incómodas relaciones dentro de la élite del país; ahora [sin embargo] ya son primos her-' manos y no tardarán en ser hermanos mayores". Domhoff, rechaza esta tesis equivocada y corrige a Mills, explicando los factores que determinaron tal apreciación errónea; reduce la cuestión a sus justas proporciones y demuestra que los "señores de la guerral ' no poseen ninguna autonomía ni iniciativa política, siendo controlados por la clase superior y subordinados a ella. (Paul Sweezy realiza una crítica similar, véase Élite y clase dominante, Buenos Aires, 1964; pp. 55-62.) No obstante, concluye Domhoff, "constituyen un elemento importante de la élite del poder en tiempos de crisis" (p. 187). Una cantidad abrumadora de datos y ejemplos apoyan cada una de las afirmaciones de William Domhoff. Su forma sistemática de exposición y la profundidad de su análisis, se hace notar en cada una de las páginas de este magnífico libro. Su concepto central, "clase nacional superior gobernante", es plenamente ratificado de una manera concreta. Sin embargo, en el análisis de Domhoff, observamos una falla que ensombrece e inclusive vuelve un poco unilateral su trabajo. Esta falla se relaciona con lo que afirmábamos al inicio de estas notas. Esto es, al leer su libro, uno no sabe si la clase dominante ("gobernante") que examina forma parte o no de un sistema internacional. Se abstrae a los Estados Unidos y se olvida su cohe- sión e interdependencia con la economía y la política de todo el sistema imperialista mundial: El capitalismo de los monopolios, con la reducción de los campos internos de inversión y la sobreproducción periódica, tiene necesidad de buscar una salida en otros países en donde pueda obtener una sobreganancia "apropiada", con lo que el capital se internacionaliza, se crea una verdadera división mundial del trabajo y todas las naciones se vuelven interdependientes entre sí, bajo la hegemonía de los países imperialistas (principalmente la potencia central: KU.). "El imperialismo es la política de expansión internacional y económica del capitalismo de los monopolios" (Mandel, op. cit., p. 70. T~m­ bién cfr. H. Magdoff, La era del 1mperialismo, México, 1969; pp. 15, 16,23, 163 etc.), por lo que existe una complet~ unidad "entre la economía interna, la actividad económica externa de la industria y las finanzas, los militares y la diplomacia internacional" (Magdoff, op. cit., p. 197), que se deriva del carácter y funcionamiento del sistema mIsmo. De este modo, los grandes monopolios, propiedad de los miembros de la clase superior, extienden su dominación y control, en diversos grados y bajo distintas formas, a todos los países, desarrollados y "subdesarrollados", que conforman el sistema imperialista, por lo que es natural que tal situación tenga .. una enOrme influencia en la estructura interna de Estados Unidos y, consiguien. temente, en la configuración de sus clases sociales. No obstante, la obra de Dornhoff nos ofrece una visión que puede completarse con otras investigaciones ya escritas, las cuales precisarán nuestro conoci. miento de la "clase gobernante" de la fundamental potencia capitalista. Pero, {Quién gobierna Estados Uni. dos? no es solamente el estudio de la clase dominante norteamericana. Es tamo bién, un modelo de in-vestigacián que puede ser utilizado provechosamente en otros muchos países. En México, por ejemplo, en donde toda nuestra historia moderna debe ser reescrita con un crite· rio científico, y en donde las cuestiones esenciales que conforman la estructura (económica-social-política) de la nación, son completamente ignoradas, tal modelo viene a ser una invitación al estu· dio, a la investigación; investigación que no puede postergarse por más tiempo: porque si nuestro desconocimiento de la realidad nacional y de su historia (puesto de relieve por J ean A. Meyer, en su documentada ponencia sobre la "Histo· ria de la vida social'\ en la Tercera Reunión de Historiadores Mexicanos y Norteamericanos) es enorme, la necesi· dad de superarlo lo es más todavía. Williarn Dornhoff, ~. Quién gobierna Estado! Unidos? Siglo XXI, editores, México, 1969. , re%%orl: viva marl" Desde que Lillian Ross escribió su novela-reportaje Picture sobre la filmación de una película de John Huston, quedó demostrado que un rodaje puede resultar más fascinante que la propia película proyectada en la pantalla. Rezzori, que se ha hecho famoso como novelista, satírico, crítico social y actor aficionado, relata en este libro el rodaje de un film que causó sensación incluso antes de su estreno. Su amigo, Louis Malle, le pidió que interpretara el papel de prestidigitador en Viva María, película que pensaba rodar en México, y que, además, llevara un diario de rodaje. Esto metió a Rezzori en un espléndido conflicto entre la objetividad y la amistad: el clima y ambiente mexicanos, acentuaron todavía más la excentricidad de los artistas y aumentó las dificultades del trabajo, hasta desembocar en un palpable nerviosismo general. Las protagonistas eran las dos estrellas más resplandecientes del cine francés: Brigitte Bardot y Jeanne Moreau. Pronto se confirmaría el temor general y esta primera actuación conjunta acabaría en cruelísima rivalidad. Rezzori se limita a describir lo que vio durante las tomas y entre bastido- res, pero no resiste la tentación de hacer sus propios comentarios (generalmente irónicos) acerca del fenómeno socioló' gico que es el actual mundo del cine. Sus retratos de Malle y las dos divas, nada convencionales, son un soberbio ejemplo de prosa satírica; su gran capa· cidad para la observación y la recrea· ción nos da una clara idea de cómo se trabaja en ese mundillo peculiar, de cómo se pasan los días festivos, de cómo se ama y se odia, de cómo se traman las intrigas y de cómo se llega a "colla· bo" de los jefes y jefecillos, y, sobre todo, nos informa de cómo se pierde el tiempo. El libro de Rezzori, lleno de humor Y de agudeza, deshace esa apariencia de mundo lujoso, de fiesta perpetua a que nos han habituado las revistas de gran tiraje y deja al descubierto una realidad dura y agotadora, un microcosmos de debilidad y desamparo, una selva donde se lucha a muerte por un triunfo pasa· jero y en donde palabras como "solidaridad" o "fidelidad" están cubiertas por un halo de ridículo. Gregor Van Rezzori, Viva María. Colección Biblioteca Breve. Editorial Seix Barra!, 1969, 272 pp. - Las tag, con en invi lIev, A diar de : niza de ¡ bre sobr estil< vietr El traz, liam tant< nos. una inint las il más ción vietn dena y las de u Ilanu expn uno la pe A den e: ción de e está frase: eJem buen En fiesta mina si se debel prese voca didac cuanl gravf vietn: nos, nocin ción, I Au tame: cienc por , el inj sentir ciona