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Volumen 27, Número 7, Julio/Agosto 2001
formación continuada
Caídas del anciano en la comunidad:
¿qué debe hacer el médico de atención primaria?
M.L. Narro, R. Fraile, L. Sáez y J. Arribas
Centro de Salud Azuqueca de Henares. Guadalajara.
INTRODUCCIÓN
Consecuencias inmediatas
Las caídas, por su elevada frecuencia y sus múltiples consecuencias, constituyen un importante problema de salud
pública. Hay que tener en cuenta que son acontecimientos
evitables y tienen múltiples factores de riesgo. La misión
del médico de atención primaria es evaluar el riesgo de caídas en toda la población anciana, identificar los factores de
riesgo y poner en marcha medidas preventivas.
El 50% sólo produce lesiones menores, el 1% da lugar a
fractura de cadera, el 5% a otras fracturas y otro 5% a lesiones graves de tejidos blandos.
CONCEPTOS Y ESTADÍSTICAS
La OMS define caída como la consecuencia de cualquier
acontecimiento que precipita al paciente al suelo en contra de su voluntad.
Alrededor del 30% de las personas mayores de 65 años
sufren una caída anual. El 50% de los ancianos sufrirán
más de una caída. En realidad estas cifras son superiores,
ya que si no se dan consecuencias importantes no suelen
ser motivo de consulta.
Consecuencias de permanecer caído durante un tiempo
prolongado
La imposibilidad de levantarse ocurre en la mitad de los
casos y el 10% quedan tumbados en el suelo más de una
hora. Las consecuencias de la caída se agravan con cuadros
de deshidratación, infecciones y rabdomiólisis. A veces
puede ocurrir también una hipotermia, que puede acarrear una mortalidad entre el 0 y el 9% de los casos.
Secuelas de la inmovilización
La inmovilización secundaria puede conllevar otras complicaciones como rigidez, osteopenia, etc.
Consecuencias psicológicas
CONSECUENCIAS DE LAS CAÍDAS
La mortalidad
La tasa de mortalidad por caída aumenta con la edad, de
50/100.000 a los 65 años hasta 525/100.000 en individuos mayores de 85 años. En los EE.UU. los accidentes
son la sexta causa de muerte en las personas mayores de
65 años, ocasionando una mortalidad superior a las neumonías y la diabetes. Del seguimiento de los ancianos que
sufrieron una caída se puede observar un aumento de la
tasa de muerte tardía. Este aumento de mortalidad se debe más al grado de fragilidad del paciente que a las consecuencias directas de éste.
Se considera anciano frágil al que tiene un perfil de senilidad con discapacidad mental y funcional asociada, con datos de pluripatología o polifarmacia que se suele caer en el
interior de la casa durante la realización de tareas domésticas.
Morbilidad
Las lesiones que se producen por las caídas se pueden
agrupar en (tabla 1):
Correspondencia: Dra. M.L. Narro Ortiz.
Laguna de Taravilla, 4, 3.o B. 19005 Guadalajara.
SEMERGEN: 2001; 27: 358-361.
358 SEMERGEN
Se unen bajo la denominación de “síndrome poscaída”,
manifestándose sobre todo en mujeres de edad avanzada
que viven solas. Representan una pérdida de confianza en
las propias capacidades y el miedo a volver a caerse, con
importantes modificaciones en sus hábitos de vida previos.
El paciente no quiere salir de su casa ni exponerse a ningún
riesgo.
Consecuencias sociales
La caída provoca ansiedad en los familiares y cuidadores
que puede condicionar la vida de su entorno familiar, sobre todo si da lugar a ingresos hospitalarios o si su destino
final es una residencia de ancianos.
Consecuencias económicas
Son difíciles de cuantificar, pero representan importantes
cargas económicas tanto directas (lesiones físicas, fármacos,
cirugía) como indirectas (cuidadores, residencias, etc.).
¿QUÉ DEBE HACER EL MÉDICO DE ATENCIÓN
PRIMARIA ANTE LAS CAÍDAS?
En toda la población anciana hay que valorar el riesgo de
caídas, profundizando sobre todo en la anamnesis y en la
exploración física para descartar enfermedades que pueden causarlas o evaluar las causas de la caída si ya la tuvo.
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Anamnesis
Antecedentes personales
Preguntar por:
– Enfermedades actuales y pasadas.
– Hábitos tóxicos.
– Consumo de fármacos. La polifarmacia (consumo de
más de 4 fármacos) constituye un factor de riesgo de caídas. Los medicamentos más implicados son: benzodiacepinas, diuréticos, barbitúricos, fenotiacinas, antidepresivos y butirofenonas.
– Caídas previas.
– Factores de riesgo asociado. La caída es en muchos
casos consecuencia de múltiples factores, siendo los más
destacados el deterioro cognitivo y el consumo de ciertos
fármacos. Las caídas son el resultado de unir los factores
de riesgo intrínsecos (tabla 2) y específicos de cada individuo y los extrínsecos (tabla 3), derivados de la actividad y del entorno. Estos últimos incluirían el lugar de residencia, el mobiliario, la vestimenta, el tipo de actividad
que realiza y los cambios de domicilio, con la consiguiente desorientación temporoespacial. Los factores intrínsecos incluyen alteraciones fisiológicas propias de la
edad y las enfermedades agudas y crónicas que pueden
facilitar la caída. Es importante valorar también la pérdida o no de conciencia para ver si existe enfermedad sincopal.
Exploración
Haremos hincapié en:
– Exploración cardiovascular. Arritmias, signos de estenosis aórtica, inestabilidad del seno carotídeo e hipotensión ortostática.
– Exploración neurológica. Estado mental, valoración
muscular, signos de focalidad, exploración del cerebelo,
enfermedad de Parkinson, etc.
– Exploración de las extremidades. Movilidad, deformidades, etc.
– Valoración de la agudeza visual y auditiva.
– Estudio de la marcha y del equilibrio. Se utilizan diferentes tests para la valoración de la movilidad como el de
Tinetti y el get-up and go test. En este último, el anciano está sentado en una silla, tiene que levantarse, permanecer
momentáneamente de pie, caminar hacia una pared situada aproximadamente a 3 m, darse la vuelta sin tocar la pared, volver a la silla, dar una vuelta alrededor de ésta y sentarse de nuevo. Se valoran la velocidad de la marcha, la
longitud del paso, la base de sustentación, la regularidad
del paso y la relación entre el tiempo de apoyo de los dos
pies y uno solo; se puntúa de 1 a 5, donde 1 es una prueba normal, 5 es muy alterada y 2, 3 y 4 son, respectivamente, muy poco, mediana y moderadamente alterada.
Aumenta el riesgo de caídas una puntuación igual o superior a 3.
– Función cognitiva. Se emplean tests como el Minimental.
– Función física. Se valoran actividades de la vida diaria
con tests como el de Katz o el de la Cruz Roja.
– Función afectiva. Valorada con la escala de Yesavage.
– Función social. Se pregunta sobre la historia matrimonial, los amigos, los recursos económicos, la vivienda,
el cuidador, etc.
Evaluación del anciano que ha sufrido una caída
– Valoración de las consecuencias inmediatas. La caída debe ser tratada como una urgencia médica, examinando bien al paciente, sobre todo el sistema neurológico y cardiovascular, para descartar la posibilidad de fracturas.
Tabla 1. Complicaciones médicas de las caídas
Complicaciones inmediatas
Fracturas: cadera, antebrazo, húmero, pelvis y costales
Contusiones: grados I, II y III
Heridas
Contracturas y desgarros
Lesiones de los nervios periféricos y de la columna vertebral
Traumatismos craneoencefálicos: conmoción, contusión y hematoma
epidural y subdural
Traumatismos torácicos y abdominales
Consecuencias de permanecer caído durante un tiempo
prolongado
Hipotermia
Deshidratación
Rabdomiólisis
Infecciones
Secuelas de la inmovilización
Rigidez articular
Úlceras por presión
Trombosis venosa profunda
Alteraciones en distintos órganos y sistemas
Respiratorio: empeoramiento de la funcion ventilatoria
y neumonías
Circulatorio: úlceras tróficas
Digestivo: dispepsia, fecaloma y estreñimiento
Locomotor: osteoporosis y atrofia muscular
Tabla 2. Factores de riesgo intrínseco
Causas intrínsecas no sincopales
Trastornos de la marcha y el equilibrio: debilidad
muscular, enfermedad sensorial, del aparato locomotor,
por apoyo de extremidades, etc.
Accidentes isquémicos transitorios y accidentes
cerebrovasculares agudos
Lesión vestibular
Insuficiencia vertebrobasilar
Deterioro cognitivo
Trastornos por ansiedad/depresión
Enfermedad aguda: infecciones respiratorias,
urinarias, etc.
Fármacos
Causas intrínsecas sincopales
Enfermedad cardíaca asociada con frecuencia a bajo
gasto: estenosis aórtica, estenosis e insuficiencia mitral
y miocardiopatia hipertrófica
Enfermedad isquémica
Reflejos cardiovasculares anómalos tras la micción,
defecación o toser
Hipoglucemia, hipoxia y anemia
Convulsiones
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Tabla 3. Factores de riesgo extrínseco y su prevención
Factores extrínsecos
Iluminación en el lugar
de residencia
Suelos
Escaleras
Mobiliario
Cuarto de baño
Dormitorio
Factores de la calle
Factores en el transporte
Calzado y ropa del paciente
Residentes solos en la comunidad
Residencia en instituciones
Prevención
Evitar deslumbramientos y sombras; los interruptores de la luz deben estar accesibles
a la entrada de las habitaciones; el baño, pasillo y dormitorio con luz nocturna
No deslizantes; usar cera antideslizante; evitar las alfombras y, si las hay, con los bordes
y esquinas adheridos al suelo y poco gruesas; eliminar objetos del suelo y cables
Siempre iluminadas al principio y al final con interruptores de luz; peldaños de una altura
máxima de 16 cm, con fondo y borde resaltado y en buen estado; pasamanos bilaterales
Utensilios de uso diario siempre a mano y evitar alturas; cerrar siempre los cajones y mejor
tener armarios de puertas correderas; las sillas, deben tener reposabrazos para apoyarse
al levantarse y sin ruedas
Asideros y alfombrilla antideslizante en baño y ducha; váter alto; la puerta se abrirá hacia
el exterior
Camas anchas de altura adecuada; evitar mueble bajos y objetos en el suelo
Cuidarse de los semáforos de breve duración o intermitentes; usar bancos altos; evitar
zonas de obras o aceras estrechas; prestar atención a obstáculos como farolas, buzones,
señales de tráfico y contenedores
Escalones de subida al autobús de altura adecuada o con rampa; intentar ir sentado o bien
sujeto por movimientos bruscos del vehículo; prepararse con antelación para salir y avisar
para evitar arranques rápidos
Suelas antideslizantes; prohibido tacón alto; no andar sólo con calcetines; no usar zapatillas
sueltas; cuidado con la ropa que dificulte el movimiento
Conexión de sistema de alarma; centros de día; casa de la tercera edad, etc.
Contar con las medidas anteriores y evitar en lo posible las medidas de sujeción por riesgo
de accidentes
– Identificación de las causas y circunstancias de la caída. Una buena anamnesis es importante. Las ocasiones
más frecuentes de caída son en actividades cotidianas, solo el 5% se dan en actividades con mayor riesgo en ancianos más vigorosos, produciendo consecuencias más
graves.
Para estudiar a estos pacientes se debe realizar una valoración con las siguientes preguntas: ¿se acuerda de la caída?, ¿perdió el conocimiento?, ¿pudo amortiguar la caída?, ¿sintió que de repente le fallaran las piernas?, ¿dónde
se cayó?, ¿en qué momento del día?, ¿qué hacía en el momento de la caída?, ¿alguien ha presenciado la caída?,
¿cuánto tiempo ha permanecido en el suelo?, ¿se pudo levantar solo?, ¿se ha caído alguna otra vez en los últimos 6
meses?, ¿cuántas veces?
– Valoración de las consecuencias a largo plazo. Descartar el síndrome poscaída.
PREVENCIÓN DE LAS CAÍDAS
EN EL ANCIANO
El objetivo principal es disminuir el riesgo de caídas, sin
limitarle su movilización, su independencia y sus actividades diarias.
La prevención se realiza sobre distintos aspectos:
– Valoración del paciente y su entorno para crear el ambiente más adecuado y evitar las caídas (prevención primaria).
– Intentar la recuperación total de la autonomía del paciente tras la caída (prevención secundaria).
– Evitar secuelas (prevención terciaria).
Cualquier anciano debe recibir estas medidas preventivas a partir de los 60 años de edad para que vayan modificando sus hábitos, pero también tenemos que tratar de
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identificar a los grupos con mayores factores de riesgo. Según el riesgo se clasifican en:
• Ancianos de menor riesgo. Incluye a los menores de
75 años con buena movilidad, con riesgo sobre todo, al
bajar las escaleras.
• Ancianos de riesgo intermedio. Edad entre 70 y 80
años, autosuficientes y con un único factor de riesgo.
• Ancianos de alto riesgo. Mayores de 75 años, con enfermedades crónicas o con varios factores de riesgo asociados. El máximo riesgo de lesiones graves ocurre en pacientes psicogeriátricos con movilidad pero frágiles.
Prevención de los factores extrínsecos
El 50-70% de las caídas ocurren en casa y, de ellas, el 76%
son en el dormitorio o en el cuarto de baño.
El equipo de atención primaria debe recoger información sobre estos factores a través de la visita domiciliaria o
mediante la entrevista e intentar poner en marcha las medidas que se detallan en la tabla 3.
Prevención de los factores intrínsecos
Entre las medidas de prevención destacamos:
– Recomendar una nutrición completa para su edad,
que incluya lácteos y proteínas (1 g/kg).
– El consumo de medicamentos. Las normas de prescripción en geriatría son usar el menor número de medicamentos posible, tratar sólo si existe amenaza para la vida o su confortabilidad, delimitar las prescripciones en el
tiempo y seleccionar los medicamentos.
– Consumo de alcohol. No se ha relacionado con una
mayor incidencia de caídas.
– Tratamiento de la pluripatología. Sobre todo de enfermedades neurológicas, de la agudeza visual y auditiva, de
la osteoporosis y de la enfermedad cardíaca.
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M.L. Narro et al.– Caídas del anciano en la comunidad: ¿qué debe hacer el médico de atención primaria?
– Debe hacerse una valoración de las deformidades de
los pies, ya que el dolor puede generar una disminución
del equilibrio que puede ser solucionada.
– Valorar la existencia de hipotensión ortostática; y si está presente, se debe aconsejar cómo variar de postura, recomendar ejercicios, etc.
– Promover la práctica diaria de ejercicio físico para
mantener y aumentar la capacidad de actividad física, su
amplitud, la coordinación de movimientos, el fortalecimiento muscular y un mayor control del equilibrio.
luego comenzando a andar; también se efectúan ejercicios
de deambulación rápida con cambios de dirección, salvando obstáculos y subida y bajada de escaleras.
– Después de la caída hay que revalorar la marcha. Su
regularidad, grado de elevación de los pies en cada paso,
la media vuelta, la marcha atrás y la subida y bajada de escaleras. Si fuera preciso, hay que ayudarse con un bastón
o andador.
REHABILITACIÓN DE LAS CAÍDAS
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En ancianos que han sufrido una caída deben ponerse en
marcha unas medidas de educación que les ayuden a enfrentarse a nuevas situaciones de riesgo, para lograr que
puedan levantarse solos y mejorar la estabilidad y la marcha ante situaciones precipitantes.
– El anciano aprende a levantarse a partir de estar tendido en el suelo, con varias etapas: decúbito lateral, a cuatro patas, acercarse a un mueble que sirva de apoyo, poner
un pie en el suelo e intentar levantarse. Además, en el momento de caer debe intentar enlentecer la fuerza de la caída agarrándose o golpeándose con otro objeto antes de ir
al suelo para evitar fracturas.
– Se rehabilita la estabilidad de pie y en actividad, con
ejercicios de movilización cefálica y de la columna cervical
que estimula el sistema laberíntico, ejercicios de corrección de retropulsión con el cuerpo a 15o de inclinación y
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
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