Heredar no sale gratis ¿Por qué resulta tan complicado gestionar una herencia? ¿Qué debemos tener en cuenta? ¿Existen diferencias entre las distintas Comunidades Autónomas? Renunciar a la herencia, el grado de parentesco, la cuantía, el patrimonio previo… Conozca todos los gastos que conlleva heredar y qué novedades hay en cada región. http://www.rtve.es/alacarta/audios/finanzas-para-todos-los-publicos/finanzas-paratodos-publicos-heredar-no-sale-gratis-08-02-16/3478447/ Texto completo ¿Por qué resulta tan complicado gestionar una herencia? ¿Qué debemos tener en cuenta? Y ¿a qué se debe que un andaluz pague más que un madrileño por heredar lo mismo? Cuando fallece un ser querido sus herederos adquieren ciertas obligaciones que en ocasiones se convierten en un legado ruinoso, que puede acabar en los tribunales y conllevar el abono de importantes sumas de dinero. Estos compromisos van desde el pago del Impuesto de Sucesiones a la admisión de las deudas que pudiera tener el fallecido. Este hecho, unido a los costes asociados de notaría y abogados y a la crisis económica, ha provocado que el número de renuncias se haya disparado en España pasando de 11.045 en el año 2007 a 31.109 en 2014, según las cifras registradas por los notarios. El problema es que renunciar tampoco sale gratis porque para empezar es necesario dejar constancia en escritura pública de dicho desistimiento, lo que ya implica un coste. Pero existe una fórmula para poder aceptar un legado sin miedo a arruinarse y es la que utilizan las Administraciones cuando les toca ‘heredar’ ante la ausencia de otros legatarios: se trata de la herencia “a beneficio de inventario”, que implica que sólo se responde de las deudas y demás cargas de la herencia hasta donde alcanzan los bienes incluidos en ella. Y otro aspecto muy importante a tener en cuenta, recibir una herencia es más caro cuanto más alejado es el parentesco entre el fallecido y el legatario. Pero si finalmente ha aceptado el legado, el siguiente paso es abonar el Impuesto de Sucesiones y ahí entra en juego el dispar ordenamiento autonómico que provoca grandes desigualdades. El Impuesto de Sucesiones y Donaciones, aunque estatal, es un tributo cedido a las Comunidades Autónomas. De este modo, se da la circunstancia de que en Madrid el Gobierno regional bonifica el 99% de la cuota del impuesto si el legado se realiza en el núcleo de la unidad familiar –cónyuge, descendientes y ascendientes directos-, mientras que en Andalucía estos legatarios sólo podrían acogerse a la bonificación del 100% si el patrimonio a heredar es inferior a 175.000 euros; 150.000 euros de tope si está en Asturias. Desde este año 2016 Galicia se ha sumado al club de las regiones con mayores rebajas fiscales sobre el Impuesto de Sucesiones ya que dejará exentos de tributar los primeros 400.000 euros de base imponible que herede el núcleo familiar, lo que supone eximir del gravamen al 99% de los herederos. Por su parte, el nuevo Gobierno valenciano ha mantenido las bonificaciones existentes, pero prevé suprimirlas a partir de 2017, mientras que en Aragón quienes reciban una herencia de menos de 150.000 euros, siempre que tengan un patrimonio inferior a 402.000 euros, pueden aceptarla de manera gratuita. Sin embargo, quienes superen estos límites ya no tendrán las bonificaciones de hasta el 65% que se venían aplicando. En La Rioja, por ejemplo, se ha introducido recientemente una nueva bonificación del 99% en el caso de la legación de una empresa individual radicada en dicha región. Una rebaja tributaria que también se da en otras comunidades como Asturias, Murcia, Castilla-La Mancha o Cataluña, donde esta bonificación se vincula al mantenimiento de la plantilla de la empresa. En Navarra el nuevo Ejecutivo ha introducido una bonificación para los herederos con discapacidad, un aspecto que ya supone una rebaja fiscal en Madrid y Cataluña, entre otras regiones. Pero si no quiere entregar una herencia envenenada a sus sucesores lo mejor es que se asesore y deje resuelto el reparto en un testamento, que ahorrará tiempo y dinero a los futuros legatarios y evitará más de una discusión familiar, aunque actualmente apenas 600.000 personas optan por esta opción cada año, según datos del Consejo General del Notariado.