IV − LA RESTAURACION DE LA BURGUESIACONSERVADORA LA RESTAURACION DE LA MONARQUIA 1 − EL TRIUNFO DEL SISTEMA CANOVISTA 1.1 − EL SISTEMA POLITICO. LA CONSTITUCION DE 1876 La restauración constituye un largo período de la España contemporánea, que se extiende desde el pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 hasta el golpe de primo de Rivera en 1923. Fue un tiempo de estabilidad constitucional porque estuvo en vigor la constitución de 1876, de alejamiento del ejército de la vida política, pero también fue de dominio de la burguesía oligárquica, de caciquismo y de falseamiento electoral. La restauración tuvo que hacer frente a la expansión del movimiento obrero y al problema colonial, y finalmente a la emergencia de nacionalismos. La crisis del 98 hizo resquebrajarse las bases del sistema y planteó la necesidad de tomar medidas orientadas a la regeneración. El sistema político de la restauración pretendía superar algunos de los problemas del liberalismo precedente: el carácter partidista de los moderados en época de Isabel II, el intervencionismo del ejército en la vida política, la proliferación de enfrentamientos civiles, y terminar con las constituciones de partido. Las bases del nuevo sistema quedaron fijadas en la constitución de 1876 de carácter moderado. Se trataba de una constitución más abierta en la cual los valores tradicionales era compatible con algunos principios democráticos. La constitución establecía los siguientes puntos: • Soberanía compartida entre las Cortes y la Corona. Las Cortes se organizaban en dos cámaras: el Congreso de los Diputados y el Senado • Se reconocía a la Corona como uno de los pilares del nuevo régimen y se le otorgaba el derecho al veto, la potestad legislativa compartida con las Cortes, y el nombramiento de ministros y una parte de los senadores • Se proclamaba la confesionalidad católica del estado, aunque se aceptaban otras religiones • Contaba con una declaración de derechos, que tendieron a ser restringidos, especialmente los de imprenta, asociación reunión y expresión. La estabilidad del régimen se vio favorecida por el fin de las guerras carlista y cubana. En 1876, la consecuencia inmediata de la derrota carlista fue la abolición del régimen foral, y los vascos quedaron sujetos al pago de los impuestos y al servicio militar comunes a todo el estado. En su lugar se estipularon una serie de conciertos económicos que consistía en un cierto grado de autonomía fiscal, por la cual las provincias vascas pagarían anualmente una cantidad recaudada por las Diputaciones provinciales. Como fórmula de organización del estado triunfa el centralismo administrativo. En 1878 se firmó la paz de Zanjón, que incluía la abolición de la esclavitud y la promesa de reformas políticas y administrativas. El sistema político diseñado por Cánovas pretendía acabar con la intervención del ejército en la vida política. Se estableció la supremacía del poder civil frente al poder militar, pero otorgando a cambio la autonomía de la milicia. A la vez se potenció la identificación del rey como la cabeza visible del ejército. 1 El proceso de despolitización del ejército fue más aparente que real, ya que la autonomía del poder militar acabó convirtiéndose en un instrumento de presión sobre la vida civil. Los militares empezaron a recelar de la sociedad civil, sobre todo de la prensa, por su constante denuncia de las debilidades y de los problemas del ejército. A su vez el ejército respondió con la crítica a los políticos, a los que calificaba de ineficaces e inmorales. Los pilares de la Restauración eran: Cortes, el rey, el ejército, y el bipartidismo. 1.2 − LOS PARTIDOS POLITICOS.CONSERVADOR Y LIBERAL El partido conservador (U.Liberal y Conservadores), se organizó en torno a Cánovas del Castillo, y aglutinó a los sectores más conservadores y tradicionalistas de la sociedad. El partido liberal (Progresistas, Unionistas, y exrepublicanos moderados), tenía como principal dirigente a Mateo Sagasta. La extracción social de las fuerzas de ambos partidos se nutría de las élites económicas y de la clase media acomodada, aunque era mayor el número de terratenientes entre los conservadores, y el de profesionales entre los liberales. Los conservadores se mostraban más proclives al inmovilismo político y a la defensa de la iglesia y del orden social, mientras los liberales estaban más inclinados a un reformismo de carácter más progresista y laico. Bajo su gobierno se introduce el s. Universal, se ampliaron las libertades de asociación y expresión, se tomaron en cuenta los problemas sociales creándose la Comisión de Reformas Sociales. Pero en la práctica la actuación de los dos partidos en el poder no difería mucho al existir un acuerdo de no promulgar nunca una ley que forzase al otro partido a abolirla cuando regresase al gobierno. 1.3 − LOS PARTIDOS POLITICOS: CARLISTAS, REPUBLICANOS, Y SOCIALISTAS. Los grupos de oposición fueron republicanos, socialistas, carlistas, y desde principios de siglo los nacionalistas PNV(1895), y la Lliga catalana(1901). Los verdaderos perjudicados por la alternancia en el poder de conservadores y Liberales por la manipulación electoral fueron los antes citados (oposición real), que con dificultades participaron en la vida parlamentaria, pero que nunca consiguieron obtener una minoría parlamentaria suficiente para ejercer de verdadera oposición. Los carlistas mantuvieron cierta presencia en el parlamento, pero estaban muy divididos por las discusiones entre sus dirigentes. Uno de los partidos carlistas es el de Ramón Nocedal, que funda el Partido Católico Nacional, que repudió el régimen, y estuvo definido por el antiliberalismo y por la defensa a ultranza de la tradición y la religión católica. Los republicanos también tuvieron participación minoritaria. Mantuvieron fuerza en los medios urbanos, pero estaban muy divididos: Los núcleos más radicales formaron el Partido Republicano Progresista encabezado por Ruiz Zorrilla, quién desde el exilio protagonizó pronunciamientos, pero sin contar con apoyo popular. Otra pequeña parte del republicanismo dirigida por Emilio Castelar, fundó el llamado Partido Posibilista, que optó por entrar en el juego político de la Restauración. Los federalistas que eran el grupo más numeroso, siguieron bajo la influencia de Pi y Margall. Los socialistas, bajo la dirección de Pablo Iglesias, constituían un partido marxista, de orientación obrerista, y partidario de la revolución social. En 1888 impulsaron la creación de un sindicato socialista, la Unión General de Trabajadores(UGT). 2 1.4 − TURNO PACIFICO Y CACIQUISMO Para el ejercicio del gobierno se contemplaba el turno pacífico, o alternancia regular en el poder de las dos grandes familias del liberalismo. El turno quedaba garantizado porque el sistema electoral invertía los términos propios de un esquema parlamentario. La alternancia en el gobierno fue posible gracias a un sistema electoral corrupto y manipulador que no dudaba en comprar votos, falsificar actas, coaccionar al electorado, valiéndose de la influencia y del poder económico de determinados individuos sobre la sociedad (caciquismo). La adulteración del voto se logró mediante el restablecimiento del sufragio censitario, y sobre todo por la manipulación y las trampas electorales. El control del proceso electoral se ejercía a partir de dos instituciones: el Ministro de la gobernación y los caciques locales. Este ministro era quien elaboraba la relación de los candidatos que deberían ser elegidos (encasillados) y quien nombraba los diputados (cuneros, ajenos a la circunscripción). Los gobernadores civiles transmitían la lista de los candidatos a los alcaldes y caciques, y todo el aparato administrativo se ponía en marcha. Todo un conjunto de trampas ayudaban a conseguir este objetivo: el pucherazo, es decir la adulteración de los resultados electorales. Además de en el falseamiento electoral, el sistema se sustentaba en el caciquismo. Los caciques eran individuos o familias que por su poder económico o por su influencia, controlaban diversas zonas. El caciquismo era más evidente en las zonas rurales, donde una buena parte de la población estaba bajo el dominio de los caciques, quienes agradecían la fidelidad electoral y el respeto a sus intereses. Todas estas prácticas se apoyaban en la abstención de una buena parte de la población. Entre 1876 y 18898, de todas las elecciones realizadas seis fueron ganadas por los conservadores y cuatro por los liberales. El turno dinástico funcionó con toda regularidad hasta 1898, cuando el impacto de la crisis erosionó a los partidos dinásticos. El partido conservador se mantuvo en el gobierno desde 1875 hasta 1881, cuando los liberales accedieron por primera vez al poder. El turno fue espontáneo hasta 1885, ya que por temor a una posible desestabilización del sistema político tras la desaparición del rey (1885), se firmó el Pacto del Pardo, que dio paso al gobierno liberal que permitió asegurar la continuidad del sistema. El nuevo gobierno liberal llevó a cabo una serie de reformas: sufragio universal masculino en municipios (1882), abolición de la esclavitud (1886), Ley de asociaciones (1887), y sufragio universal masculino en elecciones generales (1890). 3