NEUROLOGÍA Dolor (origen diverso) Cannabis, dolor y náuseas. Actualmente existe un fuerte debate acerca del posible uso terapéutico de los cannabinoides, incluyendo incluso demandas para su legalización. Dos recientes revisiones sistemáticas evalúan el uso de estas sustancias para el tratamiento del dolor y de las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia. Los resultados no sitúan a los cannabinoides como alternativas favorables con respecto a su seguridad y eficacia en comparación a los fármacos disponibles actualmente. El descubrimiento de los receptores de cannabinoides CB1 (expresado en neuronas centrales y periféricas) y CB2 (expresado principalmente en células inmunes) así como de la existencia de agonistas endógenos para estos receptores en el ser humano ha despertado el interés de la comunidad científica. Desde hace varios años, ciertos sectores de la corporación médica han abogado por una legislación del cannabis específica para su uso médico, existiendo un fuerte debate sobre el uso terapéutico de los cannabinoides. Basándose en sus actividades farmacológicas, se ha sugerido que los cannabinoides podrían ser útiles como analgésicos y en ciertas alteraciones que incluyen dolores de migraña, náuseas y vómitos, caquexia y estimulación del apetito en pacientes de SIDA, espasticidad muscular debida a esclerosis o lesión de la espina dorsal, alteraciones del movimiento tales como la enfermedad de Parkinson y epilepsia y glaucoma. A la hora de tomar medidas con relación a la introducción de estas sustancias dentro del arsenal terapéutico, se debe tener en cuenta la seguridad y tolerancia de estas sustancias, así como su eficacia en comparación con otros fármacos que ya existen para el tratamiento de estas enfermedades. Recientemente se han publicado los resultados de dos revisiones sistemáticas del uso de los cannabinoides para el tratamiento del dolor y de náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia. La primera revisión se realizó considerando ensayos clínicos aleatorios que compararon la eficacia y seguridad del uso de cannabinoides con analgésicos convencionales. De los 9 ensayos clínicos identificados que englobaron un total de 222 pacientes, 5 se referían a dolor canceroso, 2 a dolor crónico no maligno y otros 2 a dolor agudo postoperatorio. Según los resultados de este estudio, los cannabinoides no mostraron una mayor eficacia en comparación a la codeína para el control del dolor tanto agudo como crónico, además de presentar un perfil de efectos adversos sobre el sistema nervioso central que limita su uso. La analgesia de los cannabinoides parece ser equivalente a una dosis única de 60 mg de codeína, lo que se queda corto si la comparamos con la eficacia de los fármacos antiinflamatorios no esteroídicos y los analgésicos opioides que se utilizan usualmente en dolor canceroso y postoperatorio. En cuanto al dolor crónico no canceroso, existen actualmente analgésicos eficaces disponibles, por lo que no se necesitan alternativas adicionales. En el dolor neuropático se registró eficacia, particularmente frente a la espasticidad, asimismo en este campo existe mayor necesidad terapéutica que en dolor postoperatorio. La segunda revisión sistemática evaluó la eficacia de los cannabinoides en el control de las náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia. Se consideraron 30 estudios aleatorios (1366 pacientes) en los que se comparó el uso de cannabinoides frente a placebo u otros antieméticos (procloperazina, metoclopramida, clorpromazina, tietilperazina, haloperidol, domperidona y alizaprida). Se observó una mayor eficacia antiemética de los cannabinoides en comparación con las otras sustancias activas y placebo. La eficacia antiemética de los cannabinoides se manifestó en pacientes que recibieron quimioterapia con potencial emetógeno medio, sin embargo no se observó con potencial emetógeno alto o bajo. La toxicidad de estas sustancias también fue mayor que la de los antieméticos convencionales, no obstante la mayoría de pacientes prefirieron los cannabinoides como tratamiento antiemético para ciclos siguientes. Hay que tener en cuenta que estos estudios no realizaron comparaciones frente a los antagonistas de los receptores de serotonina 5-TH3, que constituyen hoy en día unos de los fármacos de elección para el tratamiento de la náusea y el vómito inducido por quimioterapia altamente emetógena. Parece improbable que los cannabinoides sean más eficaces y menos tóxicos que estos fármacos. A la vista de los resultados de estas revisiones sistemáticas, parece ser que existen evidencias insuficientes para promover la introducción de los cannabinoides en la práctica clínica de forma generalizada. En quimioterapia, los ensayos clínicos se podrían enfocar hacia el uso de cannabinoides como coadyuvantes para los antieméticos actuales debido a la conjunción de su débil eficacia antiemética y sus efectos adversos potencialmente beneficiosos en esta condición (sedación, euforia). Se debe dar prioridad a ensayos clínicos de cannabinoides para indicaciones donde el arsenal terapéutico es escaso, tales como espasticidad en esclerosis múltiple. - - Campbell F, Tramèr M, Carroll D, et al. Are cannabinoids an effective and safe treatment option in the management of pain? A qualitative systematic review. BMJ. 2001; 323:13-6. Tramèr M, Carroll D, Campbell F, et al. Cannabinoids for control of chemotherapy induced nausea and vomiting: quantitative systematic review. BMJ. 2001; 323:16-20. Kalso E. Cannabinoids for pain and nausea. BMJ. 2001; 323:2-3.