Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINAL BREVE Significado clínico de los valores elevados de ferritina sérica 60.582 Carmen Ramíreza, Carmen Rubioa, Rafael Ángel Fernández de la Pueblaa, Cristóbal Aguilerab, Isabel Espejob y Francisco Fuentesa a Servicio de Medicina Interna. Servicio de Análisis Clínicos. Hospital Universitario Reina Sofía. Córdoba. España. b FUNDAMENTO Y OBJETIVO: Determinar la orientación diagnóstica del hallazgo de valores altos (2.000-5.000 ng/ml) de ferritina sérica y establecer las entidades clínicas con valores muy altos (5.000-10.000 ng/ml). PACIENTES Y MÉTODO: Estudio descriptivo retrospectivo de los casos que presentaron determinaciones de ferritina sérica de 2.000 ng/ml o superiores entre marzo de 2000 y noviembre de 2001. Se obtuvieron a través del sistema informático del laboratorio y se aplicó un protocolo en el que se recogían los procesos clínicos asociados al valor de ferritina sérica señalado. RESULTADOS: Hubo 135 pacientes con ferritina igual o superior a 2.000 ng/ml. Los procesos clínicos encontrados incluían enfermedades hematológicas (45,9%), hepatopatías (23%), insuficiencia renal crónica (17,78%), neoplasias (10,4%), enfermedades inflamatorias sistémicas (7,4%), transfusiones crónicas (7,4%) y la infección sistémica no debida al virus de la inmunodeficiencia humana (5,9%). Un 3,7% de los pacientes presentaron un proceso clínico no relacionado con la elevación de ferritina. Las enfermedades inflamatorias sistémicas presentaron las concentraciones más altas, 5.856 (2.492) ng/ml; la enfermedad de Still del adulto, con 4 casos, presentó unas cifras de ferritina mayores, 11.322 (5.474) ng/ml. CONCLUSIONES: Las cifras elevadas de ferritina sérica constituyen un marcador inespecífico de numerosos procesos clínicos. En determinadas enfermedades inflamatorias, como la enfermedad de Still del adulto, puede ser un importante factor orientador de su diagnóstico. Palabras clave: Ferritina. Enfermedad de Still del adulto. Inflamación. Clinical significance of increased serum ferritin levels BACKGROUND AND OBJECTIVE: We aimed to determine the diagnostic alternatives indicated by serum ferritin levels (2000 ng/ml, and to establish the clinical processes associated with very high levels (5000-10 000 ng/ml). PATIENTS AND METHOD: We retrospectively analyzed cases with serum levels of ferritin serum equal to or greater than 2000 ng/ml between March 2000 and November 2001. Data were obtained from the laboratory’s computerized database. Patients’ medical records were reviewed by means of a protocol which established the clinical conditions associated with these serum ferritin values. RESULTS: The study involved 135 patients with ferritin levels equal to or greater than 2000 ng/ml. Clinical syndromes included hematological diseases (45.9%), liver diseases (23%), chronic renal failure (17.78%), neoplastic diseases (10.4%), systemic inflammatory diseases (7.4%), chronic transfusions (7.4%), and non-HIV systemic infections (5.9%). Syndromes which are not usually associated with extreme serum ferritin levels were identified in 3.7% of the patients. The highest concentrations were seen in the systemic inflammatory disease group: 5856 (2492) ng/ml. Within this group, four patients with adult onset Still’s disease (AOSD) displayed the highest mean ferritin levels: 11 322 (5474) ng/ml. CONCLUSIONS: Elevated serum ferritin levels act as a non-specific marker for a large number of disorders. In certain inflammatory diseases such as adult onset Still’s disease (AOSD), this finding may be an important tool. Key words: Ferritin. Adult Still’s disease. Inflammation. 532 Med Clin (Barc) 2004;122(14):532-4 La ferritina es una proteína de depósito tisular de hierro con un peso molecular superior a 440.000 dalton. Se compone de una capa proteica (apoferritina), constituida por 24 subunidades, y un núcleo férrico con aproximadamente 2.500 iones de hierro, en las isoformas básicas. Su estructura se caracteriza por 2 subunidades distintas, la subunidad ácida del tipo H (heavy) y la ligeramente básica del tipo L (light). Las últimas son causales del depósito de hierro a largo plazo y aparecen principalmente en el hígado, el bazo y la médula ósea. Las isoferritinas ácidas se encuentran particularmente en el músculo cardíaco, la placenta, el tejido tumoral y, en cantidades inferiores, también en los órganos de depósito. La ferritina medida en la sangre se encuentra en equilibrio con el hierro de depósito del organismo y por lo tanto tiene una función indicadora de dicho depósito1,2. Sin embargo, las concentraciones séricas pueden estar elevadas, independientemente de los depósitos del metal, en presencia de ciertos síndromes clínicos, entre los que se incluyen la enfermedad hepática, la enfermedad renal, la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la infección o inflamación sistémica no asociada a VIH y los procesos neoplásicos3-5. A pesar de que se ha demostrado que los valores elevados de ferritina se asocian a determinados procesos clínicos, es poco conocido el significado clínico que tiene una elevación marcada. Por ello nos planteamos como objetivo determinar los procesos que se asocian a valores muy elevados de ferritina sérica. Pacientes y método La determinación cuantitativa de la ferritina, con analizadores automáticos de química clínica, se realiza en nuestro hospital según el test inmunoturbidimétrico in vitro (Tina-quant®). Se utilizan anticuerpos antiferritina, fijados a látex, que reaccionan con el antígeno de la muestra y forman un complejo anticuerpo-antígeno; después de la aglutinación, se mide turbidimétricamente. Los intervalos de referencia, considerados normales, son de 30-400 ng/ml en varones y de 15150 ng/ml en mujeres. A través del sistema informático del laboratorio se obtuvo una relación de los pacientes que entre marzo de 2000 y noviembre de 2001 habían presentado una determinación con un valor superior a 2.000 ng/ml. En el protocolo de recogida de datos se incluyeron: sexo, edad, proceso clínico asociado y otros parámetros de laboratorio, como la velocidad de sedimentación globular, proteína C reactiva y saturación de transferrina. Los procesos asociados se estudiaron y se clasificaron en 6 categorías, que incluían: enfermedad hepática, enfermedad renal, enfermedades neoplásicas, infección sistémica asociada a VIH o no, enfermedad inflamatoria crónica y procesos que cursan con sobrecarga de hierro –transfusiones periódicas (6 o más unidades de concentrados de hematíes transfundidos en los 6 meses anteriores), drepanocitosis y hemocromatosis–. Los datos se evaluaron con el paquete estadístico SPSS 10.0 y se obtuvieron la media y el error estándar de la media. Para la comparación de medias se utilizó la prueba de Mann-Whitney, ya que nuestra muestra no seguía una distribución normal. Se consideró significativo un valor de p inferior a 0,05. Resultados Se obtuvieron 269 determinaciones correspondientes a 135 pacientes con un valor de ferritina sérica superior a 2.000 ng/ml. Los síndromes clínicos asociados a valores superiores a 2.000 ng/ml se expresan en la tabla 1, junto a los valores medios de cada grupo. Los pacientes con enfermedad hematológica representaron el grupo más numeroso (45,9%); la leucemia aguda mieloblástica, con 15 pacien- TABLA 1 Distribución de los valores de ferritina sérica superior a 2.000 ng/ml por síndrome clínico Síndrome clínico Enfermedad hematológica Enfermedad hepática Insuficiencia renal crónica Neoplasia Enfermedad inflamatoria crónica Transfusión crónica Infección sistémica Otros Ferritina (ng/ml) – X (EEM) Intervalo Pacientes n (%) 62 (45,9) 31 (23,0) 24 (17,8) 14 (10,4) 10 (7,4) 10 (7,4) 8 (5,9) 5 (3,7) 4.757 (371) 3.769 (271) 3.147 (368) 3.999 (542) 5.856 (2.492) 4.461 (880) 4.602 (690) 2.482 (188) 18.990-2.074 8.225-2.108 9.190-2.006 9.375-2.096 27.590-2.043 9.734-2.074 8.071-2.599 8.071-2.599 – X (EEM): media (error estándar de la media). Correspondencia: Dr. F. Fuentes Jiménez. Hospital Reina Sofía. Avda. Menéndez Pidal, s/n. 14005 Córdoba. España. Correo electrónico: franciscoj.fuentes.sspa@juntadeandalucia.es Recibido el 28-7-2003; aceptado para su publicación el 12-1-2004. 22 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. RAMÍREZ C, ET AL. SIGNIFICADO CLÍNICO DE LOS VALORES ELEVADOS DE FERRITINA SÉRICA tes, fue la enfermedad hematológica más frecuente, seguida de la leucemia mieloide crónica en 12 casos. El síndrome mielodisplásico ocupaba el tercer diagnóstico dentro de los procesos hematológicos, con 10 casos. Se diagnóstico a 7 pacientes de mieloma múltiple, 6 de leucemia aguda linfoblástica y a otros 6 de aplasia medular. Otros diagnósticos fueron: linfoma no hodgkiniano en 3, leucemia linfoide crónica en 2 y enfermedad de Hodgkin en 1 paciente. El segundo diagnóstico más frecuente fue la enfermedad hepática (23%). La hepatopatía etílica fue la más común con 14 pacientes, seguida de la hepatitis por virus B y C en 7 casos. La hepatitis aguda de etiología no filiada, en 6 pacientes, y la hepatopatía colestásica, en 4, son otras enfermedades hepáticas asociadas a concentraciones de ferritina superiores a 2.000 ng/ml. El siguiente grupo más numeroso fueron los pacientes con insuficiencia renal crónica, con 24 casos (17,7%), de los cuales 18 estaban en hemodiálisis. Un total de 14 casos (10,4%) tenían procesos neoplásicos de origen no hematológico, que incluían los de origen pulmonar (n = 4), urotelial (n = 2) y biliar (n = 2). Las transfusiones crónicas y las enfermedades inflamatorias sistémicas representaron el 7,4% cada una, con 10 pacientes; la enfermedad de Still del adulto, con 4 casos, fue el diagnóstico más habitual. Otros procesos inflamatorios sistémicos fueron: lupus eritematoso sistémico en 2 pacientes, vasculitis sistémica, poliartritis simétrica seronegativa, espondilitis anquilosante y artritis crónica juvenil con 1 paciente en cada uno. En 8 casos (5,9%) se encontró una infección sistémica no asociada al VIH; incluían a 2 pacientes con fiebre de origen desconocido y otros 2 con infección diseminada por citomegalovirus. Otras infecciones sistémicas fueron la neumonía necrosa por Pseudomonas, brucelosis, sepsis por Staphylococcus epidermidis, Acinetobacter baumani y Staphylococcus aureus con 1 paciente cada una; 5 pacientes (3,7%) presentaron un síndrome clínico no relacionado con la ferritina sérica; destaca un caso con una trombosis venosa de ambas femorales e hipertrofia benigna prostática y otro con un síndrome diarreico crónico, de etiología desconocida. Se encontraron 27 pacientes con más de un síndrome clínico. Dieciséis casos con enfermedades hematológicas presentaron además otra categoría, la transfusión crónica fue la más frecuente. Nueve pacientes tenían insuficiencia renal crónica y otros 9 enfermedad hepática. Los valores más elevados de ferritina se encontraron en las enfermedades inflamatorias sistémicas (tabla 1). De los 135 pacientes estudiados, 35 (25,93%) presentaron un valor superior a 5.000 ng/ml y sólo 3 pacientes un valor superior a 10.000 ng/ml. 23 Los procesos clínicos a los que se asociaban se indican en la tabla 2. La enfermedad de Still del adulto fue la que presentó un mayor valor de ferritina sérica, con una media (error estándar) de 11.322 (5.474) ng/ml. Al comparar la media de ferritina en los diferentes grupos de procesos clínicos, se encontraron diferencias significativas en el grupo de enfermedades hematológicas (p = 0,001), insuficiencia renal crónica (p = 0,001) y en el apartado de otros procesos no asociados habitualmente a ferritina sérica elevada (p = 0,035). Discusión Los valores elevados de ferritina sérica se han relacionado con numerosos procesos clínicos y se consideran un marcador reactante de fase aguda inespecífico. Sin embargo, unos valores extremadamente elevados, como se observa en este estudio, se asocian con más frecuencia a determinadas enfermedades inflamatorias sistémicas, como es la enfermedad de Still del adulto. A pesar de que nuestros resultados se ven influidos por el criterio del clínico para solicitar la determinación de ferritina sérica, encontramos similitudes con otros trabajos. En un estudio retrospectivo realizado por Lee y Means3, en el que se estudió a 95 pacientes, los principales síndromes encontrados correspondían a enfermedad hepática, renal y procesos neoplásicos. La enfermedad hepática fue el diagnóstico más habitual en esta serie, mientras que en nuestro caso fue el segundo diagnóstico en frecuencia. La enfermedad renal y los procesos neoplásicos, con el mismo porcentaje, ocupaban el segundo lugar. Las enfermedades hematológicas malignas son las neoplasias que más frecuentemente se asocian a ferritina elevada, tanto en la serie de Lee y Means3 como en la nuestra, aunque con un porcentaje superior en nuestro caso. Creemos que este hecho se debe a que a los pacientes con enfermedades hematológicas malignas se les realiza de forma habitual un estudio del metabolismo férrico. Los valores más elevados, en el trabajo citado, se encontraron en los síndromes clínicos asociados a sobrecarga de hierro, como la transfusión crónica y la drepanocitosis, con valores medios (DE) de 10.855 (5.754) ng/ml y 9.201 (417) ng/ml, respectivamente. Los pacientes con infección por el VIH ocupaban el cuarto lugar en la serie de Lee y Means3, mientras que estuvieron ausentes en nuestro trabajo. Dado que la determinación de ferritina no forma parte del protocolo de estudio de los pacientes con infección por el VIH, pensamos que por este motivo no encontramos ningún caso en nuestro grupo. La ferritina elevada contribuye a la inmunodepresión e interfiere con la función de los linfocitos, cuya proliferación limita, causa reducción de la liberación de linfocinas totales e inhibe la función inmunodependiente de linfocinas6. Aunque ningún paciente de la serie de Lee y Means3 presentó una enfermedad inflamatoria sistémica, este grupo de enfermedades es el que se asocia a valores más elevados, en especial la enfermedad de Still del adulto. Su diagnóstico se basa en la conjunción de una serie de criterios clínicos, propuestos por Yamaguchi et al7, con una elevada sensibilidad (96%) y especificidad (92%). En los últimos años se han descrito valores elevados de ferritina sérica asociados a este proceso, superiores a los encontrados en otras en- TABLA 2 Porcentaje de pacientes con ferritina sérica superior a 5.000 y 10.000 ng/ml respecto al total de pacientes (con ferritina superior a 2.000 ng/ml) en cada grupo Síndrome clínico Enfermedad hematológica Leucemia mieloblástica aguda Aplasia medular Leucemia linfoblástica aguda Leucemia mieloide crónica Síndrome mielodisplásico Enfermedad de Hodgkin Linfoma no hodgkiniano Mieloma Enfermedad hepática Hepatopatía viral Hepatopatía de origen no filiado Hepatopatía etílica Insuficiencia renal crónica Hemodiálisis Sin hemodiálisis Infección sistémica Fiebre de origen desconocido Otros Enfermedad inflamatoria crónica Enfermedad Still del adulto Neoplasia Ferritina > 5.000 ng/ml Ferritina > 10.000 ng/ml 21 (33,9) 6 (28,6) 3 (14,3) 3 (14,3) 3 (14,3) 3 (14,3) 1 (4,8) 1 (4,8) 1 (4,8) 7 (22,5) 3 (42,9) 2 (28,6) 2 (28,6) 4 (16,7) 2 (50) 2 (50) 4 (50) 2 (50) 2 (50) 3 (30) 3 (100) 3 (21,4) 2 (3,2) – 1 (50) 1 (50) – – – – – – – – – – – – 1 (10) 1 (100) Los datos se expresan como número de pacientes, con el porcentaje entre paréntesis. Med Clin (Barc) 2004;122(14):532-4 533 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. RAMÍREZ C, ET AL. SIGNIFICADO CLÍNICO DE LOS VALORES ELEVADOS DE FERRITINA SÉRICA tidades inflamatorias. Además sus concentraciones descienden cuando se inicia tratamiento y se normalizan con la remisión de la enfermedad. En una serie de 9 casos de enfermedad de Still del adulto8, la media (DE) de ferritina fue de 13.940 (3.640) ng/ml. A diferencia del resto de los procesos, el porcentaje de molécula glucosilada en la enfermedad de Still es inferior al 20%, tanto en fase activa como en la remisión, mientras que es superior al 50% en otras entidades clínicas9. Se desconoce el mecanismo por el que se eleva en procesos clínicos no asociados a sobrecarga de hierro. Se sabe que la molécula es un reactante de fase aguda y su síntesis está íntimamente relacionada con los títulos de determinadas citocinas, como es interleucina-1. Roger et al10 recientemente han demostrado que ésta interviene en la regulación de la transcripción de la ferritina. 534 Med Clin (Barc) 2004;122(14):532-4 Agradecimiento Nuestro agradecimiento a la Unidad de Formación y Metodología de la Investigación del Hospital Reina Sofía, por su asesoramiento en el análisis estadístico. A la Dra. Blanco y al Dr. Pérez-Jiménez por su colaboración en el desarrollo del trabajo y en la preparación del manuscrito. A todos los médicos del hospital que en algún grado han colaborado en el manejo clínico de estos pacientes. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Finch CA, Bellotti V, Stray S. Plasma ferritin determination as a diagnostic tool. West J Med 1986;145:657-63. 2. Lipschitz DA, Cook JD, Finch CA. A clinical evaluation of serum ferritin assay index of iron. N Engl J Med 1974;290:1213-6. 3. 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