14 NOSOTROS Estudiantes El barrio chino en Guadalajara Miriam Guadalupe Sánchez García y María Luisa Ayala Villa* G uadalajara, la Perla tapatía, está llena de tradiciones y bellas artesanías. ¡Qué rico sabe un chocolate caliente en un jarrito de Tonalá! y ¿qué decir de la bella alfarería de Tlaquepaque, que adorna y embellece nuestros hogares?, ¿o de las pieles y productos de madera que encontramos en nuestro famoso mercado de San Juan de Dios, que orgullosos mostramos a los turistas que arriban a nuestra ciudad? Pero, ¿Guadalajara continúa siendo la misma de otros tiempos? Basta caminar por las calles del centro para ver cómo poco a poco se convierte en el barrio chino tapatío. Alcalde y Juan Manuel son calles en las que podemos encontrar diversos artículos extranjeros, entre los cuales han proliferado los productos chinos, y no precisamente la comida, sino una serie de objetos como: chinitos de la buena suerte, grillitos cantores, blusas, faroles, cajitas, juguetes…, cuyo precio atrae incluso a la clase social más golpeada de la economía mexicana. ¿Qué tanto nos afecta dicho fenómeno social? A este paso los recuerditos de nuestro país para los turistas serán los productos chinos. Todo apunta a que el trabajo de herreros, alfareros, artesanos y demás terminará por desaparecer. Nadie quiere adquirir los artículos nacionales cuando compara su costo con el de los productos extranjeros. No podemos culpar a los chinos. Ellos solo hacen lo que nosotros dejamos de hacer. Si el mexicano no quiere aprovechar sus recursos, ¿cómo puede entonces quejarse de que otros lo desplacen? ¿Cómo exigimos que las artesanías de nuestro país sean valoradas si nosotros mismos las estamos degradando? ¿No será este el momento de detenernos a reflexionar? Es evidente que el consumismo nos está manipulando. ¿Por qué compramos objetos de las tiendas chinas cuando ni siquiera sabemos como utilizarlos? No es posible que los extranjeros paguen miles de pesos por nuestras artesanías mientras nosotros compramos nuestro chinito de la suerte para ver si así nos volvemos ricos. Muchas familias que viven de la mano de obra artesanal se han visto perjudicadas por este fenómeno y han caído en la pobreza, cuyas consecuencias no son solo económicas. Por el contrario, la pobreza trae consigo estrés, depresión, enfermedades, angustia, lo que a su vez puede provocar en los individuos conductas tales como el suicidio y la delincuencia. Nuestro nuevo gobierno dice que la economía del país crece, que las oportunidades están al alcance de nuestras manos, pero parece que el programa “Pon tu changarro” únicamente lo han aprovechado los chinos. ¿Cómo es posible que nuestras autoridades, quienes luchan en contra de la piratería y ejecutan redadas en puntos estratégicos para confiscar mercancía ilegal, no se percaten de todos estos productos orientales? Esa mercancía, además de ilegal, no cumple con las normas de calidad. Cualquier país que quiera reciclar y vender su basura sabrá que México es la mejor opción, ya que nuestro cálido gobierno los apoya de manera incondicional. Pero ¿qué estamos haciendo nosotros para evitarlo? No esperemos a que el gobierno solucione el problema y la administración del país cambie de la noche a la mañana. Algo así está fuera de nuestro alcance, sin embargo, es necesario un análisis respecto al papel que jugamos en esta situación. El objetivo no es dejar de comprar, sino saber qué necesitamos, revisando que aquello que vayamos a adquirir nos sea útil. Es verdad que gracias a los medios de comunicación que invaden nuestro cerebro y lo bombardean de publicidad, todos somos consumistas –incluso algunos, compulsivos–, pero de nosotros depende librarnos de sistemas como este, que atentan contra nuestra inteligencia. No preguntes cómo cambiarlo o de quién depende el cambio. Mejor pregúntate en qué has colaborado para que este fenómeno social surja en la actualidad y sobre todo pregúntate cómo podemos detenerlo. *Alumnas de octavo semestre de la licenciatura de trabajo social (UdeG). Breves RINDEN PROTESTA LOS 46 UNIVERSITARIOS DE LAS COMISIONES DEL CGU Un total de 46 estudiantes, académicos y funcionarios de la UdeG asumieron el compromiso de analizar y determinar los dictámenes que regirán las acciones, actividades y proyectos de la máxima casa de estudios en Jalisco, después de tomar protesta al quedar conformadas las ocho comisiones permanentes y una especial de financiamiento, del Consejo General Universitario (CGU), máximo órgano de gobierno de la institución e integrado por 146 miembros. Durante el acto, efectuado en la sala de Exrectores de la UdeG, el Rector general, José Trinidad Padilla López, subrayó que será indispensable un trabajo conjunto para rendir cuentas mejores a la sociedad respecto a las decisiones que toma este órgano de gobierno. Los nuevos consejeros pertenecerán al CGU hasta noviembre de 2005. CAPACITARÁN A JUECES Y SECRETARIOS DEL PODER JUDICIAL DE JALISCO La maestría en derecho con orientación a la administración de justicia, única en su tipo en México, arrancó el pasado 10 de noviembre con la participación de 30 jueces y secretarios del Consejo general del poder judicial del Estado de Jalisco, dependencia que junto con la Universidad de Guadalajara funge como organizadora de esta oferta educativa. El curso propedéutico inició este lunes y concluirá en enero, mientras que la maestría, con una duración de cuatro semestres, comenzará en febrero de 2005 y terminará en 2007. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA CENTRO UNIVERSITARIO DE LOS ALTOS Por medio de la Coordinación de Investigación y Posgrado anuncia la convocatoria 2005 ¨A¨ para primer ingreso en los siguientes posgrados: • Maestría en Administración • Maestría en Impuestos • Maestría en enseñanza de las Ciencias • Doctorado en Ciencias La compra de solicitudes y recepción de documentos esta vigente a partir del 15 de Noviembre de 2004 al 21 de Enero de 2005. La información sobre los requisitos y planta de estudios de cada posgrado puede consultarse en la página del centro universitario www. cualtos.udg.mx y a los números telefónicos 013787828033 al 37 Atentamente ¨ PIENSA Y TRABAJA ¨ Tepatitlán de Morelos, Jalisco; Noviembre de 2004