Análisis de una figura de arquero levantino en las Muntanyes de

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ISSN 1699-0889
http://www.cuadernosdearterupestre.es/
Análisis de una figura de arquero de tradición
levantina del Abric I del Barranc de Fontscaldes
(Cornudella de Montsant, Tarragona). Datos
para una aproximación cronocultural
Analysis of a Levantine archer of Abric I del Barranc de
Fontscaldes (Cornudella de Montsant, Tarragona). Data
for an approach to their chrono-cultural attribution
Ramon Viñas¹, 2, 3, Josep Mª Vergès1,², Marta Fontanals1,²
y Albert Rubio4
1 · Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), C/ Marcel·lí Domingo s/n, Campus
Sescelades (Edifici W3) URV, 43007 Tarragona.
2 · Àrea de Prehistòria. Universitat Rovira i Virgili (URV), Avinguda de Catalunya, 35, 43002 Tarragona.
3 · Director del Centre d’Interpretació de l’Art Rupestre de les Muntanyes de Prades, Montblanc (Tarragona).
4 · SERP (Seminari d’Estudis i Recerques Prehistòriques). Universitat de Barcelona. C/Montalegre 6-8,
08001 Barcelona.
RESUMEN
I N F O R M A C I Ó N
•
I N F O R M AT I O N
En el presente trabajo se analiza una pintura rupestre de arquero, perteneciente a
la tradición o estilo Levantino, situada en el Abric I del Barranc de Fontscaldes (término de Cornudella de Montsant, Tarragona). Entre los utensilios y adornos que porta
este personaje se identifica un arco y diversas flechas o astiles, uno de ellos armado
con una punta de aletas, así como una serie de brazaletes, cuyo análisis propicia el
debate sobre su posible adscripción cronocultural entre el Epipaleolítico y el Neolítico.
Palabras clave
Abric I del Barranc de Fontscaldes, punta de aletas,
brazaletes, Arte Levantino, Epipaleolítico, Neolítico,
Cataluña, Península Ibérica.
Recibido · mayo 2008
Aceptado · noviembre 2008
Revisado · mayo 2013
ABSTRACT
In this paper we analyze the figure of a painted archer, part of the tradition or Levantine rock art style, located in the abric I of Fontscaldes Gorge (municipality of
Cornudella de Montsant, Tarragona). Among the tools and ornaments that this character exhibits can be identified a bow and several arrows or shafts, one of them with
a barbed projectile point, and a series of bracelets. The analysis of these arrow and
bracelets fosters the debate about its hypothetical chronocultural atribution among
Epipaleolihtic or Neolithic.
Keywords
Abric I del Barranc de Fonstcaldes, barbed arrow
point, bracelets,Levantine Art, Mesolithic, Neolithic,
Catalonia, Iberian Peninsula.
Received · May 2008
Accepted · November 2008
Revised · May 2013
Cuadernos de Arte Rupestre, 5, (2008-2010): 53-61
· Cuadernos de Arte Rupestre · 5 · 2008-2010 · 53-61
Viñas et al.
1. INTRODUCCIÓN
Fontscaldes como un elemento más a considerar en el debate cronocultural del fenómeno levantino.
En la actualidad la polémica sobre el horizonte cronocultural
del denominado Arte Levantino, iniciada a principios del siglo
2. EL ABRIC I DEL BARRANC DE FONTSCALDES
pasado, continúa sin una solución satisfactoria y no hay un
consenso entre los investigadores. Las propuestas, con múlti-
El conjunto rupestre al que pertenece el arquero se en-
ples matices, siguen fraccionadas entre los que defienden un
cuentra en el Abric I del Barranc de Fontscaldes, una ca-
origen Neolítico, y los que se inclinan por un inicio en el Epipa-
vidad de unos 20 m de longitud, 4 m de profundidad y 4 m
leolítico y un desarrollo que alcanza la neolitización.
de altura, ubicada al sur de la Serra de la Gritella, en el ex-
Es evidente, que las divergencias precisan de evidencias
tremo occidental de las Muntanyes de Prades, provincia de
más concluyentes y de investigaciones que permitan escla-
Tarragona (Fig. 1). El abrigo fue descubierto en el año 2006
recer el inicio del fenómeno levantino, así como su expansión
por los escaladores Juan Antonio Serrano y Laura Martínez.
y desarrollos regionales. Hasta el momento la investigación
Tras el hallazgo, se pusieron en contacto con Ramon Viñas
cronocultural se ha centrado en las propias figuras, su te-
quien visitó el lugar acompañado de Albert Rubio (Viñas
mática, las superposiciones, las tendencias formales, los
et al. 2006 y 2007). Posteriormente Josep Castells, técnico
atuendos, el utillaje, las técnicas de ejecución y los contextos
del Servei de Arqueologia i Paleontologia de la Generali-
arqueológicos, que han permitido un acercamiento al proble-
tat de Catalunya inspeccionó el conjunto y a mediados del
ma temporal y cultural de estas manifestaciones.
año 2008, se encargó la documentación del citado abrigo
Sin embargo, entre los problemas cruciales siguen en pie
al Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social
la ausencia de un arte mueble equiparable con el Arte Le-
(IPHES), junto con otros 18 conjuntos rupestres descubier-
vantino; solamente algunas plaquetas paleolíticas con repre-
tos por los mismos escaladores en las Muntanyes de Pra-
sentaciones de animales, muestran ciertas analogías forma-
des (Viñas y Sarriá 2009-2010).
les y técnicas con figuras levantinas (lo que parece apoyar
El mural contiene unas 50 unidades, en su mayoría res-
una etapa inicial “levantina” con representaciones de anima-
tos no clasificables, cuyo estado de conservación es suma-
les y sin figuras humanas o muy escasas), y por otro lado,
mente crítico a causa de los avanzados fenómenos erosivos
escasean todavía las dataciones C14, directas o indirectas,
que provocan la exfoliación continua del soporte rocoso;
de las pinturas o de los soportes y recubrimientos parietales
lamentablemente estos han destruido prácticamente la tota-
que aparecen sobre las mismas.
lidad del conjunto. En consecuencia, los exiguos elementos
En este panorama incluimos el análisis de la representa-
identificados se hallan sumamente dañados y en vías de de-
ción pictográfica de un arquero del abrigo I del Barranc de
saparición. Sin embargo, y a pesar del grave deterioro que
1 54
Figura 1 · Mapa de situación de Abric I del Barranc de Fontscaldes, Cornudella de Montsant, Tarragona
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Viñas et al.
2 Figura 2 · Figura de arquero del Abric I del Barranc de Fontscaldes. A pesar de su deterioro se pueden observar los restos del arco y varias flechas,
así como diversos atavíos sobre su cuerpo (foto Albert Rubio).
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Viñas et al.
presenta el mural, algunos restos permiten corroborar la presencia de figuras de
carácter levantino en el extremo norte del
recinto. El tamaño de los fragmentos ayuda a calcular la medida de las figuras entre 1 y 20 cm, las cuales fueron pintadas
en colores rojizos y castaños oscuros, siguiendo la técnica del perfilado, el trazo
simple y la tinta plana.
En el panel se han contabilizado un total de 9 fragmentos de figuras humanas,
2 arqueros, 5 cuadrúpedos (partes de
una cierva, una cabra, un posible jabalí,
restos de un supuesto bóvido y un animal
indeterminado), 1 trazo y 33 restos no clasificables. Entre los fragmentos sobresale
la figura de un arquero que porta diversos
atavíos y sostiene un arco y varias flechas
que pasamos a describir.
2. LA FIGURA DE ARQUERO1
Este personaje se encuentra situado
en el extremo izquierdo del abrigo y
su parte conservada mide unos 15 cm
de altura, sin contar los utensilios que
sostiene. Fue pintado en color castaño-rojizo (Pantone 180 U; Munsel 10R
5/6- 4/6) y ejecutado con la técnica
del perfilado y el relleno a tinta plana
(Fig. 2 y 3).
A pesar de que ha perdido varias
partes de su cuerpo, se observa todavía un tronco estilizado con brazos
delgados y piernas más gruesas y moldeadas. Presenta una cabeza redon-
3 deada con una ligera insinuación de
Figura 3 · Reconstrucción de la figura del arquero del Abric I del Barranc de Fontscaldes. En él
se perciben los brazaletes, el ornamento o posible brazal de arquero y la punta de flecha (dibujo
Ramon. Viñas y Albert Rubio)
los rasgos faciales y un tipo de peinado
al estilo de media melena.
Se halla orientado hacia la izquierda,
en sentido contrario a la mayoría de los restos que apa-
sibles por encima de los codos y, por otra, un posible
recen a su derecha. Su actitud, con una pierna doblada
adorno en el antebrazo, así como cintas o cordajes ama-
y la otra aparentemente extendida, indica una posición
rrados al talle y que cuelgan de la cintura. En general su
estática particular; una postura que, de forma más o me-
aspecto y postura parecen representar la de un perso-
nos similar, es adoptada por otros arqueros destacados
naje concreto que preside o tutela alguna composición
del Arte Levantino (Fig. 4).
o escena.
Respecto a la posición de los brazos, cabe señalar que
el más avanzado (izquierda del espectador) se halla doblado y ligeramente alzado sosteniendo un arco y un par
3. LOS ELEMENTOS DE ANÁLISIS: UTENSILIOS Y ORNAMENTOS
de flechas, mientras que el otro brazo, doblado y cruzando sobre la cintura, sostiene un astil ligeramente levantado y rematado en el extremo con lo que interpretamos
como una punta de aletas.
3.1. La punta de flecha
La flecha que sostiene con la mano va armada, supuestamente, con una punta de aletas destacadas, cuyo diseño
Sobre su cuerpo se perciben diversos atavíos: por una
apenas alcanza los 7 mm de longitud. Este morfotipo de pro-
parte brazaletes, que se intuyen de morfología anular, vi-
yectil, en su versión lítica, puede encontrarse tanto en contextos pleistocenos, dentro de los tecnocomplejos del Solu-
56
1. En la documentación realizada para el Servei d’Arqueologia i Paleontologia de la Generalitat de Catalunya, la figura aparece con
el número 6 del inventario (Viñas y Sarriá 2009-2010).
trense Superior, como holocenos, desde el Neolítico hasta la
Edad del Bronce (Fig. 5).
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2
3
4
Viñas et al.
1
4 Figura 4 · Ejemplos de arqueros destacados, en posición estática y con una pierna doblada y la otra recta: 1. Abric I del Barranc de Fontscaldes (Cornudella de Montsant), dibujo Ramon Viñas y Albert Rubio, 2011. 2. Abrigo de Ribassals o Civil (Valltorta, Castellón), dibujo Obermaier y Wernert, 1919. 3.
Abric I de Benirrama (La Vall de Gallinera, Alacant) dibujo Centre d’Estudis Contestans, 1998. 4. Abrigo del Arquero (Ladruñan, Teruel), según E. Ripoll,
dibujo A. Bergante, 1967
3.2. Los brazaletes
4. DISCUSIÓN
El arquero muestra en ambos brazos y cerca de los codos entre 2 y 3 brazaletes de tipo anular sobre los co-
Este tipo de figura, perteneciente al denominado Arte
dos. Estos brazaletes son también elementos a destacar,
Levantino, encuentra sus análogos más cercanos entre
ya que pueden aportar información relevante de carácter
los conjuntos del sur de Tarragona y el norte de Caste-
cronológico, siempre y cuando no estuvieran fabricados
llón (cuerpo alargado y estilizado con rasgos realistas y
con materiales perecederos que no hayan dejado eviden-
piernas moldeadas). No obstante, la ausencia de data-
cia fósil (Fig. 2).
ciones directas de las pinturas y la falta de un arte mueble equiparable y fechado, con el que poder establecer
3.3. Ornamento o brazal de arquero
En el mismo brazo que sostiene la flecha tratada anteriormente se puede observar un ligero engrosamiento
analogías cronoculturales, invitan a la prudencia a la hora
de cuestionar la periodización de las manifestaciones levantinas.
del trazo en el extremo distal del antebrazo (de morfología
Por otro lado, hay que tener en cuenta la existencia de
rectangular), que interpretamos como la intencionalidad
diversos focos de esta tradición rupestre en área del preli-
de querer representar algún elemento, ya sea funcional u
toral mediterráneo, con características propias, lo que hace
ornamental. Dado que se trata de un arquero, es lógico
suponer un sustrato común pero con un desarrollo desigual
que una de las hipótesis que se plantee sea la de un bra-
que precisa de estudios regionales específicos con los que
zal de arquero (Fig. 2).
establecer las secuencias regionales.
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Viñas et al.
5 Figura 5 · Detalle de la punta de flecha con aletas. Este tipo de proyectil se puede hallar en contextos pleistocenos y holocenos (Foto Albert Rubio)
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Algunos autores como Javier Fernández han señalado
Si ahora nos atenemos a las puntas de flecha, comproba-
que «… el análisis del armamento en el Arte Levantino, si
remos que en los escasos yacimientos solutrenses conoci-
parte de una contextualización arqueológica adecuada,
dos en Cataluña se han documentado puntas de muesca,
nos brinda un amplio campo de estudio para explorar la
pero no puntas de aletas y pedúnculo, cuya presencia más
evolución de las sociedades neolíticas que lo generaron,
septentrional en la vertiente mediterránea, exceptuando un
de la imagen con la que quisieron ser recordados.» (Fer-
par de hallazgos puntuales en la provincia de Castellón, se
nández 2006: 153-154).
situaría en el área de Gandia (Tiffagom 2003). No obstante,
En los relieves de las Muntanyes de Prades (Tarragona)
hay que tener en cuenta la propuesta de enmangue de las
el registro arqueológico sobre el antiguo poblamiento nos
puntas de muesca, consistente en situar una o varias en
permite vislumbrar un hábitat continuado desde finales
el extremo del astil (Muñoz 1999), que, de ser cierta, haría
del Paleolítico Superior y el Epipaleolítico, con yacimientos
que, en una pintura a tinta plana, las representaciones de
como la Balma de la Vall en Montblanc cerca de abrigos
esta y de una punta de aletas y pedúnculo pudieran ser
con pinturas levantinas (Adsaries y Solé 1994), la Font Vol-
muy similares.
tada en Monbrió de la Marca (Mir y Freixas 1993) el Molí del
Durante el Holoceno las puntas de aletas y pedúnculo
Salt en Vimbodí, con un importante conjunto de arte mueble
se documentan a partir de la segunda mitad del V mile-
con animales grabados con trazo fino y atribuido al Magda-
nio cal BC (Neolítico Postcardial), asociadas a puntas de
leniense Superior (Vaquero 2004), hasta la edad del Bronce
proyectil geométricas, siendo comunes durante el Neolíti-
y etapas posteriores. Entre los yacimientos situados entre el
co Final–Calcolítico y el Bronce Antiguo (Palomo y Gibaja
Neolítico y la Edad del Bronce caben destacar la Cova de
2003). A partir de este último periodo se inicia la fabricación
Porta Lloret, en Siurana, el conjunto de cuevas del Cingle
en metal de este morfotipo, que se mantendrá vigente a lo
Blanc de l’Arbolí (Vilaseca 1973) y, aunque ya fuera de las
largo de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro (Kaiser
Muntanyes de Prades, la Cova de l’Heura de Ulldemolins
2003).
(Vilaseca 1952), una cueva sepulcral colectiva del IIIer mi-
Prácticamente en paralelo a la fabricación de puntas me-
lenio BC. Este contexto es el que, en definitiva, enmarca
tálicas de aletas y pedúnculo, y muy probablemente como
el arte rupestre parietal, expresado a través de dos gran-
sucedáneo humilde de éstas, se documenta la fabricación
des tradiciones: por un lado, las formas figurativas del Arte
de proyectiles en hueso, que se registra mayoritariamente
Levantino y por el otro, las expresiones esquematizadas y
en las primeras etapas de la Edad del Bronce (Alday et al,
abstractas del Arte Esquemático. Dos tradiciones que, for-
2011), pero cuyos materiales serían difíciles de detectar en
malmente y conceptualmente, se encuentran opuestas y
el grafismo pintado.
con intereses bien diferenciados que, en nuestra opinión,
En cuanto a la punta de flecha del arquero de Fonstcal-
provienen de distintos orígenes y llegaron a coexistir en el
des, un detalle plantea ciertas dudas sobre su pertenencia
mismo espacio geográfico.
a una punta de aletas. Nos referimos a una discontinuidad
test experimentales (Gibaja y Palomo 2004; Domingo 2005),
posibilidad de que se trate de una punta de proyectil com-
no parecen apoyar esta hipótesis, aunque armaduras con
puesta por dos o más elementos microlíticos insertados en
microlitos geométricos están documentadas en el registro
el extremo del astil. En este sentido, las hipótesis de en-
arqueológico tanto en fases avanzadas del Neolitico como
mangue existentes, derivadas de los análisis traceológicos
en el Mesolítico (Fernández 2006).
Si al análisis de los proyectiles le sumamos el de los ornamentos que portan
las figuras, no hay duda que se amplia el
potencial de la analogía entre los objetos
arqueológicos y sus representaciones rupestres como instrumento para una atribución cronocultural mas ajustada (aunque estamos limitados por la imprecisión
y reducido tamaño de las representacions, apenas unos milímetros). En este
sentido señalemos los brazaletes que,
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de microlitos geométricos que han superado con éxito los
atribuida a una pérdida de colorante. Este detalle abre la
Viñas et al.
presente en el segmento superior del trazo de la punta no
en el registro arqueológico del nordeste
peninsular los únicos de morfología anular que se presentan en grupos son los
fabricados a partir de conchas marinas
del género Glycimeris, básicamente de
la especie Glycimeris glycimeris. Lamentablemente, en la zona de influencia del
Arte Levantino, la mayor parte de estos
elementos proceden de excavaciones
arqueológicas antiguas, hallazgos fortuitos o expolios, y por tanto no disponen
de un contexto arqueológico bien documentado, o bien se hallan en el interior
de las tumbas pero depositados junto al
cadáver, lo que hace que la información
de que disponemos sobre su ubicación
a nivel anatómico sea prácticamente
nula. Sería el caso, por ejemplo, de los
hallazgos del Raval de Jesús y del Camí
d’Aiguesverds, ambos en Reus, los de la
partida del Marmellar en Capçanes, de
Masdenvergenc en Amposta (Vilaseca
1973), de Rasquera (Vilaseca 1968), de
El Cerc en Olius, de L’Astinyà en Noves,
de Les Borges Blanques, de Cornudella
de Montsant, de Torroja del Priorat (Muñóz 1965), o de la Balç de Robuster, en
Valls (Vergès 2008).
Entre las pocas referencias arqueológicas disponibles sobre la posición anatómica de los brazaletes contamos con las
procedentes de los yacimientos de Segudet (Ordino, Andorra) y de Ca l’Oliaire
(Berga, Barcelona) (Fig. 6). En Segudet
se halló la tumba de un individuo de sexo
femenino de entre 30-35 años de edad
que portaba tres brazaletes de Glycimeris en el antebrazo derecho (Yáñez et
6 al. 2002). En Ca l’Oliaire se inhumó un
Figura 6 · Enterramiento neolitico de Ca l’Oliaire (arriba) y detalle de la mujer que porta brazaletes de Glycimeris en el antebrazo (abajo) (fotos Pepa Villalba)
individuo, también de sexo femenino,
depositado en una fosa, que presentaba
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Viñas et al.
8 y 10 brazaletes colocados en los húmeros derecho e iz-
Cabré (1915), Pericot (1950), Almagro (1952), Ripoll (1960)
quierdo respectivamente (Martín et al. 2003; Martín et al.
y Beltrán (1968), entre otros.
2005). En ambos casos se trata de atavíos correspondien-
Por otro lado, si consideramos que la analogía entre mate-
tes a inhumaciones de sexo femenino y ubicados fuera del
riales arqueológicos y pinturas levantinas no son suficiente-
área del Arte Levantino. Además, tanto en Segudet como
mente precisas y concluyentes para los elementos del arque-
en Ca l’Oliaire se hallaron numerosas cuentas perforadas
ro presentado, entonces podríamos plantear que la punta de
situadas alrededor de las muñecas y de la parte distal del
flecha esta formada por dos microlitos geométricos y quizás
antebrazo (541 cuentas de esteatita y 19 de calaíta en el
los brazaletes y el brazal fueron elaborados con materiales
caso de Segudet, y 176 cuentas de esteatita y 56 de calaíta
perecederos, en tal caso, la cronología de esta figura podría
en el de Ca l’Oliaire, que formarían parte de un elemento
variar y retroceder hacia una etapa preneolítica.
ornamental compuesto. La presencia de brazaletes de esta
En principio los datos sugieren que la figura del abrigo
tipología, en materiales diversos como la variscita, calaíta,
I del barranc de Fontscaldes podría ser un representante
esquisto, hueso, concha, etc., no es excepcional y se han
de grupos de cazadores-recolectores, cuyas creencias y
identificado como tal en contextos funerarios de finales del
tradiciones rupestres sobrevivieron, dentro del proceso de
Neolítico antiguo, como en las necrópolis de Sant Pau del
neolitización.
Camp (Barcelona) (Gibaja et al, 2010; Chambón, 2008), y
De tales conclusiones se desprende que, por el mo-
de manera más generalizada en el Neolítico Medio, como
mento la investigación carece todavía de evidencias con-
en los yacimientos de Can Gambús (Sabadell, Barcelona)
cluyentes, y por consiguiente la ubicación cronocultural
(Roig et al. 2010), el complejo minero de Gavà- Serra de les
depende, en gran parte, del punto de vista del propio
Ferreres (Gavà, Barcelona) (Borrell y Estrada, 2009; Borrell
investigador. Sin embargo y para avanzar en el conoci-
et al. 2009), y en Masdenvergenc (Amposta) (Bosch, 1993;
miento y esclarecimiento de estas cuestiones son precisos
Esteve, F. 2000), entre otros.
más estudios y proyectos destinados a profundizar en las
Las arandelas de pectúnculo se documentan en Catalu-
estratigrafías cromáticas y sostenerlas con dataciones di-
ña desde el Neolítico Antiguo hasta el Bronce inicial, siendo
rectas o indirectas, de las pinturas, con el fin de llegar a
su periodo de auge el Neolítico Medio (Martín et al. 2005).
establecer secuencias fiables y consistentes, tanto a nivel
Los dos casos de referencia, Segudet y Ca l’Oliaire, dispo-
regional como del conjunto del área levantina.
nen de una datación de 5350±40 BP (4320 a 4050 cal BC),
y 5080±80 BP (4040 a 3680 cal BC) respectivamente.
7. BIBLIOGRAFÍA
En cuanto al supuesto brazal de arquero, las indicaciones cronológicas serían las mismas que podrían aportar la
presencia del arco, ya que es lógico pensar que la nece-
Adserias, M. y Solé, M., (1994). L’ocupació paleolítica de la Balma de la Vall
(Montblanc, Conca de Barberà). Aplec de Treballs 12: 59-68.
en el momento del disparo surgiera en paralelo al empleo
Alday, A., Juez, L., Pérez-Romero, A., Adán, G., Santos, E., Galindo-Pellicena, M.A., Carretero, J.M. y Arsuaga, J.L., (2011). La industria ósea
del arco. En este sentido, es cierto que la mayor parte de
de El Portalón de Cueva Mayor (Sierra de Atapuerca, Burgos). Biapuntados,
sidad de proteger el antebrazo del impacto de la cuerda
los brazales de arquero elaborados sobre materiales per-
puntas de flecha y agujas, morfología y funcionalidad. Munibe 62: 227-249.
durables se documentan en el Calcolítico y en el Bronce
Almagro, M., (1952). La covacha de pinturas rupestres de Cogul (Lérida).
Inicial, pero hay que pensar que lo más probable es que se
elaboraran también con materiales perecederos, como el
cuero o las materias vegetales, que sólo excepcionalmente
se conservan en el registro arqueológico.
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6. CONCLUSIONES
Rubricatum 4 : 175-179.
Borrell, F.; Bosch, J. y Vicente, O., (2009). Datacions per radiocarboni
Si consideramos valida la analogía formal entre los distintos elementos del arquero del abrigo I del Barranc de
Fontscaldes y los materiales arqueológicos (punta de flecha con aletas, brazaletes de pectúnculo y posible brazal
de arquero), la figura podría situarse, siempre a nivel de hipótesis en torno al Neolítico Medio. No obstante, debemos
4: 241- 246.
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experimentales para su estudio. Monografías Arqueológicas, 41. Universi-
poco explica el desarrollo y desaparición de esta tradición
dad de Zaragoza.
rupestre, solamente viene a señalar un momento concre-
Esteve, F., (2000). Necròpolis neolítica del Masdenvergenc (Amposta). Recer-
to, con un tipo especifico de figura, que debió convivir con
ques arqueològiques a la Ribera Baixa de l’Ebre. I. Prehistòria. Museu del
otras formas u horizontes formales o estilísticos. Estos datos
60
a les mines neolítiques de la Serra de les Ferreres de Gavà. Rubricatum
Montsià-Ajuntament d’Amposta.
refuerzan el supuesto de una pervivencia de la tradición le-
Fernández, J., (2006). Las flechas en el Arte Levantino: Aportaciones desde
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