HUGO ALSINA (Transcripción) Distintas clases de procesos (…) 25. Por el objeto: de condena, declarativos, constitutivos, ejecutivos y precautorios. a) Cualquiera advierte, dice Carnelutti, la razón de ser de tres tipos fundamentales de procesos: una cosa es que el acreedor a quien se niega su crédito pida al juez la declaración de su existencia; otra que el acreedor reconocido a quien no se paga pida la satisfacción de su crédito, y otra que cualquiera que tema que su deudor substraiga sus bienes pida su secuestro para garantir su crédito. En el primer caso hay una pretensión jurídica contestada; en el segundo hay una pretensión jurídica reconocida, pero no satisfecha; en el tercero, la duración del proceso puede poner en peligro la satisfacción de la pretensión jurídica. A estas situaciones corresponden tres procesos distintos: de conocimiento, ejecución y conservación. b) El proceso de conocimiento puede a su vez tener distinto objeto, según que la acción deducida sea de condena, de mera declaración o busque un efecto constitutivo. Su estructura no varía, porque las tres se tramitan por el mismo proceso, o sea el juicio ordinario, pero los efectos de la sentencia son distintos, porque en unas el interés del actor se satisface con la declaración, en tanto que en otras puede ser necesaria la ejecución. (Tratado Teórico Práctico… Pág. 465 edición 1963) Clasificación de las acciones por su objeto Teniendo en cuenta la clase de pronunciamiento que con la acción puede pretenderse, se distinguen las acciones siguientes: a) de condena; b) declarativa; c) constitutiva; d) ejecutiva; e) precautoria. Fijaremos sus respectivos caracteres. 17. Acción de condena. a) Es ésta la más común, y por ella el actor persigue una sentencia que condene al demandado a una determinada prestación (dar o hacer) o que deshaga lo hecho si la obligación fuere de no hacer. (…) 18. Acción declarativa. (…) b) Desde luego, toda sentencia, aun la condenatoria, es declarativa, en cuanto contiene un reconocimiento del derecho del actor; y con mayor razón lo es la absolutoria, en cuanto niega fundamento a su pretensión. El derecho que en un momento determinado se presentaba incierto, adquiere certidumbre mediante la sentencia, y la norma abstracta se convierte así en prescripción concreta. Pero la acción de condena requiere un hecho contrario al derecho, y por eso la sentencia condenatoria tiene una doble función: no solo declara el derecho, sino que también prepara la vía para obtener, aún contra la voluntad del obligado, el cumplimiento de una prestación. En cambio, la sentencia meramente declarativa no requiere un estado de hecho contrario al derecho, sino que basta un estado de incertidumbre sobre el derecho, y por eso no obliga a nada, sino que se limita a declarar o negar la existencia de una situación jurídica vale decir que no es susceptible de ejecución, porque la declaración judicial basta para satisfacer el interés del actor. La sentencia, por ejemplo, que declara que una persona es hija de otra, no necesita ser ejecutada, ni el demandado está obligado a hacer nada para satisfacerla. En ciertos casos, como las declarativas de estado, sus efectos se extienden erga omnes. (…) 19, Acción constitutiva. a) La sentencia declarativa tiene de común con la sentencia de condena que ambas reflejan la situación tal como es, vale decir que sus efectos se remontan al pasado; pero hay otras sentencias que, por el contrario, producen un nuevo estado jurídico, es decir que sus efectos se extiende hacia el futuro. Por eso se dice de ellas que son constitutivas, y la acción tendiente a obtenerla se llama también constitutiva. (…) Pág. 349 – 362.